Análisis de Destiny 2: Los Renegados (PS4, Xbox One, PC)
Cuando Destiny 2 se puso a la venta y con los precedentes que teníamos de su primera entrega, ya teníamos claro que si queríamos disfrutar de la "experiencia completa" nos iba a tocar rascarnos el bolsillo bastante comprando sus diferentes expansiones. Tras dos de ellas realmente decepcionantes y una comunidad de jugadores algo desencantada a pesar de las innegables virtudes que posee esta secuela (algo que muchos están descubriendo ahora gracias a la llegada del juego base a PlayStation Plus), Bungie vuelve a la carga con Los Renegados, una nueva expansión tan grande como ambiciosa que ha conseguido despertar nuevamente nuestro interés por este apasionante universo.
Un viaje de venganza
Como no podía ser de otro modo, entre sus múltiples novedades se incluye una nueva campaña de unas cinco horas de duración que se ha convertido de forma casi automática en nuestra favorita de toda la saga.
Esta vez no nos enfrentamos a una nueva amenaza de la que tenemos que proteger la galaxia, sino que nos embarcaremos en un viaje de venganza para dar caza a un grupo de forajidos conocido como los Repudiados que en su fuga de la Prisión de los Antiguos acabó por asesinar al carismático Cayde-6.
Así pues, la historia que nos cuentan es mucho más personal y cruda, algo que consigue implicarnos más en los acontecimientos. Han matado a uno de nuestros compañeros más fieles, y los culpables van a pagarlo con las balas que tenemos reservadas para ellos, con o sin la aprobación de los altos mandatarios de la Torre.
En cierta forma, este giro hacia el "western espacial" nos ha gustado mucho y le ha sentado muy bien a la narrativa, aportando frescura y nuevos aires a lo que la serie nos tenía acostumbrados. Evidentemente, hay ciertos giros de guion que acaban llevándonos a puntos que nos resultarán muy familiares, obligándonos a ejercer nuestra labor de guardianes del universo, pero por lo general todo está muy bien hilado y contado.
De hecho, esta propuesta ha permitido a Bungie crear a un grupo de villanos más o menos carismático y con sus propias personalidades, dándoles una mayor importancia y relevancia para aumentar nuestras ganas de estampar sus caras contra el suelo, lo que se traduce en una recta final muy épica y memorable, donde notaremos incluso el dolor y la rabia de sus líderes por sus compañeros caídos a nuestras manos.
Quizá, nuestra mayor pega en este sentido sería que no dedican demasiado tiempo en elaborar sus trasfondos, ya que no duran más de una misión cada uno, lo que con un poco más de trabajo podría haber resultado en una campaña más larga y con rivales más memorables.
En lo jugable, la campaña es un poco más irregular y adolece de ciertos altibajos, intercalando misiones buenísimas y tremendamente espectaculares, con otras un poco más flojas y no demasiado inspiradas, aunque por lo general el nivel es bastante alto. Como decimos, cada uno de los Barones de los Repudiados (o lo que es lo mismo, los jefes de la expansión) tiene su propia personalidad, algo que se plasma muy bien en su forma de combatir, ofreciendo siempre experiencias variadas y tiroteos únicos que son igual de satisfactorios y divertidos que en el juego principal, algo que nunca falla en cualquier cosa que tenga el sello de Bungie.
Por desgracia, muchos de los "trucos" y mecánicas tanto de estos poderosos forajidos como de los nuevos enemigos que se han implementado se sienten demasiado familiares, por lo que rara vez consiguen sorprendernos con algo que sea realmente nuevo y original.
Siguiendo con las novedades de Los Renegados, tenemos dos nuevos mapas para explorar y en los que participar en todo tipo de actividades. El primero de ellos es la Costa Enredada, donde se desarrolla casi toda la campaña, mientras que en la Ciudad Onírica será donde invirtamos casi todas nuestras horas equipándonos tras completar la historia principal.
Ambas regiones nos han gustado bastante, son considerablemente grandes y hacen gala de una enorme cantidad de secretos, misiones y actividades, por no hablar de lo bien diseñadas que están y de lo espectaculares que resultan a nivel visual. Mención especial a la Ciudad Onírica, uno de los mejores mapas de toda la serie y cuya presencia no podría estar mejor justificada a nivel argumental. Vamos allí con un objetivo bien claro y lo que viviremos en esa zona nos conducirá directamente hacia la nueva raid que abrirá sus puertas esta semana, donde podremos presenciar la auténtica conclusión de esta nueva trama.
Con todo esto, huelga decir que el nivel de poder máximo que podemos alcanzar se ha elevado considerablemente, pudiendo llegar hasta 600, aunque ya os vamos avisando de que a partir del 500 las cosas se ponen muy difíciles y tendremos que invertir una ingente cantidad de horas "farmeando" y repitiendo incansablemente las mismas actividades para poder mejorar nuestro equipo, un proceso que en este caso nos parece más lento y tedioso que en ocasiones anteriores por lo mucho que se ha endurecido. Esto apunta a una maniobra por parte de Bungie para alargar artificialmente la duración de la expansión y así tenernos enganchados durante mucho tiempo.
El otro gran plato fuerte lo tenemos en Gambito, probablemente uno de los modos más frescos, originales y divertidos que hemos jugado últimamente en un juego de acción en primera persona.
Su propuesta es bien sencilla: dos grupos de cuatro jugadores luchan en mapas separados por derrotar enemigos controlados por la IA, recolectar motas de luz para invocar a un jefe muy poderoso y ser los primeros en derrotarlo. Lo interesante es que también se van activando unos portales con los que un miembro del equipo puede invadir el mapa de los contrarios para intentar matarlos y entorpecerlos (si alguien muere, pierde todas las motas que llevase encima o cura al jefe en caso de que haya sido invocado).
Para hacerlo todo mucho más divertido y estratégico, si entregamos varias motas de golpe provocaremos que aparezca un grupo de poseídos en el mapa de nuestros enemigos, impidiendo de esta forma que puedan entregar más luz hasta que acaben con ellos. Evidentemente, cuantas más entreguemos de una sola tacada, más poderosos serán los Poseídos que enviaremos, obligándonos a valorar constantemente cuándo es el mejor momento para entregar, ya que el riesgo de que nos maten y perdamos una valiosa cantidad de motas siempre está ahí, lo que podría echar por tierra una partida en el peor momento posible.
Como decimos, se trata de una modalidad muy fresca que combina con mucho acierto PvE y PvP para ofrecer algo diferente y que encaja perfectamente con el universo y la jugabilidad de la serie, potenciando y haciendo brillar sus mayores virtudes. Quizá a día de hoy no le vendría mal una mayor selección de mapas en los que jugar, aunque os podemos asegurar que vais a tardar en aburriros de él.
Entre otras novedades que conviene señalar, tenemos que destacar la introducción de un nuevo tipo de arma, el arco, que nos ha fascinado con su manejo y control. El gunplay de Destiny es inigualable a día de hoy, por lo que aplicar esto a un arma tan clásica como la que acabamos de mencionar ha dado como resultado el que sea probablemente el arco más satisfactorio y gratificante con el que hemos tenido el placer de disparar nunca en un videojuego. Un auténtico vicio.
Tampoco nos podemos olvidar de los nuevos asaltos que se han introducido (de los cuales, solo nos ha convencido el que se desarrolla en la Prisión de los Antiguos por lo variado que resulta), de la implementación de los Triunfos (una especie de sistema de logros integrado dentro del propio juego), de tres nuevos ataques definitivos para cada clase (uno por cada subclase) y de ciertas mejoras y ajustes que hacen del juego una experiencia más pulida y disfrutable, como el hecho de que las escopetas, los rifles francotirador y los rifles de fusión ya no sean considerados como armas pesadas.
A nivel gráfico no esperéis ninguna revolución, ya que usa la misma base del juego principal, aunque su diseño artístico vuelve a ser, una vez más, un auténtico festín para la vista, con escenarios capaces de dejarnos con la boca abierta con su belleza, además de resultar sumamente evocadores en esta ocasión.
La banda sonora tampoco se queda atrás, con multitud de nuevas composiciones que nos pondrán los pelos de punta y elevarán la épica de los tiroteos hasta su máximo esplendor. Aquí destacan especialmente algunas remezclas de varios de los mejores temas del primer Destiny, todo un detallazo de cara a los fans, así como su utilización, ya que suenan en los momentos más adecuados. Por supuesto, los efectos y el doblaje español vuelven a ser simplemente sobresalientes.
Conclusiones
Los Renegados es justo lo que Destiny 2 necesitaba: una expansión de calidad capaz de revitalizar un gran juego que no estaba pasando por sus mejores momentos. La mayoría de cambios y novedades son a mejor, demostrando la experiencia y el rodaje que Bungie ha adquirido en estos últimos años con su nueva saga estrella, lo que al final se traduce en la mejor campaña e historia de toda la serie, nuevas zonas interesantísimas, jefes memorables y nuevas actividades bien diseñadas, donde destaca el fantástico modo Gambito. Sin duda, si os gusta Destiny, merece que le deis una oportunidad.
Hemos realizado este análisis gracias a un código para PC que nos ha facilitado Activision.