En la última década Frogwares se ha labrado un nombre con sus aventuras de investigación de presupuesto medio, títulos AA que han conseguido un público fiel y atraer a algunos curiosos. Los veteranos creadores de la saga Adventures of Sherlock Holmes llevan unos años aumentando sus ambiciones, jugueteando con el mundo abierto en The Sinking City y en la reciente precuela Sherlock Holmes: Chapter One. Pero inevitablemente la invasión rusa ha provocado que el estudio ucraniano tenga que revisar sus planes. Los desarrolladores, apoyados por sus compañeros de Dublín, lidian cada día con cortes de luz, de internet y de calefacción.
Ante la inestabilidad, han replanteado su hoja de ruta interna para priorizar el título que nos ocupa, un proyecto más fácil de planificar que el nuevo juego de mundo abierto que también tienen en los fogones. Se trata de Sherlock Holmes: The Awakened, un remake con cambios visuales, jugables y argumentales de una de sus obras más queridas por su particular ambientación, pues mezcla las tramas detectivescas del personaje creado por Arthur Conan Doyle con el tono inquietante y la locura del terror cósmico de H.P. Lovecraft, aquí materializados en experimentos, sectas y el propio Cthulhu. Tras una muy exitosa campaña de micromecenazgo en Kickstarter para financiar las últimas etapas del título, Frogwares se prepara para estrenar la obra a finales de febrero o en marzo (la situación no permite concretar una fecha) en PC, PS5, Xbox Series, Nintendo Switch, PS4 y Xbox One. En Vandal nos hemos sumergido durante alrededor de una hora en esta aventura de investigación, y a continuación os contamos qué nos ha parecido.
Investigación y terror cósmico
En el plano argumental, The Awakened nos pone en la piel de Holmes y Watson (la historia marca la alternancia en el control de ambos) en su primer gran caso conjunto: una investigación aparentemente simple de una persona desaparecida acaba desentrañando una secta mezclada con los dioses primigenios.
Los dos cerebritos se sumergen en unas pesquisas que les harán viajar por medio mundo en búsqueda de información: el Londres victoriano, un psiquiátrico suizo, los pantanos de Nueva Orleans, las Tierras Altas de Escocia y otros lugares.
La trama en general es la misma, pero Frogwares ha realizado cambios aquí y allá: algunos diálogos son diferentes, hay misiones secundarias totalmente nuevas, el final tiene ciertos retoques… El objetivo es doble. Por un lado, profundizar en la relación entre Holmes y Watson. Por otro lado, incidir en el efecto que la investigación de estos acontecimientos con tintes sobrenaturales ha tenido en la personalidad de los detectives. La meta final es que este título se perciba como una continuación natural de Chapter One y como un predecesor del resto de adaptaciones de Sherlock Holmes del estudio, donde ya muestran al genio inglés como un tipo "roto y afligido".
La demo nos ha colocado en mitad de esta historia al permitirnos jugar el arranque del tercer capítulo. Holmes y Watson se infiltran, con distintos métodos, en un psiquiátrico suizo que tiene bastante que ver con las desapariciones; aquí, por cierto, empezamos controlando al Doctor, y las decisiones en las conversaciones marcan el devenir del detective en la siguiente escena. Desde el primer momento llama la atención el tono de la aventura, una mezcla de investigación racional y situaciones extrañas e inquietantes que casan muy bien. The Awakened es siniestro, oscuro. Las charlas con algunos de los internados en el deplorable manicomio van más allá de la representación errática habitual de las enfermedades mentales en la ficción; están rodeadas de una fina capa terrorífica que anticipan un descenso paulatino a la propia locura de Holmes.
El palacio mental de Holmes
En lo jugable, esta premisa se traduce en una aventura centrada en la exploración, la investigación, la conversación, la recopilación de pistas y la deducción a través de un sistema curioso y aparentemente profundo, pero en la práctica bastante rígido. Así, a cada pocos pasos nos encontramos con un muro que impide nuestro avance: un guardia que sortear, una interna que no responde a nuestras preguntas, o una puerta que no se puede abrir con el minijuego de cerraduras, más que correcto.
En todo ello tiene que ver el palacio mental del protagonista. Debemos investigar de cabo a rabo cada una de las estancias, por las que nos movemos con una nueva cámara en tercera persona adaptada a los tiempos modernos. Hay que leer documentos, analizar objetos, fijarnos en mecanismos, estudiar los elementos en una mesa, y por supuesto, charlar con los personajes que lo permitan. Además, hay secciones donde se representan las capacidades deductivas de Holmes: al entrar en una visión de detective podemos fijarnos en marcas de sangre en la pared o reconstruir lo que ocurrió en un lugar con hologramas superpuestos al entorno; en este último caso se nos dan varias posibilidades entre las que elegir, pero solo hay una manera correcta de establecer la cadena de acontecimientos.
Todos esos datos se almacenan como pistas que después pueden tener uso, o no. El juego indica cuándo hemos aglutinado las suficientes para pasar a la fase deductiva. En ese momento podemos acceder al mencionado palacio mental desde el menú. Ahí conectamos el misterio que nos toca resolver (cómo librarnos del guarda, por ejemplo) con las pistas que tenemos (un bote de medicina, un tubo metálico, un documento que explica los efectos de esa medicina…), y al acertar podemos pasar a la acción. Los errores no se penalizan, pero dar con la respuesta correcta a la primera otorga puntos de bonificación que permiten conseguir objetos cosméticos. Así, la mecánica logra en parte que nos sintamos como detectives, pero también se percibe muy rígida porque no se tiene en cuenta la posibilidad de llegar a conclusiones erróneas.
Una producción mediana con detalles vistosos
La factura técnica también se queda a medias. Es un título muy detallista en la ambientación. Los escenarios están, por lo general, muy bien decorados, y el diseño de los personajes, especialmente el rostro de los protagonistas y su vestimenta, roza un alto nivel. Sin embargo, las animaciones corporales y faciales, junto a un sistema de iluminación algo anticuado y unas texturas que contrastan entre lo importante y lo secundario, dejan ver que estamos ante una producción de presupuesto medio. Aunque, evidentemente, el remake (para el que se ha usado Unreal Engine 4) cambia mucho respecto al original de 2007: además de la nueva cámara, la interfaz se ha remodelado, las animaciones y los modelados de los personajes se han rehecho, y las escenas cinematográficas se han retocado con buen gusto. Por otro lado, los cambios en la historia han supuesto que el doblaje al inglés tenga que ser totalmente nuevo, y por supuesto, está bien traducido al español.
Sherlock Holmes: The Awakened no esconde sus limitaciones de juego de presupuesto medio, pero tiene mucho con lo que captar la atención de los seguidores de la saga de Frogwares, y también de los que no son tan fans. La premisa argumental y la ambientación es muy interesante al mezclar la trama del detective más famoso de la ficción con el terror cósmico y el tono inquietante de los escritos de Lovecraft. En lo jugable, aunque como juego de investigación se percibe rígido al compararlo con obras como Return of the Obra Dinn o The Case of the Golden Idol, tiene sistemas interesantes de eficacia probada. Por supuesto, que un juego así pueda salir en estos momentos de un estudio afincado en Ucrania es sorprendente, pero habrá que esperar un par de meses para ver si logra sorprender a los jugadores.
Hemos realizado estas impresiones tras probar una demo en PC con un código para Steam ofrecido por Wire Tap Media.