Los éxitos de Super Smash Bros. y Mario Kart son muy tentadores para editoras y dueñas de licencias conocidas. Basta con tomar una idea, diferenciarla en mayor o menor grado de la fuente y poblarla de personajes que no necesitan presentación. Nickelodeon All-Star Brawl, Brawlhalla y Multiversus son ejemplos del primer juego, mientras que Team Sonic Racing, Crash Team Racing Nitro-Fueled, Chocobo GP proponen competiciones de carreras arcade y desenfadadas. Y si hay alguien que tiene personajes de fama global para dar y tomar, esa es Disney.
Disney Speedstorm se lanza este año en PC, Nintendo Switch, Xbox One, PS4, Xbox Series X|S y PS5 de la mano de Gameloft Barcelona, un equipo con experiencia en el género gracias a la saga Asphalt. Hay un gran punto a favor del juego que lo distancia de la competencia: se estrenará con un modelo gratuito. Nosotros ya hemos probado su beta cerrada.
¡Aparta de mi camino, Donald!
Es difícil evitar las menciones a Mario Kart y otros juegos del estilo porque es sencillamente la mejor manera de describir la base de Disney Speedstorm. Como podrás imaginar, hablamos de carreras en diversas pistas inspiradas en las películas de Disney, unificadas un poco en estilo para que el recorrido de Piratas del Caribe no desentone con el de La bella y la bestia, El libro de la selva o Hércules. Naturalmente la selección de pilotos abarcará personajes de Disney y Pixar, desde Mickey y Donald a Mulán, Mowgli, Jack Sparrow, Bella, etc. -en general, dos por licencia-. Esta plantilla y contenido se ampliarán en el futuro con actualizaciones, así que no te preocupes si echas en falta tu clásico favorito de la factoría del ratón porque es posible que llegue más adelante: ¿cómo van a faltar Simba o Woody o Buzz Lightyear?
Los circuitos están bastante animados, con efectos y algunas trampas que añaden más picante a la fórmula, mientras que el control es muy sencillo. Ninguna sorpresa aquí: está diseñado para que cualquiera pueda coger el mando y empezar a jugar con una curva de aprendizaje mínima, con saltos para esquivar obstáculos y el uso del derrape para tomar curvas con estilo como aspectos más destacables. Si has jugado a uno de los títulos mencionados u otros, como el divertido Hot Wheels Unleashed, te resultará fácil empezar a ganar las carreras contra la IA. La única pega temprana que podríamos poner es que la música cae en un estilo genérico dubstep, no malo –sube la emoción de las carreras- pero que no identificamos mucho con las melodías de las películas Disney, ni siquiera parece una remezcla de los temas más míticos.
Estas pistas cuentan con abundantes bifurcaciones que más que atajos son alternativas para progresar por una u otra ruta. Quizás el circuito muestra un desvío, prefieras recoger ítems o deslizarte por una barandilla; todas estas opciones están bien visibles y en la mayoría de ocasiones podrás elegir qué camino tomas sin ningún problema. A veces te interesa perseguir al personaje que va en cabeza, y en otras prefieres el trazado menos concurrido para evitar cualquier problema que afecte a tu partida.
Hay una pequeña dosis de combate con vehículos más allá de la gestión de los nitros. Nuestra elección de personaje no debería depender del cariño que tengamos a sus películas, pues cada uno tiene un set de habilidades que los define en distintos estilos de juego, como los que están orientados a la velocidad, a la defensa, los derrapes o el combate. Dependiendo de la manera que tengamos de competir interesará más uno u otro, y conseguirán turbos con las acciones de su categoría.
Luego tenemos las técnicas únicas de los personajes, de manera que Bella puede crear obstáculos frente sus enemigos, Hércules invoca a Pegaso -que va creando una estela de impulso-, Mickey aumenta su velocidad… Y eso no es todo, podrás subir el nivel de los pilotos, mejorando sus valores originales, o personalizar el aspecto del personaje y su kart con las recompensas obtenidas, por ejemplo con cajas de botín. Los ataques normales –esos que se recogen con los ítems- son aleatorios entre los indicados para cada piloto y en este caso sí están compartidos entre varios, permitiendo que muchos puedan lanzar proyectiles, desplegar un escudo o activar invisibilidad. Incluso podemos asociar personajes secundarios a nuestro piloto para mejorar estadísticas; es un juego repleto de coleccionables para que cada victoria o partida tenga algún tipo de premio.
Su modo carrera es el habitual de un arcade: avanzar por una serie de carreras –siempre que acumules suficientes medallas- e ir desbloqueando más recompensas del editor o incluso cristales que desbloquean a más personajes. Luego tenemos las carreras con pruebas temporales para obtener más mejoras y, en el fondo, mantenerte enganchado con desafíos durante muchas semanas y meses. Una vez desbloqueados los modos competitivos también podrás medir tu rapidez en las partidas clasificatorias o con amigos, que pueden convertirse en las modalidades más emocionantes.
Obviamente Disney Speedstorm está diseñado con el progreso típico de un F2P y eso quizás eche atrás a los jugadores más clásicos, pero el contenido y diversión bien parecen compensar cualquier tipo de pega que podamos encontrar si consigue una economía que no se sienta abusiva. Al menos la primera impresión es la de un producto cuidado y con valores de producción que puede atraer al público que, por ejemplo, busca algo diferente al típico battle royale de moda.
Muy prometedor y recordamos, gratuito
Disney Speedstorm no pretende hacer nada rompedor, al contrario, acepta sus influencias y quiere ser precisamente ese juego de carreras estilo Mario o Sonic pero con los personajes Disney, y además elimina la barrera económica para que cualquiera pueda probar lo que ofrece cuando se lance en los próximos meses. Es cierto que no es el primer juego de velocidad de Disney o Pixar –podemos encontrar ejemplos de hace 20 años, como Mickey's Speedway USA o Toy Story Racer- pero ninguno tuvo tanto potencial para convertirse en un éxito o como mínimo, contar con una comunidad suficientemente grande.
En nuestro tiempo con la beta desde luego que apunta muy buenas maneras: una jugabilidad sencilla y adictiva de arcade, espectacularidad, y si las temporadas aportan suficiente variedad de pistas o personajes, un listado casi infinito de caras conocidas pilotando vehículos. ¿Contará con suficiente apoyo después de lanzamiento? ¿Obligará en algún punto a repetir pruebas en exceso o a pagos con dinero real? ¿Puede convertirse en un pay-to-win? Esas son las únicas dudas que podríamos tener de un título que por lo demás parece dar lo que promete.
Hemos escrito estas impresiones con un código de la beta cerrada en PC que nos ha proporcionado Gameloft.