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Fecha de lanzamiento:
PS5, PS4:
PC, XSX, XBOne, Switch:
También en: PC PS5 XSX PS4 XBOne Switch
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Heart Machine
Producción: Annapurna Interactive
Distribución: PlayStation Store
Precio: 39,99 €
Jugadores: 1
Formato: Descarga
Textos: Español
Voces: Inglés
Online: -
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Análisis Solar Ash, una aventura de plataformas y exploración con mucho estilo (PS5, PS4, PC)

Los creadores de Hyper Light Drifter estrenan una absorbente aventura de plataformas y exploración con un estilo único y mucho buen hacer.
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Actualizado: 17:14 2/12/2021
Análisis de versiones PS5, PS4, PC.

Cuando eres un pequeño estudio independiente y haces tu debut en la industria del videojuego con un título tan especial, interesante y exitoso como Hyper Light Drifter, lo normal sería pensar en hacer una secuela que te permita aprovechar su tirón e ir sobre seguro con una marca que ya es conocida entre el público. Sin embargo, Heart Machine tenía pensado algo muy distinto para Solar Ash, su segundo y absorbente juego, una aventura que si bien no es perfecta, sí que desprende personalidad y buen hacer de principio a fin.

Explorando el Ultravacío con mucho estilo

Así pues, esta vez nos encontramos con una odisea de ciencia ficción en 3D totalmente centrada en la exploración y las plataformas. Nosotros encarnaremos a Rei, una joven que debe recorrer una anomalía espaciotemporal que amenaza con absorber y destruir a su planeta natal.

Como podréis suponer, nuestro objetivo será evitar esta catástrofe y para ello deberemos acabar con unos gigantescos y peligrosos seres que impiden que activemos la máquina que nos permitirá cumplir con nuestro destino. La historia es relativamente sencilla, pero nos ha gustado mucho la forma tan sutil en la que está contada, el extraño universo en el que tiene lugar, el desarrollo de la heroína y el potente y necesario mensaje que nos deja.

El inicio de la historia es algo críptico, pero a medida que avancemos y exploremos iremos descubriendo la verdad que se oculta tras ella.

Centrándonos ya en lo puramente jugable, lo primero que llama la atención es la peculiar manera en la que Rei se mueve, ya que en vez de correr lo que haremos será "patinar" por las extrañas superficies del Ultravacío. Esto, sumado a la posibilidad de impulsarnos para aumentar nuestra velocidad, crea una dinámica de desplazamiento tremendamente satisfactoria, divertida y elegante que consigue que nos lo pasemos bien con el simple hecho de ir a un sitio a otro. Evidentemente, también contaremos con más acciones como "grindar" por raíles y sitios similares, escalar por una sustancia oscura, el imprescindible salto o una maniobra con la que podemos ralentizar el tiempo para teletransportarnos hasta los puntos de anclaje que lo permitan. Y sí, tampoco os van a faltar paredes por las que moveros cuando la gravedad lo permita.

Nuestras capacidades ofensivas se limitan a tan solo un combo básico con un botón de ataque, aunque los enemigos están muy desaprovechados y simplemente cumplen el papel de ser meras molestias.

Todo esto caería en saco roto sin un buen diseño de niveles, algo en lo que no falla, pues los escenarios, además de las formas tan originales y retorcidas que tienen, siempre buscan potenciar la exploración y despertar nuestra curiosidad para que queramos buscar la manera de llegar a sus diferentes localizaciones, creando a veces auténticos puzles que requieren tanto de habilidad como de una buena capacidad para observar y analizar nuestro entorno. No hay nada demasiado complejo o difícil, pero sí que os va a tocar parar y pensar un poco de vez en cuando.

El diseño de escenarios está trabajadísimo y pensado para que hagamos uso de todas nuestras habilidades.

Lamentablemente, el título tiene una estructura demasiado encorsetada y predecible que hace que caiga en los mismos esquemas una y otra vez. Como dijimos antes, nuestro objetivo es visitar las diferentes regiones del Ultravacío para acabar con unos colosos, aunque no podremos combatir contra ellos hasta que destruyamos unos ojos que se encuentran ocultos por los escenarios. El proceso siempre es el mismo: llegas a una nueva zona (están todas interconectadas sin tiempos de carga), activas a tu asistente para que localice la ubicación de estos objetivos, llegas hasta ellos, rompes varios pilares a contrarreloj hasta exponer su punto débil y lo eliminas. Una vez entre en acción el jefe, simplemente deberemos buscar la manera de encaramarnos a él e iniciar una rutina similar mientras destruimos objetivos de forma secuencial, aunque con la diferencia de estar patinando sobre un ser colosal y en movimiento.

Los combates contra los jefes pecan de ser demasiado parecidos entre sí, pero son todo un espectáculo.

Esto es algo que repetiremos durante todo el juego y aunque hay regiones que intentan introducir nuevas mecánicas que aporten algo de variedad a la exploración, al final su capacidad para sorprender se ve muy mermada, ya que rara vez consigue crear situaciones realmente únicas y especiales.

Con las motas de plasma que recojamos podremos aumentar nuestra salud máxima.

De hecho, más allá de esto, las dos únicas actividades adicionales que encontraremos será encontrar los archivos de otros exploradores para desbloquear nuevos trajes (cada uno con sus propias mejoras pasivas) y seguir las historias de algunos de los habitantes de este mundo, lo que suele consistir en encontrar los sitios y lugares que nos indiquen. No es que sean nada especial, pero sí que nos ha gustado lo mucho que aportan estas tareas a la narrativa del juego, dándonos una visión más amplia y detallada de este universo y su trasfondo argumental. En total, completar la aventura principal es algo que os llevará entre 5 y 6 horas, una duración que, sinceramente, nos ha parecido perfecta, pues no le ha dado tiempo a aburrirnos y el final llega justo cuando tiene que hacerlo para dejarnos más que satisfechos.

¿Os hemos dicho ya la maravilla artística que es este juego?

Donde sí que no podemos ponerle ni una sola pega es en su apartado audiovisual, simplemente sobresaliente gracias a una espectacular y fascinante dirección de arte que nos ha dejado con la boca abierta a cada paso que dábamos: estructuras imposibles, personajes exquisitamente diseñados, un uso del color muy particular y lleno de contrastes, etcétera. Todo un festín para cualquier amante de la ciencia ficción que además se ve beneficiado por un rendimiento impecable en PS5 y unas animaciones fluidísimas y con mucho estilo. El sonido también alcanza un nivel altísimo a través de una inquietante banda sonora que ayuda a crear una atmósfera muy única, por no hablar de unos efectos de calidad, así como de unas interpretaciones en inglés estupendas. Los textos están traducidos al español.

Conclusiones

Solar Ash nos ofrece una experiencia de juego muy especial y única que hace de la movilidad de su heroína, de su fantástico diseño de niveles y de su increíble dirección de arte sus principales fortalezas. No vamos a negar que hemos echado de menos un desarrollo algo más variado y con más momentos realmente únicos que se salieran de su encorsetada estructura, pero eso no quita que nos lo hayamos pasado genial sumergiéndonos de lleno en este absorbente mundo y explorando hasta su último rincón. Si os llama la atención lo que propone y os apetece algo diferente, con personalidad y que vaya al grano, no dudéis en darle una oportunidad.

Hemos realizado este análisis en su versión de PS5 con un código que nos ha proporcionado fortyseven communications.

Redactor

NOTA

8

Puntos positivos

Su dirección de arte es fascinante.
La movilidad de Rei y el diseño de niveles.
El potente mensaje de su historia y la forma en la que está narrada también a través del contenido secundario.

Puntos negativos

Su estructura es demasiado predecible y hace que le cueste sorprender
Los combates contra los colosos son demasiado parecidos entre sí.
Los enemigos están un tanto desaprovechados y quedan relegados a ser meras molestias.

En resumen

Un precioso y absorbente juego de plataformas y exploración que desprende personalidad y es capaz de sobreponerse a sus carencias para hacernos disfrutar de una gran aventura.