Análisis de The Fall Part 2: Unbound (PS4, Xbox One, PC, Switch)
Hace ya más de dos años John Warner, un creador no demasiado conocido pero bastante veterano, creó The Fall. Una obra de marcado aire de ciencia ficción, carácter episódico y jugabilidad 2D que, a pesar de gozar de una calidad notable, pasó bastante desapercibida para la inmensa mayoría de usuarios. A pesar de eso y dada las buenas críticas recibidas, ahora nos llega la segunda parte, The Fall Part 2: Unbound, un título que vuelve a depararnos buenas sensaciones.
La historia que está detrás de este título goza de bastante peso. Hasta tal punto es así que es más que recomendable jugar antes al primer juego de esta saga.
Y eso que, si no queremos hacerlo, podemos asistir a un resumen (voces en inglés y textos en español) en el que se nos cuenta lo sucedido en dicha primera entrega.
Sin querer spoilear nada, algo complicado tratándose de una segunda parte de un título muy centrado en narrar una buena historia, sí que os podemos comentar que la protagonista es ARID. ¿Y qué es ARID? Pues una IA artificial metida en un traje espacial que debe modificar su pauta de comportamiento para sobrevivir… hasta el punto de autoprogramarse para tal fin. ¿Lo conseguirá? ¿Qué consecuencias traerá consigo esa y otras decisiones? Eso es algo que experimentamos a lo largo de las aproximadamente 5 horas que dura la aventura.
Exploración en la oscuridad
La mecánica de juego que propone esta producción recuerda en cierto modo a algunos de los mejores clásicos de la era de los 8 y 16 bits, al menos en nuestra opinión. Es inevitable pensar en juegos y sagas como Metroid, Flashback o con el que quizá guarda un mayor parecido, Another World (o Out of this World o Outer World como se le denominó en Estados Unidos y Japón respectivamente).
La sensación de soledad está muy bien conseguida y nuestra meta consiste en, pistola con linterna en mano, adentrarnos en un mundo hostil y, sobre todo, muy oscuro en el que debemos ir explorando los fondos. Dichos escenarios nos proporcionan información, la cual debemos usar con sabiduría para ir dándonos cuenta de lo que está sucediendo y, lo más importante, de lo que es necesario efectuar en cada instante.
La aventura no nos lleva de la mano, más bien lo contrario, y debemos apañárnoslas para superar los numerosos puzles que están repartidos por los escenarios, siendo necesario interactuar con determinados terminales y otros elementos… y acabar con unos seres (o entes, mejor dicho) extraños.
Los momentos de exploración y la interactuación con otros personajes, que se trata del pilar fundamental (junto a los rompecabezas) sobre el que se apoya esta producción, resultan bastante sugerentes en general. El hecho de ir conociendo qué es lo que pasa con ARID y su comportamiento nos anima a seguir avanzando, algo a lo que también contribuye la fantástica ambientación que se ha recreado para dar vida a esta producción.
Lamentablemente no podemos decir lo mismo de los enfrentamientos, que sin duda se convierten en el punto más flojo de todos los que posee el título. La causa es que, sencillamente, resultan demasiado confusos y complejos de manera totalmente innecesaria, dado que sólo podemos dañar a los enemigos durante unos instantes muy concretos… y en muchas ocasiones, nuestro personaje no goza de la suficiente agilidad como para adaptarse debidamente al rápido desplazamiento de estos entes. Por fortuna los combates no son la salsa de esta aventura precisamente, por lo que si bien tienen un impacto negativo en la jugabilidad, ésta no queda arruinada por dicha circunstancia.
A esta fórmula de juego se suman ciertas zonas plataformeras, unas secciones que resultan muy sencillas y para nada complicadas, limitándose únicamente a aportar algo más de variedad al desarrollo. Por todo esto el ritmo al que transcurre la aventura es muy calmado, siendo muy recomendable leer bastantes textos y explorar los decorados con detenimiento. Un desarrollo que quizá no satisfaga a todo tipo de usuarios pero que, seguramente, sí que resultará gratificante para los amantes de este tipo de producciones.
La estética plasmada para dar a luz a esta obra sigue de cerca lo establecido en la primera parte. Escenarios de aspecto extraño, minimalista e inmersos en la oscuridad son una constante, añadiéndose a esto la presencia de un personaje principal que ha sido recreado con bastante acierto aunque no especialmente bien animado… y poco más. Una faceta gráfica muy particular que queda respaldada por efectos más bien simples y no muy diversos, y una banda sonora magnífica en su papel secundario.
Ciencia ficción muy absorbente
Como está sucediendo últimamente con muchos de los títulos indie de jugabilidad clásica 2D que se acercan a los diferentes formatos, esta aventura resulta un poco corta (unas 5 horas) pero increíblemente absorbente y tensa mientras dura. A poco que la temática os llame la atención, seguramente caeréis rendidos ante ese encanto tan particular que posee esta obra del estudio Over the Moon.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con un código proporcionado por Plan of Attack.