Análisis de Flinthook (PS4, Switch, PC, Xbox One)
De vez en cuando aparecen juegos caídos de la nada que, por algún u otro motivo, consiguen llamarte la atención. Eso es lo que ha sucedido con la aventura que nos ha servido el estudio canadiense Tribute Games (Mercenary Kings, Ninja Senki DX) y que lleva por nombre Flinthook, juego que sin ser una obra maestra dentro de su género sí que nos ha proporcionado buenos ratos de diversión 2D.
El protagonista es un pirata espacial casi en sentido literal que lleva por nombre Flinthook. Un personaje que debe perseguir y encontrar todos los tesoros que encuentre en aquellas naves que andan perdidas por el espacio para acabar con los planes de un ser malvado que amenaza toda la galaxia.
Un argumento no demasiado sólido y muy secundario que sirve como mera excusa para plantear una aventura bastante absorbente y desafiante.
Las aptitudes de este personaje se convierten en una de las mayores cualidades del título. Además de saltar por las paredes, correr y demás acciones clásicas dentro del género que es capaz de efectuar nuestro pirata espacial, éste posee varias habilidades especiales muy destacadas.
Por un lado Flinthook puede ralentizar el tiempo durante unos instantes gracias a su Chrono Belt, lo cual le permite obtener ventajas importantes en multitud de situaciones complicadas. También es capaz de usar su Blasma Pistol con libertad para acabar con los rivales que se interponen en su camino. Pero su gran especialidad es su dominio del gancho, un objeto que le permite engancharse a diferentes puntos de engarce que se encuentran diseminados por los escenarios para alcanzar zonas inaccesibles de los fondos o esquivar trampas de todo tipo. Y, también, este objeto actúa a modo de llave para abrir cada una de las zonas de entrada a cada sala.
Desafío paulatino
Estamos ante una obra realmente tradicional en muchos sentidos pero que también, y en su conjunto, ofrece ciertas dosis de frescura en su planteamiento global. Tribute Games ha conseguido recrear un título que posee multitud de elementos tomados por otros juegos precedentes pero que, a su vez, goza de bastante personalidad al unir todo lo que nos ofrece en un mismo lugar.
La base jugable es muy clara. Estamos ante un juego de plataformas y acción de jugabilidad clásica en 2D, así de simple. Y a esto se une la esencia roguelike que también incorpora el título (y que más tarde detallaremos porque tiene bastante miga), así como ciertas dosis de exploración.
En cada uno de los niveles debemos perseguir la mayor cantidad de monedas, tesoros y demás objetos de valor en escenarios que vienen a ser naves en su exterior pero que, lejos de ofrecer unos interiores en plan futurista, lo cierto es que todos ellos gozan de un diseño mucho más sencillo en plan pirata total. Y se agradece dicha ambientación porque le pega mucho al desarrollo del título.
La estructura que poseen dichos fondos es muy llamativa. Cada uno está compuesto por un número variable de salas que están comunicadas entre sí por una o varias entradas o accesos, algo que nos ha recordado bastante a la serie Metroid. Lo interesante es que cada una de estas salas nos ofrece un reto claramente diferente cada vez, ya que las hay repletas de enemigos que debemos ir liquidando conforme aparecen (además existe una variedad de ellos bastante generosa), otras en las que las plataformas son las grandes protagonistas, otras albergan tiendas improvisadas, salas de tesoros… Y, cómo no, una de ellas está destinada al enemigo final de turno, que suele ponernos las cosas más difíciles de lo que ya son.
La variedad de situaciones es una de las virtudes más destacadas del juego, y más si tenemos en cuenta que el título genera cada uno de los escenarios de manera procedural, lo cual modifica bastante las cosas porque nunca sabemos lo que nos vamos a encontrar a ciencia cierta.
Este hecho tiene gran importancia al combinarse con otra de sus características más llamativas: su carácter roguelike del que ya os hemos hablado. Estamos ante un título realmente desafiante, a veces casi insuperable, que supone un reto continuo a los jugadores. En ocasiones cada sala en la que entramos se convierte en un infierno de trampas y enemigos de proporciones bíblicas y, si caemos en combate, nos toca comenzar desde la primera casilla de cada escenario.
Por fortuna, no lo haremos con las manos vacías, dado que además de ir adquiriendo cada vez más dominio de las habilidades del protagonista de las que en un momento os hablaremos, también entran en juego otros condicionantes, como las reliquias y las perks. Efectivamente, a medida que avanzamos y exploramos los escenarios vamos consiguiendo multitud de mejoras (o impedimentos…) para nuestro protagonista. Podemos llevar un número determinado en función de lo que ocupe cada una de ellas y los slots o huecos que dispongamos en nuestro inventario, pudiendo ampliar esta cantidad recurriendo al Mercado Negro.
Este es el lugar ideal para adquirir nuevas mejoras con el dinero que tanto nos ha costado ir almacenando y recolectando, por lo que cada vez vamos siendo más poderosos para asumir con mayores garantías cada una de las aventuras que nos depara esta producción. Las mejoras son de todo tipo imaginable, desde mejoras de salud o puntería a la posibilidad de ampliar el tiempo que dura la ralentización temporal.
Todo esto da como resultado un juego tremendamente absorbente y lleno de sorpresas, que seguramente supondrá un caramelo irresistible para los jugadores más expertos y pacientes. Sí, porque el resto de usuarios puede que encuentren dicho grado de desafío tan elevado una pega más que una virtud, ya que podemos aseguraros que ciertas zonas son frenéticas y tremendamente complicadas de superar, rozando la frustración.
Lo que no resulta nada frustrante es el diseño de los niveles así como el pixel art que ostenta toda la aventura. El título goza de una estética 8 bit total que le sienta estupendamente bien al juego, un estilo bastante atractivo dentro de su simpleza que sólo queda algo ensombrecido por unas bajadas muy puntuales en la tasa de frames. El sonido no está mal, con una banda sonora chiptune muy apropiada y animada a la que se suman efectos bastante buenos.
Un reto para expertos
Todo este cúmulo de elementos jugables hacen de este título una aventura del todo apetitosa para los jugadores más veteranos y, especialmente, aquellos dotados de una gran paciencia y pericia con el pad en sus manos. Este grupo de usuarios será el que exprima todo el potencial que encierra esta nueva producción indie tan notable.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con un código proporcionado por Tribute Games.