Análisis The Gunk, grandes aspiraciones (Xbox Series X/S, Xbox One, PC)
Image & Form Games, los creadores de la saga SteamWorld, han demostrado su interés en explorar diferentes géneros, hasta ahora, con bastante éxito. Ahora se pasan a las aventuras en tercera persona con The Gunk, un título que tiene algunas cosillas por mejorar, pero que en general nos ha dejado muy contentos.
La corrupción y la codicia
The Gunk es un juego lineal de aventuras, exploración y plataformas en tercera persona que nos pone en la piel de una exploradora espacial y nos lleva a un extraño planeta.
No tardaremos en descubrir que una extraña substancia –el gunk que da nombre al juego, y un término común en inglés para referirse a porquería viscosa– está corrompiendo este planeta, y nosotros, conmovidos por ver a exóticas criaturas sufrir, decidimos explorar si hay alguna manera para salvarlo.
Por suerte, nuestro apéndice que complementa la mitad del brazo que nos queda, es una aspiradora capaz de absorber esta sustancia y devolver la vida a los parajes alienígenas. Por una parte, es inevitable comparar The Gunk con Luigi’s Mansion, y por otra parte, con Kena: Bridge of Spirits. La primera es una comparación en cuestión de mecánicas y la segunda tanto en el concepto visual como en el narrativo. En realidad, es un juego muy diferente a ambos, tanto para bien como para mal.
Curiosamente, su desarrollo es más parecido al de un Uncharted, con fases lineales que se abren para llevarnos a zonas donde conseguir «secretos» (en este caso, recursos para mejorar nuestras armas) y pequeñas secuencias de acción que, obviamente, requieren la aspiradora en lugar de disparar. The Gunk tiene ciertos puntos que nos permiten viajar a zonas que ya hemos visitado, pero a excepción de un par de secuencias no tendremos que volver a recorrer un nivel. Para nosotros, esta propuesta es fantástica: un juego clásico, que va al grano y no nos agobia con relleno prescindible. De hecho, dura entre cinco y seis horas, lo que en esta época de juegos interminables, a nosotros nos parece genial.
Desde nuestro punto de vista, los principales problemas a los que se enfrentan son dos: por una parte, la aspiradora no es una mecánica aprovechada. De hecho, os animamos a mejorar la velocidad y la capacidad de succión lo mas rápido que podáis, porque si no limpiar el gunk hasta se hace tedioso. Algunas secuencias de acción pueden tener su gracia con la aspiradora, pero poco más. Es un recurso, sin duda, desaprovechado. El otro es que, para ser un juego con plataformas, hace gala de un control demasiado impreciso, que muchas veces incluso nos deja vendidos. Por suerte, no se castigan las caídas al vacío, pero preferiríamos que se puliese más el control.
No son problemas particularmente graves, pero sí que son cosas que afean un conjunto que, por lo demás, está a muy buen nivel. Tanto el ritmo de la aventura como el planteamiento de las misiones, pasando por los puzles y el diseño de escenario nos ha gustado mucho, y nos da pena ver que dos de los pilares que tienen que sostener el juego han acabado siendo algo más débiles de lo que nos habría gustado.
La fuerza de la naturaleza
Uno de los aspectos más notables de The Gunk es su estilo artístico. Sin ser un prodigio técnico –aunque se ve muy bien–, el apartado artístico hace que sea un juego destacable y memorable. No queremos destripar mucho, pero os adelantamos ya que no es todo el contraste entre el gunk y los parajes coloridos, sino que también hay zonas que parecen inspirarse en el arte de H. R. Giger y Zdzisław Beksiński. Se nota que es un juego con un presupuesto limitado, ya que las expresiones faciales y otros detalles son muy pobres, pero se nota que han centrado sus esfuerzos en los aspectos más importantes.
En lo sonoro, nos ha sorprendido mucho la banda sonora, con melodías que abarcan un amplio rango de emociones, y que encajan a la perfección con la aventura en todo momento. Las voces, aunque sólo en inglés, están genial, y la traducción a nuestro idioma también nos ha gustado mucho, estando muy cuidada y acertada en todo momento. Centrándonos en el apartado más técnico, lo hemos jugado en Xbox Series X y en PC (con la máquina que veis al final del artículo), y se ve genial en ambas. Podéis ver la diferencia –escasa, pero parece que ligeramente mejor en PC en al máximo– en las pantallas que acompañan este texto. Las que están a 16:9 son de Xbox, mientras que las que están a 21:9 son de PC.
En ambas plataformas lo hemos podido jugar a 60 imágenes por segundo sin ningún problema, aunque en PC hemos tenido un problema con el sistema de guardado. Básicamente, sólo nos guardó el primer punto de control, lo que nos hizo perder dos horas de juego. En Xbox Series X no hemos tenido ese problema y hemos completado el juego sin problema. Es posible que fuese algo puntual o que sea un error que se solucionará antes del lanzamiento, pero en cualquier caso, queremos advertiros por si acaso.
Divertido y directo
Aun con sus fallitos, nos ha gustado mucho The Gunk. Es un tipo de juego que echamos mucho de menos, que va al grano y no nos hace perder el tiempo; que quiere ofrecer una experiencia y no se ve obligado a durar más de lo que necesita. Es una pena que su principal mecánica jugable quede un poco desaprovechada y que su control no sea todo lo preciso que un plataformas debería, pero son cosas que no restan demasiado. Como título que debuta en Game Pass, os animamos a darle una oportunidad a poco que os atraiga lo que leéis.
Hemos realizado este análisis en Xbox Series X y PC (Ryzen 7 3700X, GeForce RTX 2070 Super, 32 GB RAM) con un código de descarga proporcionado por Plan of Attack.