Clara en su concepción, la nueva propuesta de Electronic Arts nos pone a cargo de un título de acción en tercera persona, conservando un sistema de cámaras similar al visto en Gears of War, y potenciando su particular faceta donde la cooperación con nuestro compañero de batallas se constituirá como elemento vital para el desarrollo de la aventura, convirtiéndose al mismo tiempo en el pilar fundamental para la mecánica de juego.
Directo desde los estudios de EA situados en Canadá, Army of Two viene dispuesto a llevar la acción multijugador un paso más allá, intentando exprimir al máximo las posibilidades propias de este sistema, y dejando de manifiesto como, sin duda alguna, ahora salvar el mundo es cosa de dos.
Conflictos Modernos
El punto de partida de la aventura nos situará frente a dos mercenarios encargados de resolver diversos conflictos internacionales alrededor de distintas localizaciones del planeta, y protagonistas absolutos de la inminente batalla que dará comienzo. Recibiendo órdenes de nuestro superior, deberemos seleccionar a uno de los dos soldados, definiéndose así nuestro personaje principal, y por descarte el compañero secundario que nos acompañará a lo largo de los distintos episodios. De esta forma, nuestro camarada podrá ser controlado bien por la inteligencia artificial del juego, o a través de otra persona mediante el uso de las respectivas plataformas online en las consolas de Microsoft y Sony.Por supuesto, la verdadera fuerza del título residirá en hacer uso del juego online, dando lugar a multitud de situaciones adversas que podrán superarse siempre y cuando nos respaldemos en las habilidades comunes de nuestros dos combatientes. Con localizaciones como Oriente Medio o Sudamérica en su haber, Army of Two nos trasladará por infinidad de escenarios bélicos, todos ellos basados en unos conflictos propios de nuestra época actual.
Dos mejor que uno
Tal como apuntábamos, el componente táctico se unirá a un sistema de juego donde la cooperación con nuestro compañero será esencial para poder afrontar los distintos retos que deberemos superar a medida que vayamos indagando en el transcurso del hilo argumental. La idea pues, residirá en aprovecharse del entorno y de nuestras capacidades de coordinación para ir limpiando las zonas de enemigos y superar obstáculos, parapetándonos siempre tras elementos del escenario, y pudiendo sacar solo un brazo para disparar por encima de nuestras cabezas. Esto, por ejemplo, se traducirá en utilizar la puerta de un coche como cobertura frente a los disparos adversos, avanzando por el campo de batalla al tiempo que, nuestro compañero (o nosotros en caso inverso) va lanzando ráfagas de balas sobre las líneas enemigas. Seguidamente, podremos aterrizar en determinadas zonas del mapeado, coordinando el manejo de nuestro paracaídas mientras el otro jugador se encarga de aniquilar a toda presencia adversa y salvaguarda nuestra llegada a ras de tierra.Al margen de las confrontaciones, deberemos superar determinados obstáculos mediante el uso de vehículos (siempre con el omnipresente trabajo en equipo), así como acceder a muros elevados o zonas poco accesibles sin la ayuda de otra persona para poner en práctica acciones básicas tales como alargar la mano y tirar del compañero, u ofreciendo un pequeño empujón para coger impulso y llegar hasta nuestro objetivo. Por supuesto, la incursión de todas y cada una de estas habilidades conjuntas no supondrá un mero añadido estético, sino todo lo contrario, ya que nuestro avance vendrá íntegramente delimitado por el buen hacer en cuanto a la cooperación se refiere.
Primero despistar, luego flanquear
Con ánimo de aportar ventajas estratégicas sobre el resto de enemigos a los que deberemos hacer frente, Army of Two incorpora en su mecánica el denominado sistema Aggro, utilizado en los juegos de rol masivos dentro del mundo del PC, y trasladado de manera singular para el juego que nos ocupa.De este modo, nuestro omnipresente medidor de Aggro será visible en la parte superior de la pantalla, indicando en cada momento en cual de los dos protagonistas recae la atención enemiga. Con ello, mientras uno de los dos soldados capta el interés de nuestros adversarios (adoptando un tono rojizo sobre su cuerpo), el compañero restante será capaz de llevar a cabo medidas estratégicas, ya sea flanqueando los disparos hostiles para sorprender a los contrincantes por detrás, o bien aprovechando las capacidades del entorno y conseguir así tender emboscadas que faciliten nuestro cometido.
Sin duda, esta característica propiciará numerables medidas estratégicas, todas ellas distintas y variadas, para afrontar las diversas acometidas enemigas, pudiendo iniciar disparos en mitad de unas instalaciones para así despertar el interés, o destruyendo algún emplazamiento cercano, relegando siempre la mejor opción en base a nuestra imaginación y nuestra pericia a la hora de coordinarnos. Destacar que, en caso de caer abatidos, y de nuevo tal y como ocurría en el magnífico título de Epic, en Army of Two podremos reanimar a nuestro compañero caído mediante la pulsación de una determinada secuencia de botones, dando como resultado la recuperación de nuestro fiel camarada totalmente operativo y listo para continuar.
Por si la idea constante de compañerismo absoluto no fuera suficientemente atractiva, en Army of Two tendremos a nuestra disposición innumerables mejoras concernientes a distintos puntos de nuestro armamento, especial o primario, así como de nuestras armaduras. De esta forma, y a medida que vayamos adquiriendo bonificaciones, seremos capaces de modificar nuestro arsenal incorporando todo tipo de ítems que nos convertirán, más aún, en la más mortífera opción para llevar a cabo las arriesgadas misiones especiales a las que deberemos acudir.
En cuanto al plano técnico, el motor gráfico de Army of Two destilará una robustez considerable, tanto en sus modelados (sobretodo en los de los protagonistas, llenos de carisma) como en todos y cada uno de los entornos en los que podremos interactuar, presentando logradas físicas y espectaculares reyertas donde la lluvia de disparos será incesante.