Análisis Ghost Giant, una bonita aventura gráfica para PS VR (PS4, PC)

Como ya pasó con los videojuegos, según va creciendo el formato, los desarrolladores van a ir explorando diferentes maneras de aprovechar cada plataforma. La realidad virtual no es una excepción, y cada vez irán llegando más géneros y tipos de juego a ella. Ghost Giant es un juego que quiere contar una historia, y para hacerlo no duda en sacrificar algunas de las características innatas de esta plataforma. Os contamos todo sobre él.

A veces todo el mundo necesita que le echen una mano

Ghost Giant es, en esencia, una aventura gráfica simplificada en realidad virtual. En él, vamos a descubrir la historia de Louis, un pequeño gato al que no le faltan los problemas. Parece ser, también, que Louis es el único que puede vernos, aun siendo nosotros un fantasma gigante. A pesar de nuestra presencia etérea, podemos interactuar con él y con el escenario, y como somos un fantasma bonachón, además de gigante, vamos a echarle una mano.

Como en cualquier exponente de este veterano género, tenemos que resolver situaciones interactuando con el escenario de diferentes maneras, ya sea activando un elemento en concreto o combinando dos objetos para poder acceder a un tercero o a una nueva zona. En este caso, además, lo haremos directamente gracias al uso de los PlayStation Move, que se corresponden con las manos del fantasma.

La dificultad es bastante baja, y los puzles se limitan generalmente a encontrar los pocos elementos interactivos del escenario –la mayoría explícitamente marcados con algún elemento dorado– y ver dónde o cómo usarlos. El principal obstáculo puede ser intentar usar un objeto determinado antes de tiempo, a pesar de tener todo lo necesario para usarlo, y tener que esperar a que el juego nos habilite su uso.

Los niveles se dividen en escenas que nos rodean. Podemos girar o mover la cabeza, si queremos, pero estamos estáticos en el centro. No hay desplazamiento, por lo que la posibilidad de tener mareos es prácticamente nula. Esto limita la jugabilidad a mirar y tocar cosas, lo cual no sería nada malo… si nos dejasen hacerlo cuando queremos.

Ghost Giant quiere, ante todo, contar una historia. Tanto que, muchas veces, se olvida de que es un juego de realidad virtual y que, a diferencia de un juego tradicional, el jugador es menos pasivo. En genera, el usuario de la realidad virtual quiere sentir que está dentro del juego, y no estar de brazos cruzados esperando a que los personajes terminen de hablar. Hay diálogos que superan los dos o tres minutos de duración durante los que no puedes hacer absolutamente nada, e, incluso si duran menos, los diálogos son tremendamente habituales.

Es una pena que el juego te imponga de manera tan severa este ritmo que, muchas veces, rompe su cometido y te hace sentir más fuera que dentro de la experiencia. Y decimos que es una pena porque, por lo demás, hace un trabajo fantástico a la hora de sumergirte, y es sólo esta narrativa tan autoritaria la que rompe la magia.

Creando la magia

Como decimos, Ghost Giant hace un gran trabajo a la hora de crear este mundo de fantasía. Visualmente, nos encanta ese estilo como de marionetas en un mundo de cartón y madera, algo relativamente similar al fantástico Tearaway. Los escenarios están repletos de detalles y son preciosos, aunque hay algunos altibajos. Además, nos dan alicientes para explorarlos, ya que para conseguir el 100% de cada fase tendremos que encontrar algunos objetos ocultos en ellos. Eso sí, estos alicientes no nos parecen lo suficientemente atractivos como para animarnos a rejugar un episodio.

Queremos destacar también el trabajo sonoro. Cada entorno está repleto de pequeños detalles. Algunos nos darán pistas para progresar y otros serán meramente anecdóticos. Podemos, por ejemplo, inclinarnos hacia dos personajes que estén hablando para escuchar su conversación con más claridad, algo insignificante para el desarrollo pero que ayuda a darle vida al mundo virtual.

La representación de los personajes es excelente. Las animaciones son muy buenas, pero las voces son magníficas. Están sólo en inglés, eso sí, aunque al menos tenemos textos en castellano, con una muy buena traducción. Esto es importantísimo porque, repetimos, la historia tiene muchísimo peso y, para nosotros, es la principal razón por la que recomendaríamos el juego. Aunque se trata de una historia para todos los públicos, trata con algunos temas serios, pero de tal manera que, seguramente, jugadores más jóvenes no entenderían.

Una historia para vivirla

Ghost Giant es, ante todo, una bonita historia. Es un mundo que consigue crear una conexión con los personajes, que te preocupes por ellos y que te sientas parte de él, aunque esto último sólo a veces. A menudo se centra tanto en la narrativa que se olvida de que en realidad virtual el jugador es una parte activa del mundo, que está viendo sus manos frente a él, pero lo priva de cualquier interacción. Estos momentos, aunque no excesivos, rompen esa magia más veces de las que nos gustaría.

Esto, unido a los altibajos en los puzles –algunos son más obstáculos que algo divertido que hacer–, hace que Ghost Giant no sea todo lo redondo que nos hubiese gustado. Aun así, creemos que si se os apetece algo similar a una aventura gráfica sencilla, de unas cuatro horas de duración, y queréis una historia que os llegue, lo nuevo de Zoink! satisfará vuestras expectativas.

Hemos realizado este análisis en PS4 Pro con un código de descarga proporcionado por Thunderful.