El verano pasado Activision lanzó al mercado Transformers: War for Cybertron, desarrollado por High Moon Studio, el videojuego que más éxito de crítica y de público ha tenido de esta popular franquicia, que comenzó siendo unos juguetes y que ha tocado todo tipo de medios audiovisuales, desde series de animación a cine, pasando por cómics, en los que estaba basado este título. Pese a la fama de la marca, no son muchos los videojuegos que han salido a lo largo de los años, habiéndose intensificado en los últimos tiempos el lanzamiento de trabajos basados en estos robots debido al estreno de las dos películas dirigidas por Michael Bay, estrenadas en 2007 y 2009, y que ahora este verano con la llegada de la tercera parte completan una trilogía.
Los anteriores juegos basados en las películas no fueron ninguna maravilla, el del primer film fue desarrollado por los británicos Traveller's Tales, el de la segunda, La Venganza de los Caídos, por los norteamericanos Luxoflux. Ahora el título basado en la tercera entrega, El lado oscuro de la luna, está siendo desarrollado por High Moon Studio, los creadores del exitoso War for Cybertron, por lo que es lógico que muchos esperen que el buen hacer demostrado en aquel lo demuestren también aquí con este título, pero el que haya pasado menos de un año entre el lanzamiento de ambos lógicamente ha levantado alguna que otra sospecha sobre su posible calidad.
Aunque va a llevar el mismo nombre que la película –al igual que el mismo diseño de sus Autobots y Decepticons-, y es el videojuego oficial de esta, lo cierto es que la historia va a transcurrir entre el final del segundo film y el comienzo del tercero. Por ello parece que sus creadores han tenido bastante libertad para desarrollar el guión, y no se han visto limitados por tener que seguir la estructura de la película, algo en lo que muchos juegos han fracasado, y se nota que últimamente este tipo de productos apuestan por una historia paralela -anterior o posterior cronológicamente-, en vez de seguir al pie de la letra lo que ocurre en la gran pantalla.
En la presentación a la que pudimos asistir en París gracias a un evento organizado por Activision, tuvimos la oportunidad de ver una larga demostración de él así como después probarlo un poco. Lo primero que nos llamó la atención es cómo High Moon han sustituido todos los modelos de Autobots y Decepticons que diseñaron para su anterior trabajo y han replicado con gran fidelidad los diseños de las bestias mecánicas que salen en las películas. Al igual que en War for Cybertron, tendremos dos campañas, una para cada bando, pero a diferencia de aquel, aquí las misiones solo las podremos realizar con un único personaje, asignado a esa fase, y aunque pueda parecer una limitación y un paso atrás respecto al anterior, cuando se ve la nueva mecánica del juego se entiende el porqué de esta decisión.
En Transformers: el lado oscuro de la luna se ha hecho una apuesta total por la variedad y diversidad, ya que cada misión tendrá un estilo distinto de jugabilidad, aunque claro, siempre en tercera persona y primando la acción, aunque incluso en esto tendremos que explicar algún pequeño matiz. En la primera misión que nos mostraron, y la que al parecer abrirá el juego, el protagonista era el carismático Bumblebee, que iba a investigar una sospechosa señal Decepticon en un lugar en mitad de la naturaleza. Esta es una de las diferencias importantes respecto a War for Cybertron, que se desarrollaba en ese planeta alienígena con lo que ello conllevaba –unos entornos fantásticos de ciencia ficción-, y este parece que transcurrirá en su mayor parte en la Tierra, en lugares como la jungla sudamericana, bases militares en Siberia o los alrededores de Detroit, por lo que al menos el telón de fondo será bastante distinto.
Ya en acción gráficamente se muestra muy similar al título del año pasado, que usaba el Unreal Engine 3, y es que es comprensible, ya que pocos avances tecnológicos han podido realizar en tan poco tiempo, con la diferencia de transcurrir los combates en por ejemplo las calles de una ciudad o algunos entornos naturales como pudimos ver, por lo que al menos estéticamente sí se muestra diferente. La jugabilidad, al menos en las primeras misiones, nos pareció muy similar también, y los Transformers se convierten con gran agilidad y fluidez en el vehículo correspondiente, en este caso en un coche, pudiendo seguir disparando incluso en mitad de la transición de uno a otro.
Aunque en cualquiera de las dos formas parece que cuentas con las mismas armas o muy similares, la diferencia al ser un automóvil es que te puedes mover con mayor rapidez, pero perdiendo los ataques físicos que sí tienes cuando tomas tu forma humanoide. Nos llamó la atención el sistema de puntuación al destruir enemigos, con contador de combos y teniendo mucho protagonismo en el centro de la pantalla. En una charla posterior con Sean Miller, director de juego de High Moon Studios, este nos explicó que le han dado importancia para que nos podamos picar para conseguir las mejores puntuaciones posibles, ya que habrá tablas de clasificación por internet.
Algo que también nos comentó es que aunque la historia no siga lo que ocurrirá en la película, sí que se ha querido plasmar en cierta manera la experiencia cinematográfica, esto es con mejores escenas cinemáticas y una música más épica, que no sabemos si compartirá con el film, pero que al menos por lo que escuchamos, ya en el menú inicial, nos pareció muy "made in Michael Bay". En esta primera parte de la demo –que luego pudimos probar- combatimos codo con codo junto a Optimus Prime en una batalla urbana, en la que no cesaban de llegar enemigos, algunos en forma de helicópteros a los que era complicado abatir. Después vimos otra misión esta vez con Ironhide, que se transformaba en un GMC Topkick C4500 espectacular, y con el que descubrimos cómo se notaban las diferencias con Bumblebee, ya que los Transformers serán muy diferentes entre sí, tanto en el control y la forma de moverse –Ironhide es más lento-, como en su armamento –este contaba con unas granadas que podíamos lanzar y al ser disparadas explotaban-.
No solo se diferencian los Autobots y los Decepticons en su diseño, control y armamento, sino que parece que se ha plasmado con gran acierto la personalidad de cada uno de ellos, al menos el rol que representan en las películas, haciendo distintos comentarios -algunos graciosos- mientras combaten. Esta misión con Ironhide se desarrollaba en una gran ciudad devastada, en la que veíamos edificios en llamas y la evacuación de sus habitantes, lo que nos demostraba cómo se ha querido reflejar en este trabajo parte de la espectacularidad de los trabajos de Michael Bay. Estas primeras misiones eran de clásica acción en tercera persona, como en el anterior juego, pero iba a ser en las siguientes cuando viéramos las novedades y cómo se ha querido ofrecer una mecánica jugable distinta para cada misión.
Una de esas misiones que varían en su desarrollo la protagonizaba el Decepticon Laserbeak, que tiene forma de pájaro y cuyo nivel se desarrollaba en un edificio cerrado, una especie de laboratorio científico, por el que iba siempre volando, con la habilidad de electrocutar a los enemigos o lanzarse de cabeza hacia ellos. Después nos mostraron una misión con Starscream, en la que se transformaba en avión y cuya acción transcurría por el cielo como si de un juego de combate aéreo se tratara, al estilo Ace Combat, en la que combatíamos contra un aeronave enorme a la que en ocasiones había que subirse adoptando la forma de robot y destruir ciertas partes.
Luego para terminar nos enseñaron un nivel en el que controlaban a Mirage, uno de los Autobots debutantes en la tercera película, y que tiene la habilidad de hacerse invisible. En este nivel primaba el sigilo por encima de la acción directa, y gracias a su invisibilidad tenía que ir pasando desapercibido entre las líneas enemigas aunque con la capacidad de ejecutar a sus rivales por la espalda, en un escenario nocturno en una selva, y que nos recordó en su planteamiento jugable al reciente y exitoso Crysis 2 –salvando las distancias claro-.
Previsto para el 24 junio en Xbox 360 y PlayStation 3 -y con versiones para Wii, Nintendo DS y Nintendo 3DS desarrolladas por Behaviour Interactive-, Transformers: el lado oscuro de la luna apuesta por la variedad de personajes, no solo en su aspecto, sino en su propia jugabilidad y personalidad, haciendo de cada misión casi un estilo de juego distinto, aportándole una gran variedad al desarrollo. Además, su historia se sitúa antes del comienzo de la tercera película, por lo que podrá ser interesante para "calentar" antes de su estreno.
Aunque en un principio parezca muy continuista –no obstante este nuevo Transformers va a aparecer menos de un año después de su antecesor-, el entorno donde se desarrolla la acción sí será muy diferente –esta vez en la Tierra-, así como el diseño de sus protagonistas -basados en los de las películas-, y el apostar por un estilo de juego distinto para cada fase hará que se desmarque de su antecesor, War for Cybertron, pero guardando las señas de identidad que lo hicieron destacar. Solo queda por ver si High Moon habrá tenido tiempo suficiente para realizar una obra a la altura de su anterior trabajo, y conocer algún que otro detalle del multijugador, que está confirmado pero del que aún no tenemos demasiados datos. Por lo demás, a quienes les gustó el anterior Transformers, no deberían perder de vista este.