En los últimos años, desde el éxito de Medal of Honor, han proliferado las sagas de acción bélica ambientadas en la Segunda Guerra Mundial, y Brothers in Arms se ha hecho por méritos propios un hueco entre ellas. Este desarrollo de Gearbox Software editado por Ubisoft se diferenció desde el primer momento por apostar por el realismo e introducir elementos tácticos, además de darle una gran importancia a la historia y a las relaciones entre los soldados, inspirándose en la exitosa serie Hermanos de Sangre, de Spielberg. Tras varios retrasos, a principios del año 2008 saldrá finalmente esta primera entrega de nueva generación de la saga, Brothers in Arms: Hell’s Highway, que hemos tenido ocasión de probar recientemente en las oficinas de Ubisoft en Madrid.
Hell’s Highway, como os hemos contado en anteriores ocasiones -desde que vimos el juego por primera vez en el E3 del año 2006- está ambientado en la Operación Market Garden, uno de los mayores fracasos aliados en la Guerra.
Cuando ésta se acercaba a su final, toda Francia estaba liberada y parecía que los días del Tercer Reich estaban contados, el ejército británico, al mando de Montgomery, intentó conquistar holanda con un gran asalto aerotransportado que terminó en fracaso. Nosotros somos parte de esta unidad aerotransportada, que tendrá que lidiar con el temporal, en forma de tropas alemanas dispuestas a evitar que los aliados liberen el país de los tulipanes.
Cuando nos mostraron el juego por última vez, en el pasado E3 de julio, ya pudimos comprobar algunas de las virtudes que tendrá esta primera versión de nueva generación. Los escenarios se han recreado de forma realista, basándose en documentación y fotografías de reconocimiento de la época, y con viajes in situ al lugar de la batalla, pese a que muy poco se conserve de cómo era originalmente, por causa de la combinación entre el paso del tiempo y la propia destrucción causada por la guerra. Mientras que hasta ahora se han mostrado sobre todo batallas en pequeños pueblos y ciudades, en la demo que pudimos probar jugábamos en una zona rural, combatiendo contra alemanes en graneros y granjas.
En la demo estábamos acompañados de un equipo de ametralladora, al que dábamos órdenes de movimiento y ataque. La forma de dar órdenes a los equipos está muy bien integrada con el juego en sí; en ningún momento tendremos que acceder a un menú ni a una serie de comandos complicados, sino que seleccionaremos el equipo al que queramos dar órdenes con la cruceta, y luego se las daremos con facilidad, pulsando el gatillo izquierdo tras indicar con el punto de mira el objetivo de la acción; según la forma que tome el icono podremos ordenarles que se muevan a un punto, o que abran fuego sobre un grupo de alemanes.
En la demo combatíamos en una zona rural, lo que permitía que nos cubriésemos tras casetas, vallas y demás obstáculos. Como hemos dicho en más ocasiones, y pudimos comprobar en nuestros minutos con el juego, las coberturas de Brothers in Arms se van destruyendo en tiempo real, y no podremos ponernos tras una débil valla de madera y aguantar ahí indefinidamente. Las balas van perforando en la madera y destruyéndola, a veces incluso atravesándola, todo ello en tiempo real, sin que haya una animación predefinida. Lo mismo ocurre con otros elementos de madera, así como otros materiales, que oponen más resistencia pero acaban cediendo al fuego enemigo – o al nuestro. Esto sin duda hace las batallas más realistas y exigentes, obligándonos con frecuencia a buscar otra cobertura, y combinándose a la perfección con otro de los puntos fuertes del juego, el sistema de flancos.
Como juego de acción realista que Brothers in Arms se precia de ser, lo disparos a corta distancia son certeros, pero a medida que nos alejamos pierden precisión, de ahí la importancia del sistema de flancos; en la demo teníamos con frecuencia que aprovechar el fuego de cobertura que nos brindaba nuestro equipo de ametralladora para tratar de flanquear a los enemigos y pillarlos tras sus coberturas, o de otro modo sería prácticamente imposible acabar con ellos. Al contrario que en otros juegos, la inteligencia artificial les permite cubrirse inteligentemente, y atacarnos justo cuando no les estemos prestando atención, por lo que en la demo era importante movernos continuamente e intentar atacar al enemigo por la parte menos defendida.
Para lidiar con las coberturas inexpugnables y evitar arriesgarnos a flanquear eran de gran ayuda las granadas, que se tiran con un sistema de apuntado bastante interesante, pasando el juego a una vista elevada donde vemos con mayor claridad el área, y pudiendo apuntar hacia una zona del escenario. Las granadas resultan muy útiles para acabar con enemigos a cubierto y, cuando así lo conseguíamos, el juego pasaba a una vista cinemática a cámara lenta que nos mostraba a los enemigos volando por los aires; lo mismo ocurre cuando les acertamos a la cabeza, todo de forma integrada en el juego, sin ser excesivamente frecuente, y sí bastante espectacular.
Como es costumbre en los últimos juegos del género, hasta haberse casi convertido en una regla, los daños no son permanentes sino que hay un sistema mediante el cual el juego nos indica visualmente que estamos recibiendo daño, y tras unos momentos sin recibirlo, nos recuperaremos; la pantalla se tiñe de rojo y salpican gotas de sangre, y si no nos ponemos a cubierto rápidamente, será nuestro fin.
A nivel gráfico llamaba poderosamente la atención la modificación del escenario en tiempo real; en vez de ser un sistema predefinido, las vallas y los elementos se modifican dinámicamente dependiendo del impacto, destruyéndose poco a poco. La animación de los alemanes al morir era buena, aunque se veía que aún faltaba algo de trabajo; al ver las secuencias a cámara lenta de cómo volaban por los aires, se veía que lo hacían exactamente igual. Los escenarios tenían un buen diseño y numerosos detalles, así como las explosiones y los diferentes efectos.
Brothers in Arms: Hell’s Highway llegará a principios del año que viene intentando hacerse un hueco en el cada vez más poblado espacio de los juegos bélicos, pero con un nombre y una fama ya ganada a pulso, y la promesa de apostar por el realismo y elementos tácticos no muy acentuados, pero que sí marcan la diferencia; se notan los cambios entre ir solo contra los alemanes o utilizar a nuestro equipo de ametralladora para que nos apoye. Hemos visto muy poco, y un escenario que no dejaba que el juego se luciese, pero lo prometido por Gearbox, pese a los retrasos, parece que se va a cumplir. Uno de los títulos a tener en cuenta para la primera mitad de 2008.