Desde que Blizzard creara Diablo y definiera con él su propia forma de hacer juegos de rol y acción (especialmente con su segunda parte), no son pocos los títulos que han intentado mantenernos pegados al monitor haciendo clicks a la vez que matamos infinitas hordas de monstruos y nos equipamos con objetos de todo tipo. Hasta la fecha, prácticamente ninguno de estos "imitadores" ha conseguido igualar los niveles de satisfacción que la saga del Señor del Terror ofrece, aunque juegos como Torchlight 2 o el reciente Path of Exile sí que han sabido convertirse en alternativas muy interesantes y completas.
Entre otros ejemplos ilustres nos encontramos con Titan Quest, un juego que seguía muy de cerca los pasos de Diablo pero en un mundo de fantasía que bebía directamente de las mitologías. Un título correcto, sin grandes alardes, pero que consiguió destacar y entretenernos lo suficiente como para justificar incluso el lanzamiento de una expansión.
Ahora, siete de sus creadores han formado un nuevo estudio independiente y se encuentran inmersos en el desarrollo de Grim Dawn, un juego con el que pretenden saciar nuestras ganas de aplastar cráneos de monstruos de diez en diez. Para ello, el equipo ha decidido unirse al programa de acceso anticipado de Steam, motivo por el cual ya hemos podido probar sus dos primeros actos y hacernos una idea de lo que ofrecerá.
En esencia se trata de un juego de rol y acción con un desarrollo extremadamente clásico. Es decir, nos mandarán diversos encargos que nos llevarán a explorar todo tipo de mapas mientras acabamos por el camino con innumerables criaturas. Nos moveremos a base de clicks con una perspectiva aérea, de la misma forma también atacaremos y con los números realizaremos nuestras habilidades y usaremos los objetos de forma rápida.
El inventario está dividido por casillas y cada objeto que consigamos ocupará un determinado número de ellas, haciéndonos jugar un poco al Tetris para optimizar el espacio lo máximo posible. Además, también habrá portales entre los cuales nos podremos mover para ahorrarnos pateos innecesarios.
Como podéis ver, no hay muchos cambios respecto a lo visto ya en otros juegos del género. De hecho, es un título muy tradicional en todos sus aspectos y, a veces, demasiado genérico. Esto último se nota especialmente en los monstruos a los que nos tendremos que enfrentar: nada originales y muy poco interesantes. Es algo que le quita mucho encanto al hecho de acabar con ellos, y en consecuencia, le hace perder interés.
En cuanto a nuestro personaje, este siempre tendrá el mismo aspecto cuando lo creemos y solo podremos escoger entre si queremos que sea hombre o mujer. Una vez comencemos a subir niveles será cuando podamos decidir la clase que queremos que sea para empezar a obtener las técnicas de su árbol de habilidades.
Lo interesante es que cuando lleguemos a cierto nivel también podremos escoger una clase secundaria, lo que nos dará mucha versatilidad a la hora de construir a nuestro personaje, especialmente si consideramos que también nos tocará elegir las estadísticas que queremos subirnos. Este es uno de los aspectos que más nos han gustado del juego, ya que nos da mucha libertad para personalizar a nuestro héroe, y eso en un título de este estilo siempre es algo que se agradece mucho.
Por otro lado, uno de los aspectos que más nos han sorprendido ha sido su dificultad, algo por encima de la media habitual, con unos monstruos duros, que aguantan bastante y capaces de bajarnos la vida a cero si nos despistamos. Eso sí, el número de enemigos que veremos simultáneamente en pantalla nunca es demasiado alto y la velocidad a la que se desarrolla la acción es algo lenta, especialmente si la comparamos a la de otros juegos.
Una característica que merece la pena destacar es que hay ciertas misiones que nos permitirán tomar decisiones, cada una con sus propias consecuencias, lo que nos permitirá hacer que algunos personajes sobrevivan (o no) para que ayuden en el desarrollo del pueblo principal. También existen varias facciones con las cuales podremos ganar reputación para desbloquear nuevas misiones y líneas argumentales alternativas por si nos cansamos de seguir únicamente la historia principal.
Ya que hablamos del argumento, comentar que este no resulta especialmente interesante. Somos el típico héroe amnésico que tiene que ayudar a un pueblo medieval en una era en la que los zombis, los espíritus y los monstruos campan a sus anchas por la tierra destruyéndolo todo. Por el camino iremos descubriendo nuevos detalles sobre nuestro pasado, sobre el mundo del juego y sobre la plaga de maldad que lo está asolando. De momento, por lo que hemos podido ver en los dos primeros actos, no nos han llamado demasiado la atención ni sus personajes, ni el guion, ni su narrativa.
En lo que respecta a su apartado gráfico, decir que no se trata de un título especialmente potente. De hecho, gran parte de la tecnología que usa pertenece a la vista en Titan Quest, por lo que ya tiene unos años a sus espaldas. Eso sí, su rendimiento es muy bueno (incluso para tratarse de una alfa) y tiene algunos efectos muy llamativos. Aquí también nos gustaría destacar su apartado artístico, el cual nos planta en un mundo tremendamente oscuro, sucio, desolado y donde la sangre lo salpica todo. Eso sí, los diseños de los personajes, monstruos, armas y equipo no están demasiado inspirados.
Finalmente, en lo que al sonido se refiere, el título hace gala de una banda sonora poco variada, que simplemente se limita a ambientar y que no llega a destacar demasiado en ningún momento. Por otra parte, los efectos, como casi todos los apartados del juego, se limitan simplemente a cumplir sin demasiados alardes.
Grim Dawn es un juego que todavía está en una fase de su desarrollo muy temprana y que todavía tiene muchísimas cosas que pulir y mejorar si quiere tener alguna oportunidad frente a los actuales referentes del género. A pesar de ello, cosas como su sistema de progresión de personajes demuestran que hay un trabajo detrás y, a pesar de lo que podría parecer, consigue entretener, por lo que si sois aficionados al género, quizás os merezca la pena no perderle la pista para ver cómo evoluciona.