Corría el año 1994 cuando Sid Meier lanzaba al mercado Colonization, un nuevo título de su aclamada franquicia Civilization que había acaparado muy buenas críticas por parte de la prensa y público en general. Ahora, casi quince años después, Firaxis recupera este clásico con un remake que pretende darle un completo lavado de cara que sirva como perfecto escaparate para que tanto el público fiel a la saga como los no iniciados se acerquen a este adictivo género.
Colonization a grandes rasgos es un juego de estrategia que nos presenta el inexplorado Nuevo Mundo a finales del siglo XV y nos da la oportunidad de gestionar nuestra propia comitiva con el objetivo de alcanzar un asentamiento estable en estas tierras para, con el tiempo, lograr alcanzar la independencia de Europa y formar un estado autónomo.
Por supuesto, y como es imperativo en todo juego de esta compañía, lo que en un principio puede parecer una tarea sencilla acaba mostrándose como una experiencia tan compleja y profunda como entretenida.
Hemos tenido la oportunidad de probar una versión preliminar del juego en la que nos hemos centrado en conocer el modo para un jugador (el juego final también incluirá modo online multijugador). Nuestra partida comienza con la elección del escenario, teniendo en nuestro caso dos opciones para elegir, una que corresponde a una masa de tierra formada por dos grandes bloques que vendría siendo el continente americano, y otra segunda opción en la que podremos realizar la conquista de un escenario plagado de islas que simulan la zona caribeña. En ambos casos los escenarios son generados de forma automática por lo que no habrá dos partidas iguales.
Una vez tengamos el escenario el siguiente paso nos llevará a elegir la nación por la que lucharemos. Las opciones en este caso serán cuatro: españoles, franceses, alemanes e ingleses. A su vez, cada nación nos ofrece dos personajes históricos a elegir, por ejemplo en el caso de España podremos contar con el beneplácito de Simón Bolivar o Jose de San Martín. Esta elección es importante dado que cada nación nos ofrece un bonus especial, y a su vez cada personaje histórico otra, por lo que según nuestra estrategia en la partida quizás nos convenga más comenzar con uno u otro.
Con todo esto ya podemos iniciar la partida. Y como es habitual, lo haremos empezando con un simple barco y un par de tropas colonizadoras en las cercanías de la costa americana. Una vez seleccionada la región en la que realizaremos el desembarco inicial, tendremos que buscar un punto para formar nuestra primera ciudad. Los fans de Civilization ya lo sabrán, pero no está de más recordar que de nuevo será esencial elegir un punto de creación de ciudad elegido con cuidado pues dependiendo de las zonas adyacentes tendremos mejores o peores producciones de distintos elementos.
Con nuestra primera ciudad en marcha da comienzo la aventura. En este sentido, Colonization es un juego notablemente diferente a otros episodios de la saga, pues aquí tendrá un papel primordial la gestión de recursos y no tanto la estrategia militar que mantendrá un rol secundario hasta bien avanzada la partida debido a que en principio, y salvo que nosotros busquemos lo contrario, ni las colonias americanas ni los otros tres países conquistadores tendrán la menor intención de buscar una confrontación bélica en primera instancia.
Por otro lado, una de las peculiaridades del juego será que tendremos una relación muy estrecha con nuestro monarca en Europa. De este modo será un pilar del juego la correcta gestión del mercado entre ambos continentes, por lo tendremos siempre un barco que nos servirá para transportar mercancías de una parte del charco a la otra, con lo que conseguiremos tanto beneficios económicos vendiendo nuestras recolecciones como nuevos y deseados materiales comprados al viejo continente. Pero esta comunicación no sólo nos servirá para modificar nuestra economía, sino que en Europa también podremos comprar nuevos habitantes que se unan a nuestra causa a cambio de una cantidad de oro o, lo que es más importante, acercarnos al muelle y recoger emigrantes que intentan abandonar el país por ejemplo por ser perseguidos por sus creencias religiosas y que intentan empezar una nueva vida.
Sin embargo el rey no se quedará quieto viendo cómo nos lucramos sin prestarle su parte del bote, por lo que nos exigirá que le paguemos un tanto por cierto de tasas por cada actividad económica que realicemos, aumentando sus peticiones conforme avance la partida. Este factor es una de las claves que nos animará a intentar formar cuanto antes una red de ciudades estable que nos permita independizarnos de nuestro país de origen para quedarnos así todos los beneficios para nosotros mismos, tarea que no será nada fácil.
Por lo tanto queda claro que el mercadeo es un factor decisivo en este juego, hecho que se ve agravado por las limitaciones en nuestros almacenes que nos causarán pérdidas de materiales si alcanzamos su capacidad máxima y no conseguimos darles una salida eficiente. Pero no sólo Europa estará escuchándonos sino que los propios pueblos indígenas estarán encantados de negociar con nosotros. En nuestra mano estará intentar aprovecharnos de su teórica ingenuidad o realizar tratos justos para ambos. Además de esto la relación entre pueblos irá más allá; por ejemplo podremos instalar un monje en un pueblo indio especializado en el cultivo del tabaco para que nos enseñen sus técnicas, y así conseguir finalmente un experto plantador de tabaco para nosotros.
Cabe destacar que de nuevo, la diplomacia será un arma de doble filo que si usamos de forma inteligente nos puede dar grandes alegrías y que, para seguir con la tradición, tendrá una gran profundidad pudiendo hacer tratos de todo tipo. La parte bélica, pese a ser de menor importancia, también estará presente con combates tanto terrestres como marítimos gracias a las diversas unidades disponibles como caballería, soldados, fragatas, etc., las cuales podrán recibir mejoras bien explorando nuevos territorios o bien saliendo victoriosos de sus enfrentamientos.
Respecto al apartado técnico, el juego presenta una apariencia similar a las últimas expansiones de Civilization IV, aunque con ligeras mejoras gráficas visibles sobretodo en la costa marítima que luce mejor que nunca gracias a un uso lumínico muy vistoso. Sigue sin ser un juego puntero pero luce de forma excelente para lo que pretende mostrar y esto permite que siga siendo un juego accesible hasta para equipos más modestos.
En resumen, la primera toma de contacto seria con Colonization ha sido realmente buena. El juego presenta un reto constante y cumple con el la conocida frase de Firaxis de "sólo un turno más", ya que siempre estaremos a un par de turnos de completar un nuevo objetivo y entonces surgirá otro nuevo que nos animará a jugar un poco más. A falta de probar el modo multijugador, ya sólo con la parte para un jugador podemos asegurar que este título resulta una compra imprescindible para cualquier amante de la buena estrategia, y una recomendación para quien quiera iniciarse en el género ya que el título presenta gran variedad de modos de dificultad y una curva de aprendizaje bien llevada. La salida del juego está prevista para finales del mes de septiembre.