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PS4, PC, XBOne:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Sledgehammer Games
Producción: Activision
Distribución: Activision
Precio: 69,99 €
Jugadores: 1
Formato: Blu-ray
Textos: Español
Voces: Español
Online: Sí
ANÁLISIS

Análisis de Call of Duty: WWII (PS4, PC, Xbox One)

Call of Duty vuelve a la Segunda Guerra Mundial repitiendo los mismos aciertos y errores de los últimos años.
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Actualizado: 21:31 17/8/2020
Análisis de versiones PS4, PC y Xbox One.

Por mucho que ahora se la repartan tres estudios diferentes (Infinity Ward, Treyarch y Sledgehammer), es normal que una saga anual tan exitosa como Call of Duty haya sufrido un gran desgaste con el paso de los años, y el salto al espacio de la última entrega, Call of Duty: Infinite Warfare, fue especialmente mal recibido por los jugadores, que no quisieron darle ni el beneficio de la duda, pese a contar con una gran campaña para un jugador.

Para aportar algo de frescura a una fórmula en Activision han pensado que sería una buena idea volver a los orígenes, a la Segunda Guerra Mundial, que llegó a estar muy manida hace algunos años, pero que últimamente no habíamos visto en demasiados videojuegos.

Y como hemos comprobado tras jugarlo en profundidad, el radical cambio de ambientación respecto a las últimas entregas no es suficiente para revitalizar una saga, que sigue siendo un gran juego de acción en primera persona, muy completo gracias a sus ya habituales tres pilares -campaña, multijugador y zombis-, pero que ya no sorprende, e incluso se siente un poco anticuado en ciertos aspectos.

Una campaña bastante elaborada y que tiene algunos momentos buenos, pero que en líneas generales no nos ha gustado demasiado, por su apuesta constante por el espectáculo en lugar de por ofrecer una gran jugabilidad; un multijugador muy divertido y adictivo, con el gran añadido del modo Guerrazombis que son muy entretenidos sobre todo si los disfrutas junto a unos amigos, pero que no aportan ninguna novedad importante, y son muy dependientes del Pase de temporada para disfrutarlos en plenitud, ya que un solo mapa sabe a poco.

Volviendo a desembarcar en Normandía

A finales de los 90 y primeros 2000 nacieron sagas tan importantes como Medal of Honor y Call of Duty, ambientadas en una Segunda Guerra Mundial que estaba muy de moda, gracias a grandes películas como Salvar al soldado Ryan, La delgada línea roja o la excelente serie de televisión Hermanos de sangre.

Una vez más volveremos a vivir el crucial y sangriento Desembarco de Normandía en un videojuego.

Todo lo que tiene éxito en el mundo de los videojuegos se acaba quemando a base a repetición, y con la llegada de Xbox 360 y PlayStation 3 esta ambientación se fue abandonando, y se empezó a apostar por guerras más contemporáneas o incluso futuristas.

Por ello cuando Activision anunció hace unos meses que el nuevo Call of Duty volvería a la Segunda Guerra Mundial, todos nos alegramos, apetecía regresar a este conflicto, y verlo con gráficos de 2017.

Pero como dice un dicho castellano, lo que nos hemos encontrado es el mismo perro con distinto collar, y la campaña se parece mucho más al planteamiento jugable de las últimas entregas que a los primeros Call of Duty ambientados en la Segunda Guerra Mundial. Un desarrollo muy lineal y "pasillero", lleno de scripts y espectáculo un tanto banal, una inteligencia artificial de los aliados y los enemigos que deja mucho que desear,y por suerte también algunas cosas positivas, como el haber desechado la regeneración automática de vida, una historia bien contada, o algunas misiones en el tramo final que nos han llegado a recordar a las primeras entregas de la serie.

Aunque la historia cuenta con todos los clichés del género, hay que destacar que se han preocupado en crear unos creíbles y bastante elaborados.

La historia cuenta con todos los clichés habidos y por haber de un grupo de soldados norteamericanos en la Segunda Guerra Mundial, pero se agradece el esfuerzo de desarrollar a los personajes, de dotarles de una personalidad y humanidad, y posiblemente sea la mejor historia que se ha contado en un juego ambientado en este conflicto, aunque es cierto que el listón estaba bastante bajo.

Este cuidado tratamiento de los personajes principales, y de bastante respeto por los terribles hechos históricos que ocurrieron, rechina cuando el juego en la primera mitad de la campaña se convierte por momentos en una especie de Segunda Guerra Mundial imaginada por Michael Bay, con persecuciones imposibles, explosiones, quick time events, cosas enormes que se derrumban y un espectáculo gratuito que no aporta nada ni en lo jugable ni en lo narrativo.

Algunas secuencias de acción alocada y espectacular no son lo que esperábamos de un juego que se tome en serio la Segunda Guerra Mundial.

También intenta ser innecesariamente variado con escenas de sigilo que como suele ocurrir en los juegos que no van de ello no acaban de funcionar bien del todo, o varias persecuciones en coche que nos han recordado bastante a esa gran secuencia de acción de Uncharted 4, pero evidentemente sin su acierto, y muy fuera de tono. Hay hasta una misión bastante curiosa en la que te metes en la piel de una espía que se tiene que infiltrar en una base nazi y que nos ha parecido muy curiosa, parece que estás jugando a un Hitman, y posiblemente vaya a ser uno de los momentos más recordados de esta campaña, por diferente.

Cuando la campaña se deja de florituras y nos quiere meter de lleno en la guerra con cierto realismo, es cuando mejor funciona el juego, pero casi hay que esperar hasta el tramo final de la historia para disfrutar de estos momentos. Hay novedades jugables interesantes, como el hecho de que la vida no se regenera automáticamente y necesitamos usar botiquines para curarnos, que nos provee un compañero o que encontramos en los escenarios. O que nos inviten a jugar en equipo, con compañeros que tienen habilidades "especiales", como lanzarnos botiquines, munición, granadas o incluso utilicen sus prismáticos para mostrarnos a todos los enemigos de los alrededores.

Tenemos que pedir botiquines al médico para curarnos, una de las novedades que más nos han gustado de la campaña.

Es una buena idea el hecho de intentar transmitirnos que somos parte en una escuadra de soldados y que tenemos que colaborar, pero el problema es que la inteligencia artificial de los enemigos y nuestros aliados deja mucho que desear, y se producen constantemente situaciones que te sacan de la experiencia. Como soldados totalmente expuestos en mitad de un tiroteo sin ningún sentido, o un compañero disparando a un enemigo a un metro de distancia durante un buen rato y que nada ocurra, porque el juego está esperando a que actuemos nosotros. Y esto no es algo puntual o aislado, son situaciones que ocurren sin descanso.

En ocasiones podremos intentar poner a salvo a un compañero herido.

También como si fuera una especie de coleccionable o tarea secundaria, a veces podemos coger a un soldado herido e intentar ponerlo a cubierto, lo que es una buena idea, pero son situaciones totalmente guioninazadas, que se producen siempre de la misma manera, y que se sienten desaprovechadas.

Como decíamos antes es en el tramo final cuando el juego se pone serio, y vivimos varias batallas seguidas muy emocionantes e intensas, sin espectáculo gratuito, que nos han recordado a las dos primeras entregas de la saga. Es una pena que estos momentos lleguen tan tarde y no sean los verdaderos protagonistas de una campaña que nos ha dejado un sabor muy agridulce.

Al final es curioso que el criticado Infinite Warfare por su ambientación futurista y espacial tuviera una campaña mucho más acertada que esta, que con el regreso a la Segunda Guerra Mundial parecía que ya iba a arreglar todos sus problemas, y lo que hace es repetir uno por uno todos los errores de la serie de los últimos años.

El tramo final de la campaña nos ha gustado bastante, es una pena que no mantenga el mismo nivel durante todo el juego.

En cualquier caso, si os gusta mucho esta ambientación que sepáis que es genial ver la Segunda Guerra Mundial con los gráficos actuales, con momentos visualmente muy potentes, y sabiendo las carencias de la campaña, y también sus aciertos, es posible que sepáis disfrutarlo sin demasiados contratiempos. Eso sí, no podemos ocultar nuestra decepción, nos esperábamos algo mucho mejor, en todos los sentidos, y que recordara a las dos primeras entregas de la saga.

Un multijugador con algunas novedades importantes

El multijugador llega este año con ganas de innovar, y un ejemplo de ello es el modo Guerra, el más ambicioso y revolucionario en la serie en los últimos años, o el curioso Cuartel general, una nueva zona social en la que podemos interactuar con otros jugadores, y compartir la "felicidad" de abrir las polémicas cajas de recompensas o loot, que se celebran por todo lo alto en esta entrega.

El cuartel es una nueva zona social donde podemos interactuar con otros jugadores, y abrir cajas de 'loot' en compañía.

Pero antes de empezar a comentar estas novedades, evidentemente lo que más se nota en el multijugador es el cambio de ambientación y cómo afecta a la jugabilidad, dejando atrás los dobles y triples saltos, el correr por las paredes y toda la parafernalia de las últimas entregas, que habían convertido a Call of Duty en una auténtica locura de jugadores volando por los aires.

El multijugador vuelve a ser muy horizontal, se recupera la importancia de ser certero apuntando y disparando y saber colocarte con inteligencia en los escenarios, por encima de la movilidad, y las armas también se sienten diferentes, más lentas, aunque evidentemente no busquéis un juego realista, porque no pretendo serlo, sigue siendo un arcade total.

Morimos con un soplo del viento y reaparecemos a la misma velocidad, y los jugadores se mueven a un ritmo endiablado por los escenarios, por lo que aunque se pierden posibilidades jugables respecto a las últimas entregas, al desprenderse de esta verticalidad de los dobles saltos, se mantiene un ritmo prácticamente idéntico en las partidas.

La perdida del 'parkour' y los dobles saltos hace que las partidas tengan unas dinámicas diferentes, aunque siguen teniendo un ritmo muy frenético.

Es aquí donde vemos un problema en el enfoque del juego. Ya que si bien su ambientación, volver a la Segunda Guerra Mundial, puede atraer a un jugador veterano al que le apetezca regresar a Call of Duty, quizás su ritmo frenético y falta de realismo le vuelve a repeler. Y lo contrario, un jugador joven, que ha crecido con las entregas de los últimos y está acostumbrado al parkour y volar por los aires, puede que eche de menos estas posibilidades, y que su ambientación no le motive de ninguna manera.

Nosotros creemos que con el cambio de ambientación hubiera sido un buen momento para levantar el pie del acelerador y apostar por un juego un poco más pausado y que no fuera extremadamente frenético, pero parece que, al menos de momento, ese es el único sacrificio que no están dispuestos a realizar en la saga.

La fórmula sigue siendo muy divertida, y agradecemos que se hayan eliminado las capas antes mencionadas para volver a algo más puro, pero también nos ha dado la sensación de que la mecha se puede consumir antes de lo normal, en comparación con las últimas entregas, especialmente con Black Ops III, el mejor multijugador de la saga en los últimos años.

El diseño de los mapas nos ha gustado bastante, y además hay algunos muy vistosos como este barco.

También hemos visto algunos problemas de equilibrio, y los francotiradores creemos que os van a desesperar a más de uno, ya que son especialmente efectivos en algunos mapas, y no hay demasiadas maneras de contrarrestarlos, a no ser que te quieras convertir en uno de ellos.

Pero además del cambio de ambientación, el multijugador de este Call of Duty quiere hacer ofrecer cosas nuevas, y la más destacada de todas es el modo Guerra, un modo por objetivos en el que tenemos que ir capturando diferentes zonas de un mapa especialmente grande, y en el que nos obligan a jugar en equipo, algo a lo que no estamos muy acostumbrados en esta saga.

Primero un equipo ataca, luego en una segunda ronda el otro defiende, y los objetivos son relativamente variados, como tomar un edificio, construir un puente o escoltar un tanque, lo que nos obliga a ir cambiando de clase para adaptarnos a cada situación. Se ha hecho un gran trabajo de equilibrio, y gracias a esto hemos vivido partidas emocionantísimas y muy épicas, resueltas en el último segundo. El único problema que vemos es que solo cuenta con tres mapas, y acaban sabiendo a poco.

El modo Guerra es sin duda la mejor novedad de este 'Call of Duty'.

Hay uno que nos encanta, en el que tienes que revivir el desembarco de Normandía, lo que nos parece una idea genial, pero al ser tan solo tres mapas si le das mucha caña a este modo la repetición de situaciones le acaba pasando factura. Como siempre es algo que se resolverá con los contenidos descargables de pago, que estamos seguros que ofrecerán nuevos mapas del modo Guerra. Tampoco es que el resto de modos vayan sobrados, con nueve mapas, y un décimo como extra de reserva, Carentan.

Otra de las novedades más llamativas es el Cuartel general. Una zona social, que recuerda a la Torre de Destiny, pero mucho mejor ejecutada, ya que mientras la exploramos en segundo plano se realiza el matchmaking para las partidas multijugador, de manera rápida y muy eficiente, sin ninguna pantalla de carga.

Aquí podemos hacer varias cosas, como entrenar, hablar con otros jugadores, aceptar misiones diarias, semanales o por horas, que nos ofrecen suculentas recompensas y que nos invitan a participar en las partidas de una manera diferente, y que además pueden llegar a ser muy exigentes. Por ejemplo, realizar 100 bajas en 40 minutos, cierto número de disparos en la cabeza o con un arma en concreto, o realizar múltiples bajas con una granada, lo que seguro picará a los jugadores más dedicados, y hay muchos incentivos para que juegues todos los días.

En el Cuartel general podemos interactuar con otros jugadores, y entre otras actividades abrir cajas de suministros en compañía.

Hay algunas curiosidades, como algún minijuego o incluso un cine donde ver partidas, pero sin duda lo que más va a dar que hablar es el hecho de que es en el Cuartel es donde abrimos las cajas de loot o recompensas, y donde no solo vemos las nuestras, sino también las que abren los otros jugadores. Esta llamativa característica llega en el peor momento posible, en plena polémica de las cajas de loot, y este Call of Duty las celebra por todo lo alto.

No queremos entrar a valorar si son justas o no, o si pueden llegar a desequilibrar el progreso en el juego, porque en el evento de review al que asistimos no pudimos comprobar cómo funciona exactamente la economía. Pero sí os podemos decir que estas cajas se consiguen gratuitamente jugando partidas, y que además de elementos estéticos, también ofrecen potenciadores de experiencia o mejores accesorios para las armas, y es aquí donde evidentemente hay potencial para que los jugadores que se gasten dinero cuenten con ventaja. En cualquier caso creemos que si eres un buen jugador de Call of Duty vas a poder ir desbloqueando todo sin problemas y nadie va a ser mejor que tú porque pase por los micropagos.

Otro cambio en el multijugador es el sistema de clases, las Divisiones, que finalmente es menos revolucionario de lo que podía parecer en un principio. Al comenzar el multijugador te tienes que alistar en una de las cinco divisiones: infantería, aerotransportada, blindada, división de montaña y expedicionaria, cada una con distintos tipos de armas y la posibilidad de desbloquear una habilidad de división y un arma especial.

El nuevo sistema de Divisiones nos ha gustado bastante.

Nada nos impide más adelante alistarnos en el resto de divisiones y realizar cualquier combinación posible de armas, para crear un personaje a nuestra medida, y en líneas generales es un acierto porque aporta algo nuevo al desarrollo y la sensación de progresión, a invitarte a jugar más, pero no limita tus posibilidades de crear un personaje a tu gusto.

Es un multijugador muy completo y mejor construido que nunca para engancharte durante muchas horas, con multitud de desbloqueables y "caramelos" para que vuelvas constantemente.

Los zombis nazis

Y falta hablar del tercer pilar del juego: los zombis nazis. Un modo cooperativo para cuatro jugadores en el que como siempre tenemos que derrotar a oleadas de monstruos mientras intentamos desentrañar todas las claves de un enorme mapa, que esconde multitud de secretos.

Vuelve el modo Zombis, con el mismo acierto al que nos tienen acostumbrados.

En esta ocasión la aventura se titula El último Reich, y tenemos que luchar en un pueblo minero con un gran laboratorio de investigación nazi, en el que han estado realizando toda una serie de extraños experimentos. En esta ocasión hay una ambientación bastante terrorífica que nos ha gustado mucho, y ciertos cambios sutiles, como el haber eliminado la construcción de barreras, o que por fin haya progreso al conseguir puntos de experiencia en cada partida y poder subir de nivel a nuestro personaje.

En líneas generales nos ha parecido uno de los modos zombis más acertados de los últimos años, pero los cambios y las novedades que tiene son tan pequeños que también es muy fuerte la sensación de estar jugando a más de lo mismo. Y se vuelve a repetir lo de siempre, el hecho de tener un solo mapa, que por muy grande y elaborado que sea, te lo vas a aprender bastante rápido, y si quieres seguir disfrutando de este modo sin aburrirte tienes que pasar por los contenidos descargables de pago que se lanzarán más adelante..

En esta ocasión han apostado por volver a una ambientación muy terrorífica, que le sienta muy bien a los Zombis Nazis.

Visualmente cumplidor

Como decimos casi siempre Call of Duty no es un portento técnico, pero sí un juego muy vistoso, gracias a los grandes valores de producción con los que cuenta, y que con acierto sigue priorizando los 60fps por encima de todo. Ver la Segunda Guerra Mundial recreada con gráficos actuales deja imágenes muy vistosas, aunque como siempre haya una nula interactividad con el entorno, y unas animaciones y físicas que se quedaron hace tiempo bastante anticuadas tecnológicamente, y que deberían cambiar para ofrecer algo más ambicioso.

La campaña ofrece momentos visualmente bastante llamativos, aunque tecnológicamente tenga detalles mejorables.

A destacar el aspecto de los mapas del multijugador, con una gran personalidad visual, que hace que los puedas diferenciar de un simple vistazo, y la dirección de arte de los zombis, más terrorífica que nunca.

En el sonido tenemos una banda sonora que funciona sin grandes alardes, con un tema principal bastante inspirado, y unos efectos de sonido muy contundentes, más cuidados que en otras ocasiones, con las armas históricas sonando como deben. Como siempre cuenta con voces en castellano, que hacen bien su trabajo, sin sobresalir, pero sin cometer grandes fallos, y que dan empaque al producto.

Regreso a los orígenes

Call of Duty cada vez tiene más problemas para sorprender y no acusar la falta de frescura en su fórmula, y ni siquiera volver a sus orígenes, a la Segunda Guerra Mundial, ha sido suficiente para cambiar esta sensación. Sigue siendo un buen juego de acción en primera persona, especialmente en su completísimo multijugador, pero hace ya tiempo que dejó de ser un referente en el género, y se deberían plantear cómo volver a serlo.

Quizá este año la saga recupere adeptos al haber dejado de lado las guerras del futuro, pero debajo de su superficie seguimos viendo los mismos aciertos y fallos de los últimos años, y tenemos que exigirle un poco más a un producto tan importante como este, que llegó a ser el faro que guiaba a todos los juegos de acción en primera persona.

Hemos realizado este análisis jugando a la versión de PS4 Pro en un evento celebrado en Londres durante tres días al que fuimos invitados por Activision.

Redactor

NOTA

8.2

Puntos positivos

Volver a la apasionante Segunda Guerra Mundial.
Un producto muy completo, con campaña, multijugador y zombis.
El modo Guerra en el multijugador, un gran añadido.

Puntos negativos

La campaña nos ha decepcionado.
El regreso a los orígenes por sí solo no es suficiente para devolver el brío perdido a Call of Duty.
Dos de los apartados más acertados, el modo Guerra y los Zombis, tienen muy pocos mapas y empujan al DLC.

En resumen

El regreso de los orígenes no aporta la dosis de energía que esperábamos, con una campaña un tanto decepcionante, pero Call of Duty sigue siendo un juego de acción muy completo, que vuelve a dar lo mejor de sí mismo en el multijugador.