Tras el enorme éxito cosechado por THQ con el fantástico juego de estrategia y acción Warhammer 40.000: Dawn of War desarrollado por Relic Entertainment, y que se basaba en el desolador y brutal universo futuro creado por Games WorkShop para su juego de mesa, ahora Namco Bandai trabaja en otro título de estrategia esta vez basado en la vertiente Fantasy de Warhammer, es decir; dejaremos a un lado el arsenal futurista de la obra de Relic para centrarnos en un mundo de fantasía en el que los héroes y sus inmensos ejércitos decidirán el curso de la guerra.
Espada y brujería
Cuando las fuerzas del mal se unificaron bajo el mando del terrible Asavar Kul iniciaron una devastadora conquista sobre las tierras del Imperio. Por supuesto, tantos los Altos Elfos como los propios Humanos lucharon por defender sus tierras consiguiendo en la gran batalla final vencer a Asavar Kul, el cual murió dejando sin líder a la coalición del mal, lo que provocó que los distintos señores de la guerra se enfrentarán entre sí mientras iniciaban su retirada de las tierras imperiales. Las fuerzas del bien, lógicamente, no se quedaron de brazos cruzados e iniciaron una búsqueda por todo su reino con el único fin de localizar a sus enemigos y eliminarlos, misión que se convertirá en nuestro objetivo primordial en Mark of Chaos. Y es que con este panorama tan desolador dará comienzo esta nueva creación de Black Hole Entertainment, responsables de Armies of Exigo, y que se basará en la popular mecánica de juego de la prestigiosa serie Total War para ofrecer una experiencia de juego impresionante.En esta versión del juego que hemos tenido la oportunidad de probar ya se encontraban disponibles una gran cantidad de misiones para la modalidad de juego individual, aunque la mayoría de elementos relacionados con la historia y diálogos no estaban implementados. Aún así, esta primera toma de contacto con esta creación de Black Hole nos ha servido para hacernos con la mecánica de juego de Mark of Chaos que, como decimos, será prácticamente idéntica a la de los títulos basados en la popular serie Total War. Y es que, al igual que en la saga de Creative Assembly, toda la acción se dividirá en dos planos distintos. Por un lado nos encontraremos con un mapa de batalla en el que aparecerán todos los territorios que podremos visitar durante la partida, mientras que el otro plano, lógicamente, será el de las batallas estratégicas. Aún así, a diferencia de la mentada serie Total War, en este caso no habrá ningún tipo de gestión de recursos ni construcción de imperios, por lo que en el mapa estratégico únicamente nos moveremos por el entorno conquistando los puntos marcados como objetivos en las encarnizadas batallas que tendremos que afrontar.
No obstante, sí tendremos que tener en cuenta que el dinero que amasemos cumpliendo todos los objetivos lo podremos después usar en las ciudades, lugares en los que ampliaremos nuestro ejército comprando nuevos batallones, así como mejorando las habilidades de nuestras tropas o héroes, o adquiriendo nuevos objetos para futuras escaramuzas. También, conforme nuestros batallones vayan subiendo de nivel tras cada batalla, el número de unidades que podrán unirse a los mismos se irá ampliando, por lo que entrando en los campamentos (pulsando un simple botón en cualquier momento de la partida) podremos comprar nuevas unidades que se unirán a nuestros distintos batallones. Lógicamente, si mueren tropas durante una batalla también podremos recuperarlas mediante este mismo sistema.
Otro aspecto que debemos resaltar es la notable linealidad con la que nos encontraremos en estos mapas estratégicos, ya que básicamente siempre tendremos que seguir el camino marcado por los desarrolladores, aunque en ocasiones nos encontraremos con zonas en las que podremos escoger distintos caminos, otras en las que podremos afrontar objetivos secundarios que nos proporcionarán más oro y experiencia, e incluso momentos en los que tendremos que recular para recuperar el territorio perdido a manos del enemigo, Sin embargo, ya desde el primer momento queda claro que en Black Hole han preferido centrar toda la acción en las batallas y no en el apartado de gestión; hecho que para nada resulta negativo ya que el trabajo realizado resulta sobresaliente.
Los cuatro ejércitos que podremos controlar en Mark of Chaos (Imperio, Altos Elfos, Caos y Skaven) se enfrentarán entre sí y contra otros bandos que aparecerán en determinados escenarios, y que podremos contratar (Orcos, Vampiros, Enanos y Goblins) en situaciones muy concretas. Lógicamente, cada uno de estos ejércitos tendrá una serie de unidades exclusivas que dotarán a cada bando de un estilo de combate bien diferenciado, por lo que las batallas prometen ser de lo más desafiantes. En este sentido, como en la serie Total War, controlaremos los distintos batallones que conformarán nuestro ejército en grupos y no de forma individual; hecho que está muy relacionado con la ingente cantidad de unidades que comandaremos en cada escenario. Además, en esta creación de Black Hole los héroes jugarán un papel importantísimo en el desarrollo de las batallas, no ya sólo por sus fantásticas habilidades de combate, sino también por la influencia sobre la moral de las tropas que tendrán en todo momento: si nuestros pelotones avanzan junto a un héroe y combaten bien, su moral no descenderá ni un ápice; mientras que si las tropas asisten a la muerte de su héroe perderán toda su confianza y comenzarán a retirarse, o a fallar en exceso en sus golpes. Y es que, aunque estemos ante un juego de estrategia clásico, los elementos del género rol aparecerán de forma determinante en el desarrollo de la acción.
Como decíamos, conforme nuestros pelotones vayan subiendo de nivel el número de unidades que podrán unirse a los mismos se irá ampliando, lo que nos permitirá fortalecer nuestras líneas de ataque o defensa con más y más efectivos. Los héroes, del mismo modo, mejorarán sus atributos y habilidades con el paso de las batallas, aunque las mejoras no quedarán aquí únicamente. En ambos casos, cuando llegamos a las ciudades podemos comprar nuevas mejoras y equipamientos para mejorar las habilidades de todas nuestras tropas, así como comprar nuevos poderes para los héroes, que después usarán en el campo de batalla. Éstos, además, en medio de una escaramuza podrán acercarse al héroe o héroes rivales y retarles a un duelo a muerte, creándose un círculo a su alrededor que los mantendrá protegidos del resto de combatientes que seguirán matándose sin compasión.
Por supuesto, si nuestro héroe gana la moral de los enemigos descenderá drásticamente; pero ésta es un arma de doble filo ya que si es nuestro héroe el que cae, prácticamente tendremos perdida la batalla, al menos en lo que a moral de nuestras tropas se refiere. Y es que en Mark of Chaos la moral será uno de los pilares básicos del sistema de juego. Cada pelotón de unidades tendrá un cien por cien de moral al comenzar la batalla, pero este porcentaje irá descendiendo conforme vayan muriendo miembros del mismo ejército, o según reaccionen los enemigos: si nos castigan con flechas nuestra moral descenderá drásticamente, del mismo modo en que lo hará si nos rodean por todos los flancos, o si el héroe rival está frente a nosotros y el nuestro no está en el campo de batalla. Pero además, dependiendo de los ejércitos que controlemos la moral será más o menos determinante: los goblins son unos seres tremendamente cobardes, lo que hace que muy rápidamente salgan huyendo de la batalla. Sin embargo, las fuerzas del Caos son prácticamente invencibles en lo que a moral se refiere, por lo que ya podemos estar castigándoles duramente que no dejarán de luchar hasta la muerte. Éste, sin duda, es un detalle fantástico.
Además de todos estos detalles, Mark of Chaos contará con un elevado componente estratégico que nos obligará a posicionar correctamente a nuestras tropas, así como a atacar a los enemigos usando a las unidades especializadas en esos rivales, y no a las que puedan sucumbir más fácilmente: enfrentar cuerpo a cuerpo a los arqueros o mosqueteros contra la infantería no es recomendable ni aún habiendo mejorado el combate cuerpo a cuerpo de dichas tropas, por poner un ejemplo. En este sentido, destaca el gran trabajo realizado por los desarrolladores al darle una gran importancia a la orografía (unos arqueros sobre una montaña son un arma impresionante), así como a la gran combinación que se ha hecho de la moral y las habilidades de cada unidad, lo que nos obligará a estar constantemente moviendo nuestras filas para tener una mejor defensa, o para atacar de manera más efectiva. Las opciones son tan amplias que nuestro ejército puede prescindir casi por completo de la artillería ligera, o girar prácticamente sobre ella: en una partida creamos un buen número de mosqueteros y arqueros con los imperiales y arrasamos a los enemigos sin acercarnos a ellos más que en los momentos más necesarios. Y es que mientras que nuestra infantería esperaba en la retaguardia, la artillería castigaba a los enemigos que se acercaban a paso ligero a nuestras posiciones. Los que conseguían sobrevivir y no huían eran masacrados después por nuestra infantería que salía corriendo con las armas en alto.
Todas estas opciones de juego vienen aderezadas por un impresionante apartado gráfico que destacará por la gran cantidad de tropas que moverá en pantalla, así como el nivel de detalle alcanzado en las mismas. El mapa estratégico, que será el hilo conductor de la historia, poseerá un acabado gráfico más que notable con una buena variedad de entornos y zonas. Sin embargo, donde de verdad lucirá el motor gráfico creado por Black Hole será en las batallas entre grandes ejércitos, momentos en los que disfrutaremos de combates apasionantes entre centenares de soldados (bien diferenciados entre sí) en unos entornos de grandes dimensiones, también fantásticamente bien detallados. Pero es que además, las animaciones de todas nuestras unidades destacarán por su realismo, llegando a ver como los artilleros de los cañones en el Imperio se tapan los oídos pocos segundos antes de que la devastadora arma abra fuego sobre las posiciones enemigas.
No obstante, en esta versión del juego todavía no estaban implementados todos los efectos gráficos con los que contará en su versión final (los edificios destruidos desaparecen sin ningún tipo de animación, por ejemplo), así como tampoco ha sido bien optimizado del todo el motor gráfico; hecho que esperamos se solucione cuando el juego salga a la calle. En cuanto al apartado sonoro, las melodías que nos acompañarán en el transcurso de las batallas serán épicas y muy acordes a las situaciones que viviremos. Por último, en esta versión de prueba la inteligencia artificial, tanto de nuestras tropas como de las enemigas, ofrecía momentos realmente buenos, como algunas emboscadas, con otros bastante pobres: disparábamos con un cañón sobre sus posiciones y ningún enemigo se dignó a venir a por nosotros.
En definitiva, Warhammer: Mark of Chaos se trata de un título impresionante que seguro agradará a los aficionados a la estrategia. Sus posibilidades de juego prometen ser enormes, así como la recreación de los distintos bandos que aparecerán en el juego resulta fantástica. Además, los desarrolladores planean ofrecer una gran cantidad de opciones de juego online, lo que sin duda alargará considerablemente la vida del juego. Esperamos que la inteligencia artificial mejore en la versión final de Mark of Chaos, y que el motor gráfico esté algo más optimizado. Si Black Hole logra corregir los citados errores seguro que conseguirán uno de los títulos más impresionantes del año.