Dos de los mejores juegos en lo que llevamos de 2012, para Vandal, han sido Journey, que recibió un 10 y Fez, con un 9,5, el primero exclusivo de PlayStation Network, el segundo de Xbox Live Arcade. ¿Qué tienen en común? Que ambos son descargables, vienen de estudios pequeños, uno de ellos totalmente indie, y que son propuestas muy diferentes a lo que podemos encontrar en formato físico en las tiendas. Diferentes tanto en lo jugable como en lo visual, un soplo de aire fresco y oxígeno en estado puro para aquellos que buscan experiencias nuevas en el mundo de los videojuegos, las cuales están llegando en su mayoría gracias a las plataformas digitales de descarga.
Estos son solo dos ejemplos, y a cada uno le vendrán otros a la memoria como Limbo, Braid, ilomilo o el reciente Botanicula, pequeñas delicias visuales y jugables que están descubriendo una escena indie excelente, sin lugar a dudas el descubrimiento de los últimos años, en los que no dejan de aparecer esas grandes superproducciones anuales de ventas millonarias junto a estas pequeñas joyitas. Y de una de estas obras os vamos a hablar, The Unfinished Swan, una demo técnica, un concepto, que se presentó hace cuatro años, en 2008, con el siguiente vídeo.
Un mundo completamente blanco, y nosotros desde una perspectiva en primera persona, tenemos que lanzar bolas de tinta para ir perfilándolo, manchándolo para ver sus paredes, objetos y caminos. Un concepto sencillo pero muy original, visualmente muy atractivo y diferente a cualquier otra cosa que hayamos visto.
Igual que nos llamó la atención a nosotros en su día, también captó la atención de algún directivo de Sony, en un proyecto que en su origen comenzó siendo desarrollado con la biblioteca XNA de Microsoft, lo que apuntaba a un lanzamiento en Xbox Live.
Desde entonces hasta ahora nada más se supo, y la semana pasada en nuestro viaje por Estados Unidos conociendo las novedades de Sony para PlayStation 3, como God of War: Ascension o PlayStation All-Stars Battle Royale, también pudimos ver este pequeño proyecto, que llegará a PlayStation Network. Producido por Santa Monica Studio y desarrollado por Giant Sparrow, un pequeño estudio formado por doce personas "centrado en la creación de experiencias surrealistas que las personas nunca han tenido antes. Nuestro sueño es hacer del mundo un extraño, un lugar más interesante". Sin duda una esclarecedora declaración de intenciones.
Sus responsables, con Ian Dallas a la cabeza quien comenzó el proyecto junto a tres amigos, nos enseñaron una breve demostración, que nos sirvió para hacernos una idea muy aproximada de lo que será el producto final. Una aventura de exploración, de alrededor de unas tres horas, en la que nos adentraremos en un enorme espacio en blanco, y disparando bolas de pintura negra tendremos que ir "dibujando" el entorno, aunque más bien mancharlo, e ir encontrando los diferentes objetivos y la salida a este enorme laberinto. Preguntamos si habrá puzles como tales, y nos dijeron que no, que la exploración será un puzle en sí mismo.
Si Valve con su saga Portal ya nos ha demostrado, y de sobresaliente manera, que la perspectiva en primera persona se puede utilizar para algo más que para pegar tiros, The Unfinished Swan sigue por la misma senda, en una propuesta muy peculiar, que impacta mucho visualmente, y desconcierta al principio, pero que promete mucho, sobre a todos los que buscan cosas nuevas. Podremos dar pequeños saltos, y algunos elementos de color marrón, como las pisadas de un cisne, en momento puntuales guiarán nuestro camino, en niveles laberínticos que tendremos que ir impregnando de negro para encontrar el camino correcto.
La historia como suele ocurrir en este tipo de juegos será minimalista, un pequeño esbozo al comienzo que explicará el porqué de nuestra búsqueda, y el motivo de su estética. Como si de un cuento infantil se tratara, al comenzar nos cuentan como un niño pierde a su madre, quedándose completamente huérfano, y es mandado a un orfanato. Esta dejó antes de su muerte algunos cuadros sin terminar, y de entre todos ellos elige uno para llevarse consigo, concretamente el de un cisne, de ahí "el cisne inacabado". En el juego nos meteremos dentro de este cuadro sin acabar, y exploraremos el vacío blanco, lanzando tinta para perfilar los entornos y buscando a El rey, una figura que será clave en el argumento.
Su narrativa con tono de cuento, de fantasía infantil, está bastante alejada de la visión original como podéis ver en el vídeo de 2008, en el que parecía que iba a ser una ambientación más angustiosa, incluso terrorífica. Preguntamos por esto a sus creadores, y nos dijeron que aunque parezca un cuento tendrá sus momentos inquietantes, sobre todo desconcertantes, ya que aquel vídeo tan solo era un esbozo de lo que querían hacer, y no querían centrarlo en el terror. Quieren ofrecer al jugador experiencias extrañas y hermosas, sorpresas genuinas.
En ese mismo tráiler también se podía ver al final que entrábamos en un mundo completamente negro y lo teníamos que pintar de blanco, y preguntando por si veremos algo similar, nos dijeron que habrá sorpresas, momentos artísticamente diferentes, pero que evidentemente no quieren comentar nada, principalmente para no fastidiar la sorpresa.La mecánica de ir pintando el escenario no será la base de todo el juego, tan solo en su arranque, únicamente los primeros 15 minutos del juego, a partir de los cuales se vuelve "una locura". Tenemos muchas ganas de ver cómo es esa locura.
La demo comenzaba con un mundo completamente blanco, en el que no vemos nada. Comienzas a lanzar estas pelotas de pintura negra y empiezan a aparecer objetos, paredes, y puedes ver un estrecho pasillo por el que avanzar. Chocas contra objetos en ocasiones, ya que no los ves, y cuando los disparas y los manchas ves que son una caja, una lámpara, o un banco por ejemplo. Las pisadas del cisne en el suelo en ocasiones nos dan pistas de por dónde seguir, y nos cruzaremos con otros seres, como una rana enorme, que al dispararla y descubrirla se lanzó al agua.
Para poder cruzar una especie de río o charcha, había que disparar y descubrir las diferentes plataformas por las que saltar, y si las bolas de tinta caían al agua, se quedaban flotando con un vistoso efecto. Un enorme monstruo marino se comió a la rana que habíamos visto antes, y al parecer podremos morir, pero la penalización no será muy grande, quizás volver a un cercano punto de control. En ocasiones se ve algún objeto de color a lo lejos, lo que nos guía, relativamente, ya que no vemos todas las paredes y caminos que nos llevan a él, y tendremos que seguir tintándolo todo para poder avanzar.
Vemos que habrá puertas, podremos mover cajas a golpes de bolas de tinta, e incluso podremos derribar muros secretos, teniendo muy buenas físicas, lo que imaginamos se le sacará provecho en la jugabilidad. Hay unos globos de colores en forma de coleccionables en cada nivel, y en esta fase teníamos que ir pintando unas estatuas de unos animales, de las que en un principio solo veíamos en el aire una de sus partes, por ejemplo el cuerno de lo que luego resultaba ser un unicornio, o el rabo de un cerdo. Uno de los momentos cumbres de la demo era cuando subías a un terreno elevado y podías ver todo el nivel desde el aire, viendo todo lo pintado hasta el momento, una escena bastante impactante, mostrándote cómo tú has pintado todo lo que ves. La música no tendrá una gran presencia, y será atmosférica, bastante minimalista, ya que no quieren que le robe protagonismo al poder de las imágenes.
The Unfinished Swan puede ser otra de esas sorpresas descargables, con una premisa muy original, tanto en su apartado artístico como jugable, que veremos a dónde llega. Se podrá jugar con Move, al estilo de otros shooters de PS3, y llegará a lo largo de este año a PlayStation Network. Nos gustó mucho lo que vimos y tenemos ganas de jugarlo, parece algo completamente distinto y muy particular, con muchas sorpresas, y además está bien acabado, hecho con mimo. Un juego que deben seguir muy de cerca todos los amantes de las grandes obras indie, que tantas alegrías nos están dando.