Tras más de cinco entregas numeradas, multitud de expansiones y de spin-offs, la saga Civilization pedía a gritos un cambio de aires, algo que le permitiera reinventarse a la vez que mantenía sus bases de toda la vida. Para ello, Firaxis ha dado con una solución que si bien al principio nos pilló a muchos con el pie torcido por la sorpresa, lo cierto es que tras haberlo podido probar en profundidad nos ha parecido un gigantesco acierto: llevarnos a colonizar planetas en un futuro en el que la Tierra está moribunda.
Por lo tanto, la clásica ambientación histórica de la saga aquí deja paso a la ciencia ficción, algo que ha permitido al estudio incluir multitud de novedades, aunque manteniéndose fiel a su legado. Así pues, lo primero que tendremos que hacer será configurar nuestra partida, escogiendo nivel de dificultad, velocidad de juego, a nuestro mecenas (ahora representados en forma de grandes compañías), elegir colonizadores, nuestra nave espacial y nuestra carga. Todo esto nos dará diversas ventajas, tanto de forma permanente como temporal y así ayudarnos al principio.
Una vez hecho todo esto solo nos quedará un último paso antes de dar comienzo nuestra aventura: escoger el planeta que queremos colonizar. Hay una amplia lista de ellos, cada uno con sus propias características a tener en cuenta y en el caso de que no nos guste ninguno de los que vemos podremos darle a una opción para que se genere una lista nueva. Si ya somos unos expertos en la saga y queremos un buen desafío, también existen una serie de mundos mucho más peligrosos y difíciles de explorar, así que al final la elección será nuestra.
Ya con todos los preparativos hechos, es cuando comienza la partida con nosotros llegando en nuestra nave hacia un planeta desconocido y cuyo terreno está dividido por casillas, aunque no veremos más que niebla y nos tocará mandar a un explorador a ir descubriendo terreno. Como siempre, estamos ante un juego de estrategia y gestión por turnos con una enorme cantidad de opciones posibles, algo que se ha intentado paliar incluyendo un asistente personal que nos irá enseñando a jugar mientras nos da todo tipo de consejos para que no andemos muy perdidos (los más veteranos podéis estar tranquilos, que se puede desactivar). Además, también existe una completa enciclopedia de términos que podemos consultar en cualquier momento, ya sea para informarnos sobre sus mecánicas, la historia de las facciones o lo que sea que necesitemos saber sobre el juego.
La interfaz al principio puede abrumar un poco ante toda la información que presenta, pero está muy bien planteada y una vez nos hacemos a ella resulta tremendamente cómodo moverse por ella, ya que siempre nos indicarán todas las acciones posibles que tendremos a nuestra disposición en cada turno antes de que lo demos por finalizado, como dar órdenes a unidades que estén paradas sin hacer nada, tomar decisiones ante eventos inesperados, construir o investigar algo cuando podamos, etcétera, por lo que siempre aprovecharemos todos nuestros turnos al máximo asegurándonos de no dejarnos nada.
A medida que exploremos el planeta iremos descubriendo diversas especies alienígenas (las cuales variarán dependiendo del mundo escogido), irán llegando otros colonos, iremos extendiendo nuestras tierras, descubriremos todo tipo de lugares interesantes, y, en definitiva, se irá desarrollando la partida. La fauna de cada planeta es muy variada y tenemos que tener mucho cuidado con ella, ya que nos encontraremos tanto especies agresivas como otras más calmadas y pacificas.
Por supuesto, los momentos más interesantes de la partida los encontraremos cuando tengamos que tratar con el resto de colonos, intentando negociar con ellos, creando rutas comerciales, colaborando o incluso declarándoles la guerra cuando se extralimiten (o simplemente porque nos apetezca acabar con ellos). Cada acción tiene su consecuencia y la sensación de estar explorando y colonizando un planeta extraterrestre está muy conseguida.
Eso sí, la parte de gestión también resulta muy atractiva, ya que tenemos a nuestra disposición muchísimas mejoras y habilidades para investigar, con las que obtener todo tipo de ventajas con las que salir al paso y especializarnos. También se ha incluido una nueva característica que nos permitirá ir evolucionando hacia tres afinidades distintas según lo que investiguemos o construyamos, aunque las decisiones que tomemos también afectarán a esto.
Las afinidades en cuestión son Pureza (se mantienen los valores de la antigua Tierra), Supremacía (con la que llevaremos la tecnología un paso más allá para alcanzar un nuevo tipo de humanidad y Harmonía (con la que aprenderemos del planeta al que lleguemos para adaptarnos a él). Tal y como era de esperar, cada una de estas afinidades nos darán unas ventajas únicas u otras a medida que las vayamos subiendo de nivel.
Gráficamente el juego no es ninguna maravilla, cuenta con un buen apartado artístico y se nota que tiene detalles muy cuidados, aunque no esperéis modelados de última generación, texturas con una resolución altísima o efectos deslumbrantes, ya que aquí lo que veréis la mayor parte del tiempo será un mapa con diversos elementos sobre él. El sonido por su parte sí que nos ha gustado bastante, especialmente en lo referente a la banda sonora, que mantiene un toque de ciencia ficción y aventura que le sienta como anillo al dedo. El doblaje en español, por otra parte, es simplemente correcto.
Hasta ahora solo nos han permitido jugar 200 turnos, por lo que no hemos podido participar en una partida demasiado avanzada (pueden parecer muchos, pero se suceden a toda velocidad y en dos horas están más que hechos) como para ver cómo se comporta el juego a largo plazo, aunque lo que hemos visto hasta ahora nos ha gustado mucho. Se mantiene la sensación de estar jugando a un Civilization, pero a la vez también se siente como algo nuevo y fresco, y la presencia de novedades como los alienígenas y la exploración de distintos tipos de mundos le sientan realmente bien. Así pues, ya solo queda esperar al mes que viene para hacernos con él y comenzar a colonizar el universo para descubrir hasta dónde es capaz de llegar.