Análisis The Last of Us Parte I, una fiel y espectacular reconstrucción de uno de los mejores juegos de la historia (PS5)
Hace 9 años, Naughty Dog sorprendió al mundo entero con The Last of Us, una obra que se alejaba de sus anteriores trabajos para llevarnos a un futuro cercano en el que la Tierra había sido devastada por un hongo que transforma a las personas en peligrosísimos "zombis". Con esta premisa, nos embarcamos en un viaje inolvidable donde la acción, el sigilo y el terror se combinaban a la perfección con un guion, una narrativa y, sobre todo, unos personajes tan complejos, fascinantes y humanos que son ya historia viva del medio.
Un juego que explotó las capacidades técnicas de PlayStation 3 hasta sus últimas consecuencias y que nos hizo sentir como auténticos supervivientes en un universo despiadado y violento como él solo, pero que también guardaba momentos de una belleza única que quedaron grabados para siempre en nuestras retinas. Por si no fuese suficiente con todo esto, remató la jugada con una emotiva y evocadora banda sonora compuesta por Gustavo Santaolalla, quien consiguió imprimirle un tono muy íntimo y personal a la música.
No exageramos lo más mínimo si decimos que The Last of Us es uno de los mejores videojuegos que se han hecho nunca y uno de los que más huella nos han dejado, por lo que la idea de revivirlo con un remake para PS5 (y próximamente PC) que actualice sus gráficos a los estándares de 2022 no podría resultarnos más atractiva, a pesar de lo vigente que sigue estando el original gracias a su remasterización para PS4. Y sí, ya os vamos adelantando que Parte I es, con diferencia, la mejor forma que encontraréis de disfrutar esta maravilla.
Un remake muy fiel
Lo primero que tenemos que dejar claro es que a nivel de contenidos estamos ante exactamente el mismo juego que se lanzó en 2013, algo que, además, podemos extender a su sobrecogedora expansión, Left Behind, la cual también ha recibido su correspondiente remake como parte de este nuevo producto (desgraciadamente, su Modo Multijugador se ha quedado fuera esta vez). Cosas como la historia, el diseño de niveles o las mecánicas se han mantenido prácticamente intactas, ya que el objetivo de Naughty Dog con esta versión ha sido el de reconstruirlo todo con un apartado gráfico completamente nuevo y añadir alguna que otra mejora puntual que haga la experiencia más satisfactoria incluso si cabe.
Es decir, no esperéis contenidos inéditos en forma de nuevos tipos de enemigos, secciones jugables, objetos o movimientos, ni nada que pueda alterar lo más mínimo el impecable desarrollo que tenía la aventura original. Esto, existiendo The Last of Us Parte II, hace que a los mandos siga resultándonos un juego más simple, limitado y menos variado en comparación, aunque entendemos que introducir todas las mejoras y novedades que trajo consigo la secuela habría conllevado tener que rediseñar en profundidad muchas cosas para que la dificultad no se rompiera y pudiésemos aprovechar de verdad el entorno.
De todos modos, os aseguramos que es algo que, al final, no se echa de menos, pues estamos hablando de un juego que ya en PS3 era prácticamente perfecto y al que resulta muy difícil encontrarle pega alguna. Toda una lección de diseño que acaba traduciéndose en un título redondísimo al que no le falta ni le sobra ni un solo segundo, que saca mucho partido a todas sus mecánicas y cuyo ritmo es envidiable, sorprendiéndonos constantemente con nuevas situaciones y alternando con muchísimo acierto los momentos de tranquilidad con los más intensos para encontrar un equilibrio al que muy pocas producciones pueden aspirar.
Ahora bien, esto no quiere decir que no se haya aprovechado la oportunidad para introducir pequeños retoques que hacen que el título gane en inmersión y accesibilidad, algo que queda muy patente en detalles como la nueva interfaz y la forma en la que están dispuestos los controles y atajos, todo ello heredado de Parte II. De igual modo, el gunplay de la secuela también se ha adaptado a este remake, consiguiendo que la sensación de contundencia al impactar sobre los enemigos sea indescriptiblemente satisfactoria, permitiendo incluso que podamos desarrollar nuevas estrategias como destrozar las piernas de los infectados para retrasarlos y que solo puedan perseguirnos arrastrándose por el suelo.
Como podréis intuir, a esto ayuda mucho la retroalimentación háptica del DualSense y el uso que se le da a los gatillos adaptativos del mando. En el primer caso nos ha transmitido unas sensaciones muy sorprendentes con ciertos efectos, como los que se producen al atravesar una tormenta de nieve, al disparar con una escopeta o al cabalgar a caballo, mientras que el segundo se limita a los disparos con el arco, algo que en este juego nos ha parecido mucho mejor llevado que en otros títulos (mención especial a cuando tenemos el arco tensado y dejamos de hacerlo sin llegar a ejecutar el tiro).
Por otro lado, también se han realizado algunos ajustes en la IA aliada para evitar que Ellie y el resto de personajes que nos acompañarán se paseen felizmente por delante de los enemigos como si tuviesen una capa de invisibilidad. La mala noticia es que este problema del original no se ha solventado del todo y a lo largo de nuestro viaje hemos vivido situaciones un tanto surrealistas en las que nuestros compañeros corrían como locos ante nuestros rivales sin que estos fuesen capaces de verlos. Eso sí, esto ahora sucede con una frecuencia muchísimo menor, por lo que se trata de un error muy puntual. En lo que respecta a los enemigos, no hemos detectado apenas cambios en sus comportamientos y rutinas, por lo que siguen siendo muy predecibles, tienen una comunicación justita entre ellos y no llegan a sorprender como sí sucedía en Parte II. Al menos, parece que interactúan mejor con el entorno y aprovechan con un poco más de eficiencia las coberturas.
Continuando con las novedades, cabe destacar la enorme cantidad de opciones de accesibilidad que se han añadido, ofreciéndonos una experiencia altamente personalizable para que casi cualquier jugador pueda adaptar el título a sus necesidades y disfrutar plenamente de la obra, incluyendo cosas tan revolucionarias como utilizar la retroalimentación del DualSense para que nos indique la intensidad de los diálogos y nos transmita el tono que usan los personajes al hablar, algo que los usuarios con problemas auditivos agradecerán muchísimo por lo bien que funciona. Es más, también hay descripciones de audio para todo, incluyendo las escenas de vídeo, algo inédito en PlayStation hasta ahora.
Tampoco podemos olvidarnos de un completísimo selector de capítulos y encuentros para que podamos rejugar cualquier parte concreta de la aventura que hayamos completado, ya sea por simple diversión, para recolectar coleccionables que nos hayamos podido dejar o incluso para completar algún trofeo. Hablando de trofeos, hay una nueva selección de ellos que consigue que la tarea de obtener el preciado Platino sea mucho más entretenida, divertida y fácil que en el original y su remasterización. Comentar también que en las tarjetas de actividad de PS5 se han añadido muchas pistas para ayudarnos a que no nos dejemos nada por conseguir.
Adicionalmente, contamos con una gigantesca galería de extras desbloqueables desde la que podremos acceder a todo tipo de materiales, como modelados 3D, artes conceptuales (entre los que se incluyen tanto los realizados para la versión original de PS3 como los nuevos de este remake), modos de renderizado, documentales, modificadores de partida, podcasts, trucos y trajes para Joel y Ellie, donde encontraremos numerosas prendas nuevas con las que vestir a nuestros héroes. Hay muchísimos contenidos inéditos para desbloquear en cada categoría tras terminar el juego, algo que haremos invirtiendo unos puntos que se adquieren al obtener trofeos y coleccionables, así como al superar capítulos en dificultades superiores.
También se han añadido nuevos modos, como el de Muerte Permanente, el cual podemos activar para todo el juego, para cada capítulo o para cada acto. Al igual que en la secuela, esta opción es independiente del nivel de dificultad escogido y no es necesario desbloquearlo. Por otra parte, también podéis poneros a prueba con el Modo Carrera de Velocidad, donde el objetivo es llegar hasta el final en el menor tiempo posible.
En otro orden de cosas, os alegrará saber que se ha incluido un nuevo Modo Foto muy superior al que se introdujo en la remasterización, donde disfrutaréis de muchísimas opciones para dar rienda suelta a vuestra creatividad y obtener grandes instantáneas, desde la aplicación de filtros hasta cosas más concretas y técnicas como controlar y colocar las fuentes de luz. Lo cierto es que es un juego con una dirección visual tan apabullante que con muy poco esfuerzo hemos conseguido obtener unas fotos geniales, así que si sois amantes de este tipo de añadidos os lo vais a pasar en grande con él.
Una reconstrucción espectacular
Como veis, hasta ahora os hemos hablado de pequeñas mejoras, retoques, opciones, extras y modos adicionales que, sin alterar la experiencia original, hacen que el juego sea más satisfactorio y agradable que nunca. Pero, a la hora de la verdad, el gran reclamo de este remake lo tenemos en su nuevo apartado audiovisual, el cual supone un salto de gigante respecto a lo que vimos en la remasterización de PS4.
Todo ha sido rehecho desde cero, lo que implica nuevos modelados, escenarios, animaciones, sistema de iluminación y expresiones faciales, equiparando así sus gráficos a los de Parte II para conseguir una cohesión visual entre ambos juegos muy interesante, algo que también acaba impactando en su dirección de arte, más oscura, cruda y realista.
El resultado es simple y llanamente espectacular, no solo por la calidad de todos los elementos que se ponen en pantalla, sino también por la ingente cantidad de detalles que se han ganado, algo que se puede apreciar rápidamente en los escenarios, muchísimo más ricos y complejos. Además, esto también significa que el modelado de los personajes siempre es el mismo tanto en las secuencias de vídeo (las cuales se han respetado plano por plano) como en las secciones jugables, por lo que siempre disfrutaremos de ellos a máxima calidad, haciendo del viaje algo mucho más homogéneo y cohesionado.
Es toda una experiencia poder revivir así esta obra maestra y a día de hoy pocos títulos vais a encontrar en el mercado que se vean mejor. Quizá no nos haya impactado de primeras tanto como Parte II, cuyos entornos son mucho más amplios y variados, facilitando que luzcan más, pero mentiríamos si os dijésemos que no nos hemos pasado el juego entero completamente embobados recreándonos la vista a cada paso que dábamos. Por cierto, existen dos modos gráficos distintos: Fidelidad (4K y 40 fps) y Rendimiento (resolución dinámica y 60 fps). De los dos, nuestra opción favorita ha sido Rendimiento, la más equilibrada y con unos 60 fps que para nosotros son innegociables.
Finalmente, en el sonido no encontramos cambios destacables, ya que tanto la banda sonora como los efectos y el doblaje (tanto en inglés como en español) se han mantenido intactos, pues no se han regrabado. Ahora bien, se ha aprovechado la ocasión para sacarle partido a la tecnología de audio 3D de PS5 con unos resultados sensacionales que nos han sumergido de lleno en la acción, especialmente en las secciones en las que entran en juego los infectados, cuyos gritos y el consecuente eco que producen nos han puesto los pelos de punta y nos han permitido detectar fácilmente su procedencia sin necesidad de tener contacto visual.
Conclusiones
Volvemos a repetirlo: The Last of Us Parte I es, con diferencia, la mejor versión que existe de este juegazo y su expansión. Un remake extremadamente fiel que nos deslumbra con un apartado técnico increíble y que añade pequeñas mejoras aquí y allá para hacer que la experiencia a los mandos sea más satisfactoria incluso si cabe. Eso sí, al no querer tocar nada que pudiese alterar la base del original, en lo puramente jugable vuelve a quedarse por debajo de su secuela, ya que dispone de mecánicas mucho más limitadas y enemigos menos variados, lo que no quita que siga siendo una obra redonda, con un desarrollo prácticamente perfecto y con una historia y unos personajes de los que dejan huella.
Quizá no fuese el juego que más necesitaba un remake, tanto por el tiempo que ha pasado desde su lanzamiento como por lo vigente que sigue estando el original gracias a su remasterización, algo a lo que debemos sumarle el hecho de que se trata de una obra difícilmente mejorable, pero resulta muy difícil decirle que no a un producto tan cuidado y espectacular que actualiza a los estándares de 2022 una de las mejores aventuras que hemos disfrutado nunca en videojuego alguno. Sin duda, una compra altamente recomendable para redescubrir o vivir por primera vez el inolvidable viaje de Joel y Ellie.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga que nos ha proporcionado PlayStation.