Cuando se dio a conocer este título hace unos meses, fue toda una sorpresa, ya que se trataba de un juego totalmente nuevo que prometía ofrecer un planteamiento muy original e interesante. Además, aunque los primeros videos no dejaban ver mucho, si podía apreciarse que se trataba de un juego al que se le estaba poniendo mucho esfuerzo y que destacaba por encima de la media de los juegos de la consola. Recientemente pudimos echar un vistazo de primera mano al juego y así poder ver más en detalle que es lo que nos ofrecerá.
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Como ya se sabía, el juego se desarrolla en el Himalaya, aunque los desarrolladores no han querido limitarse a coger un escenario más o menos original, sino que han querido plasmar la historia real de la zona. Así, el argumento del juego se basará en mitos y leyendas reales del Tibet, así como ciertos hechos que han ocurrido en la región. Todo esto no lo iremos descubriendo solamente mediante secuencias, sino que escondidos por los escenarios podremos encontrar piezas con la historia de la región.
El argumento del juego está basado en un mito del Tibet. En él se cuenta la historia de un pueblo que fue maldito por una diosa y condenado a vagar en forma espectral por el Bardo, una dimensión que separa el mundo de los vivos del de los muertos. Con esta historia de fondo, comenzara la aventura, con un joven montañista que trata de escalar el Himalaya y desaparece sin más. Tras él irá nuestro protagonista, hermano del desaparecido, que tendrá que seguir su rastro y adentrarse en la misteriosa montaña, mientras descubre que no está sólo. Durante toda su aventura, que comenzará en un valle a unos 5000 metros de altura y culminará a los 8000 metros de altura, el protagonista deberá subir constantemente, afectando a su comportamiento la altitud a la que se encuentre.
Entre el mundo de los vivos y el de los muertos
Al poco de comenzar el juego, nos encontraremos con un chamán que nos contará cosas acerca del Tibet y nos ayudará a abrir nuestra mente para poder vislumbrar el Bardo, que como comentábamos antes, es el mundo de los espíritus. Esto será importante, pues aunque aparentemente estemos completamente solos, la realidad es que en nuestro camino nos encontraremos con varias almas perdidas que no estarán del todo contentas de tenernos allí. A estos espectros no podremos verlos a no ser que activemos nuestra nueva visión.
Cuando entremos en el Bardo, pasaremos a una vista en primera persona en la que nuestro personaje no podrá moverse, sólo girar para ver lo que nos rodea. Esto nos permitirá ver si hay algo que sólo esté en ese mundo y, por supuesto, ver y luchar contra los enemigos. Para combatir contra ellos deberemos esperar a que se nos acerquen y cuando aparezcan en las pantallas unas flechas, hacer el movimiento que indiquen con el mando de control.
El sistema de combate nos pareció correcto y el mando respondía bien, pero nos pareció muy poco variado. Y es que con los enemigos que nos enfrentamos, la secuencia era siempre la misma: el fantasma está a lo lejos, desaparece, tenemos que esperar a que aparezca y salgan las flechas, atacamos, el fantasma desaparece y vuelve a repetirse la secuencia varias veces, hasta que acabamos finalmente con él. Suponemos que esto será debido a que los enemigos a los que se enfrentó el protagonista eran del comienzo del juego y que más adelante nos encontraremos con distintas rutinas, algo que solucionaría el problema. De cualquier modo aún queda por ver como solventan este problema, ya que el hecho de que al entrar en combate no podamos movernos, hace que las posibilidades se vean reducidas.
Pero en los combates no es en el único sitio donde utilizaremos el sensor de movimiento del mando. En los niveles que pudimos ver nos encontramos con varias acciones que utilizarán el movimiento del mando y del nunchuck, como escalar o correr. Esto sin duda, y siempre que no se abuse de ello, dará una variedad al juego que nos parece muy positiva, sobre todo si las acciones siguen estando tan bien representadas y resultan tan divertidas como las que probamos.
En la presentación a la que acudimos pudimos ver tres niveles del juego. El primero de ellos era un pueblo abandonado en el que nos encontrábamos a varios espíritus. El objetivo era llegar a cierta casa donde teníamos visiones que nos ayudarán a comprender la trama. Por lo que se nos contó, estas visiones serán algo habitual para contar la historia. El segundo nivel transcurría en el interior de un glacial donde, al avanzar un poco, encontrábamos un walkie-talkie. Una vez con el preciado aparato en nuestro poder, uno de nuestros compañeros que se han quedado en el campamento base, nos indicaba el camino a seguir dentro del laberinto de hielo que es el glacial. Estas indicaciones nos llegarán a través del altavoz de nuestro mando, algo que sin duda ayudará a meternos más en la aventura.
Por último, en el tercer nivel que probamos, nuestro personaje entraba en el Bardo totalmente, pudiendo caminar con él por normalidad y no sólo viéndolo como en el resto del juego. En ese momento, aparecía un jefe al que debíamos vencer, aunque lamentablemente ahí terminó la partida y no pudimos ver cómo sería el combate y si variaría de la fórmula habitual.
Técnicamente se nota un gran esfuerzo, aunque debido a la temprana fase de desarrollo en la que se encuentra el juego, todavía hay muchas cosas que están verdes. Aún así, ya se adivina la ambición de los desarrolladores, que prometen que desde cualquier zona en la que nos podamos asomar, veamos las zonas que queden por debajo de donde nos encontramos y las montañas que nos rodean. En los niveles que vimos, pudimos apreciar que las proporciones entre nuestro personaje y los escenarios están muy conseguidas, dándonos una sensación bastante realista. Por otra parte, la cámara parece comportarse adecuadamente, estando situada la mayor parte del tiempo detrás del personaje. En determinados momentos, esta situación cambiará, pasándose a planos más cinematográficos que ayuden a dar más tensión al jugador.
Aún queda bastante trabajo, como nos comentaron los responsables, sobre todo en texturas y animaciones. Según nos dijeron, muchas de las texturas y animaciones que hay en estos momentos son provisionales y actualmente se está trabajando en las definitivas, por lo que no podemos juzgar todavía este apartado como es debido. También el modelado del personaje nos pareció más que correcto, aunque todavía se sigue trabajando en él.
Como decimos, gran parte del apartado grafico se encuentra en una fase muy temprana, aunque nos sorprendió el resultado general, sobre todo porque demuestra un esfuerzo superior a la media de los juegos de la consola y porque logra una ambientación que promete meternos en el juego. Aún queda por ver si todas las promesas se cumplen y se mejora todo lo anunciado, pero de momento les concedemos el beneficio de la duda.
Del apartado sonoro no podemos valorar demasiado, ya que se encuentra en un estado muy primitivo, con voces puestas por el propio equipo y efectos de sonido de referencia. De cualquier modo, los responsables del juego nos comentaron que este apartado tendrá gran importancia en el juego, y es que son conscientes de la importancia de la música en la ambientación, especialmente en un juego de estas características.
Un juego prometedor
Es cierto que Cursed Mountain se encuentra en una fase muy temprana de desarrollo, pero ya se aprecian aspectos muy interesantes. Lo que más nos ha gustado de lo que hemos visto es que se ve que el equipo está muy implicado en s desarrollo y le está dedicando muchos esfuerzos. Aún queda por ver si poco a poco el juego va puliendo sus gráficos (que por ahora son bastante discretos) y si se confirma que la jugabilidad de los combates no resultará repetitiva y aburrida, pero de momento creemos que se merece nuestro voto de confianza.
Y es que lo que vimos del juego nos gustó y nos pareció divertido, por lo que creemos que si siguen trabajando en ello y no se olvidan de dotar al juego de suficiente variedad, podemos encontrarnos con un título muy interesante para nuestra Wii. Cursed Mountain tiene previsto su lanzamiento durante 2009, aunque todavía no disponemos de una fecha más concreta.