El 14 de octubre llega la octava entrega de la saga Ace Combat para consolas de sobremesa, y aunque la anterior entrega de 2007 exclusiva para Xbox 360 se titulaba Ace Combat 6: Fires of Liberation, Namco se saltó en su numeración Ace Combat Zero: The Belkan War, un título de 2006 para PlayStation 2 al que no le asignó número. Con este nuevo Ace Combat, el primero que va a pisar PlayStation 3, Namco pretende realizar una revolución en la saga, y después de haberlo probado durante unas cuantas horas, podemos decir que lo ha conseguido, y para bien.
Una serie de cambios y novedades para poder acceder a un público mayor, y aumentar las ventas y la popularidad de una saga que comenzó en 1992, que ha vendido siempre más o menos bien, pero que nunca ha tenido unas ventas excepcionales.
Algunas de estas novedades a los seguidores de la saga pueden que no les gusten, a menos a priori, pero a nosotros por ejemplo que hemos disfrutado también de anteriores entregas, este nos ha encantado. Buenas y bien aplicadas ideas que suman y hacen de este el Ace Combat más espectacular, cinematográfico y también más divertido.
Uno de los primeros cambios que se ha producido es el de la ambientación. Ya no se desarrolla en países ficticios con una elaborada y dramática historia fruto de guionistas japoneses, ahora la acción transcurre en lugares reales como Miami, Dubái, o localizaciones de África y Rusia, con un guión a cargo del escritor Jim DeFelice, autor de bestseller militares. Este cambio de ambientación en lo jugable se agradece, es una pasada combatir entre los rascacielos de una ciudad como Miami, pero en lo estrictamente argumental le hace perder un poco de carisma y personalidad al conjunto. Ahora la historia parece la de un Call of Duty más, de momento y a falta de ver cómo se desarrolla del todo, y a nuestro gusto ha perdido ese toque nipón tan encantador de los anteriores, aunque sabemos que para acceder al gran público no era el más adecuado, y entendemos la decisión.
Este cambio en el tipo de historia es posiblemente el aspecto que menos nos ha gustado, pero todo lo demás nos ha convencido plenamente, sobre todo su jugabilidad y control. Los que hayáis seguido los pasos de este juego, desde que se anunciara en agosto del año pasado, ya habréis oído hablar del modo Dogfight, bautizado en la versión española como Modo Duelo Aéreo (MDA), una de las mayores y más influyentes novedades en esta entrega. Ahora cuando estamos situados cerca de la cola del avión enemigo, a una distancia bastante corta, en pantalla nos aparece un círculo que nos indica que podemos usar el MDA. Este se activa pulsando LB y RB a la vez (R1+L1 en PS3), iniciándose una persecución.
La cámara se acerca, la velocidad aumenta y con una dirección muy cinematográfica, entramos en una frenética persecución en la que nuestro avión sigue automáticamente al enemigo, teniéndonos que concentrar en apuntarle y abatirle. Aquí toma mucho protagonista la ametralladora, aunque no es fácil acabar con un avión solo con ella, pero sí dañarle. Cada instante que mantenemos la retícula de apuntado en nuestro objetivo esta se va rellenando, hasta alcanzar el color rojo, momento que nos indica que podemos disparar un misil con altas probabilidades de acierto. No es fácil apuntar al avión que perseguimos, se mueve a toda velocidad realizando todo tipo de maniobras evasivas, y tendremos que controlar la velocidad acelerando o frenando para no perderlo. Si jugablemente este modo Dogfight o MDA es interesante y aporta frescura y variedad, visualmente es una pasada.
Al no controlar la dirección del avión, el juego crea rutas en ocasiones espectaculares y vertiginosas, como si estuviéramos montados en una montaña rusa. Pasaremos entre rascacielos, pegados a las paredes de un acantilado, o incluso esquivaremos elementos del escenario en el último momento, como grúas o trozos de edificios que caen. Cuando acertamos a nuestro enemigo, un espectacular plano nos muestra cómo reventamos el avión, con todo lujo de detalles, saltando trozos e incluso en alguna ocasión hemos visto al piloto enemigo volando por los aires.
Aunque este añadido suena a muy arcade y puede parecer que facilite demasiado las cosas, una vez profundizas en el juego no es tan sencillo. En las primeras misiones entrar en este modo supone la muerte automática para nuestro enemigo, siendo casi imposible que se nos escape, pero luego para nada es así, y en ocasiones si no somos rápidos acabando con él, se zafan de nosotros. Ya no solo eso, sino que tampoco es fácil entrar en este modo. Tenemos que estar a la distancia y en la posición adecuada, y tenemos que ser rápidos y pulsar los botones en el momento justo, lo que es complicado, ya que a la distancia a la que nos obligan a situarnos, perdemos con facilidad el rastro de los aviones.
Pero igual que somos perseguidores, también podemos ser presas. Cuando nos sigue un avión por detrás vemos en pantalla un círculo que tenemos que esquivar para que no nos acierten, y es complicado quitarse un perseguir de encima, teniendo que realizar bruscos virajes y descensos de la velocidad. Pero hay una posibilidad muy interesante, si conseguimos alinear una indicación en forma de triángulo verde en pantalla, que nos representa, y el triángulo rojo del enemigo, pulsando los mismos botones que para entrar en Dogfight, haremos un irreal y vertiginoso giro con el que nos colocaremos en la cola del que antes era nuestro perseguidor, dando la vuelta a la situación. Esto nos ha salvado el pellejo en más de una ocasión, y resulta muy satisfactorio cuando se consigue.
Esta es la novedad jugable más destacable, pero no la única. Ahora al empezar a jugar lo hacemos con un esquema de control distinto, denominado óptimo. Este consiste en que pulsando la dirección derecha e izquierda del stick analógico, la nave se desplaza hacia allí, a diferencia de anteriores entregas de la saga y de casi todos los simuladores de combate, en los que para cambiar de dirección tenías que inclinarte y virar. Para quienes quieran el clásico control de la saga, podrán elegirlo, pero a nosotros nos ha gustado mucho esta nueva manera de controlar el avión, muy intuitiva y práctica, y que no afecta negativamente la jugabilidad, ni lo hace más sencillo, simplemente solo más cómodo.
Hemos jugado las primera seis misiones, y no vamos a entrar a desvelar detalles del argumento, pero hay un par de protagonistas, un conflicto en África con los rusos de por medio, y un nuevo arma de una gran capacidad destructiva cuyo origen desconocemos. Nada revolucionario y original, pero que sirve para ponernos lograr una gran variedad de situaciones, uno de los puntos que más no ha sorprendido. La historia se narra en unas notables escenas en las que podemos interactuar en ocasiones, moviendo la cámara o incluso teniendo que pulsar un botón en el momento justo.
Hemos disfrutado de hasta cuatro tipo de situaciones distintas, lo que nos ha gustado mucho y que le da una variedad tremenda, veremos si mantiene este ritmo a lo largo de todo el desarrollo. Cómo no las clásicas fases con aviones, el núcleo del juego, pero también una muy interesante misión con un helicóptero. El control y la dinámica no tienen nada que ver con el avión, y por una ciudad africana tendremos que acabar con todo tipo de enemigos a pie, coches, tanques y otros helicópteros. Al principio cuesta acostumbrarse a lo diferente del control, pero luego funciona y acaba siendo intensa y emocionante.
También hay momentos en los que ejercemos de artillero, disparando desde la ametralladora de un helicóptero, vamos la típica escena que siempre incluye al menos un par de veces la campaña de los Call of Duty. Aquí se le añade un punto de complejidad en ocasiones, y no es disparar a todo lo se mueva, ya que hay que proteger por ejemplo a otros soldados del fuego enemigo, y tenemos que apuntar con cuidado. Y no son pequeñas escenas de un par de minutos, son fases con verdadero peso, de hasta 15 minutos pero muy bien resueltas.
Por último hay una misión en la que tenemos que solo manejando una retícula disparar desde un avión artillado a objetivos en tierra, con tres tipos de proyectiles distintos: 25mm, 40mm y 120mm. Tenemos que alterar entre los tres tipos de vista y munición dependiendo de los objetivos, y se producen unos interesantes momentos en los que no vemos al enemigo que está escondido o camuflado, teniendo que buscarles por el rastro que deja el humo de los misiles o al lanzar el mortero. También una situación que hemos visto repetidas veces en la saga de Activision –incluso en su online-, pero que se ha realizado con acierto aquí, siendo una fase interesante, compleja y para nada de relleno.
Según avanzamos en el juego vamos desbloqueando numerosos aviones, con sus propias características y armamento. Al comienzo de muchas misiones nos dan a elegir qué avión queremos pilotar, y qué tipo de arma queremos equiparle, por ejemplo misiles hasta para seis objetivos simultáneos, o más rápidos y de largo alcance. F-22A Raptor, Su-47 Berkut, Typhoon, F-15C Eagle, F-14D Super Tomcat, y un largo etcétera, que podemos contemplar con todo lujo de detalles en el hangar, leer una interesante descripción y personalizar su color a nuestro antojo, incluso el del humo de los misiles.
El multijugador online no hemos podido probarlo, pero sí curiosear en sus opciones. En Conquista la capital dos equipos se enfrentarán para destruir el cuartel general del contrario, en Dominio habrá que capturar la bases del enemigo, Duelo a muerte parece el clásico Deathmath o todos contra todos, y en Misión cooperativa podremos jugar junto a otros jugadores algunas de las fases del modo campaña, según las vayamos desbloqueando. Tenemos bastante curiosidad por experimentar el multijugador, y ver si los añadidos jugables que tan bien funcionan en la campaña cómo se adaptan al online.
Los gráficos son muy buenos, y logra un buen equilibrio entre mover cantidades de aviones con gran detalle, y que los escenarios y ciudades estén los suficientemente bien realizados. Dubái o Miami se ven geniales y convincentes, y aunque nos acerquemos muchos a sus calles y edificios se muestran con detalle. Además efectos como el humo, la lluvia y la iluminación en general, son muy acertados, siendo uno de los juegos de aviones más bellos que se han hecho nunca, demostrando Project Aces que ha sabido coger el punto a esta generación de consolas, y no se ha quedado atrás como otras desarrolladoras niponas.
La banda sonora es tremenda, hacía tiempo que no nos encontrábamos con un juego con una música con tanta fuerza y carisma. Rock, muy cañero en ocasiones, con momentos melódicos en los que suenan violines, épica y pegadiza, una pasada. Demuestra que aunque se trata de un apartado que no se cuida lo que debería en muchas ocasiones, en caso de estar cuidado, hace que el producto suba muchos enteros, aportando emoción al apartado jugable. En cuanto al sonido ya se encuentra doblado al castellano, sin brillar demasiado pero con corrección, y los efectos de sonido en general son muy convincentes y variados, no somos expertos en aviones, pero nos parece que suenan muy reales.
Posiblemente uno de los tapados del año
Quienes hayan seguido más o menos la saga, o hayan jugado alguna entrega, ya saben cuáles son las armas de un Ace Combat, siempre juegos notables y muy interesantes, pero Namco con esta entrega ha querido ir más allá, y volver a su serie un superventas. Pese a las reticencias que puede causar estar frase, y el temor comprensible de que haciéndolo más accesible lo hayan "casualizado", para nada nos ha parecido así, y todas y cada una de sus novedades y cambios jugables nos parecen un acierto.
Divertido, espectacular, variado, cinematográfico, lo esperábamos con moderado entusiasmo, pero después de echarle unas horas nos ha gustado muchísimo, y nos parece una de las propuestas más interesantes para los próximos meses, en un calendario de lanzamientos lleno hasta la bandera de juegazos. Apenas en un poco más de un mes llega a PlayStation 3 y Xbox 360, y será momento de analizarlo, comprobando si el buen sabor de boca que nos han dejado sus seis primeras misiones se extiende a todo el juego. Pero creemos que a la mayoría de los seguidores de la saga les encantará, y parece será una ocasión perfecta para introducir a muchas jugadores ya no solo en la serie Ace Combat, sino incluso en un género como es el de los aviones de combate, a veces poco accesible o atractivo para el gran público.