Los japoneses de Omega Force se han convertido en unos expertos en coger todo tipo de sagas de anime y videojuegos y llevarlas a su terreno, el de las batallas masivas hack and slash contra decenas de enemigos. A veces con mucho acierto (Hyrule Warriors), otras con menos (Berserk and the Band of the Hawk), sin duda le tienen cogida la medida al género, y su capacidad para producir hasta cinco y seis juegos al año es sorprendente.
En su lista de aciertos podemos apuntarles el de Dragon Quest Heroes: El infortunio del Árbol del Mundo y la raíz del mal, un juego que se lanzó en otoño de 2015 para PS4 y unos meses más tarde para PC, y que dejó un gran sabor de boca, al saber llevar al terreno de la acción una saga de rol tan respetada y querida como Dragon Quest, sabiendo mantener la mayor parte de sus señas de identidad.
Square Enix nos está acostumbrado a los jugadores occidentales a disfrutar en condiciones de esta serie, y en menos de un año ya hemos podido disfrutar de hasta tres entregas perfectamente traducidas (Dragon Quest VII: Fragmentos de un mundo olvidado, Dragon Quest Builders y Dragon Quest VIII: El Periplo del Rey Maldito), a las que se va a sumar un cuarto título dentro de muy poco, a finales de abril: Dragon Quest Heroes II.
Ya hemos podido probar este nuevo Dragon Quest, y lo primero que nos sorprendió es lo continuista que es respecto a la anterior entrega, al menos en sus primeras horas.
Hay una nueva historia, nuevos personajes y algunas novedades jugables bastante interesantes que ahora detallaremos, pero el sistema de combate y las sensaciones con el mando son exactamente iguales a las del primero. Y es algo que se entiende cuando ves las fechas de lanzamiento en Japón, ya que entre el primero y el segundo apenas hubo un año de diferencia.
Así que si jugasteis al primero ya sabéis perfectamente lo que os vais a encontrar aquí, un sistema de combate muy sencillo y arcade, en el que podemos combinar algunos golpes y combos con ataques especiales o mágicos, y en el que además nos permiten capturar el "espíritu" de algunos enemigos y usarlos en los combates, con diferentes funciones, algo que da mucho juego.
Como en el primero, vuelve a haber una gran carga narrativa, con unas cinemáticas muy vistosas y agradables de ver, y regresan personajes del anterior, pero también se estrenan nuevas caras. Además de la nueva pareja de protagonistas (Lázaro y Teresa), teniendo que elegir si jugamos con la chica o con el chico toda la aventura, se incorporan al plantel de personajes Torneko y Meena de Dragon Quest IV, Ebanisto de Dragon Quest VI, Mariel y Gronzo de Dragon Quest VII, Angelo de Dragon Quest VIII, y dos personajes completamente originales: César y Desdémona. Repiten del anterior Dragon Quest Heroes Alena, Kiryl, Maya, Norris y Jessica.
Todos tienen sus propias armas, ataques, combos, movimientos especiales y magias, y se puede decir que están muy bien diferenciados. Puede que no sea un plantel muy numeroso de personajes respecto a otros juegos de este estilo, pero todos tienen gran personalidad y carisma, dejan su sello en la historia y los abundantes diálogos, y siempre podemos llevar un equipo de cuatro héroes, pudiendo controlar a cualquier de ellos en todo momento.
Hasta aquí todo suena muy parecido al primer Dragon Quest Heroes, y lo es, excepto por la nueva historia y personajes, pero luego jugando en profundidad sí pudimos ver dos o tres novedades interesantes. La primera son los escenarios que podemos explorar, ahora más amplios y abiertos. En el anterior los escenarios era muy pasilleros y estrechos, casi claustrofóbicos, y se nota que Omega Force ha tomado buena nota de este error y ahora nos movemos por entorno más amplios, que dan pie a la exploración, a curiosear y encontrar todo tipo de tesoros y retos opcionales.
Ahora el mundo del juego es más orgánico y coherente, ya no tenemos los típicos mapas de un musou con una serie de estancias conectadas por pasillos, y eso le hace un gran bien a la aventura, que se siente todavía más como un auténtico Dragon Quest, en los que la exploración siempre ha sido importante. Sobre la variedad de misiones, otro de los pecados del primero, como apenas pudimos jugar las tres primeras horas, todavía no sabemos si este aspecto se habrá mejorado y tendremos una mayor variedad de situaciones.
Otras novedades menores, pero también interesantes, son el hecho de que ahora además de poder invocar monstruos aliados, mediante unas medallas que conseguimos derrotando enemigos, también podemos transformarnos en ellos, por ejemplo, en esos clásicos gigantes de piedra, los golems, lo que es bastante curioso y divertido. También podremos cambiar la vocación de los personajes y adoptar un estilo de lucha diferente y usar otras armas, aunque esta característica no nos dio tiempo a comprobarla.
La otra novedad más importante es su multijugador cooperativo hasta para cuatro jugadores, a través de internet. Podemos jugar tanto las misiones de la historia como una serie de mazmorras generadas aleatoriamente acompañados de otros jugadores, aunque hay que aclarar un pequeño detaññe. Al iniciar una misión de la historia si pedimos ayuda a otros jugadores, podrán a venir a echarnos una mano aquellos que ya hayan superado previamente esa misión, por lo que esto imposibilita que nos juntemos con un amigo y nos pasemos el juego entero en cooperativo de principio a fin, al menos la primera vez. Es un sistema muy similar al que utiliza el reciente Nioh.
Pudimos probar el cooperativo y como podéis imaginar pegar mamporros en compañía y eliminar toneladas de enemigos junto a otras personas es muy entretenido, y un gran añadido y aliciente para esta secuela.
El apartado gráfico lo hemos visto mejorado respecto al primero, aprovecha mejor la potencia de PS4 y ofrece unas texturas más detalladas y en general un aspecto más vistoso, es un juego que se ve muy bien, aunque ciertos detalles como el diseño de niveles o escenarios denotan que es un juego que también salió (en Japón) para PS3 y PS Vita. En cualquier caso, el acertado estilo gráfico habitual de la saga Dragon Quest compensa cualquier carencia, y se sigue agradeciendo su apuesta por los 60fps.
Una buena secuela
Dragon Quest Heroes II no va a sorprender como el primero, e incluso se le puede tachar de continuista, pero es sin duda una secuela que mantiene lo bueno del original y lo expande con pequeñas novedades, que van a hacer que sin duda sea un juego mejor. Cooperativo online, escenarios más amplios y con más exploración, nuevos personajes, nuevas posibilidades jugables, y todo el encanto de la serie Dragon Quest, que va a volver a demostrar que la acción directa también le sienta muy bien. Se pondrá a la venta el 25 de abril en PC, el 28 de abril en PS4 y la versión de Switch, incluida en el recopilatorio Dragon Quest Heroes I & II que ya está disponible en Japón, todavía no tiene confirmada su llegada a Occidente.
Hemos escrito estas impresiones tras jugar a la versión de PS4 en un evento organizado en las oficinas de Koch Media en Madrid.