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Género/s: Arcade / Plataformas 2D
Fecha de lanzamiento:
PC:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Evil Empire
Producción: Ubisoft
Distribución: Steam
Precio: 19,99 €
Jugadores: 1
Formato: Descarga
Textos: Inglés
Voces: -
Online: -

Impresiones The Rogue Prince of Persia, un roguelite con una base muy prometedora y un largo camino por delante

Probamos la versión de Acceso Anticipado de The Rogue Prince of Persia, un roguelite tremendamente prometedor creado por los responsables de las últimas expansiones de Dead Cells.
Versión PC.

Que en un mismo mes se hayan juntado las versiones de Acceso Anticipado de dos roguelite tan importantes y esperados como Hades 2 y The Rogue Prince of Persia es, desde luego, una coincidencia de lo más interesante. Si bien muchos todavía estamos completamente absortos en nuestra lucha contra Cronos, hoy nos toca hablar del regreso de la veterana saga de Ubisoft, un título muy prometedor que llega avalado por Evil Empire, los responsables de las últimas expansiones del impecable Dead Cells.

Hace unas semanas os contamos lo mucho que nos había gustado nuestra primera y breve toma de contacto con él, aunque ahora hemos podido jugar a fondo la misma versión que podéis adquirir a partir de hoy mismo, lo que nos ha permitido hacernos una mejor idea de qué es lo que podemos esperar de él y de su estado actual.

Un nuevo roguelite con una base muy sólida sobre la que construir

Para asegurarnos de que no haya dudas, volvemos a repetirlo: The Rogue Prince of Persia se lanza como un juego de Acceso Anticipado que todavía está en desarrollo quedándole aún un largo camino por delante a tenor de lo que hemos podido apreciar.

La historia nos narra cómo el Príncipe desata la ira de los hunos sobre la capital de su reino, por lo que nos tocará ayudarle a acabar con ellos para reparar su error.

Así pues, estamos ante un juego de plataformas y acción en 2D con niveles generados procedimentalmente en el que debemos intentar llegar hasta el final de una sola sentada, pues morir equivale a perderlo todo y tener que volver a empezar desde el principio. Por supuesto, durante nuestras partidas podemos conseguir una serie de recursos permanentes que se conservan de un intento a otro y con los que podemos fabricar armas y artefactos que pueden aparecer durante nuestras siguientes aventuras, lo que va abriendo nuestras posibilidades jugables y facilitando las cosas poco a poco. De igual modo, también es posible desbloquear nuevos biomas alternativos para tener varias opciones entre las que elegir a la hora de avanzar, animándonos de este modo a que variemos nuestra ruta para hacer nuevos hallazgos y descubrimientos.

Al tratarse de un juego que todavía está en una fase temprana de desarrollo, ahora mismo el contenido puede resultar escaso para los estándares del género y hemos llegado a echar de menos una mayor variedad de armas y enemigos, así como biomas con diferencias más notables. Sí, cada región suele introducir algún rival nuevo y alguna mecánica que no está presente en las demás, pero la sensación que nos han dejado es la de que todavía necesitan bastante trabajo si Evil Empire quiere hacer de cada una de ellas una experiencia única.

Del mismo modo, es de esperar que durante los próximos meses se realicen multitud de ajustes de equilibrio, ya que a día de hoy nos parece un juego fácil para lo que este tipo de aventuras nos tienen acostumbrados. Ojo, no se trata ni mucho menos de un paseo y los errores se castigan con relativa dureza, pero llegar al final por primera vez no debería llevaros más de unos pocos intentos a poco que se os den bien los juegos de plataformas.

Cada bioma tiene pequeños elementos reconocibles que les dan personalidad, aunque todavía no están tan bien diferenciados como, por ejemplo, en Dead Cells.

Ahora bien, si hay algo de lo que ya puede presumir The Rogue Prince of Persia es de tener una base jugable tremendamente divertida, bien diseñada y muy sólida sobre la que construir. Los controles son una delicia y moverse por los escenarios se convierte en una experiencia indescriptiblemente gratificante gracias a las animaciones y a los movimientos del Príncipe, pudiendo escalar por paredes (incluyendo las que veamos en los fondos) e interactuar con todo tipo de elementos para usarlos como puntos de apoyo o plataformas improvisadas.

Lo mejor es que todas estas acciones las iremos encadenando con total naturalidad y de manera instintiva, lo que se traduce en que las partidas tengan un ritmo perfecto en el que nunca vamos a estar quietos y donde todo fluye con muchísimo estilo. Evidentemente, esto no solo incluye avanzar y "plataformear", sino también combatir, ya que los niveles están repletos de enemigos con los que tendremos que lidiar, pudiendo esquivar, realizar combos básicos, desatar ataques especiales cargados y dar patadas.

Esta última acción nos ha sorprendido por lo tremendamente importante que es y la cantidad de opciones que nos dan para afrontar los combates, pues al dar una patada empujaremos al enemigo y si este impacta contra un obstáculo u otro rival, quedará aturdido. Es más, un buen método para romper escudos suele ser pegarle una patada a un adversario que no tenga para que se estampe contra uno que sí, aportando una pequeña capa de profundidad a los enfrentamientos, ya que un buen posicionamiento es fundamental, a la par que priorizar con cabeza nuestros blancos. Obviamente, huelga decir que si empujamos a alguien contra un abismo, contra una trampa o contra pinchos, morirá automáticamente, por lo que los escenarios también tienen una importancia capital a la hora de pelear.

A los mandos es un juego tremendamente gratificante y divertido.

Como decimos, jugar a este spin-off es un auténtico gustazo a los mandos y el desplazamiento no podría estar mejor resuelto para que la acción, las plataformas y las trampas se conjuguen de manera impecable. ¿El resultado? Una aventura que, a la hora de jugar, es puro Prince of Persia. De hecho, aquí el "plataformeo" está mucho más presente que en otros títulos del género, lo que incluye salas con desafíos opcionales repletas de trampas que nos obligan a encadenar con precisión multitud de acrobacias sin llegar a pisar el suelo hasta llegar a nuestro objetivo, unos momentos que nos han parecido divertidísimos de jugar y que suelen tener recompensas nada despreciables.

Otro punto a destacar son los jefes. Sí, ahora mismo hay muy pocos, pero nos han ofrecido unos combates muy bien diseñados, variados y con unos patrones de ataque bastante bien planteados. No son nada difíciles, pero nos lo hemos pasado genial haciéndoles frente, pues para derrotarlos no nos bastará con ser buenos esquivando y encontrando los momentos adecuados para atacar, ya que el "plataformeo" también está muy presente al pelear contra ellos.

A nivel gráfico también nos ha acabado gustando más de lo que pensábamos en un primer momento. Como podéis ver por las imágenes, la dirección de arte es muy peculiar y se inspira en las miniaturas persas y en las novelas gráficas francesas, lo que hace que todo tenga un colorido muy único y unos diseños que se salen de lo que suele ser habitual, pero que tras jugar un par de partidas acaba convenciendo y dejándonos estampas realmente bonitas.

No es ningún prodigio técnico, ya que los modelados y los fondos son muy sencillos, pero es uno de esos juegos en los que lo artístico lleva todo el peso de su apartado visual. Eso y las animaciones, que son una delicia. Más allá de lo estético, esta apuesta que se ha hecho también tiene otra razón de ser: conseguir que cada momento de juego sea perfectamente legible para el jugador, algo que cumple de sobra. Como hemos comentado, nuestras aventuras suelen desarrollarse a gran velocidad y rara vez pararemos quietos, por lo que siempre están ocurriendo muchas cosas en pantalla mientras nos desplazamos rápidamente de un sitio a otro. A pesar de ello, nunca hemos tenido problemas para seguir la acción, lo que habla muy bien del trabajo realizado por Evil Empire.

Eso sí, nos toca comentar que hemos sufrido una gran cantidad de cuelgues y cierres inesperados que nos han echado al traste unas cuantas partidas, ya que el sistema de guardado todavía tiene mucho que mejorar y solo es capaz de guardar el inicio del bioma en el que nos encontramos cuando salimos del programa. Estas cosas son normales en un juego que está todavía en desarrollo, pero que debéis saber si pretendéis invertir vuestro dinero en haceros con él.

La dirección de arte puede resultar un poco chocante de primeras, pero una vez te acostumbras acaba convenciendo.

Donde sí que no se puede poner ni una sola pega es en su banda sonora: simplemente maravillosa. Las composiciones tienen una clara inspiración arábica y nos regalan unas melodías muy evocadoras que ambientan de auténtico lujo nuestras andanzas, incluyendo entre ellos algunos temas que son simple y llanamente preciosos que nos han hecho detenernos para escucharlos en toda su gloria. Los efectos también cumplen y no hay doblaje de ningún tipo. Por cierto, los textos están, de momento, en inglés.

El largo viaje del Príncipe de Persia hasta su lanzamiento final

The Rogue Prince of Persia es un juego muy prometedor que todavía está dando sus primeros pasos. Lo más difícil lo tiene ya hecho, que es ofrecernos una jugabilidad a prueba de bombas que convierte cada partida en una experiencia tremendamente divertida y gratificante, por lo que ya solo le queda afinar con más contenidos, biomas más diferenciados, una mayor variedad de enemigos y más armas y opciones para construir a nuestro personaje. Tenemos muchísimas ganas de ver cómo va a evolucionar este proyecto, ¿conseguirá codearse con los grandes del género cuando en un futuro alcance su versión final? Es pronto para decirlo, pero desde luego, tiene potencial de sobra para conseguirlo.

*Hemos escrito estas impresiones tras descargar la versión de Acceso Anticipado con un código de descarga para Steam que nos ha facilitado Ubisoft. Hemos jugado en un ordenador con un procesador AMD Ryzen 5 3600 y una tarjeta gráfica NVIDIA GeForce RTX 3080 Ti.

Redactor