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Género/s: Lucha 2D / Lucha
Fecha de lanzamiento:
Switch:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Capcom
Producción: Capcom
Distribución: Nintendo
Precio: 39,99 €
Jugadores: 1-2
Formato: Tarjeta
Textos: Español
Voces: Inglés
Online: Sí
ANÁLISIS

Análisis de Ultra Street Fighter II: The Final Challengers (Switch)

El gran clásico de la lucha regresa con una versión diseñada exclusivamente para Switch.
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Actualizado: 21:31 17/8/2020
Análisis de versión Switch.

Todo parece indicar que Capcom piensa apoyar a Switch desde el principio, al contrario de lo que sucediera con Wii U, consola para la que apenas diseñó título alguno. Y una prueba de ello es precisamente este título, Ultra Street Fighter II: The Final Challengers, una nueva versión del clásico Super Street Fighter II: The New Challengers que tantas veces nos hizo disfrutar primero en los salones recreativos (cuánto les echamos de menos) y posteriormente en multitud de consolas domésticas de la época.

Eso sí, no se trata de un nuevo juego en toda su plenitud o una versión increíblemente renovada, dado que viene a ser una especie de "remasterización" del gran Super Street Fighter II Turbo HD Remix que disfrutamos hace ya unos años en diversos formatos. Pero por fortuna se han integrado varias innovaciones a ese título que ha servido como base, algunas bastante buenas y otras muy mejorables.

Retoques y novedades

Ya sabéis de qué va este juego. Se trata de un arcade de lucha 2D uno contra uno en el que se dan cita los guerreros más poderosos del mundo, en este caso 19 personajes, que son los que forman parte del plantel.

Es decir, que en ellos contamos con los ocho de toda la vida (Ryu, Ken, Zangief, Chun Li, Guile, Dhalsim, E. Honda y Blanka), los cuatro jefes originales (Balrog, Vega, Sagat y M. Bison), los otros cuatro que llegaron con la edición Super (Cammy, Fei Long, T. Hawk y Dee Jay) más el temible Akuma (integrado en la edición Turbo) y los dos personajes inéditos, Evil Ryu y Violent Ken.

Podemos escoger entre 19 personajes, incluyendo los dos nuevos: Evil Ryu y Violent Ken.

Evil Ryu es la versión endemoniada de Ryu, aquella que ha sido dominada por el poder generado por el Hado; mientras que Violent Ken es la versión de Ken "procesada" por esa lavadora de cerebros que es la organización Shadaloo.

El modo Arcade ofrece finales para cada luchador en forma de escenas estáticas, incluyendo las nuevas de Evil Ryu y Violent Ken.

¿Y cómo se controlan estos tipos, qué nos ofrecen? Pues como ya imaginaréis son "versiones modificadas" de los personajes originales, que añaden a su repertorio algunas técnicas nuevas muy similares a las que es capaz de efectuar Akuma (como los teleports) así como un nuevo Super para Violent Ken (Shinbu Messatsu), dado que el de Evil Ryu es similar al mismo que efectúa Akuma (Raging Demon). Dos luchadores Shoto de libro que se controlan de manera increíblemente sencilla y que nos gustan mucho porque el tema de los teletransportes da mucho juego, ofrececiendo nuevas posibilidades tácticas durante los combates que las "versiones normales" de estos luchadores no poseen.

Además Capcom se ha molestado en añadir las correspondientes secuencias finales (pantallas estáticas con textos en español) para estos dos personajes que aparecen tras superar el modo Arcade… algo que como era de esperar no ha sucedido a la hora de elaborar escenarios y melodías personalizadas para dichos protagonistas (hecho que ya ocurrió con Akuma).

Más allá de estas incorporaciones inéditas (de hecho, Violent Ken debuta en un título de Capcom por vez primera), esta edición también integra varias innovaciones jugables más en forma de dos nuevas modalidades… todas ellas decepcionantes, desgraciadamente.

Camino del Hado es un auténtico bochorno. Es reconocimiento de nuestros movimientos que nos 'regala' los Joy-Con es del todo menos preciso.

El caso más sangrante de todos es el nuevo modo Camino del Hado, una modalidad que sobre el papel presentaba cierto interés pero que se ha quedado por el camino. En este modo debemos controlar a Ryu desde una perspectiva subjetiva y eliminar a los rivales que van apareciendo en pantalla. Y para derrotarles, únicamente podemos efectuar los movimientos especiales típicos de este luchador (Hadoken, Shoryuken y Tatsumaki Senpukyaku) usando los sensores de movimiento de los Joy-Con, mandos que debemos sostener de manera individual y separados del Grip, es decir, uno en cada mano.

La recreación gráfica de esta modalidad, Camino del Hado, es en 3D, a diferencia de lo que sucede con el juego en sí.

Para realizar cada uno de estos ataques es necesario ejecutar un gesto determinado, como por ejemplo llevar las dos manos hacia delante y terminar la maniobra con los Joy-Con sostenidos de forma horizontal, uno encima de otro, acción que nos permite lanzar la bola de energía Hadoken. Bien, pues el problema es que la detección no es para nada precisa y de todo menos fiable, ya que muchas veces no realizamos ataque alguno, otras el especial que materializamos no es el que queríamos perpetrar… Un desastre jugable en toda regla que resta cualquier valor a esta modalidad.

Lo peor de todo es que con algo más de trabajo dedicado a esta materia (al control) Camino del Hado podría haber sido una opción muy sugerente, dado que posee cierto nivel de profundidad. Sí porque más allá de sus distintos niveles de dificultad así como la posibilidad de jugar una partida en plan Supervivencia o ir pasando niveles, a medida que progresamos es posible ir ganando Puntos de Mejora que nos permiten ir evolucionando a Ryu en seis aspectos distintos (Suerte, Defensa…). Pero, lo dicho, cualquier atractivo que podría haber desprendido esta modalidad queda anulada por su impreciso sistema de control.

Junto a este modo de juego inédito se encuentra otro denominado Combate Dúo… que tampoco nos ha convencido. ¿Y por qué? Pues porque éste consta de tan sólo cuatro asaltos (y siempre se repite el mismo patrón de enemigos a los que debemos enfrentarnos) y ya está. Otra oportunidad desaprovechada porque se trata de una opción bastante interesante, dado que nos permite pelear en equipo ya sea con otro jugador o con la ayuda de un personaje controlado por la CPU. Y divierte bastante mientras dura, pero se queda muy corto.

En Combate Dúo podemos pelear junto a otro jugador en modo cooperativo, pero sólo es posible hacerlo a lo largo de cuatro combates.

Por lo tanto, las dos modalidades adicionales e inéditas que nos ofrece esta versión y que deberían haber marcado las diferencias con el citado Super Street Fighter II Turbo: HD Remix se quedan en anécdotas, dañando así parte del valor adicional que supuestamente debería haber integrado esta versión de Switch.

Afortunadamente, el resto de mejoras y retoques menores que también presenta esta edición resultan mucho más sugerentes. La posibilidad de poder cambiar el color de los personajes, a pesar de su simpleza, da bastante juego. Evidentemente no es equiparable a las opciones de personalización contempladas en los juegos de lucha más recientes, siendo Injustice 2 el ejemplo más representativo de esto, pero por lo menos resulta curiosa…y da pie a la creación de ciertas combinaciones bastante llamativas.

Podemos cambiar el color de los personajes y plasmar diseños tan raros como el que veis.

Luego tenemos la adición de la vibración HD (una curiosidad más que otra cosa, pero no está mal), la posibilidad de poder jugar indistintamente con la visualización de los gráficos tradicionales o los más modernos en HD (realizados por UDON) y disfrutar del apartado sonoro clásico o el remasterizado. Y a esto se suma el modo Galería, que nos obsequia con centenares de ilustraciones extraídas del libro Street Fighter Artworks: Supremacy.

Un excelente juego de lucha 2D

Una vez explicado esto, ¿se trata de un mal juego? Todo lo contrario. Parece mentira que, en resumidas cuentas, estemos ante un título diseñado hace tantísimo tiempo, al menos en cuanto a su sistema de juego principal, control y estructura básica se refiere. Sigue siendo uno de los mejores exponentes del género de la lucha 2D, y meternos en cada uno de los combates que nos depara es un auténtico deleite para todos aquellos que disfrutamos con este tipo de juegos.

El plantel de personajes es tremendamente equilibrado y cualquiera que sepa manejar con garantías a un luchador determinado tiene todas las posibilidades del mundo de derrotar a cualquier otro. El carisma que poseen dichos protagonistas está a años luz de la dispensada por la inmensa mayoría de personajes hallados en otras sagas similares, un factor que puede parecer secundario pero que pensamos que tiene mucho valor.

Mención aparte merece su control. Si tenemos un mando Pro, vais a deleitaos con un manejo perfecto, de los mejores que hemos podido disfrutar en mucho tiempo en título alguno de este género, al menos si dejamos al margen los arcade sticks. Eso sí, si desgraciadamente no disponéis de dicho mando y únicamente vais a jugar usando los Joy-Con (tanto alojados en la propia consola en modo portátil como integrados en el Grip), la cosa cambia bastante.

Os recomendamos jugar con el mando Pro porque su cruceta digital es la que ofrece las mejores prestaciones.

Jugar con los botones digitales del Joy-Con izquierdo a modo de cruceta digital improvisada es un ejercicio de masoquismo en su máxima expresión. De hecho, al menos a nosotros nos parece prácticamente imposible ejecutar ciertos movimientos, como por ejemplo el Súper de Zangief, el cual se ejecuta realizando dos giros de 360º. Si hay alguno de vosotros que sea capaz de realizar dicho movimiento de manera solvente mediante la utilización de dichos botones, puede considerarse un jugador extremadamente habilidoso. Afortunadamente el stick izquierdo sí que proporciona un manejo mucho más confortable y fiable, pero puede que no lo suficiente para satisfacer a los jugadores más expertos.

A pesar de su veteranía, el esquema de control sigue siendo excelente y repleto de posibilidades.

En cuanto al sistema de control en sí instaurado, se trata del mismo que todos vosotros conocéis. El juego se basa en el empleo de seis botones principales, tres puñetazos más otras tres patadas de diferente intensidad, un esquema que a pesar de ser antiquísimo sigue siendo muy bueno, lleno de posibilidades y bastante técnico. Es decir, que un usuario novato no tiene ninguna opción de vencer a otro más avanzado mediante el "machacabotoneo" clásico, algo que al menos a nosotros nos parece un factor fundamental.

En cuanto a lo concerniente a las modalidades de juego integradas, a las ya repasadas Camino del Hado y Combate Dúo se suman varias ya consabidas, como el habitual modo Arcade. En él debemos superar doce enfrentamientos diferentes para ganar el derecho de presenciar las sencillas pero funcionales escenas (estáticas) finales de cada uno de los personajes. Es posible elegir el nivel de dificultad entre ocho posibles, incluyendo el desafiante Leyenda.

Luego tenemos el modo Versus, opción que no requiere de demasiadas explicaciones. Es el 1vs1 de toda la vida, pudiendo elegir pelear contra otro jugador (ya sea en la misma consola o de manera local con dos Switch), contra la CPU o asistir a batallas entre dos personajes manejados por la consola. También tenemos el Entrenamiento, opción que nos permite practicar nuestros golpes y escoger entre una buena gama de comportamientos para nuestro sparring.

Podemos jugar contemplando el apartado gráfico clásico o el moderno en HD, así como escuchar las melodías y efectos genuinos o los remezclados.

Pero sin lugar a dudas el modo más importante de todos es el online, modalidad que hemos podido disfrutar tranquilamente con el juego ya en la calle y que es el motivo principal de que no hayamos publicado antes esta review.

Esta opción se divide en tres opciones claramente diferenciadas, siendo Clasificaciones la primera de ellas. En este caso es posible visualizar el ranking online a tenor de los Puntos de Jugador (PP), Puntos de Combate (BP) y, por algún motivo extraño, también el Camino del Hado.

Pero la chicha está en el resto de modalidades, especialmente en Combate por Rango. En esta opción los usuarios ponen en juego sus valiosos puntos PP y BP (asociados estos últimos a los distintos luchadores) y, por ese mismo motivo, en este caso las contiendas suelen ser bastante más duras que las vividas en la otra modalidad, Combate de Práctica, en la que únicamente peleamos por diversión.

El modo online no funciona mal del todo… pero tampoco es que sea lo fluido que debería ser, para nada.

¿Qué tal funciona esta modalidad online en general? Pues lo cierto es que hemos tenido la oportunidad de experimentar un poco de todo. En algunas ocasiones, las menos, hemos podido pelear sin ningún tipo de lag ni otros problemas técnicos. En otras, afortunadamente en este caso tampoco demasiado numerosas, hemos tenido que luchar con tirones e incluso parones de varios segundos de por medio, algo inaceptable. Pero la situación más frecuente que hemos vivido jugando online es la de experimentar combates relativamente fluidos pero con algún tirón o pequeña ralentización durante los mismos. ¿Se solucionará esto mediante parches o mejora en los servicios online? Pues eso esperamos, pero de momento esto es lo que os podemos comentar.

Un gran título, pese a todo

A pesar de todos sus fallos y su precio, sigue siendo un gran juego de lucha 2D.

Puede que esperáramos algo más de esta nueva edición para Switch del clásico juego de lucha de Capcom, pero a pesar de sus decepciones, centradas especialmente en sus modalidades inéditas Camino del Hado y Combate Dúo, sigue siendo un excelente representante dentro de su género. ¿Merece la pena adquirirlo si ya disponemos de alguna de las ediciones anteriores, especialmente de Super Street Fighter II Turbo: HD Remix? Pues eso depende de cada usuario, que debe sopesar si le compensa invertir los casi 40 euros que cuesta el título o no.

Hemos realizado este análisis mediante un código enviado por Nintendo .

Colaborador

NOTA

7.5

Puntos positivos

Sigue siendo un grandísimo juego de lucha.
La adición de Evil Ryu y Violent Ken.
El control es perfecto con el mando Pro.

Puntos negativos

Las nuevas modalidades dejan mucho que desear.
Su precio nos parece demasiado elevado.
Si jugamos sin el mando Pro, el control pierde precisión.

En resumen

Una notable versión de uno de los mejores arcades de lucha 2D de todos los tiempos… que podía (y debería) haber sido todavía más brillante.