Análisis de Call of Duty: Black Ops 7, la entrega más desilusionante de los últimos años (PS5, PC, PS4, Xbox One, Xbox Series X)
Call of Duty acaba de estrenar un nuevo juego y, por primera vez en su historia, no parece haberle importado a demasiada gente. La saga de Activision está en un punto muy delicado, con pérdidas masivas de jugadores y una comunidad dividida debido al evidente cambio generacional que está realizando la serie, con un enfoque totalmente "warzonificado" que paulatinamente ha ido eliminando el ADN de este longevo first person shooter. En un panorama tan convulso como este, llega un Call of Duty: Black Ops 7 que, a pesar de ser la entrega con más contenido de los últimos años, nos ha dado la sensación de estar vacío y hecho a base de reciclajes.
Activision vuelve a publicar un Call of Duty hecho a base de recortes y pedazos para cumplir con el ritmo anual: Black Ops 7 tiene ideas buenas, pero fallidas
Como con cualquier Call of Duty, lo primero que hemos hecho ha sido ir directamente a la campaña para familiarizarnos un poco con las armas, la nueva movilidad, el gunplay y las sensaciones generales del juego. En esta ocasión, Treyarch y Raven Software han optado por configurar una especie de secuela tardía de Call of Duty: Black Ops 2 mediante un "modo historia" absolutamente estructurado alrededor de las mecánicas del multijugador y los zombis. Es decir, que aquí no tenemos una campaña al uso sino una especie de 'Frankenstein' como ocurrió con Call of Duty: Modern Warfare 3 (2023); con áreas un poco más abiertas repletas de armas de diferentes rarezas, placas de blindaje, rachas de bajas y hasta habilidades.
A grandes rasgos, estamos ante la que probablemente sea una de las peores campañas de la historia de Call of Duty, carente de momentos épicos y cinematográficos, con una banda sonora inexistente y una historia que es realmente un maremágnum de ideas inconexas que quieren ser un modo zombis con narrativa y cinemáticas espectaculares -la calidad gráfica en ese aspecto sigue siendo una maravilla, las cosas como son-.
Utilizando como base los mapas del multijugador -con escenarios hasta del mismo Black Ops 6 reciclados-, Black Ops 7 apuesta por una experiencia cooperativa que se siente carente de alma y sin la esencia de la saga, siendo solamente una especie de introducción para el contenido endgame.
A pesar de que Treyarch logró enmendar los errores de Call of Duty: Modern Warfare 3 (2023) y su campaña Warzone, en esta ocasión ha optado por crear un Destiny con hasta jefes finales de zona a los que hay que derrotar buscando su punto débil. Pese a que puede ser una experiencia entretenida si se juega con amigos y se ignora por completo la trama -empeñada en atarse en corto al mencionado Black Ops 2 y hasta al primer Black Ops con un sinfín de referencias que buscan despertar nostalgia-, no podemos considerar esto una campaña de Call of Duty.
Tan enfocada al multijugador está esta modalidad que hasta por primera vez en la serie, Call of Duty obliga a tener conexión permanente a internet para poder jugarla e incluso no permite pausarla, castigando a los usuarios a reiniciar cada fase si mueren debido al tratamiento online que se le da a este cooperativo enmascarado de modo historia. Todo ello, como decíamos, para familiarizar a la comunidad con la sorpresa final que aparece una vez completamos las diferentes misiones que componen este apartado: un shooter de extracción bautizado como 'Objetivo Final'.
Se trata de un modo que combina el ya clásico DMZ con los zombis de Call of Duty: Modern Warfare 3 (2023), con un escenario repleto de enemigos controlados por una IA muy mejorable e inofensiva donde hay que completar una serie de misiones y desafíos en el amplio mapa de Avalon para subir de nivel, mejorar armas, desbloquear camuflajes, etc. Aunque hay que admitir que es una buena opción para aquellos que quieran disfrutar de Black Ops 7 en un entorno más tranquilo, alejado de las presiones del multijugador y la intensidad de los zombis, es un modo que realmente corre el riesgo de agotarse rápidamente, tanto por su repetida fórmula como por su finalidad, que al final es obtener experiencia para ascender de rango.
En líneas generales, es preocupante ver el rumbo que está tomando Call of Duty en estos últimos años, con entregas fallidas que se erigen a base de reciclajes de anteriores títulos para poder alcanzar esa meta de lanzamiento anual que impera en la serie desde sus inicios. A pesar de que el multijugador es el corazón de la saga, las campañas siempre han ofrecido momentos memorables y personajes que han pasado a la historia de los videojuegos, sobre todo si hablamos de la era dorada. Todo ello, aquí, parece haber quedado enterrado y es una verdadera lástima, porque la idea de realizar una secuela tardía de Black Ops 2 era extremadamente jugosa, pero hacerlo así pierde gran parte de su sentido.
Call of Duty: Black Ops 7 se salva por su atractivo modo zombis y un multijugador divertido que, por fin, elimina el SBMM
Una vez acabada la campaña, que tiene una duración aproximada de unas cinco horas si vamos explorando y con calma, saltamos al multijugador y a los zombis, que por suerte sí funcionan mejor. En ambos apartados estamos ante un título bastante continuista que no innova en nada ni ofrece, grosso modo, ningún componente realmente atractivo y revolucionario que llame la atención -más allá de poder utilizar las paredes para dar un gran salto a diferentes superficies-, pero el conjunto se siente divertido y adictivo.
Call of Duty: Black Ops 7 posee una de las mejores movilidades y gunplay de la saga y cuenta con un contenido de salida realmente excelso, pero aun así no consigue transmitir las mismas sensaciones de antaño porque, ahora de manera más evidente que nunca, estamos ante una entrega que vive a base de los recursos de su anterior camarada: Black Ops 6. Dejando a un lado que es una verdadera delicia volver a mapas como Express y Raid, clásicos imperecederos de Black Ops 2, las sensaciones a los mandos son muy similares a las vistas en el anterior juego de Treyarch. La mayor diferencia es que aquí sí tenemos un omnimovimiento pulido -sin errores de movilidad- y se añade la capacidad de dar un gran salto contra paredes y otras superficies, aunque es una mecánica que apenas se ve ni se usa.
La eliminación del polémico SBMM (Skill-based Matchmaking) se nota muchísimo y hace que las partidas sean realmente variadas y entretenidas, con partidas donde se puede arrasar con cierta facilidad y otras que se hacen un poco cuesta arriba porque el nivel de exigencia sube. Ahora mismo, en ese aspecto, es uno de los mejores Call of Duty de los últimos años, porque se vuelve a respirar el espíritu arcade de la era dorada, cuando no todo era llevar armas meta y los mejores accesorios para matar, sino sacarse rachas y disfrutar. No obstante, el multijugador es uno de los más repetitivos a su vez, con poco atractivo más allá de la avalancha de mapas, camuflajes y desafíos por desbloquear -hasta el criticado Modern Warfare 3 (2023) se sintió mejor-.
Los zombis son, sin duda, lo mejor del juego. Treyarch vuelve a demostrar que son los reyes de este modo. Sí, es cierto que parecen una especie de DLC de Black Ops 6, pero la variedad de escenarios y modalidades que ofrece Black Ops 7 son una maravilla: desde explorar grandes mapas con objetivos como si estuviéramos haciendo un modo historia, hasta sobrevivir por rondas en un mapa pequeño, pasando por la posibilidad de revivir las viejas experiencias con un modo clásico en el que empezamos con pistola y estamos limitados en habilidades especiales -esto último es una absoluta delicia-.
Treyarch sabe que este es el plato fuerte de este año y lo ha potenciado de manera sorprendente. A veces da la sensación que el modo campaña y los zombis prácticamente son lo mismo en Black Ops 7, pero cuando estamos dentro de la modalidad específica de los no-muertos es cuando más brilla el juego. Los mapas están repletos de secretos, los enemigos son variados y el arsenal se mejora con sorprendentes camuflajes y añadidos. Aquí sí que se ha acertado, pero volvemos a lo mismo: es material lastrado de la anterior entrega y, a pesar de que muchos puedan decir que esto ha sido así cada año, ahora sí podemos palpar de verdad esa sensación de reciclaje que hemos mencionado ya varias veces.
Conclusiones
Call of Duty: Black Ops 7 es una de las entregas más flojas de la saga. Tiene en su haber muchísimo contenido y material para horas de desbloqueos, con más de una quincena de mapas multijugador y un modo zombis que puede ser la experiencia definitiva de la nueva generación, pero su modo campaña es una gran decepción y el online se hace tremendamente repetitivo y continuista con lo visto el año pasado. Treyarch ha intentado salvarse a base de nostalgia, pero eso no es suficiente para sacar a flote un Call of Duty en estos momentos, con la saga más amenazada que nunca por otros títulos como Battlefield 6 que sí han sabido darle a los jugadores lo que querían.
*Hemos realizado este análisis gracias a un código proporcionado por Activision.