Casi un secreto a voces, ya que aunque 2K Games y Gearbox no lo habían anunciado, desde hace meses numerosas pistas lo daban por hecho, Borderlands 2 se confirmó oficialmente hace tan solo unos días. Más que las indagaciones y diversas informaciones, la creencia de que una secuela estaba en preparación nos la daba el hecho de lo bien que funcionó comercialmente la primera entrega, lo que en esta industria, asegura una secuela.
Un juego con unas cuantas dificultades en su desarrollo, por el que muchos no apostaban –incluido un famoso analista de mercado-, pero que resultó conectar con el público muy rápidamente gracias a su sencilla pero adictiva mecánica, su cooperativo para cuatro, y todo esto pese a sus numerosos defectos. Ahora con el éxito conseguido y las ideas muy claras, Gearbox está desarrollando una secuela que promete mejorar, y mucho, al original en todos y cada uno de sus aspectos.
Hemos podido asistir a una demostración en la Gamescom que se celebra estos días en Colonia, que comenzaba en un escenario nevado, una buena idea para diferenciarlo del primero, un juego que en cuanto te viene a la memoria piensas en un desierto, pero ahora han prometido una gran variedad de entornos, algo que hemos podido comprobar en esta demo. Y cómo no, la que fue una de las claves del éxito del original, su estética de dibujo animado, que le daba una gran personalidad, vuelve a repetir aquí, de manera más llamativa si cabe. Los copos de nieve caen de manera preciosista, impactando también en la pantalla, y si el estilo visual del primero fue un giro radical en mitad de su desarrollo, aquí es una apuesta decidida y fuerte desde el principio, que se nota satisface a sus creadores.
En esta misión de la demo tenemos que infiltrarnos en un campamento de bandidos para rescatar a un amigo, del cual no nos dicen el nombre. Andamos unos pasos por la nieve y aparece el primer enemigo, un Artic Bullymong, una bestia bastante grande con cuatro brazos que se nos muestra como si el presentador de un programa de televisión se tratara. Con un llamativo letrero con su nombre y un fondo de color, logrando una vistosa estética de cómic, una perfecta presentación cada vez aparece un nuevo enemigo del enorme elenco que tendrá esta secuela.
El arma que llevamos se puede lanzar como si de una granada se tratará, explotando, apareciendo al instante otra vez en nuestras manos, algo bastante original. El armamento se ha diseñado prácticamente desde cero, y promete ser enorme. Estos primeros combates son sencillos, y nos llama la atención la calidad de las animaciones de los enemigos y diversos detalles gráficos, como cuando esta bestia cae contra el suelo tras un salto y levanta pedazos de rocas por los aires. Tras avanzar un poco más nos encontramos con el primer enemigo humano – un Killer Marauder-, y el primer vehículo que contemplamos, un 4x4 con un diseño excelente, que con solo verlo dan ganas de cogerlo y hacer el loco con él. Nos aseguran que por ejemplo en este tipo de vehículo, que tiene el tamaño suficiente en la parte de atrás, podrán montarse tres jugadores, lo que promete ser muy divertido.
Y la persona que estaba jugando a la demo se dio una vuelva con el coche, atropellando a varios Alpha Skag, algo parecido a unos lobos bastante feos. Llegamos a una especie de refinería, en la que hay unas torres trabajando que expulsan humo, y se nos pone como ejemplo de cómo el mundo de Borderlands 2 estará más vivo, con más elementos moviéndose e interactuando al margen de tus acciones. Llegamos por fin a la guarida de los bandidos, por la que entramos al romper la cadena que sujeta la puerta, y para recibirnos nos salen al paso unos viejos amigos.
Los Pyscho, que en esta ocasión tendrán una inteligencia artificial mucho más elaborada como pudimos ver al instante. Corren como locos hacia nosotros sí, pero ruedan por el suelo, corren hacia los lados e incluso a veces se esconden. También encontramos dentro otros mucho más inteligentes, unos humanos que ruedan esquivando nuestros disparos y se esconden sabiamente tras las coberturas, poniéndonos las cosas bastante complicadas. Habrá enemigos incluso capaces de flanquearnos, como unos Psycho saltarines que suben hasta donde estamos situados y en vez de dirigirse hacia nosotros de frente, se dan un rodeo para sorprendernos por la espalda.
Tras una serie de tiroteos sale un nuevo enemigo, un Nomad Torturer, un tipo enorme que lleva un escudo delante con un Psycho enano atado a él. Tras unos disparos liberamos al pobre torturado, y de manera muy cómica se pone a pelearse con el Nomad, ambos enemigos pasando de nosotros. Por lo que vimos en esta demostración, el humor también será una de las señas de identidad, con algunas escenas muy graciosas. Este altercado se resuelve a favor del Nomad, que revienta en pedazos a su oponente con el escudo metálico, después, nosotros hacemos los propio con él.
Esta parte de la demostración termina, y vamos a otro lugar momento en el que se une un nuevo jugado a la partida, ya que, cómo no, vuelve el cooperativo hasta para cuatro jugadores, aunque parece ser con otros protagonistas. Estamos en lo alto de unas instalaciones en una presa, y las vistas son sencillamente preciosas. Desde un lugar tan elevado como este podemos contemplar a decenas de kilómetros el mundo de Borderlands, momento en el que comprobamos cómo habrá paisajes desérticos, helados, zonas de playa y otros territorios mucho más verdes, una pasada de vistas.
Después de este momento de asueto, volvemos a la acción más frenética. Aquí tenemos que combatir a unos enemigos robots, muy variados y con habilidades que los diferencian. Por fin damos con la persona que teníamos que rescatar, Roland del primer Borderlands, que está apresado por un enorme robot al que cuesta mucho hacer daño. Este tramo se vuelve en una persecución por lo alto de la presa para liberar a nuestro amigo mientras combatimos distintas oleadas de robots. Los hay pequeños, unos que se inmolan corriendo hace nosotros, y otros más grandes y peligrosos.
Hay uno de ellos que es capaz de activar un ataque aéreo, muy vistoso por cierto la manera en la que llegan los "proyectiles", que resultan no serlo, y son más robots que lanzan desde lejos como si fuego de mortero se trataran. También hay otros pequeños voladores, que parecen inofensivos, pero que resulta ser prioritario acabar con ellos, ya que tienen la habilidad de recuperar la energía de otros compañeros, todo un engorro.
Una de las armas que más nos impresionó de esta demo fue una especie de minigun de efectos devastadores, que una vez se pone a disparar arrasa con todo. Tal es el caos en este combate con los robots que incluso un Pyscho que se encuentra por el lugar no puede con la tensión de las circunstancias y decide tirarse por un acantilado, muy gracioso. Al final llegamos ante una gran estatua de un buda, con armas en sus manos, y arrinconamos al robot que tiene atrapado a Roland. Parece que este será el combate definitivo, pero una enorme explosión nos manda volando por los aires, y se acabala demo.
Simplemente genial. A quien le gustó el primer Borderlands, este le encantará, ya que parece mejorar todos y cada uno de sus aspectos. Y a quienes no lo probaron, o no les gustó, deberían estar atentos a esta continuación, que parece va a arreglar algunos de los grandes defectos de aquel, como es ser repetitivo, tanto en mecánicas como en entornos y enemigos. Previsto para el año que viene, si el concepto del anterior sirvió para enganchar a miles de jugadores por todo el mundo, esta secuela que mejora todo, puede convertirse en unos de los títulos más importantes de 2012.