Análisis R-Type Final 2, el genial regreso de un clásico de los videojuegos (PS4, Switch, Xbox One, PC, Xbox Series X/S)

Ha tenido que pasar mucho tiempo para que, por fin, una de las mejores franquicias de shooters clásicos de la historia regrese a la actualidad. Y lo ha hecho gracias a Granzella (estudio independiente formado por varios exmiembros de Irem, los creadores originales de R-Type) y, sobre todo, a la financiación colectiva. Una iniciativa Kickstarter que evidentemente salió adelante y que, con algo más de retraso del esperado, al fin ha terminado dando a luz el juego que nos ocupa: R-Type Final 2. Una secuela del título de PS2 que sigue a rajatabla los cánones del género y de la saga original y que, lo decimos ya mismo, sin ser el mejor de la serie, nos parece un más que digno representante.

Por lo tanto, estamos ante un shoot’em up de desplazamiento lateral y desarrollo relativamente pausado (al menos para ser un shooter) que nos invita a superar varias misiones en las que, básicamente, tenemos que mantenernos con vida para dar su merecido al jefe final de turno. Así de simple… pero no de sencillo, eso os lo podemos asegurar. Y es que como buen shooter tradicional y, también, como representante de la serie R-Type, el nivel de dificultad que posee el juego es muy elevado.

Sí, existen varios niveles de dificultad elegibles (incluso se nos permite practicar), pero incluso en el más fácil (llamado Niños, por cierto), no resulta sencillo pasar del tercer o cuarto nivel. Un desafío con el que los usuarios más expertos van a poder darse un festín porque, además, se trata de una experiencia muy rejugable y gratificante en su mayoría.

Disparos galácticos muy espectaculares

Si por algo destaca esta producción es por ofrecer un acabado visual muy llamativo, algo que se percibe desde la propia intro, la cual es de las mejores que recordamos últimamente en materia shooter. Pero de eso hablaremos más adelante, porque lo primero es analizar todo lo que da de sí nuestro viaje galáctico. De inicio, podemos elegir entre tres naves diferentes, cada una sensiblemente distinta, las cuales modifican su armamento y características básicas. Y ojo, que en función del nivel que nos toca superar, la elección de una y otra es muy importante. Pero lo mejor de todo en este sentido es que, conforme avanzamos, es posible ir habilitando una cantidad tremenda de nuevas aeronaves, las cuales podemos personalizar ligeramente mediante un sencillo editor.

El desarrollo es el que todos esperábamos, sin ninguna modificación básica relevante, algo que gustará mucho a los puristas pero que, también, puede ser criticado por su falta de innovación y ambición en este sentido. Simplemente, tenemos que ir acabando con todo ser viviente que se deja ver en pantalla con el armamento que vamos acoplando a nuestra nave, desde rayos láser que rebotan en las paredes a misiles, satélites que disparan fuego secundario, etc. Y por encima de todo está nuestra Fuerza, una de las señas de identidad de esta saga y que, evidentemente, regresa en esta nueva entrega. Este dispositivo (muy variable en formas y características, por cierto) podemos controlarlo y dejarlo suelto por la pantalla así como ataviarlo a la parte trasera o delantera de nuestra nave para potenciar nuestros disparos (o disparar hacia atrás) y actuar como escudo. Y, como siempre ha sucedido en esta saga, esta versatilidad que nos aporta la Fuerza aporta mucha vida a cada partida así como un toque táctico que se agradece mucho.

En cuanto al desarrollo en sí, el título nos invita a superar diversas rutas, tres exactamente. Y como ya estaréis pensando, para ver todo lo que nos ofrece el título y desbloquear todas las misiones, es necesario dar varias pasadas. La rejugabilidad siempre ha sido uno de los principales valores de este tipo de juegos y, desde luego, esta obra de Granzella no es una excepción… lo contrario más bien. Es increíble la cantidad de contenido adicional que posee este título, y os aseguramos que hay que echarle muchas horas para habilitarlo todo. Pero lo mejor es que según los desarrolladores, durante los próximos dos años seguirán dotando de nuevo contenido a su obra, algo que, de confirmarse, nos parece muy plausible. Por todo esto y más allá de la falta de innovación general de la que antes nos hacíamos eco, resulta complicado criticar aspecto alguno al título… salvo un par de detalles. El primero es el diseño de algunos niveles, que nos ha parecido demasiado básico. Pero lo peor son los enfrentamientos contra los jefes, muy irregulares, los cuales en algunos casos nos han dejado bastante fríos. Pero, insistimos, en todo lo demás (control, rejugabilidad, ritmo de juego…) nos parece un título muy bueno, incluyendo su vertiente audiovisual.

Como os comentábamos al principio, uno de los aspectos más atractivos que posee esta producción recae en su acabado técnico. Sin duda alguna estamos ante el juego de la saga más avanzado y espectacular, sobre todo en lo que tiene que ver con los efectos de luces y partículas, los cuales nos han parecido especialmente impactantes, sobre todo en ciertos niveles. Tampoco podemos poner pega alguna a lo fluido que resulta su desarrollo en todo momento, algo vital en este tipo de títulos, y no hemos notado problema alguno ni en los momentos más calientes. Y si gráficamente luce realmente bien, la banda sonora no se queda atrás, con una melodía introductoria sensacional y efectos que se perciben con el estruendo necesario.

Un shooter clásico en todos los sentidos

Si de algo no puede presumir esta nueva edición del famoso shooter creado originalmente por Irem es de ofrecer un esquema de juego variado y, menos todavía, dotado de ciertas innovaciones en relación a lo expuesto por las ediciones precedentes. Pero dejando la escasa originalidad en el planteamiento de lado, estamos ante un muy buen título dentro de este género tan veterano como, actualmente, bastante marginal. Una propuesta que goza de unos valores de producción impropios para un juego de su estilo (al menos en nuestros días) y que ofrece exactamente lo que se esperaba de él. Nos hubiera gustado encontrarnos con niveles mejor perfilados y más arriesgados en su diseño y, más si cabe, con enfrentamientos finales más memorables. Pero a pesar de estas pegas, estamos encantados de poder disfrutar de un nuevo título de la franquicia R-Type.

Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con un código proporcionado por Bandai Namco.