Últimamente, la desarrolladora de ArmA III, Bohemia Interactive, ha acaparado múltiples titulares después de que dos de sus miembros fuesen detenidos por supuesto espionaje militar en Grecia. Quizá esto ha atraído la afición de algunos usuarios que escuchan por primera vez el nombre de la saga. Por ello, creemos conveniente comenzar avisando que ArmA III no tiene nada que ver con otras sagas bélicas como Call of Duty o Battlefield, sino que se trata de una propuesta mucho más cercana a la simulación. Si aun así ArmA III atrae tu interés, puedes encontrar a continuación lo que prepara el tercer episodio.
La propuesta de Bohemia sigue muy cerca del aspecto más realista de estos conflictos armados, en los que la espectacularidad y los escenarios guiados quedan totalmente en el olvido. ArmA III nos llevará a realizar distintas misiones en las que las que pasar desapercibidos, trabajar en equipo o acabar con nuestros enemigos de manera efectiva será prácticamente imprescindible.
La nueva entrega apuesta por mejorar y ampliar la experiencia anterior, por lo que desde el primer momento nos presenta las que serán sus principales posibilidades.
Hemos podido probar cuatro misiones distintas –las mismas que están en la alfa para quienes reserven el juego–. La primera nos lleva a completar una misión terrestre en equipo, la segunda una en solitario y submarina, la tercera una de infiltración y conducción, y la cuarta, una aérea en helicóptero. Pensamos que ésta es una declaración de intenciones, y que Bohemia Interactive nos quiere contar desde el primer momento que la variedad será una constante. En todos los casos, es necesario ajustarse a la realidad, y actuar con cabeza.
Aunque, por supuesto, tendremos que esperar a la versión completa para juzgarlo en profundidad, hemos notado una jugabilidad más pulida. El personaje responde con más naturalidad, y realizar acciones como asomarnos a una esquina son mucho más prácticas y, sobre todo, útiles. El control de los vehículos también promete una respuesta más estable, aunque en los vehículos de tierra aún sentimos que hay espacio para la mejora. Los vehículos parecen tener poca tracción o ser demasiado ligeros, y rebotan contra los obstáculos con demasiada facilidad.
A la hora de controlar a nuestro personaje, nos gustaría contar algún tipo de guía visual para saber en qué posición nos encontramos. Sí, podemos cambiar la cámara a la tercera persona en cualquier momento, pero hay situaciones en las que esto es necesario de manera mucho más inmediata. También consideramos mejorables ciertas animaciones –a la hora de correr, por ejemplo, vemos unos movimientos un tanto extraños–, pero como se tarta de una versión temprana, le damos siempre un voto de confianza, sobre todo viendo las mejoras dentro de este campo en otros casos, como las muertes.
La inteligencia artificial es otro aspecto mejorado con respecto a ArmA II. No hemos podido probar en profundidad la inteligencia artificial de nuestros compañeros a falta de tener situaciones más complejas que resolver, pero son bastante efectivos en término generales. Los enemigos, por su parte, recurren múltiples acciones una vez que te descubren, y son capaces de asumir que estás escondido detrás de una piedra si te metes por una parte y no apareces por la otra. Esto parece una tontería, pero no son pocos los juegos en los que al desaparecer del campo de visión rival pareces desvanecerte.
Visualmente, incluso antes de empezar a jugar, es imposible no hacer una mención al salto gráfico. ArmA II mantenía el tipo visualmente, pero el nuevo episodio lo lleva un paso más allá. No es ni por asomo el juego más espectacular de los últimos tiempos, pero estamos seguros de que tampoco se lo propone. Al igual que en el apartado jugable, ArmA III no quiere excesos, sino acercarse a la realidad todo lo posible. El tercer episodio de la saga recurre a detalladas texturas, escenarios muy abiertos y efectos de iluminación o desenfoque para crear estampas muy auténticas. También destaca la distancia de dibujado, que parece llegar hasta donde alcanza la vista. Habrá que ver si se mantiene este nivel en el juego final, pero como veréis en las pantallas que acompañan al texto, ArmA III se las apaña para crear instantáneas bastante fotorrealistas.
Hemos disfrutado también del modo multijugador, que vuelve a ofrecer la posibilidad de jugar con y contra amigos, o completos desconocidos. Dada la naturaleza táctica y organizada del juego, la primera opción parece la más adecuada, pero hay modos para todos los gustos. Lo que hemos visto hasta el momento nos ha gustado mucho, ya que te transporta de frenéticos escenarios reducidos en los que se concentra la acción a escenarios gigantescos de 20 kilómetros cuadrados –aunque pequeños comparados con los que habrá en la versión final, de más de 200– en los que la estrategia será clave, y los vehículos, imprescindibles.
Sin abandonar la propuesta online, ArmA III ofrece un editor de misiones, profundo y complejo que permite modificar los escenarios, los enemigos, los objetivos, y casi cualquier aspecto que se nos ocurra. Las misiones creadas podrán ser compartidas a través de la red, permitiendo a la comunidad intercambiar nuevos desafíos dentro del juego. Uno de los aspectos más populares entre los usuarios de ArmA II fue el uso de ‘mods’, y Bohemia Interactive ya ha anunciado que seguirá permitiendo la creación de éstos para ArmA III. Con el editor integrado y los ‘mods’, el simulador bélico puede labrarse un futuro jugable mucho más extenso de lo que pensamos, aunque aún es pronto para hablar.
Queda todavía mucho que mejorar y que pulir en ArmA III, eso sí. La compatibilidad con mandos es todavía parcial y muy incompleta, mientras que cuando realizamos determinadas acciones con el teclado parece que estamos haciendo sombras chinescas. No podemos negar que simplemente la base que tenemos supera en muchos aspectos a su predecesor, y confiamos en el buen hacer de Bohemia Interactive para rematar su próxima obra. Los aficionados a la simulación bélica tendrán que estar muy, muy atentos a este juego, así como los que busquen una aproximación más realista al género de los disparos en primera o tercera persona.