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Género/s: JRPG / Rol
Fecha de lanzamiento:
PS3, X360:
PC:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Square Enix
Producción: Square Enix
Distribución: Koch Media
Precio: 59,95 €
Jugadores: 1
Formato: Blu-ray
Textos: Español
Voces: Inglés/Japonés
Online: No
ANÁLISIS

Impresiones Lightning Returns: Final Fantasy XIII

Final Fantasy se despide de la generación con el tercer capítulo de su decimotercera entrega, una aventura nos trae de vuelta a Lightning con un particular sistema de combate y un enorme mundo para explorar a contrarreloj.
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Actualizado: 21:31 17/8/2020
Versiones PS3, Xbox 360, PC. También disponible en Xbox 360 y Ordenador.

Final Fantasy XIII es sin duda uno de los juegos más polémicos de toda la generación, con defensores, detractores y otros muchos jugadores que simplemente lo jugaron y disfrutaron, pese a reconocer que no estaba a la altura de las mejores entregas de la saga, auténticos clásicos de los videojuegos. Dos años después Square Enix lanzaba una secuela directa, que escuchando a los fans incorporaba numerosas novedades y mejoras, como multitud de búsquedas y misiones secundarias, más libertad para moverse por su mundo, y un sistema de combate mejorado. Aunque no todo eran buenas noticias, y detalles feos como reciclar numerosos elementos, una banda sonora un tanto peculiar, unos protagonistas de dudoso carisma, una historia que era un tanto confusa –por no decir un desastre-, y una descontrolada política de contenidos descargables de pago, volvieron a generar polémica.

Este mes de febrero Final Fantasy finalizará su arduo y discutido camino por la actual generación de consolas, con la decimoquinta entrega ya en el horizonte para las nuevas PlayStation 4 y Xbox One. Lightning Returns, a pesar de no haberse titulado FFXIII-3, es evidentemente el tercer capítulo de esta historia, que nos han prometido se terminará definitivamente aquí, atando –o al menos intentándolo- todos los cabos.

Era complicado seguir con interés hasta el final el hilo argumental de FFXIII-2, por poco interesante y caótico, y por tanto es uno de los aspectos que a priori menos nos interesan de Lightning Returns. Pero en cambio su propuesta jugable sí parece bastante innovadora dentro de la saga, y sentíamos mucha curiosidad por probarlo.

Hace unos días jugamos durante aproximadamente 2 horas una nueva demo, las Marcas salvajes, que nos daba bastante libertad para actuar y movernos por un escenario enorme, abandonando definitivamente los pasillos de Final Fantasy XIII que tanto dieron que hablar. Si en el primero capítulo de esta historia manejábamos a tres personajes durante los combates, y en FFXIII-2 tan solo a dos –aunque con el apoyo de los monstruos que capturábamos-, en Lightning Returns la absoluta protagonista es la misma que da nombre al juego, y solo jugamos con ella.

Un sistema de combate que de primeras y por motivos lógicos puede provocar rechazo para un aficionado a los juegos de rol japoneses, sobre todo los más clásicos, pero que una vez que lo pruebas ves que funciona y tiene suficiente profundidad y toques estratégicos, no es para nada un juego de acción. Para comenzar una batalla o entras en contacto con los enemigos o te puedes anticipar y golpearles, iniciando el enfrentamiento con alguna ventaja, como por ejemplo que el monstruo parta de inicio con un 10% de vida menos. Sigue habiendo una pequeña transición a una arena de combate, pero por primera vez en FFXIII nos podemos mover por el escenario mientras luchamos, al estilo de los recientes Tales of Xillia o Ni no Kuni.

A simple vista puede parecer un RPG de acción, pero aunque puedas mover al personaje tienes que esperar un tiempo para atacar, teniendo tres barras BTC, una por cada traje equipado, con el llamado sistema de arquetipos. Cada traje, además de cambiar radicalmente la apariencia de Lightning, nos otorga cuatro habilidades distintas, una por cada uno de los cuatro botones principales, y por lo que hemos podido ver, siempre uno de los comandos es defenderse o esquivar, para poder parar o evitar los ataques enemigos. Un comando de defensa lo podemos usar dejando pulsado el botón protegiéndonos constantemente, o bien pulsarlo en el momento justo en el que nos van a atacar, lo que puede provocar un útil contraataque, por lo que el timing en los combates en fundamental.

Al igual que en el primer FFXIII, cada golpe o comando consume una mayor o menor porción de la barra BTC, y cuando la gastamos, tendremos que equipar otro traje para seguir atacando, pulsando los botones superiores, L1/LB o R1/RB. Las barras BTC que no están activas se rellenan a una mayor velocidad que la que tenemos equipada, y hay que estar cambiando constantemente entre los diferentes trajes, pudiendo realizar incluso combos, en un sistema de combate muy dinámico y entretenido, que no da un segundo para el descanso.

Los trajes se pueden personalizar a nuestro antojo, incluso visualmente, eligiendo distintas habilidades, armas y escudos creando nuevos arquetipos, como las formaciones de los anteriores FFXIII –castigador, fulminador, obstructor, etcétera-, y al contar con tres de estos arquetipos a la vez en cada combate, la sensación jugable que tenemos realmente es como si jugáramos con tres personajes, pero viendo solo en acción a Lightning. Otra novedad es el sistema de Discronía, una esfera dividida en cinco secciones que nos permite detener el flujo de tiempo, dejando a los enemigos a nuestra merced, pudiendo realizar más golpes de los normal en menos tiempo o incluso ciertos ataques especiales.

Un detalle curioso y muy importante en la jugabilidad es que no hay comandos o habilidades de cura, tenemos que usar objetos curativos, y solo podemos llevar cinco pociones, que pueden de diferente tipo, curando más o menos. Esto consigue que tengamos que jugar con cabeza, nuestra salud es muy preciada y hay que arriesgar lo justo, y administrar cuidadosamente las cinco pociones, hasta que lleguemos a algún lugar en el que podamos comprar más, o encontrarlas explorando.

Y las novedades en Lightning Returns no solo están en el sistema de combate, también fuera de este, en la exploración y la estructura de juego. Como ya sabréis, una de las claves de este Final Fantasy es que tenemos 13 días para finalizar el juego, antes de que se acabe el mundo, algo que nos recuerda al querido The Legend of Zelda: Majora's Mask, y que hemos visto en pocos juegos. Durante la exploración y justo debajo del mapa, vemos un reloj que nos indica la hora y cuántos días quedan para el final. El paso del tiempo será muy importante, y ciertos eventos y misiones ocurrirán a determinadas horas, al igual que algunos enemigos solo aparecerán en momentos puntuales del día, como puede ser la noche, cuando saldrán de su escondrijo los enemigos más fieros.

Recientemente el director de jugabilidad Yuji Abe ha dicho que Lightning Returns durará unas 50 horas, ya que cada uno de los 13 días dura unas dos o tres horas, pero durante ciertas acciones como abrir menús, personalizar a tus personajes, hablar con algunas personas o escuchar ciertas cosas, el tiempo no corre. También se sabe que habrá varias maneras para ralentizar el paso del tiempo y quién sabe si tiempo rebobinarlo, por lo que veremos qué tal se lleva a cabo esta arriesgada mecánica, a la que no estamos acostumbrados en un juego de rol de estas características, pero que puede ser muy interesante.

Estamos ante un Final Fantasy más aventurero que de costumbre, ya que además de saltar, una acción que se introdujo en FFXIII-2, también podremos esprintar para recorrer más rápido largas distancias o esquivas a ciertos enemigos, consumiendo una barra de cansancio, escalar, columpiarnos y deslizarnos por diversos elementos, acciones estas que no pudimos comprobar en la demo que jugamos, que transcurría en un paraje natural muy llano y sin apenas elementos que no fueran árboles y rocas. El mundo donde transcurre la aventura, Nova Chrysalia, está dividido en cuatro grandes regiones, unidas por monorraíl con la ciudad de Luxerion, el lugar donde encontraremos más personajes y misiones secundarias, y donde será más evidente el paso de las horas.

En la demo que jugamos, las Marcas salvajes, estábamos en un territorio natural sin apenas civilización, con algunos asentamientos como el campamento donde empezamos a recabar información sobre el paradero de un chocobo legendario que teníamos que encontrar. Tras recibir la información necesaria nos pusimos a buscarlo, explorando un enorme mundo abierto combatiendo contra todo tipo de enemigos, muchos reciclados de los anteriores FFXIII, hasta que nos topamos con un complicado jefe. Al vencerlo, descubres que el chocobo está herido, y tienes que llevarlo a un campamento para que lo curen.

Para ayudar en su recuperación, tenías que encontrar diversos alimentos, y no nos daban ninguna pista de cómo hacerlo, eras libre de explorar por donde quisieras e ir resolviendo diversas misiones secundarias para conseguir los objetos necesarios. Una vez curado el simpático chocobo, podías explorar el enorme escenario subido en él, e incluso si inicias un combate cuando vas montado, este aparece en la arena de combate y te echa una mano dando algunos golpes. Parece que estaremos ante una aventura en todos los sentidos, tanto por la amplitud del escenario como por cómo decides afrontarla, y aunque siempre tendremos claro el objetivo principal, el ritmo y la manera de ir cumpliendo los objetivos correrán de nuestra cuenta, todo lo contrario de un RPG lineal.

Técnicamente nos ha decepcionado un poco, Final Fantasy XIII pese a sus muchas carencias era un juego que se veía fantástico, y si ya notamos un bajón gráfico en FFXIII-2, lo mismo ocurre en este Lightning Returns. Podríamos achacarlo al hecho de movernos en escenarios mucho más amplios, aunque más bien parece fruto del corto tiempo de desarrollo y el ser una producción más modesta de lo que acostumbra una entrega principal de esta legendaria saga. Las texturas dejan mucho que desear y los modelados de algunos personajes secundarios por momentos parecen de PlayStation 2, pero también tiene sus virtudes, y es un placer movernos por entornos tan amplios, lo que se cobra un precio en el apartado visual.

Se reciclan elementos de anteriores FFXIII, como enemigos e incluso piezas musicales, aunque hay temas nuevos bastante bonitos, y parece que la banda sonora volverá a ser sobresaliente. El diseño artístico, siempre algo muy cuidado en la serie, aquí sigue siendo notable, aunque con decisiones discutibles, como muchos de los trajes de Lightning, a cada cual más extravagante, por ejemplo uno que equipamos cuyas habilidades nos gustaban, nos daba un llamativo y discutible aspecto de flamenca. Y el hecho de que se puedan modificar a nuestro antojo no ayuda demasiado, algo que podemos obviar, pero que con un poco de mala leche gracias a su editor de colores se pueden crear auténticos esperpentos. En líneas generales nos ha parecido un Final Fantasy menos bonito de lo habitual, a falta de ver todo el conjunto.

Un Final Fantasy arriesgado y diferente

Si eres de los que ha disfrutado de los dos Final Fantasy XIII, seguro que ya le has echado el ojo a este Lightning Returns, que cuenta con un montón de novedades jugables, algunas muy arriesgadas y originales que habrá que ver qué tal funcionan en conjunto. El sistema de combate por lo que hemos comprobado es bastante divertido y más profundo o complejo de lo que podía parecer en un principio, aunque habrá que ver si en una aventura tan larga -40 o 50 horas-, sabe evolucionar adecuadamente y no acabamos echando de menos tener más personajes. Y su estructura de tiempo, 13 días para acabar la aventura, nos parece muy interesante y emocionante, y si se lleva bien acabo puede que estemos ante un RPG con mucha personalidad y diferente a los demás. Se lanzará el 14 de febrero para PlayStation 3 y Xbox 360, y esperamos que la saga Final Fantasy se despida con dignidad y la cabeza bien alta de las presentes consolas.

Redactor