Lanzado hace un año, Battlefield: Bad Company se convirtió en uno de los mayores éxitos de EA durante la pasada temporada a pesar de que la saga de DICE no tenía una base de seguidores consolidada en videoconsolas. Proveniente del PC, la serie Battlefield siempre se había caracterizado por centrar su jugabilidad casi por completo en los modos multijugador, y aunque tuvo algunas conversiones a consola esta característica hizo que la franquicia se siguiera viendo principalmente como una saga para compatibles.
EA y DICE decidieron cambiar esta percepción con Battlefield: Bad Company, un título exclusivo para consolas y que contaba con un modo campaña individual al que se le dio tanta importancia como al multijugador. Dicho modo nos situaba en una guerra ficticia entre los Estados Unidos y Rusia encarnando a un soldado que recaía en la peor compañía del ejército, dando paso a una historia conducida por el carácter y el carisma de cada uno de los personajes que la componían.
En Battlefield: Bad Company 2, que en esta ocasión también aparecerá en compatibles, los rusos están a punto de invadir los Estados Unidos a través de Alaska y tras un leve retiro los protagonistas de la primera entrega tienen que volver a la acción por razones aparentemente personales. De este modo, los encontraremos en el nevado pico de Ushba, situado en la región caucásica de Georgia, junto a la frontera con Rusia. Y aunque se desconocen los detalles de la historia parece que los chicos de la Bad Company tendrán que tomarse las cosas más en serio en esta ocasión.
Dado su origen y las intenciones de la desarrolladora, la saga Battlefield siempre se había centrado hasta el momento en combates situados en escenarios extensos, con grandes dosis de simulación y mucha libertad para cumplir los objetivos, estando considerada la precursora en unir los juegos de acción en primera persona con los de mundo abierto o tipo sandbox.
En Battlefield: Bad Company 2 no siempre será así, ya que DICE quiere dotar de mayor intensidad a ciertas misiones del juego y para ello está combinando la libertad habitual de la saga con momentos más restringidos y lineales, inspirados concretamente en la serie Call of Duty, dónde los eventos predefinidos y la acción frenética primarán sobre la movilidad y la estrategia. De esta manera encontraremos incluso algunas persecuciones que transcurrirán sobre raíles.
Otro cambio destacable respecto a la primera entrega lo percibiremos en el sistema de salud. Bad Company contaba con un sistema muy particular en el que al quedarse sin energía el protagonista podía inyectarse un compuesto para recuperar la salud y continuar jugando. DICE pretendía con esta modalidad captar el mismo dinamismo de los modos multijugador en los que puedes reaparecer en la partida inmediatamente tras morir, pero se convirtió en una facilidad demasiado grande para el jugador, por lo que en Battlefield: Bad Company 2 se ha optado por un sistema más convencional en el que la salud perdida se regenerará automáticamente pero en un tiempo mucho mayor.
Un elemento que estará tan o más presente que en la primera entrega serán los escenarios y elementos destructibles, la característica más destacada del juego desde que se anunció. En Bad Company 2 encontraremos un sistema similar que mezclará destrucción en pseudo tiempo real con destrozos predefinidos para proporcionar toda la espectacularidad posible pero manteniendo el control necesario sobre lo que se puede y cómo se puede destruir.
La idea es que se no se pueda dejar el escenario totalmente desierto en un par de minutos, pero aún así habrá edificios y determinados elementos que podrán demolerse más rápidamente que en la primera parte, dónde algunas estructuras tenían una resistencia exagerada, y en la mayoría de los casos se podrá eliminar la estructura por completo. Por otra parte, DICE quiere que el entorno en general no se perciba como algo estático, sino que todo tipo de cobertura (desde grandes casas hasta pequeñas vallas) puedan venirse abajo en cualquier momento y que el jugador deba estar atento a los cambios.
Estos cambios serán también tenidos en cuenta por los enemigos, que contarán con una IA mejorada y serán capaces de discernir los destrozos del escenario y adaptarse a ellos, utilizándolos a su favor tanto para localizarnos como para tomar cobertura. Nuestros compañeros también se comportarán de forma más inteligente y, además de contar con las mismas ventajas mencionadas para los enemigos, se mantendrán más pegados a nosotros durante las misiones. Por otra parte, se pretende ajustar y hacer más accesible la curva de dificultad del juego y para ello se está trazando e investigando en qué situaciones se es más proclive a morir.
En el ámbito multijugador DICE quiere incentivar el juego en equipo y para ello recompensará de un modo no especificado a los jugadores que más ayuden a sus compañeros. También pretende prolongar la vida de este modo el mayor tiempo posible retando a los jugadores cada cierto tiempo a cumplir unos determinados objetivos que desbloquearán aspectos hasta entonces ocultos.
El número de jugadores máximo por partida seguirá siendo 24 y volverá el popular modo fiebre del oro en el que un equipo defensor y otro atacante se enfrentan por los valiosos lingotes repartidos a lo largo de todo el escenario. Los tipos de soldado se han visto reducidos de 5 a 4, permaneciendo la clase de asalto convencional, el ingeniero reparador de vehículos, el francotirador y el sanitario.
Sin embargo, ahora estas clases dispondrán de mayores posibilidades de personalización y podremos escoger más libremente que par de armas primaria y secundaria deseamos llevar además de cambiar el tipo de mirilla o de lanzagranadas. Otra novedad importante en el control será la opción de poder apuñalar a los enemigos directamente con un movimiento especial sin tener que cambiar el arma que estemos portando por el cuchillo.
Con la intención de que las partidas multijugador sean más dinámicas y ágiles ahora será más fácil y rápido acabar con los demás, un aspecto en el que tendrá relevancia el nuevo sistema de salud ya mencionado. Además, al morir podremos elegir entre reaparecer en la base o junto a alguno de los compañeros que se encuentre vivo y ahorrarnos así el camino hasta el lugar de combate. En cuanto a los vehículos, otra de las mayores características de Battlefield, destaca la inclusión de Quads ATV ágiles y rápidos que contrastan con las pesadas máquinas vistas habitualmente en la saga (tanques, camiones, etc.) Con ellos será más fácil acceder de un lugar a otro, pero dada su baja seguridad también seremos más vulnerables a cualquier ataque.
Battlefield: Bad Company 2 está siendo desarrollado sobre el motor Frostbite creado por la propia DICE para la primera parte. Técnicamente podemos esperar un resultado similar pero con las ya mencionadas mejoras en el sistema de destrucción y los avances habituales que trae el paso del tiempo (mayor cantidad de elementos en pantalla, más detalles, etc.)
La mayor variación en el aspecto del juego vendrá dada por el cambio de localizaciones, ya que se abandonan los tonos marrones y verdes de las arboledas y desiertos de la primera entrega para dar paso a terrenos montañosos y nevados. En cuanto a los efectos de sonido, se espera que sean tan espectaculares como los de la primera parte, y la música pretende ser más inmersiva y dramática. Battlefield: Bad Company 2 verá la luz durante los primeros meses del 2010.