Si hay un género que actualmente sufre de serios problemas de identidad, ese es sin duda el de los Survival Horror. Con el paso de los años, el terror en los videojuegos ha ido derivando cada vez más en la acción y en lo puramente comercial, hasta el punto de que algunas de las sagas insignias de esta clase de títulos, como Resident Evil o más recientemente Dead Space, se han convertido en simples aventuras de acción donde se confunde el terror con el agobiar al jugador con una sucesión constante de enemigos a los que derrotar.
Por suerte, gracias al sector indie hemos podido volver a pasar miedo de verdad con nuestro hobby favorito, tal y como atestiguan juegos como Outlast (lanzado este mismo mes) y Amnesia: The Dark Descent. Pero ya hace demasiado que el terror no consigue volver por la puerta grande con una gran producción, algo que Shinji Mikami, creador de Resident Evil y una de las figuras que ayudó a definir el género, sabe muy bien.
Por eso, para devolverle su antiguo esplendor y tras unir fuerzas con Bethesda, el japonés decidió comenzar el desarrollo de The Evil Within, un juego que desde su anuncio se nos está vendiendo como un Survival Horror puro centrado en aterrorizarnos.
Que cumpla su objetivo o no es algo que no podremos saber hasta su lanzamiento, pero de momento lo que vamos viendo con cada nueva toma de contacto que tenemos con él nos hace mantener las expectativas bien altas. En el Tokyo Game Show hemos podido asistir a una nueva presentación del juego, aunque solo en forma de vídeo, por lo que no hemos tenido la ocasión de jugarlo esta vez.
Esta se realizó en una sala con una gigantesca pantalla dividida en tres partes que envolvían medianamente al público, donde se proyectó un vídeo que comenzaba con una vista del extraño psiquiátrico en el que dará comienzo la pesadilla. Tras esto, la acción dio paso al interior del mismo, donde pudimos ver al protagonista de la aventura, Sebastian Caballeros, investigando un extraño crimen. Los cadáveres parecen estar por todos lados y al observar las cámaras de seguridad ve a unos guardias disparando a algo, hasta que repentinamente una silueta les ataca a una velocidad inhumana y acaba con ellos de un solo golpe. Esta sombra resulta ser un hombre encapuchado, quien mira desafiante a la cámara, como si supiese que le están observando.
Después de esta escena, presenciamos un extraño corte de luz para segundos más tarde ver a nuestro protagonista despertándose en un lugar totalmente desconocido, permitiéndonos ver por fin su jugabilidad. La zona está repleta de puertas y estrechos pasillos y por más que los recorre no parece dar con una salida y lo único con lo que llega a encontrarse es con letales trampas que tiene que sortear para salir con vida, aunque esta se convertiría en la menor de sus preocupaciones.
Poco después, una extraña criatura de forma humanoide y de más de dos metros de alto aparece de la nada empuñando una temible sierra mecánica. Tal y como cabría esperar, esta se lanza a por nuestro confundido y atemorizado detective. Aquí nos esperábamos que Castellanos reaccionara contraatacando con alguna de sus armas, aunque fue en ese momento cuando nos dimos cuenta de la precaria situación en la que se encontraba: no tenía nada con lo que defenderse. Ante esto, solo le quedaba una cosa por hacer: correr.
Tras una angustiosa persecución en la que solo se escuchaba el sonido de la sierra mecánica y los rápidos pasos de nuestro protagonista sobre el suelo metálico, consigue encontrar una puerta que parece llevarle a un lugar seguro, pero nada más lejos de la realidad. Al atravesarla se encuentra de nuevo con este psicópata, quien consigue herirle la pierna con su arma, aunque cuando parece que lo va a rematar, una extraña verja se cierra entre ellos, dejando a Castellanos arrastrándose como buenamente puede hacia adelante.
Una herida de sierra mecánica de esa magnitud no es algo que se cure fácilmente, por lo que la acción continúa con el detective totalmente cojo y con su capacidad de movimiento muy mermada. Por culpa de esto, ya no es capaz de correr y su avance se vuelve lento y pesado, dejándonos claro que como la criatura le encuentre, puede darse por muerto. Ante esta desesperada situación, Castellanos decide pasar al sigilo, procurando no hacer ruido y escondiéndose rápidamente a la mínima señal de peligro, algo para lo cual puede usar ciertos armarios. Finalmente, cuando el juego del gato y el ratón parece que va a acabar al encontrar un ascensor, el incansable carnicero aparece una vez más para darnos un último susto antes de que las puertas se cierren y lleven al aterrorizado detective de vuelta a los pisos superiores.
Una vez arriba y con la puerta de salida ante sus ojos, la pesadilla parece cerca de su final, aunque el paisaje que descubrimos en el exterior nos hace ser muy conscientes de que el título no ha hecho más que comenzar, ya que todo se encuentra devastado y la propia tierra está partida por la mitad. Por desgracia aquí termina la presentación, dejándonos con las ganas de saber lo que va a ocurrir a continuación y de probar el juego por nosotros mismos.
Por lo que hemos podido ver en ella, el apartado gráfico y artístico del juego es bastante bueno, con unos escenarios repletos de detalles y con un aspecto tan decadente y angustioso que consiguen transmitir perfectamente esa sensación de angustia que tanto busca el juego. Sin embargo, las animaciones nos han parecido algo mejorables, como la de correr, la cual se nota un tanto forzada y exagerada, así como la de cuando Castellanos cojea, ya que parece que falten cuadros de animación.
Lo realmente sorprendente de esta presentación es que no hemos visto ni un solo disparo. Todo han sido momentos de supervivencia, angustia y terror en su estado más puro, sin necesidad de recurrir a la acción gratuita para llamar nuestra atención, por lo que si durante su desarrollo Mikami consigue mantener el equilibrio entre este tipo de situaciones y las de combate contra enemigos, podría acabar por convertirse definitivamente en ese juego que todos los amantes del género llevamos tantísimos años esperando.