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Género/s: Aventura / Terror
Fecha de lanzamiento:
PS5, PC, XSX, XBOne, PS4:
También en: PC XSX XBOne PS4 PS5
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Supermassive Games
Producción: Bandai Namco
Distribución: Bandai Namco
Precio: 39,99 €
Jugadores: 1-5
Formato: Blu-ray
Textos: Español
Voces: Español
Online: Sí
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Análisis The Devil in Me, una trampa mortal (PS5, PC, Xbox Series X/S, Xbox One, PS4)

Supermassive se pasa ahora al terror de ‘Saw’ con un juego entretenido donde, una vez más, las decisiones importan, pero con una historia olvidable y novedades que no terminan de ofrecer nada de valor.
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Actualizado: 18:45 17/11/2022
Análisis de versiones PS5, PC, Xbox Series X/S, Xbox One, PS4.

Las fans del terror seguimos de enhorabuena. Tras una época en la que lo más parecido a un juego de terror eran los micropagos, ahora tenemos juegos de miedo de todos los colores. Supermassive Games ha encontrado su nicho en las aventuras narrativas de corte cinematográfico, y se ha convertido en un estudio increíblemente prolífico capaz de lanzar, mínimo, una al año. La última es la que hoy nos ocupa, The Devil in Me.

La mente del asesino

The Devil in Me es, lógicamente, y como parte de esta antología, otro juego que continúa la fórmula de los anteriores. Cada juego va añadiendo pequeñas novedades, y este no es una excepción. Profundizaremos en esto más adelante. Para quienes no conozcan The Dark Pictures Anthology, es una serie de títulos que se centran en la toma de decisiones para intentar salvar a los personajes, con una jugabilidad que gira en torno a la exploración y a la resolución de quick time events y otros pequeños minijuegos.

A pesar de todas las señales, nuestros protagonistas no sospechan la que se les viene encima.

Para nosotros, en este tipo de juegos, hay dos pilares: la historia y que las decisiones importen. En The Devil in Me, las decisiones importan. Si habéis jugado a los títulos anteriores, sabréis que se pueden jugar a través de internet con amigos y que, mientras que algunas secuencias las hacemos juntos, otras son completamente diferentes, en otros lugares, con otros personajes. Nos ha llamado la atención que jugando a través de internet, lo que hacen o aconsejan nuestros compañeros basándose en lo que ven en otra parte del mapa, puede ser directamente, haciendo que nuestras vidas dependan no sólo de nuestras acciones, sino de las de otros. Así que sí, las decisiones importan y mucho.

La historia, por su parte, nos ha dejado un poco más fríos. La ambientación nos ha encantado, así como su propuesta. The Devil in Me gira en torno a H. H. Holmes, el considerado primer asesino en serie de Estados Unidos, que confesó haber matado a 27 personas, un número que, se sospecha, es mucho más bajo del real. La leyenda cuenta que utilizó su hotel para crear un laberinto de trampas letales y habitaciones de tortura secretas con las que asesinar a huéspedes y, aunque la realidad es que la prensa exageró o inventó gran parte de esto, Supermassive usa la leyenda como base para esta nueva aventura.

La exploración vuelve a ser fundamental para descubrir más sobre la historia.

En concreto, nos ponemos en la piel de un equipo de investigación que viaja por el mundo para hacer documentales sobre historias de este tipo. Las cosas no van particularmente bien y el programa está al borde de la cancelación. Por eso, cuando reciben la invitación de un gran aficionado a la «obra» de Holmes para visitar una recreación de su hotel, aceptan la oferta. Obviamente, la recreación no es sólo estética sino también funcional, y tan peculiar aficionado no sólo disfruta con la teoría, sino con la práctica. A partir de ahí, es cosa nuestra salir con vida. El problema con la historia para nosotros es que es increíblemente predecible de principio a fin, sin ningún tipo de sorpresa y con una conclusión que nos ha dejado tremendamente fríos.

Las novedades

The Devil in Me, como los anteriores títulos, introduce un par de novedades con el objetivo de convertirse en algo más interactivo cuando estamos controlando a los personajes. En este caso, tenemos la posibilidad de trepar y saltar obstáculos, el inventario y las habilidades únicas para cada miembro del equipo. La primera es de agradecer y, sobre todo, da algo más de «credibilidad» a la aventura. Es decir, ahora, si nos persigue un señor con un hacha, saltarnos un mueble para escapar no es imposible. Las otras dos novedades son un tanto anecdóticas.

Vamos a presenciar bastantes torturas, un poco ‘gore’, aunque nada demasiado grotesco.

El inventario, en realidad, se limita a algún objeto que podemos usar para iluminar, y luego objetos puntuales que usamos para alguna acción. Es decir, tenemos ciertos objetos que el juego decide cuándo usar, por lo que al final, en realidad, este inventario se traduce en que la linterna (o la fuente de luz que sea) se activa pulsando arriba en la cruceta. Lo mismo ocurre con las habilidades únicas de cada personaje, que están vinculadas a objetos relacionados con el trabajo que desempeñan en el equipo de grabación. Cuando el juego las requiere para un momento concreto se activan. Sin más. Por último, hay que mencionar un par de puzles, ambos relativamente sencillos, pero que nos han gustado y nos han hecho pensar por unos minutos.

Un gran apartado gráfico... ¿hecho con prisas?

Como es habitual, Supermassive Games nos promete un apartado visual más que notable para sus aventuras, pero parece que esta vez se han quedado sin tiempo para pulirlo. No sabemos si porque es más largo o porque están intentando automatizar más cada vez para poder optimizar el desarrollo, pero es un título que da menos sensación de pulido que los anteriores. Desde cortes muy abruptos entre secuencias a personajes cada vez más robóticos, nos ha parecido un salto atrás con respecto a su anterior título, The Quarry.

A pesar del gran trabajo hecho con los personajes, muchas veces se muestran con expresiones robóticas y ojos inertes.

Los escenarios y los modelados de los personajes se siguen viendo genial, y sorprende lo cuidado que está el tratamiento de la piel y los músculos durante las expresiones faciales, pero en lo que respecta a la animación, la mayoría da la sensación de ser automático. Hay momentos obvios de captura de movimiento para el cuerpo, pero los personajes se comunican muchas veces de manera errática, con ojos inertes que no sólo no veíamos en The Quarry, sino que tampoco estaban tan vacíos en House of Ashes. Para un juego donde hay que empatizar con los personajes, esto nos parece importante.

Por último, el apartado sonoro nos ha gustado mucho. Con una banda sonora muy acertada que sabe cuándo hacer acto de presencia para generar tensión y efectos de sonido que terminan de rematar el trabajo, es una parte fundamental del juego. Como es habitual, nos llega doblado al castellano con una traducción que, además, nos ha sorprendido muy positivamente, y que hace por humanizar a los protagonistas.

Las diferentes áreas del ‘hotel’ aportan variedad al desarrollo.

El final de la primera temporada

No vamos a negar que esperábamos más del final de la primera temporada de The Dark Pictures Anthology. Sabemos que hacer un juego así es un trabajo enorme y que lanzar uno al año tiene que hacerlo todavía más difícil, pero eso no quita que, aun habiendo disfrutado esta aventura, nos haya dejado un poco fríos. Más quizás por una historia con un final bastante mejorable, en nuestra humilde opinión, que por la aventura como tal, que es muy entretenida (sobre todo en compañía) y con decisiones que importan. Si habéis disfrutado las otras partes de la antología, The Devil in Me os va a gustar. Si no, no vais a encontrar nada que os haga cambiar de opinión.

Hemos realizado este análisis en PS5 con un código proporcionado por Bandai Namco.

Colaborador

NOTA

7

Puntos positivos

La temática.
Decisiones que cambian todo en un segundo.
Divertido, sobre todo en compañía.

Puntos negativos

Novedades sin impacto real.
Un final que nos ha dejado fríos.
Personajes más robóticos que en juegos anteriores.

En resumen

Un título entretenido que cumple su cometido y que disfrutarán los fans del género, pero que no nos parece un paso adelante con respecto a sus predecesores.