Análisis Alfred Hitchcock – Vertigo, un nuevo tropiezo en el salto de cine a videojuego (PS5, PC, Xbox One, Switch, PS4, Xbox Series X/S)
Tradicionalmente la relación entre cine y videojuego no ha sido del todo buena en ninguna de las dos direcciones: todo el mundo conoce ejemplos de malas adaptaciones de juegos a la gran pantalla, así como de largometrajes que han acabado tropezándose en su salto a la interactividad. Eso no quita que no haya buenos ejemplos en ambos bandos, y que sobre todo en los últimos años cada vez sea más fácil dar con obras que entienden y adaptan con estilo las producciones del otro medio. Lo habitual es que este punto de encuentro se dé con la actualidad de fondo, con una saga de moda o con un nuevo lanzamiento de por medio, pero el equipo español Pendulo Studios ha optado por todo lo contrario con Alfred Hitchcock – Vertigo, una aventura gráfica con la que trata de traer al videojuego una de las películas clásicas más aclamadas del director británico que preside el título del proyecto.
Aventura de investigación desangelada
Vértigo, de Alfred Hitchcock, es una película considerada autobiográfica que habla de la obsesión con las mujeres y del control que los hombres pueden inferir sobre ellas desde su posición de autoridad. Todo con un sutil estilo paranormal y con algunos que otros trucos de cámara que son verdaderamente llamativos para finales de los años 50.
Alfred Hitchcock – Vertigo, el juego de Pendulo Studios, se inspira levemente en aquella cinta proponiéndonos un misterio ambientado en el presente, con el trastorno del vértigo como trasfondo pero sin apenas semejanzas con el material original: tres personajes protagonistas en lugar de uno y el tema principal de la película muy diluido, incluso desaparecido o completamente desfigurado.
A nivel jugable nos encontramos con una aventura gráfica moderna con escenarios en tres dimensiones que podemos recorrer de forma limitada buscando pistas y puntos de interacción que nos permitan avanzar. Es un juego bastante lineal, con una historia recta salpicada de decisiones que no impactan demasiado en la trama y con un par de mecánicas adicionales que aportan esa sensación de investigación propia de una obra de intriga: hay escenas en las que podemos navegar flashbacks tratando de descubrir los secretos que se ocultan en la psique del protagonista principal a través de la hipnosis, hay momentos guiados en los que se limita nuestra interacción para aportar ese extra interpretativo que parece requerir cualquier juego cinematográfico...
Ya desde el primer momento encontramos grandes diferencias entre el videojuego y la película: mientras que la cinta de Hitchcock podría ser considerada rupturista con su medio, el juego de Pendulo Studios mantiene las mismas características que podríamos encontrar en cualquier otra experiencia narrativa o aventura gráfica de investigación en tres dimensiones. No es que le pidamos al juego que sea tan rompedor como una de las grandes obras maestras del cine, pero tampoco terminamos de comprender por qué se ha optado por una fórmula tan acomodada para adaptarla; no funciona como adaptación del film ni termina de hacerlo como juego narrativo de investigación, ya que limita demasiado la interacción con el entorno y guía nuestro avance constantemente.
Limitado por su propia faceta técnica
También encontramos acomodado el lenguaje audiovisual que se ha utilizado en Alfred Hitchcock – Vertigo, con una construcción de la narrativa que poco tiene que ver con los detallistas planos por los que destaca el film original: un análisis estilístico de la obra de Hitchcock nos permite poner en valor el significado de cada tiro de cámara que el director escogía, siempre cargados de simbolismo, mientras que en el juego de Pendulo Studios encontramos fórmulas más estándar, con algún que otro efecto Dolly que sirve para referenciar a la película y poco más. Ni los planos suelen tener un significado tan potente como los de la cinta ni el diseño de los escenarios se presta a ello.
Algo similar ocurre con el diseño de los personajes, que presenta un estilo alejado del fotorrealismo con fisonomías exageradas y trazos oleosos en sus texturas. Es un estilo carismático en sí mismo, pero que no funciona en absoluto en esta obra: las animaciones faciales, exageradas y ortopédicas, apenas pueden recoger los matices de una interpretación de voz en español que sin duda es uno de los mejores aspectos del proyecto. Dicha carencia no parece importar en el desarrollo narrativo del juego, que insiste en apostar por primeros planos y silencios que, si bien tendrían sentido en una película o videojuego fotorrealista, aquí sólo ofrecen segundos de desambiguación en los que vemos a un personaje quieto en pantalla, como tratando de transmitir algo que no puede.
Esa incapacidad de alcanzar una buena interpretación, algo que creemos fundamental para un proyecto de estas características, viene dada también por una pobre faceta técnica con carencias presentes en las dos versiones que hemos probado: tanto en PS5 como en Nintendo Switch (aunque más en la segunda, obviamente), Alfred Hitchcock – Vertigo presenta unas texturas muy poco definidas y una distancia de dibujado con muy poca atención al detalle, así como otro tipo de inconsistencias en el modelado de personajes o en la calidad de los líquidos que se representan, por poner sólo algunos ejemplos.
Si hay un aspecto que podemos destacar como positivo en el campo de lo audiovisual es la música, muy al hilo de lo que podemos escuchar en la película original. Lamentablemente, de nuevo tenemos que echar en falta un mejor uso narrativo de los temas que se oyen: a veces hay subidas de notas tensas cuando no está ocurriendo nada, por ejemplo. Aun así, el apartado sonoro puede ser de lo mejor del juego, incluyendo aquí la muy buena interpretación de voz que el elenco de actores de doblaje les ha dado a los personajes tanto en su versión española como inglesa.
Conclusiones
Alfred Hitchcock – Vertigo se queda muy lejos de alcanzar el control del lenguaje narrativo y audiovisual por el que destaca la película en la que se inspira, ya no solo porque técnicamente este juego tenga límites para siquiera acercarse a los matices interpretativos del film (las animaciones faciales y corporales, por ejemplo, presentan un acabado ortopédico y exagerado), sino que además es difícil encontrar relaciones temáticas y estilísticas con la obra del director británico. Si bien las semejanzas no son especialmente necesarias en una adaptación (o inspiración, en este caso), choca ver cómo ambas producciones están tan separadas la una de la otra y cabe preguntarse en qué puntos confluyen para que podamos trazar una relación entre ellas. Y dado que tampoco existen demasiadas virtudes en su faceta como aventura narrativa de investigación, más allá de la intriga propia del género y una óptima interpretación de los actores de doblaje (al menos en español), dudamos que hubiera podido beneficiarse de ser una obra independiente a la película de Hitchcock.
Hemos realizado este análisis en PS5 y Switch con códigos proporcionados por Meridiem Games.