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Género/s: Carreras arcade / Coches
Fecha de lanzamiento:
PS3, PC, X360:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Bizarre Creations
Producción: Activision
Distribución: Activision
Precio: 69.95 €
Jugadores: 1-Online
Formato: Blu-ray
Textos: Español
Voces: Español
ANÁLISIS

Impresiones Blur

Convierte tu coche en un arma. La estrategia cuenta si quieres llegar a la meta.
Versiones PS3, Xbox 360, PC. También disponible en Ordenador y Xbox 360.

Bizarre nos ha entusiasmado en el pasado con Project Gotham Racing, un juego estiloso que recompensaba el primor en la conducción. Pero ahora te pide todo lo contrario, que machaques a tus oponentes hasta dejarles fuera de la carrera o, al menos, retrasarles para que puedas superarlos y lograr los primeros puestos.

Hemos probado los primeros circuitos en el modo carrera con varios tipos de coches para vislumbrar las posibilidades del juego, y el resultado es ilusionante para los que quieran dar rienda suelta a los instintos destructivos o quieran disfrutar de un carrera estratégica en la que, a diferencia de otros juegos de conducción, en un segundo la clasificación puede dar un vuelco.

La clave de la victoria está en los potenciadores

El elemento básico que marca la jugabilidad de Blur son los potenciadores. Aparecen en distintos puntos del circuito y los consigue el primer coche que pasa por ellos, aunque se regeneran en apenas dos segundos, por lo que puedes decidir levantar el pie del acelerador un instante con tal de luego lanzar una bola de energía y remontar o elegir un camino alternativo en el que conseguir mejores potenciadores.

Como si se tratase de una meta volante en ciclismo, las luchas en los metros anteriores a cada línea de potenciadores son duras para conseguir el más adecuado a cada situación.

Cada potenciador tiene un color diferente, de forma que los puedes distinguir bien en la distancia y situarte en el lado correcto de la pista. Puedes llevar tres a la vez y activar el que desees. También ves los potenciadores que tienen tus rivales.

Son de ocho tipos diferentes: una mina que dejas tras de ti, una descarga eléctrica al adversario que te precede, tres rayos que se quedan sobre la calzada y ralentizan al adversario que los atraviesa, nitro, empujón a los coches que están a tu lado, tres proyectiles que disparas por separado, reparación de tu coche y escudo que te protege unos segundos.

Con los potenciadores, la carrera no se limita a conducir, sino a delimitar cuál te interesa coger en cada momento según tu posición en la carrera y contra qué jugador te conviene lanzar un ataque. También interviene tu forma de jugar; si eres precavido no querrás que te falte uno de reparación y el escudo es básico cuando ocupas la cabeza de la carrera. En todos los casos el retrovisor será clave para ver cuándo te lanzan una bola de energía, por si te da tiempo a activar un escudo o eres lo suficientemente hábil y rápido como para esquivarla.

Tal vez todo esto te suene familiar. ¿Se puede decir que Blur es un Mario Kart en alta definición? Es inevitable que el referente de Nintendo se venga la mente, y sin duda tiene más puntos en común con él que con otros títulos como Split/Second en los que el propio circuito es el arma que tienes para frenar a tu rival, pero Blur suma nuevos componentes que le confieren personalidad propia y, sobre todo, ofrece un aspecto realista con una calidad y fidelidad gráfica que cabe esperar de Bizarre, aunque no es el punto más fuerte del juego.

Elige el mejor coche para cada pista y cumple los requisitos para enfrentarte a cada jefe de nivel

Dentro de esos elementos que le dan personalidad están los coches: 50 vehículos licenciados que van sufriendo daños con cada ataque que recibes. Un par de disparos y tu coche empezará a soltar chispas porque el bajo se haya desprendido en parte; una carrera dura dejará la imagen del capó suelto y la chapa abollada cuando llegues a la meta.

Algunos tienen un buen derrapaje mientras que otros son más resistentes y se aferran bien a la pista en los circuitos más complicados. No es que la conducción sea totalmente realista, pero sí hay diferencia entre la pista abandonada pero con buen asfalto del primer circuito, Barcelona Oval, y la suciedad de Route 66 en Amboy. A falta de probar más el juego, da la sensación de que importa más el tipo de coche que elijas para cada pista que tus preferencias en la conducción.

Además de las carreras hay pruebas de destrucción, en las que la jugabilidad da un giro. En este caso sólo tienes el potenciador del disparo, y debes destruir el mayor número de oponentes dentro de un tiempo limitado. Por cada rival eliminado consigues unos segundos extra. No tienes que preocuparte por la posición que ocupas, lo que constituye un cambio que se agradece.

Pero quizás sea más curiosa la división por niveles del modo offline. Cada uno tiene un jefe final que establece una serie de requisitos para poder competir contra él. Las condiciones te piden tanto subir al podio en un número de pruebas como conseguir fans o luces. Estas últimas las obtienes al quedar en los primeros puestos de la carrera y te permiten desbloquear eventos.

Los fans amplían tu garaje con nuevos modelos de coche. Para conseguir una buena cantidad en cada carrera debes superar un reto añadido a la carrera; en un punto del circuito aparace una flecha amarilla. Si la coges se activa una serie de portales entre los que debes pasar. Son las pruebas de fans.

Una vez que cumples los requisitos disputas la carrera contra el jefe. Él y tú solos en la pista. La victoria la consigue el que llega primero a la meta o el que destruye el coche del rival. La lucha contra la primera de ellos, Shanon, no es nada fácil.

Además de todo esto, el juego incluye algunas opciones como el modo foto en cualquier momento de la carrera, con total libertad para mover la cámara 360º y hasta de hacer retoques fotográficos de luminosidad, enfoque, saturación… la personalización de los vehículos es mucho más limitada, y sólo puedes cambiar el aspecto.

Mientras en otros juegos tu pericia al volante es básica para ascender puestos en la clasificación, en Blur depende más de tu estrategia al lanzar el potenciador adecuado en el momento preciso. Puede que vayas el último, pero tres disparos y los actos de los pilotos que te rodean te permiten subir varias posiciones en un abrir y cerrar de ojos.

Esto consigue que sea un juego, al menos en las primeras carreras, más motivador que otros títulos de conducción y lleva a pensar que el modo multijugador puede ser mucho más emocionante. Esta vez ser el primero y llevar cierta ventaja al segundo no te permite relajarte. Nunca sabes cuándo sonará la alarma y parpadeará una luz roja indicándote que en menos de un segundo una bola de energía te dejará fuera de juego.

Redactora