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Fecha de lanzamiento:
Switch, PS4:
PS5:
PC:
XBOne:
XSX:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Thomas Happ
Producción: Thomas Happ
Distribución: eShop
Precio: 17,99 €
Jugadores: 1
Formato: Descarga
Textos: Español
Voces: -
Online: No
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Análisis Axiom Verge 2, el enigma de otro mundo (Switch, PS5, Xbox Series X/S, Xbox One, PS4, PC)

Tomas Happ regresa con su pixelada saga metroidiana en un radical cambio de aires a una Antártida invadida por portales y restos de la civilización asiria.
Análisis de versiones Switch, PS5, Xbox Series X/S, Xbox One, PS4 y PC.

El género metroidvania no se había cultivado demasiado fuera de las licencias de Nintendo y Konami, pero al igual que todo buen estilo de juego que se echaba en falta hace años… la comunidad indie se encargó de traerlo de vuelta por todo lo alto convirtiéndolo de nuevo en un planteamiento de moda. Axiom Verge fue uno de esos exponentes, creado íntegramente por el desarrollador Tomas Happ en 2015 como homenaje a la saga Metroid, quizás el ejemplo más claro, dado que la mayoría se inspiran mucho más en Castlevania. Su éxito moderado dio luz verde a una secuela que recibimos ahora al fin.

Esta segunda parte nos llega tras seis años de desarrollo y una pandemia por en medio, pero mostrando una apariencia muy cambiada que nos asegurará diferenciarse lo suficiente de su predecesor, para bien o para mal. Esta vez su lanzamiento se ha dado directamente en Switch, PS4 —con la posibilidad de jugarlo en PS5 mediante retrocompatibilidad, por supuesto— y PC a través de Epic Games Store.

El mundo de Lamassu

Axiom Verge 2 arranca con una introducción al más puro estilo 8 bits, desplegando un texto que va acompañado por imágenes estáticas en pixel art que explican lo acontecido. Aquí encontramos la primera diferencia, pues la introducción original era animada, lo cual supone un pequeño paso atrás. En el año 2053 ocurrió una tragedia en la Estación Jones (Antártida) durante una expedición de la compañía Hammond Corp, propiedad de la Dr. Hammond, la inventora de una computadora superlumínica conocida como ansible. Nosotros seremos la multimillonaria Indra Chaudhari, que dirige el conglomerado Globe 3 y ha adquirido la mayor parte de la Hammond Corp. Al investigar el prototipo del ansible recibe un mensaje incitándola a ir a la Antártida o no volverá a ver a su hija.

Enseguida notaremos muchas más diferencias en cuanto nos pongamos al mando de Indra. En este caso lo que llamará nuestra atención es el radical cambio en el uso del color, Axiom Verge 2 utiliza un estilo con tonos grises, naranjas, marrones y verdes que contrasta con la predominante mezcla de negros, morados y rojos que tenía la primera parte, que tenía una atmósfera mucho más opresiva. Esto puede que no convenza a mucha gente e incluso resulte más feo, pero lo cierto es que parece ser una decisión tomada precisamente para diferenciarlo lo máximo posible. La trama antártica al más puro estilo The Thing se mezclará también con unas extrañas máquinas representadas con figuras sacadas de la arquitectura asiria, como los toros-leones alados con cabeza de hombre, la divinidad lamassu.

A diferencia del primero, el arte del juego toma como base los tonos pastel y la maquinaria de arquitectura asiria.

La jugabilidad también ha cambiado bastante, ahora no nos dará esa sensación de Metroid indie que daba la primera parte, el mapa es mucho más abierto y combatiremos cuerpo a cuerpo —piqueta, hacha, etc— la mayoría del juego. Pareciera por momentos que en este caso se hayan inspirado más en otras sagas como Contra a pesar de que tampoco tenga su estilo run and gun, pero tendremos las máquinas y presencias alienígenas sobre escenarios de cataratas plataformeras. Además de estas armas principales contaremos con un bumerán y toda una serie de habilidades —brazos de nanomáquinas con nombre mesopotámico— que iremos encontrando y mejorando en el menú con unos frascos.

Los objetos podremos asignarlos al botón que queramos y las habilidades consumirán de la barra de energía.

El progreso de las habilidades es bastante simple y salvo en contadas ocasiones no suponen un impacto grande en la partida. Entre aquellas que tendremos que mejorar seguro está el hackeo, que nos permitirá abrir puertas y dar órdenes a las máquinas enemigas en función del nivel requerido, utilizando para ello un radio de alcance que también podemos ampliar. El combate con armas blancas cumple pero se acaba haciendo monótono, en especial porque solo cambia el set de movimientos. La reducida variedad de enemigos y la casi ausencia de jefes tampoco ayudan, convirtiendo el desarrollo en una rutina de limpieza que resulta poco retante. La dificultad es asequible durante todo el juego y terminaremos por huir de los combates porque solamente sirven para obtener orbes de curación.

Una brújula de lapislázuli nos indicará el objetivo y tendremos un mapa pixelado que será útil, aunque no está tan detallado como nos gustaría y a veces cuesta ubicarse. En el transcurso veremos los templos que nos servirán de punto de salvado y resurrección, además de poder usar más adelante el viaje rápido entre ellos cuando lo desbloqueemos. Esto sí que no cambia en exceso respecto a otros metroidvania, haciendo satisfactoria la exploración a pesar de que prima el plataformeo antes que la acción y las partes bloqueadas se resuelven sin pensar una vez tenemos la habilidad requerida.

Los únicos jefes que hay son algunos enemigos grandes que tardan más en caer, pero no son únicos ni memorables.

La otra parte crucial del juego está en los portales, una brecha que cruzaremos con un dron y que nos lleva a otra realidad alternativa al mundo antártico-mesopotámico. El dron es otra de las piezas de nuestro arsenal, solo que gana autonomía propia a medida que lo vamos mejorando, haciendo que sea común alternar entre Indra y el arácnido. La función de las brechas suele ser la de desbloquear alguna zona en el otro mundo gracias al avance del dron; en estas partes el progreso sí es algo más concentrado y laberíntico, pero el mapa también estará conectado por puntos de guardado.

La narrativa termina teniendo bastante importancia aunque resulta una combinación muy rara en los primeros compases del juego —lo mismo que ocurría con la dirección artística— y quizás a veces nos rompe un poco el ritmo por la cantidad de documentos que hay que leer. Una vez más esto parecía mejor presentado en Axiom Verge, y además las conversaciones incluían el detalle del avatar pixelado, en este caso da la sensación de estar menos trabajado aun habiendo tenido tantos años de por medio.

El dron protagonizará las secciones al otro lado de la Brecha, un mapa paralelo con un recorrido más simplificado.

La música original también es muy diferente de lo que escuchamos hace años, alejada del chiptune —salvo algunos temas más retro al cruzar los portales— y protagonizada por instrumentos del Oriente Próximo, lo cual acentúa la extraña sensación que transmite el juego en sus primeras horas. Los efectos de sonido en general están muy altos y apenas se reducen cambiándolos en opciones. Al finalizarlo nos quedará la opción de un modo contrarreloj que omite las conversaciones para hacer speedrun.

Un cambio arriesgado

Axiom Verge 2 nos divertirá y no es un mal juego en absoluto, pero es casi inevitable llevarse una ligera decepción tras lo que encontramos en su primera parte. Aquella esencia de Metroid casi se ha disuelto por completo, su ambientación no es opresiva, se centra en el cuerpo a cuerpo y tampoco supone mejora en el pixel art. Eso sí, esconde ideas originales en su mezcla de mundos y civilizaciones y nos seguirá dando un mapa al estilo metroidvania de unas 10-12 horas de juego. Ahora lo que nos depare una posible tercera parte es un completo misterio, pero desde luego esta es única en su especie.

Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga de Epic Games Store que nos ha proporcionado Thomas Happ.

Colaborador

NOTA

6.8

Puntos positivos

Un planteamiento original que consigue no ser nada continuista.
El progreso por el mapa, tan completo y adictivo como se espera.
La variada cantidad de habilidades que podemos utilizar.

Puntos negativos

La ambientación cautiva mucho menos que en su predecesor.
Se echan en falta enfrentamientos importantes contra jefes.

En resumen

Una secuela muy diferente que no consigue llegar a los niveles de genialidad de Axiom Verge, pero que igualmente divertirá a los fans de la exploración y los plataformas no lineales.