Es muy significativo de los cambios que recibirá New World cómo Amazon Games promociona su videojuego más exitoso. Lo que hasta hace unas semanas era un MMO se autodefine ahora como un "RPG de acción en mundo abierto". Seguirá teniendo lugar en un mundo con otros jugadores, por supuesto, y habrá una variedad de actividades multijugador JcE, JcJ y JcEcJ. Queda clara la intención del gigante tecnológico: New World: Aeternum no solo supone el desembarco el 15 de octubre en consolas PS5 y Xbox Series X (en PC será necesario tener el juego base y la expansión para disfrutar de este título), sino una renovación de arriba a abajo, desde la experiencia de entrada hasta el contenido de final de juego, pasando por el sistema de combate y hasta el tono en general.
Cambios de peso para acercar a un público más amplio un título que en su lanzamiento en 2021 consiguió aglutinar, gracias al hambre que había por un MMO diferente, a más de 900.000 jugadores concurrentes en Steam, pero cuya popularidad ha caído drásticamente: el pico en el último año ha sido de menos de 80.000 jugadores con motivo del lanzamiento de la expansión El alzamiento de los tierramarga y durante las últimas semanas ronda los 7000 usuarios simultáneos, una cifra pequeña para un mundo en línea persistente. Quizá por ello hayan decidido transformarlo. Por lo que pudimos comprobar de primera mano con una versión prebeta para Xbox Series X en el Summer Game Fest - Play Days a la que jugamos durante algo más de media hora, el primer contacto con New World Aeternum será familiar para cualquiera que haya jugado a un RPG de acción para un jugador.
Directos a la acción
De hecho, tiene un arranque muy bien medido, más propio de una aventura de acción que de un juego de rol online.
Creamos a nuestro personaje con un editor completo pero sencillo (no hay sliders ni tantas opciones que configurar a mano como en otros MMO) y elegimos entre los siete nuevos arquetipos (Soldado, Espadachín, Montaraz, Mosquetero, Mística, Ocultista y Destructor) que ofrecen diferentes estilos de juego entre los que cambiar en cualquier momento, cada cual con tres habilidades de comercio entre las que elegir, como minería y joyería.
Después de eso, no se detiene en pantallas explicativas ni en largas escenas cinematográficas. Nos dan el control directamente: somos uno de los pocos supervivientes de un naufragio y hemos acabado en la isla de Aetérnum, un lugar donde los muertos vuelven a la vida (la mayoría transformados en demonios, unos pocos conservando su ser) y en el que acabaremos descubriendo que un gran villano, la Tempestad, está reuniendo a sus demoníacas tropas para conquistar el mundo, algo que por supuesto deberemos evitar a lo largo de una campaña que entre el nivel 1 y el 65 ofrecerá una experiencia completamente renovada.
Tras nadar hasta la costa, brevísimos mensajes nos indican cómo equiparnos las armas que acabamos de obtener, y no tardamos en probar el nuevo sistema de combate, muy orientado a la acción directa, con cierto toque soulslike en el control. Podemos tener dos armas equipadas en cualquier momento, cada cual con tres habilidades activas además de los ataques normales, por lo que se promueve a ir variando entre unas y otras. Hay arquetipos que llevan espadas enormes, otras que se basan en hacer cortes ágiles y alejarse con el arco, los mosqueteros disponen de armas de fuego y quienes utilizan la magia disparan poderes elementales y crean áreas de distinto tipo. Las armas suben de nivel al utilizarlas y tienen su propio árbol de talentos, y los atributos elegidos (fuerza, destreza, concentración, etc.) se pueden restablecer en cualquier momento. A los mandos se percibe ágil y directo, pero la falta de contundencia de los ataques y la poca reactividad de los enemigos nos recuerdan que estamos ante un juego en línea.
Poco después de vencer al jefe del tutorial, mediante una de las muchas escenas cinematográficas con el motor del juego que veremos durante la campaña, se nos presenta uno de los personajes que nos guiarán durante nuestra aventura. Esto nos permitió ver el nuevo sistema de diálogos, con varias opciones entre las que elegir, y el gran cambio de tono: New World es ahora más colorido y más humorístico. Sin dejar de lado la gran amenaza que se cierne sobre este mundo, al menos en su arranque se dibuja como una aventura simpática de piratas que colaboran para hacer frente a los náufragos convertidos en demonios y al resto de peligros que les esperan en Aetérnum; nos recordó a una versión más oscura de Sea of Thieves.
Hecho a medida para el control con mando
Durante los siguientes minutos de la partida, además de enfrentarnos a más criaturas de distinto tipo, trasteamos con los sistemas de recolección, de caza y de fabricación: hace falta coger ramas y piedras para crear un cuchillo, y este es necesario para coger la carne de un jabalí que hayamos matado. Esto nos demostró el buen trabajo que se ha hecho para adaptar la interfaz y los controles al mando. Del mismo modo que el combate parece diseñado con las palancas y los botones en mente, todo lo que se refiere a la gestión, desde el inventario a los árboles de habilidades, pasando por los menús de fabricación y los mensajes emergentes, son, de nuevo, más similares a los de un RPG de acción para un jugador que a los de un MMO.
Conforme más explorábamos la costa de Aetérnum también nos dimos cuenta de por qué el título ha elegido dejar de lado el todavía amplísimo público que juega en PS4 y Xbox One. Quizá no sea así en la complejidad de los modelados o en algunas texturas, pero es un juego de última generación. Se nota en la frondosidad de la vegetación, en la distancia de dibujado, en los detalles de los efectos, y sobre todo en la iluminación y en los reflejos. En los últimos años hemos visto cómo se reducía la barrera visual que durante lustros ha separado a los MMO del resto de videojuegos. El de New World es uno de los mejores ejemplos.
Habrá beta cerrada en julio
Nos queda claro que New World Aetérnum tiene el potencial de convencer, al menos durante sus primeros momentos, a muchos jugadores que no están interesados en los MMO tradicionales. Se percibe como un RPG de acción para un jugador por el que pululan otros usuarios. Pero para lograr que se queden requiere que su campaña no abunde demasiado en las complejidades del género, y por supuesto, que la historia sea interesante y las misiones, variadas; recordemos que toda la experiencia hasta el nivel 65 se ha renovado.
Después, habrá mucho más que hacer. El contenido de final de juego también ha cambiado, y habrá mucho ahí: mazmorras y grandes jefes que superar en cooperativo, arenas 3 contra 3, un área JcJcE con mecánicas similares a las de un shooter de extracción, asaltos, invasiones, guerras de facciones y más. Se podrá probar a partir del 11 de julio, cuando comienza la beta cerrada confidencial para consolas a la que os podéis apuntar desde este enlace.
Hemos realizado estas impresiones tras probar una versión prebeta para Xbox Series X en Summer Game Fest - Play Days.