Análisis de Get Even (PS4, PC, Xbox One)
Cuando intentas hacer una aventura que combine muchos estilos de juego diferentes siempre corres el riesgo de quedarte corto en uno o varios de ellos, un defecto que hemos visto ya en numerosos lanzamientos. Esto mismo es lo que le ha pasado a The Farm 51 con Get Even, un ambicioso título anunciado en 2013 y que tras cuatro largos años de desarrollo por fin está entre nosotros, lo cual no quita que estemos ante un producto muy especial e interesante plagado de buenas ideas y momentos memorables, tal y como iremos viendo.
La fragilidad de la mente humana
Probablemente si le echáis un vistazo a los tráilers e imágenes que se han publicado, no tengáis muy claro ante qué tipo de juego nos encontramos, algo que nos ha parecido todo un acierto, ya que una vez empezamos a jugar el título cuenta con confundirnos y descolocarnos para que no sepamos qué es lo que está pasando exactamente, una sensación constante que se mantiene hasta prácticamente el final.
De este modo, encarnaremos a Black, el supuesto jefe de seguridad de una gran compañía, quien ha acabado atrapado en un antiguo hospital psiquiátrico y está siendo víctima de un agobiante experimento mediante el cual juegan con sus memorias y recuerdos a través de un extraño casco capaz de materializarlos en forma de simulación virtual.
Contar más sería caer en el siempre peliagudo terreno de los spoilers, por lo que simplemente tenéis que saber que, tal y como era de esperar, nuestro objetivo no será otro que el de descubrir la auténtica verdad sobre lo que está ocurriendo y nuestro pasado, además de escapar de la pesadilla en la que nos han sumergido.
La historia y la narrativa del juego es probablemente lo mejor de toda la aventura y lo que ha conseguido engancharnos de principio a fin, además de ser el gran pilar en torno al cual gira toda la producción. El hecho de que jueguen con la memoria y la mente de nuestro protagonista es algo que se ha aprovechado con mucho acierto para crear todo tipo de desconcertantes situaciones, llevándonos al punto de plantearnos una y otra vez qué es real y qué no de todo lo que vemos, así como otras cuestiones más profundas que nos invitarán fácilmente a la reflexión.
Precisamente, es esa sensación de indefensión y confusión la que consigue que nunca demos nada por sentado y dudemos hasta de nosotros mismos, algo que hace mucho bien a la narrativa de la aventura, la cual está plagada de sorpresas inesperadas y muy ingeniosas que nos animarán a avanzar aunque solo sea por saber qué es lo que nos espera a continuación y resolver el gran enigma que se esconde tras todos estos acontecimientos.
Entrando ya en lo que es su jugabilidad, estamos ante un título en primera persona de corte lineal que mezcla exploración, puzles y acción de forma muy irregular. La parte más importante de estas tres la tenemos en la primera, hasta el punto de que por momentos nos sentiremos como si estuviésemos jugando a un "walking simulator" más interactivo de lo habitual.
Durante estas secciones no tendremos que hacer otra cosa que no sea investigar hasta el último rincón de cada escenario para encontrar pistas ocultas en ellos que nos ayuden a hilar todo lo que está ocurriendo, algo que luego podremos ver representado de forma física en el refugio mental de nuestro protagonista, con las diferentes pistas conectadas unas con otras, las cuales nos llevarán a llegar a nuevas conclusiones que nos aporten más datos sobre los acontecimientos.
Estas investigaciones se suelen realizar mediante las diferentes aplicaciones de nuestro teléfono móvil, teniendo que escanear con ellas cada lugar. El propio juego nos ofrece ayudas para que encontremos estas pistas, ya que mediante unas luces verdes se nos indicará cómo de lejos o cerca estamos de ellas. A pesar de ello, ya os avisamos que es bastante complicado hacerse con todas y que vais a tener que rebuscar bastante si queréis conseguir el 100%.
Ya que hemos mencionado el teléfono móvil, tenemos que decir que su inclusión nos ha gustado bastante, ya que el toque detectivesco que le dan a la aventura sus aplicaciones le sienta muy bien, algo que se usa con más o menos acierto a la hora de resolver ciertos puzles o encontrar la forma de avanzar. No son especialmente originales (escanear, rastrear fuentes de calor, ver cosas aparentemente invisibles ante la luz normal, mostrar el minimapa, etcétera), pero funcionan perfectamente.
Por desgracia, los puzles que nos encontraremos en nuestro avance, además de ser menos numerosos de lo que podría parecer por los primeros compases, no están especialmente inspirados ni son muy complicados, aunque tenemos que admitir que un par de ellos nos han sorprendido por la buena utilización que hacen del entorno a la hora de darnos la solución, lo cual no quita que al final sea un elemento que queda relegado a un papel más bien anecdótico dentro de todo el conjunto.
Algo parecido ocurre con las secciones de acción, pocas y mal planteadas, con enemigos que hacen gala de una Inteligencia Artificial lamentable y un gunplay del todo menos satisfactorio, por lo que nunca llega a ser divertido disparar y liarse a tiros con los rivales. Al menos tenemos que reconocerle el intento por desmarcarse de las tendencias habituales al permitirnos crear y quitar elementos de los escenarios para ganar coberturas o dejar vendidos a nuestros rivales.
Del mismo modo, el arma principal tiene una utilización bastante curiosa, ya que nos permitirá equipar cualquier pistola o fusil que recojamos y, desde una cobertura totalmente a salvo, doblar esquinas por completo con ella para acabar con nuestros enemigos, lo que da pie a que planteemos los enfrentamientos de un modo un tanto diferente a como lo haríamos en cualquier otro shooter. Una pena que estas secciones no terminen de funcionar como deberían, algo que ocurre tanto si optamos por encararlas de frente como de forma sigilosa, un defecto que se evidencia todavía más en la recta final, donde ganan algo más de protagonismo.
Llegar hasta su final nos llevará una media de ocho horas si no nos paramos a explorar demasiado los escenarios, aunque aquí es donde Get Even juega una de sus cartas más interesantes: las decisiones. Lejos de estar implementadas mediante un sistema de conversación, estas están completamente integradas en la jugabilidad, por lo que muchas de nuestras acciones tendrán sus consecuencias incluso aunque no nos adviertan sobre ello, algo que cambia sensiblemente algunas secciones de la aventura y el tono de la historia.
De hecho, algo tan básico como resolver una situación por la fuerza o haciendo uso de nuestra materia gris puede influenciar el devenir de los acontecimientos más de lo que en un principio cabría esperar, por lo que probablemente os querréis echar una segunda partida para ver las cosas desde otra perspectiva.
Gráficamente tampoco estamos ante un juego especialmente potente, al menos en lo técnico, ya que tanto las texturas como los escenarios y efectos resultan un tanto simples y mejorables, algo que también se puede aplicar a las animaciones de los enemigos, demasiado rígidas y poco naturales.
Lo que sí que nos ha gustado bastante es su apartado artístico, gracias al cual se ha conseguido una ambientación muy buena, oprimente y lograda. Además, gracias a la temática del juego sus desarrolladores se han podido permitir algunas florituras para crear momentos y escenarios muy chulos por lo surrealistas que llegan a ser.
En cuanto al sonido, comentar que la banda sonora es muy buena, manteniendo un tono melancólico, triste y misterioso durante casi toda la aventura, aunque también esconde alguna que otra sorpresa en forma de temas de géneros inesperados. No es que sea especialmente variada, pero hay ciertas composiciones que en conjunción con los efectos de sonido sabrán ponernos muy nerviosos y mantenernos siempre alerta, lo que nos ha parecido todo un acierto por lo mucho que ayudan a crear atmósfera. El doblaje, en inglés (textos en castellano), es simplemente correcto, con unas interpretaciones lo suficientemente buenas como para meternos en el papel sin que nos chirríe demasiado lo que escuchamos.
Conclusiones
Get Even es un thriller interactivo con una historia interesantísima y una narrativa muy elaborada que si bien descuida sus diferentes facetas jugables, acaba por dejarnos un buen sabor de boca con su desconcertante propuesta. Si queréis vivir en vuestras propias carnes una buena trama de ciencia ficción al más puro estilo Black Mirror en la que vuestras acciones y forma de jugar tengan sus consecuencias, y sois capaces de pasar por alto sus olvidables secuencias de acción y sus anecdóticos puzles, aquí encontraréis una opción de compra muy recomendable y a tener en cuenta.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga para PC que nos ha facilitado Bandai Namco.