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También en: PS5 XSX PC PS4 XBOne iPhone
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Ubisoft Bordeaux
Producción: Ubisoft
Distribución: Steam
Precio: 49.99 €
Jugadores: 1
Formato: Descarga
Textos: Español
Voces: Español
Online: -
ANÁLISIS

Impresiones Assassin's Creed Mirage: La serie vuelve a sus raíces con más posibilidades que nunca

Jugamos a la aventura de sigilo y acción de Ubisoft, que recupera la estructura clásica, pero con un sigilo, combate e investigación más desarrollados.
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Actualizado: 17:25 12/9/2023
Versiones PC, PS5, Xbox Series X/S, PS4, Xbox One. También disponible en PlayStation 5, Xbox Series X/S, PlayStation 4, Xbox One y iPhone.

Assassin's Creed Mirage es, a la vez, una respuesta a todos esos aficionados a la serie que lamentan el cambio de género que supuso Origins, cuando se pasó de la aventura de acción y sigilo al RPG de acción; y también un homenaje a la saga que celebra su decimosexto aniversario y a los seguidores de la misma, especialmente a aquellos que llevan durante tres lustros siguiendo el argumento que se desarrolla más allá de cada entrega.

Tras jugar más de tres horas a una versión en desarrollo queda claro que la producción de Ubisoft Bordeaux recoge las bases de los primeros Assassin’s Creed, recordando especialmente al protagonizado por Altair, para ofrecer una aventura donde prima el parkour, el sigilo, la investigación y los asesinatos elaborados. Todas esas mecánicas presentes desde el juego de 2007 están mejoradas y ampliadas, y los desarrolladores prometen una aproximación libre a cada asesinato y localización, algo que suena bien pero que realmente es más limitado de lo que nos gustaría.

Una historia muy centrada en los orígenes

Antes de entrar en cómo se juega, nos detenemos un momento en la historia porque, como decíamos, se le da mucha importancia en Mirage. Ambientado en la Bagdad del siglo IX, un lugar y momento que ofrece personajes de culturas diversas, nos ponemos en la piel de Basim, un ladronzuelo veinteañero que vive en una comunidad pobre que se dedica al hurto en el mercado de Anbar. Tras un tiempo haciendo trabajos para los Ocultos, acaba convirtiéndose en uno de ellos, y después de un entrenamiento intenso en el castillo de la organización, vuelve a una Bagdad cambiada, corrompida por la Orden de los Antiguos. Nuestro objetivo no será otro que averiguar quiénes están detrás de todo esto y darles caza.

Empezamos con Basim antes de unirse a los Ocultos realizando varios encargos como ladronzuelo.

Es una trama que llevará a los jugadores a localizaciones importantes para la saga, que los hará conocer a personajes fundamentales para la historia general, y que está repleta de menciones y detalles aquí y allá trascendentales para el trasfondo de Assassin’s Creed. Se detiene mucho en los ritos y la parafernalia que rodea a los Ocultos, algo que cualquier fan recibirá como un regalo, pero que se puede hacer pesado para los jugadores de la serie más esporádicos o menos involucrados en su lore. Hay muchas y extensas escenas cinematográficas que se recrean en todo esto pero que no dicen mucho y ralentizan el ritmo de la partida y de la narración, por no hablar del tutorial que tiene lugar en la fortaleza de los Ocultos, un momento emblemático para el aficionado, pero tedioso para el resto.

Las mecánicas de siempre, pero mejoradas

Desde los primeros minutos con el mando en las manos, Mirage se percibe como un Assassin’s Creed como los de antes. Ya sea en esa primera misión en la que podemos robar a cualquier ciudadano que deambula por los tenderetes de Anbar, mezclándonos con la muchedumbre, o cuando saltamos y escalamos por las alturas de Bagdad, al colarnos por los vericuetos de lugares repletos de guardias de seguridad, al ejecutar a soldados que hemos distraído… Todo es familiar para quienes disfrutaran de los títulos que precedieron a Origins, pero esas mecánicas están mejoradas y ampliadas, y hay otras nuevas.

Podemos robar a casi todos los personajes para conseguir dinero y emblemas.

El plataformeo es muy ágil porque Bagdad está diseñada como un campo de juego en el que podemos escalar casi cualquier edificio, que están colocados para movernos por sus tejados saltando de uno a otro, o aprovechando las tirolinas que los conectan, o utilizando postes a modo de pértiga, o usando poleas como si fueran ascensores. Sin embargo, el parkour se percibe menos fluido de lo que nos gustaría: hay muchas ocasiones en las que Basim no se agarra al lugar al que le hemos indicado, pero no podemos asegurar de que se trate de un error del juego, que en esta demo aún está en fase de desarrollo, o si se debía a imprecisiones causadas por jugarlo a través de streaming.

El sigilo tiene más posibilidades que nunca. Es fundamental estudiar los escenarios, la colocación de los guardias y sus rutas de patrulla, para lo que será muy útil el águila, que nos permite marcar objetivos, siempre y cuando no haya un arquero en la zona, que habrá que eliminar para que podamos hacer uso de nuestro compañero alado. Los fuertes, los almacenes y otros lugares a los que nos llevaron nuestros objetivos (hacernos con unos documentos, robar unas cajas, matar a alguien…) están bien diseñados, ofreciendo varias maneras para entrar, ventanas que abrir desde dentro para tener rutas de escape o tender emboscadas y zonas en las que ocultarnos.

Encontraremos ventanas desde las que abrir accesos al interior de algunos edificios utilizando las cuchillas.

No falla el silbido al estar oculto en la hierba alta o tras una estantería para que se acerque un guardia y lo podamos ejecutar de inmediato, aunque siempre debemos tener en cuenta que su cadáver puede ser detectado, por lo que lo suyo es cogerlo y ocultarlo. Pero en la mayoría de las ocasiones esto no será suficiente, y por ello disponemos de un amplio abanico de herramientas para avanzar sin ser detectados. Podemos lanzar bombas que hacen ruido y provocan que los guardias se acerquen a ese lugar, tenemos bombas de humo que nos ocultan y nos permiten asesinar a los que están en la nube, además de explosivos contundentes y cuchillos arrojadizos para matar sin dejar rastro.

Todas estas herramientas se pueden comprar y mejorar desde la Guarida de los Ocultos, y también disponemos de un árbol de habilidades con tres ramas: una dedicada a estos objetos, otra para mejorar las capacidades del águila, y la que parece más útil, dedicada al sigilo y al combate, que nos permite desbloquear una habilidad para acabar de seguido con varios objetivos marcados. Sin embargo, habrá veces en las que nuestra estrategia sigilosa no salga bien y toque recurrir al enfrentamiento directo.

La cantidad y la fuerza de los soldados que nos buscan aumenta al crecer el indicador de notoriedad.

Sin ser muy satisfactorio, el combate está más trabajado que en ocasiones anteriores, pues no basta con aporrear el botón de golpe y el de esquiva: hay desvíos de ciertos ataques que nos permiten contraatacar y barras de resistencia que bajar. Contra uno o dos enemigos es viable sacar la espada, pero con más el combate se vuelve caótico, impredecible, y es mejor es salir por patas y ocultarse, aunque hay que tener en cuenta la barra de notoriedad, un indicador similar a las estrellas de GTA que podemos reducir a cero sobornando a unos individuos que hay por la ciudad.

Sobornos y distintas maneras de completar los objetivos

Una de las novedades que parecen más trascendentales son esos sobornos, que están ligados a unas monedas de distinto tipo que podemos conseguir haciendo encargos secundarios y explorando una Bagdad que, aunque no tuvimos mucho tiempo de recorrer, parece enorme, llena de vida y que ofrece distintas maneras de moverse, como canoas y monturas. No faltan, por supuesto, las atalayas que identifican puntos de interés y actividades a realizar. Volviendo a esas monedas y a su importancia: en una de las misiones se nos indicaba que debíamos robar unos documentos de un fuerte, pero desconocíamos dónde estaba el lugar. Podríamos habernos pasado un rato buscándolo, pero había un mercader que pudimos sobornar para que nos indicara aproximadamente la ubicación.

Los emblemas parecen ser una de las principales novedades mecánicas de 'Mirage'.

Esta mecánica fue fundamental en la gran misión con la que concluyó la demo: un elaborado asesinato que, tras cumplir varias misiones de investigación y de robo de documentos, nos llevó a una subasta en un mercado lleno hasta los topes. La tarea nos hizo ocultarnos entre la muchedumbre para oír conversaciones ajenas, hablar con varios personajes, robar objetos colándonos en zonas protegidas, resolver un sencillo puzle de entorno consistente en mover una plataforma y explotar un muro, y por supuesto, hacer mucho parkour.

En un primer momento, la misión nos hizo recordar los Hitman modernos, aunque pronto nos decepcionó que la libertad para cumplir nuestro objetivo fuera menor de lo que imaginábamos, pues tanto Basim como la interfaz nos indican constantemente el siguiente paso. Sin embargo, hubo varias situaciones que dejan atisbar que habrá varias maneras de llegar a la persona que había que asesinar. Por ejemplo, en la secuencia de la subasta, si hubiéramos tenido el dinero suficiente para pujar por la horquilla que debíamos conseguir, quizá el paso que después nos llevó a robarla no estuviera, o fuera diferente.

Poner la oreja para escuchar pistas será fundamental, pero se nos indica cuándo y dónde hacerlo.

En otra situación teníamos que conseguir un broche para que nos dejaran pasar al lugar donde se encontraba el objetivo, lo que nos llevó a sobornar a una mercader, algo que podíamos hacer con una de las monedas antes mencionadas, o con dinero, del que tampoco disponíamos, así que nos tuvimos que poner a robar por el mercado. Incluso el propio asesinato lo podríamos haber resuelto de otra manera: en lugar de seguir las indicaciones de los guardias para quedarnos a solas con quien debíamos matar, quizá podríamos haber desenvainado la espada y dar matarile a todos los que se encontraban en la habitación. Aunque se queda corto en versatilidad si se compara con otros juegos modernos del género, hay más opciones que en los predecesores de Mirage.

La ciudad es muy bonita y ofrece algunos paisajes preciosos.

Tampoco impresiona en lo visual, pero sí ofrece un conjunto vistoso. Aunque las expresiones faciales no están muy allá y algunas animaciones cantan un poco, la iluminación está a muy buen nivel y la recreación de Bagdad es genial. Se siente viva por la densidad de la población aunque realmente no sean más que NPC caminando de un lado a otro, y artísticamente es muy bonita porque, además de ofrecer algunos paisajes impactantes, es muy colorida: hay un contraste constante entre el marrón de la arquitectura y los rojos, verdes y otros colores chillones de los toldos, la hierba y los elementos decorativos. Por cierto, aunque el doblaje al español es más que correcto, se pierde el acento que tiene la versión original en inglés.

Llega el 5 de octubre a PC, PlayStation y Xbox

Así, Assassin’s Creed Mirage promete ofrecer todo y más de lo que querían esos jugadores que llevan años pidiendo que la saga de Ubisoft vuelva a sus raíces, que se deje de mundos abiertos enormes y campañas extensísimas para ofrecer una aventura centrada en el sigilo de un tamaño asumible. Las posibilidades para completar los objetivos sin recurrir al combate directo son más amplias que en los títulos originales, la ciudad en la que transcurre la acción está bien diseñada y la historia se dibuja como un homenaje tanto a la serie como a los aficionados más implicados con su trasfondo, aunque hay aspectos que tenemos ganas de comprobar con el juego completo, como la fluidez del parkour, que en esta versión en desarrollo nos ha dado algunos problemas, y hasta dónde llega la variedad a la hora de cumplir las misiones. Lo descubriremos el próximo 5 de octubre, cuando saldrá para PC, PS5, Xbox Series, PS4 y Xbox One.

Hemos realizado estas impresiones tras jugar una versión en desarrollo para PC vía streaming invitados por Ubisoft.