En una época donde la totalidad de los juegos de PC parecen dominados por los imperantes MOBA y similares, siempre es un placer poder disfrutar de un título diferente, que apuesta por elementos conocidos en el género, y los relanza y reformula a placer de cara a su propia jugabilidad. Blackguards bebe intensamente de una docena de juegos y franquicias diferentes -alguna que otra muy conocida- y las condensa en un planteamiento jugable único, que aunque parece necesitar una pequeña puesta a punto, lo cierto es que promete bastante. Lanzado a través de Steam Early Access -la plataforma digital de Steam que permite acceso anticipado y adelantos de juegos de PC-, Blackguards nos ofrece un intenso juego en formato episódico que unifica rol, estrategia por turnos y acción con bastante atino.
Un juego de rol de papel y lápiz
Blackguards llega ahora a Steam únicamente con su primer episodio, algo que viene a ser un pequeño adelanto o prólogo ideal para hacernos una idea general de la propuesta de Daedalic Entertainment. El juego ha sufrido varios retrasos en su concepción, pero a lo largo de lo que queda de 2013, y de los primeros meses de 2014, irán llegando los episodios restantes, que completarán la historia y añadirán nuevos elementos, niveles y mejoras al juego en términos generales.
El formato escogido para la distribución a través de Steam Early Access es interesante, y sobre todo, económico, ya que nos garantiza de forma periódica una gran cantidad de horas de juego y futuras partidas. La historia de Blackguards se basa en un conocido juego de rol de mesa alemán -o mejor dicho, de papel y lápiz- The Dark Eye, similar a Dungeons & Dragons. En su país de origen, The Dark Eye goza de una inagotable legión de aficionados, que reclaman expansiones, nuevos elementos y libros de juego, así como un montón de productos similares que amplían la experiencia y el ecosistema -desde apps para el móvil a novelas-.
Blackguards no es el primer videojuego para PC que se basa en su franquicia -Drakensang o el notable Chains of Satinav es uno de los juegos más recientes ambientados en el citado universo-, pero sí es uno de los primeros que utiliza prácticamente el mismo sistema de combate y progresión de personajes visto en The Dark Eye, lo cual es bastante meritorio. El argumento del título -bastante oscuro y taimado-, nos llevará a liderar un grupo de vándalos y criminales que buscan fama y riqueza… Y que de paso, quizás salven su tierra de una todavía más negra amenaza.
Recorreremos localizaciones del sur de Aventuria -uno de los continentes de The Dark Eye, concretamente en el Reino de Horas-, y descubriremos más de nuestro pasado como personaje -no hay que olvidar que somos un ex-convicto perseguido por la ley-. Como es habitual, toparemos con otros compañeros, lucharemos contra enemigos de variada naturaleza y nos enfrentaremos a alguna que otra alianza -o traición- inesperada. El desarrollo de este primer capítulo -este adelanto del juego sería el primer acto de cinco- nos deja con ganas de más, y pese a lo convencional del universo -fantasía medieval de lo más trillado-, sabe conjugar a la perfección algunos recursos narrativos originales, y a efectos prácticos, consigue trasladar la muchas veces improvisada y sana narración de viva voz de lo que sería un "dungeon master".
Un entramado jugable estratégico tan divertido como complejo
En el juego de Daedalic Entertainment encontraremos también el ya habitual creador de personajes, donde elaboraremos nuestra identidad, nuestro aspecto y donde escogeremos nuestra clase. Blackguards ofrece tres clases u oficios, y hasta siete aspectos diferentes. De esta manera, tenemos un mago, poseedor de un poder antiguo y capaz de curar y proteger a los aliados, así como de usar varios tipos de hechizos en contra de sus enemigos. Por otro lado, encontramos al guerrero, con un poderío en el cuerpo a cuerpo sin igual, especializado en el uso de armas y escudos, pero quizás algo descuidado en otros aspectos y habilidades. Por último, tenemos a los cazadores, una suerte de guerrero más equilibrado y todoterreno, pero menos específico que las otras dos clases restantes incluidas en este primer episodio.
En Blackguards existen seis apartados fundamentales en la evolución y la demarcación de cada personaje: equipo, atributos, habilidad de armas, talentos y hechizos. En equipo, veremos la habitual pléyade de objetos, armaduras, armas y amuletos de nuestros particulares héroes, mientras que en el apartado de los atributos, se nos detallarán los pormenores físicos y mentales de cada personaje. Estos atributos marcarán nuestros ataques, defensas y habilidades.
El sistema de juego de Blackguards, como os comentábamos al principio de estas impresiones, es una mezcla de juego de tablero con profundos tintes de rol, y todo regado de unos encorsetados turnos estratégicos. Aunque habrá espacio para la interacción entre NPC -personajes no controlados por el jugador en castellano- y para la exploración, el combate, y su particular jugabilidad, fijará gran parte de la experiencia jugable. Tendremos una serie de mapas, divididos en hexágonos -si habéis jugado o conocéis el sistema de miniaturas de Combat Hex os sonará enormemente-, donde encontraremos a nuestros enemigos, obstáculos y donde dispondremos a nuestros personajes. Nuestro manejo de las armas también podrá ser estudiada de manera pormenorizada, demostrando si somos más expertos en el cuerpo a cuerpo, en tareas defensivas o en ataques a distancia. Los talentos por su parte, nos ayudarán a saber qué personaje tiene más experiencia en entornos peligros y en situaciones límites. Cada talento, a su vez, tiene su propia evolución, con lo que subirlos en función de la experiencia obtenida en el juego, es una de nuestras prioridades. Por último, tenemos los menús de hechizos y conjuros -algo que solo los magos podrán entender y usar- y las habilidades especiales, movimientos únicos que podemos usar durante el juego y las batallas.
Desde una amplia perspectiva en tercera persona, asistiremos a los achaques y ataques de tanto enemigos, como aliados. Cada movimiento por este tablero lleno de casillas tiene un coste, y cada ataque, un precio. El combate que nos muestra Daedalic Entertainment en el juego es muy complejo y estratégico, lleno de posibilidades y menús contextuales con opciones y más opciones, algo a lo que nos costará demasiado acostumbrarnos en un principio. Tenemos un entramado de habilidades enorme, lleno de variaciones en armas o ataques, enmarcadas cada una de ellas en su propia familia. Es decir, tanto para los ataques de una mano, como para los combinados, el juego muestra una evolución concreta y muy específica, al igual que podríamos encontrarnos en un juego de papel y lápiz. Si a eso le sumamos el estilo de juego de cada clase, lo cierto es que el número de combinaciones posibles en cada combate y tablero es prácticamente infinito, aunque paradójicamente, al final estaremos realizando los mismos ataques y los mismos combos de siempre.
Visualmente, Blackguards quizás no sea el juego más bonito que jamás hayáis visto, pero lo cierto es que luce fenomenal, mucho más que otros títulos similares -sobre todo si tenemos en cuenta la sobreexplotación del género que inmiscuye al rol en tercera persona-. Los escenarios en este primer capítulo son variados, con diferentes localizaciones y mapas, mientras que el diseño de personajes y enemigos -sobre todo de los primeros- es lo suficientemente original como para tenerlos en cuenta-.
Un juego episódico que estará completo en enero del año próximo
Estos primeros compases con Blackguards nos han dejado muy satisfechos. El primer capítulo es todo un anticipo de lo bueno que se puede avecinar, pero también de una hipotética y futura repetición de situaciones y combates que ya se vislumbran en las primeras horas de juego. Sea como sea, Blackguards irá nutriendo de diferentes actos a lo largo de lo que queda de año, y se mostrará al completo, con su quinto y último episodio a comienzos de 2014. Quizás sea el momento de probarlo y saborearlo en tranquilidad para otorgarle un juicio y un análisis justo en función de su plantel de bondades. De momento, os instamos a probarlo y comprarlo teniendo en mente de que no es un juego apto para todos os públicos, y que está claramente destinado -a tenor de su sesudo y desafiante sistema de juego- al público más afín a los juegos de rol de papel y lápiz. Si os encontráis entre ellos, Blackguards puede convertirse en una de vuestras opciones de juego prioritarias.