Análisis Rock of Ages II: Bigger, original muy divertido (Switch)
A estas alturas, cada vez cuesta más dar con propuestas originales que ofrezcan mecánicas que se salgan de las normas habituales. De hecho, la mayoría de las veces tenemos que acudir a la escena independiente para disfrutar de dicha ración de frescura y originalidad. Precisamente esto es lo que sucede con la obra del estudio Ace Team que lleva por nombre Rock of Ages II: Bigger & Boulder, un título que se deja ver en Switch casi dos años después de su aparición en el resto de formatos.
Un juego que ya demostró de lo que es capaz y que en su llegada a Switch (y a pesar del tiempo transcurrido) sigue conservando prácticamente intactas todas sus cualidades. Diversión, simpatía, una línea estética muy curiosa y toques de estrategia y tower defense se dan cita en esta obra, una combinación que da como resultado un título muy entretenido… y que además puede ser disfrutado tanto en solitario como en compañía gracias a los modos multijugador que también integra.
Rocas y tower defense
El título presenta una gran cantidad de modalidades, si bien encontramos dos modos de juego principales: Campaña y Online. El primero de ellos tiene incluso su narrativa y todo, la cual resulta tan absurda como curiosa. Para resumirla, a lo largo de varias épocas distintas tenemos que ayudar a Atlas a recuperar la Tierra, que por un descuido desafortunado dejó caer… y como consecuencia de esto se montó un lío tremendo.
A partir de entonces se desarrolla una mecánica de juego que resulta muy particular, en la que tenemos que proteger nuestra fortaleza o castillo al tiempo que tratamos de derribar el asentamiento del rival de turno, todos ellos figuras históricas reales o ficticias como Don Quijote, Ricardo Corazón de León o Medusa. ¿Y cómo lo hacemos? Pues mediante dos etapas o fases claramente diferenciadas, es decir, la que tiene que ver con la defensa de nuestro castillo y el ataque al de nuestro adversario.
Para destruir poco a poco la estructura de la fortaleza que tenemos que derruir, tenemos que emplear una serie de rocas redondas de un tamaño gigantesco que es necesario guiar a lo largo de un camino no demasiado extenso pero sí algo sinuoso en ocasiones. En este caso se une la habilidad con un elemento táctico destacado, dado que además de tener que demostrar cierto nivel de habilidad para dirigir la roca de turno, también es necesario elegir qué tipo de piedra vamos a usar en cada ataque (hay varias distintas con sus propias características de peso, tamaño, etc.). Y no sólo eso, dado que nuestros rivales irán protegiendo su castillo con diferentes obstáculos y elementos defensivos que tenemos que ir eliminando o esquivando, depende de lo que más nos convenga en cada ocasión, enfatizando más si cabe dicho aspecto estratégico.
Cada vez que lanzamos una roca, tenemos que esperar un tiempo prudencial (tampoco es demasiado dilatado) para que podamos emplear otra. Y lejos de estar esperando tranquilamente, aquí da comienzo la segunda etapa: la defensiva, al más puro estilo tower defense. Al igual que los adversarios, nosotros también podemos (y debemos) tratar de resguardar las posibles zonas de impacto de nuestra fortaleza. Y para tal fin es posible ir colocando de manera libre una amplia cantidad de elementos disuasorios, por así denominarlos.
A medida que progresamos vamos habilitando nuevos elementos, algunos de ellos realmente divertidos como una especie de ventiladores de un tamaño enorme capaces de desviar la trayectoria de las rocas, barriles explosivos… o incluso vacas. Como veis el sentido del humor que ha sido integrado en esta obra va más allá de los diálogos que se suceden a lo largo del modo Historia, lo cual siempre es de agradecer.
Esta fórmula de juego resulta tremendamente divertida y amena, sobre todo durante los primeros compases del juego. La fusión entre habilidad, tower defense y humor que se juntan en esta obra de Ace Team es muy meritoria y sugerente, dando forma a un título que no se parece en demasía a ningún otro. Es cierto que a medida que transcurren las horas el planteamiento básico pierde algo de frescura y se torna mucho más predecible pero, con todo y con eso, la jugabilidad sigue siendo bastante sólida.
Por fortuna, el título posee otros reclamos en forma de modos de juego adicionales, si bien el que más miga tiene es la vertiente multijugador online y local. Hasta cuatro usuarios pueden adentrarse en las batallas que proporciona Guerra (similares a las planteadas en el modo individual), así como participar en Carreras de Obstáculos y la variante Skee-Roca, modalidades que se salen del patrón básico de juego y que resultan muy amenas.
Y a esto se suman otros modos de juego offline también apetecibles como Partida de Guerra, que mantiene la esencia del juego que os hemos explicado… así como las llamadas Carrera de Obstáculos y Desafío de Tiempo, opciones en las que se modifica dicha dinámica. Eso es, porque en este caso se trata de tomar partido en carreras con o sin obstáculos con las rocas como protagonistas. Y en todos ellos es posible elegir cualquier de los 15 escenarios principales que alberga el título: La Mancha, Holanda, Delfos… Hay mucha variedad.
Entrando ya a comentar su parcela técnica, se trata de una producción que, dentro de su carácter "humilde", posee un nivel más que aceptable, empleando el Unreal Engine 4 para dar vida a dicho apartado. De entrada, la estética que se ha empleado para dar vida a los personajes, objetos y hasta las rocas que lanzamos es muy curiosa. Puede gustar más o menos, eso depende de los gustos de cada uno, pero desde luego es muy reconocible. Por su parte, la recreación de los escenarios no está mal y todos gozan de un nivel de detalle correcto. Pero lo más importante es la física y el comportamiento que poseen las rocas, bastante conseguido, si bien hemos apreciado ciertos defectos menores en la detección de las colisiones y, también, ligeras caídas ocasionales (y nada importantes) en la tasa de frames.
El apartado sonoro también ha sido bastante cuidado, e incluso incluye un correcto doblaje en inglés (con subtítulos en español) que va narrando la surrealista trama argumental que tiene cabida en el modo Historia. La banda sonora también adquiere cierto protagonismo y posee una colección de melodías bien compuestas que se adaptan a cada época de manera correcta, y a esto se añade una gran cantidad de efectos sonoros.
Una sugerente combinación
La mejor cualidad que posee esta producción tiene que ver con la acertada combinación de géneros tan diferentes que dan como resultado una jugabilidad muy original y amena. Además es un título altamente recomendable tanto para jugar en solitario como en compañía, a lo que se suma un apartado estético muy peculiar y un sentido del humor más que notable. Evidentemente y dado el tiempo transcurrido desde su lanzamiento original en otros formatos (unos dos años), ya no sorprende tanto como lo hiciera antaño y, también, presenta algún pequeño defecto de carácter técnico. Pero a pesar de eso es una obra muy llamativa, duradera y absorbente que además posee un precio bastante asequible.
Hemos realizado este análisis mediante un código de descarga enviado por Cosmocover.