Durante la pasada Games Convention de Leipzig os ofrecimos unas primeras impresiones de The Witcher en las que ya destacábamos la enorme calidad que desprende este título de rol desarrollado por el estudio CDProjekt. El mismo, como comentábamos, está basado en el fantástico universo literario de Andrzej Sapkowski, consumado novelista que se ha ganado el prestigio con esta misma saga literaria, que siempre ha destacado por sumergir a los lectores en un mundo medieval inmerso en constantes guerras entre reinos y naciones mientras que la magia, las criaturas de ultratumba, y enormes agrupaciones de bandidos y asesinos condicionan la vida de los siempre indefensos aldeanos y ciudadanos. Ante este caos los brujos se alzan como una de las únicas alternativas con las que cuentan los grandes reyes y los más humildes ciudadanos para hacer frente a todas las fuerzas del mal, aunque lógicamente el desembolso económico suele ser sustancioso.
En nuestro caso, tendremos que guiar al famoso Geralt de Rivia, uno de los pocos brujos que quedan todavía con vida en el mundo, que junto a sus compañeros iniciará una sangrienta aventura en busca de venganza, aunque pronto descubrirá que su viaje ocultará consecuencias mucho más oscuras y peligrosas para él y sus aliados.
Sin embargo, toda la trama del juego la dejaremos aparcada en estas impresiones para centrarnos únicamente en el sistema de batallas y de alquimia del título.
Bailando con la muerte
Como ya destacamos en las anteriores impresiones, uno de los puntos más interesantes en The Witcher radica en su sistema de combates que diferirá bastante de lo visto hasta el momento en otros títulos del género. Como ya explicamos, estamos ante unas batallas en las que no nos limitaremos únicamente a seleccionar un ataque o un hechizo concreto para después esperar a ver los resultados, sino que deberemos involucrarnos de forma activa en las mismas encadenando sin descanso los ataques para eliminar de forma más efectiva a los enemigos. De lo contrario, quedaremos vendidos ante sus letales ataques que en más de una ocasión pueden sorprendernos al dejarnos completamente a su merced: un rival por ejemplo nos tumbo de un golpe mágico y terminó clavándonos su espada cuando aún estábamos en el suelo. El combate finalizó tristemente de una forma muy rápida.También, la elección del arma resulta fundamental a la hora de abatir a los contrarios, ya que dependiendo de la misma podremos o no dañarles. De este modo, por ejemplo, intentar golpear a un enemigo veloz con una pesada hacha puede resultar una tarea prácticamente imposible, mientras que con un arma o un estilo rápido el herir a un contrario fornido también será difícil de lograr. Lo interesante de este sistema es que nuestro avatar únicamente podrá viajar con un reducido número de armas a la vez, que serán las que "humanamente" podrá llevar encima (no acumula las armas en el inventario), lo que como os podéis imaginar dota al juego de un interesante elemento estratégico: deberemos decidir en todo momento qué tipo de armas complementarias llevar dependiendo de las situaciones en las que nos vayamos a ver involucrados, quedando siempre como ejes principales de nuestro ataque las dos espadas que también deberemos combinar, ya que cada una estará diseñada para eliminar a un tipo de enemigos concreto.
Lo destacable es que en todo momento podremos cambiar estas armas de forma rápida y sencilla sin necesidad de acceder al inventario para equipársela a Geralt de Rivia. Gracias a una sencilla interfaz de usuario, en la parte izquierda de la pantalla tendremos una serie de iconos que vendrán a representar las distintas armas que llevará encima nuestro avatar. Simplemente pulsando sobre uno de estos iconos haremos que el protagonista desenfunde dicha arma, lo que como decimos resultará de lo más intuitivo y práctico: podemos empezar golpeando a los enemigos con una de las espadas para después pasar rápidamente a usar el hacha, con la que machacaremos a unos molestos enanos, y luego coger una daga para matar a los ágiles perros del infierno que no dejarán de acosarnos en los primeros compases del juego.
Además, como es habitual en el género, cada una de estas armas tendrá una serie de estadísticas que tendremos que tener en cuenta ya que no solo nos marcarán el índice de daño que causarán, sino también las posibilidades que tendremos de bloquear o esquivar los golpes rivales; las opciones que tendremos a la hora de derribarles, causarles heridas profundas, daños con dolor, etc. Por supuesto, a estas estadísticas debemos sumar las propias del jugador, que mejorará mediante un sencillo árbol de habilidades del que hablaremos a continuación.
Pero a todo este abanico de posibilidades que se abre con el empleo de las distintas armas del juego debemos añadir también la necesidad de combinar tres estilos de combate distintos que únicamente funcionarán con el empleo de las espadas. En este caso, como destacamos en las anteriores impresiones del juego, deberemos hacer uso de un estilo de combate fuerte, otro ágil, y uno destinado a los combates contra varios enemigos a la vez, lo que de nuevo se trata de una decisión que va mucho más allá de lo meramente estético. Así pues, si nos vemos rodeados por una gran variedad de rivales (y aquí también hay que tener el tipo de enemigos contra los que luchamos), lo más recomendable será seleccionar el estilo de combate destinado a repartir golpes a gran escala, lo que nos mostrará a un Geralt de Rivia que agitará la espada de forma rítmica y letal alcanzando a todos los enemigos a su alrededor.
Este tipo de combate causa menos daño entre los enemigos, pero sí nos permite salir de situaciones complicadas. Por otro lado, si nos atacan enemigos de diversos tipos, lo más recomendable será el combinar los estilos ágiles y fuertes para ir matando a los contrarios uno a uno. En estos casos, la opción de pausar la acción pulsando únicamente la barra espaciadora resulta de lo más útil ya que gracias a la misma podremos organizarnos de una forma bastante sencilla.
Por último, en los combates también debemos tener en cuenta el ritmo de los golpes. Al iniciar un movimiento de ataque pulsando con el botón izquierdo del ratón sobre los rivales el puntero pasará a estar cubierto por una X. En determinados momentos este icono aparecerá con una llama a su alrededor, momento que deberemos aprovechar para volver a pulsar el botón izquierdo del ratón; de este modo, estaremos encadenando los golpes lo que, lógicamente, mejorará notablemente nuestra eficacia en combate. Además, dependiendo de lo bien que lo hagamos podremos llegar incluso a ejecutar movimientos letales que resultarán de lo más espectaculares: coger a un rival por la espalda y degollarle, decapitarlo, etc.
La magia también es útil
Conforme vayamos superando los desafíos que se nos planteen Geralt de Rivia adquirirá más y más experiencia que se nos mostrará en forma de medallones de varios tipos que después, cuando nos sentemos a meditar (momento destinado a dormir o descansar), podremos gastar adquiriendo nuevas habilidades para nuestro protagonista. En este sentido, la libertad que se nos otorgará resulta de lo más destacable, ya que podemos mejorar una gran variedad de atributos repartidos entre diversos apartados englobados en las propias estadísticas de nuestro héroe (su fuerza, inteligencia, etc.), las dos espadas, o los diversos sellos mágicos que podrá usar. Por lo tanto, podemos decidir mejorar una gran variedad de parámetros relacionados con la fuerza de nuestro héroe, o centrarnos en un estilo de combate concreto (podemos mejorar el estilo fuerte en la espada de plata, pero no así en la restante).En lo referente a estos poderes mágicos, también resultarán fundamentales en determinadas batallas ya que nos pueden salvar la vida en las situaciones más dificultosas. De este modo, podemos usar un aura protectora que nos salvaguarde de las estocadas enemigas, o usar una fuerza de energía que lance a los rivales por los aires. Lo destacable es que las combinaciones que podremos llevar a cabo serán de lo más interesantes, pudiendo por ejemplo derribar a los contrarios con la citada honda de energía y luego, en el suelo, clavarle la espada para eliminarlo de forma inmediata. Sin embargo, podemos optar por no perfeccionar este tipo de habilidades y centrarnos solo en el combate con armas, lo que vuelve a destacar la enorme libertad con la que nos encontraremos a la hora de afrontar la aventura.