Análisis When Ski Lifts Go Wrong, divertido y completo builder (PC, Switch)
A veces es complicado innovar en un género que está muy explotado o que ha visto diferentes variantes a lo largo de los años. Bridge Constructor fue una auténtica revolución cuando se lanzó allá por 2012. Usando los puzles basados en físicas, nos invitaba a tender puentes y levantar ingeniosas estructuras de diferentes materiales para que los ciudadanos y sus vehículos pudiesen solventar y cruzar ríos, acantilados y otros obstáculos geográficos insalvables. Era muy divertido, muy sencillo de entender, pero increíblemente complejo en su simulación. Tras su éxito en móviles dio el salto a consolas, convirtiéndose en una saga consolidada al poco tiempo, contando con spin-off como Bridge Constructor Portal y secuelas.
Cuando ya parecía que todo estaba muy amortizado y no había espacio para más, comenzaron a resurgir algunos juegos que le daban la vuelta a la idea, añadiendo elementos inéditos, ambientaciones muy dispares o incluso retorciendo un poco el concepto. When Ski Lifts Go Wrong, de Hugecalf Studios y la editora Curve Digital, es uno de ellos. Apostando por un escenario nevado y lleno de parajes montañosos, nos convidará a crear una serie de estructuras para garantizar que los esquiadores llegan sanos y seguros a su destino. Como os podéis imaginar, y pese a lo divertido de sus mecánicas, no será una tarea sencilla.
Creo un teleférico con tablones y cuerdas (sale mal)
When Ski Lifts Go Wrong, disponible en PC y Nintendo Switch, es un videojuego con un planteamiento tan simple como atrayente. Hablamos de un título de construcción y rompecabezas basados en físicas y estructuras, cuyo principal motor no es otro que llevar a los esquiadores y montañeros de un lado a otro de la pista levantando ingeniosos mecanismos. No se trata de un simulador serio, realista y con una pasión absoluta por los datos, los blueprint o los números. No. Lo nuevo de Curve Digital es un juego muy divertido, accesible, a veces completamente alocado, que buscará siempre que el jugador se implique buscando soluciones creativas y desenfadas pero sin descuidar su funcionalidad. De hecho, durante sus primeros minutos, el juego nos incita a ser inteligentes en nuestras creaciones, usando con cabeza los materiales que nos van ofreciendo o dándonos pistas sobre qué es más rentable o sólido de cara a garantizar la seguridad de los turistas.
Siguiendo la estructura de otros juegos similares, deberemos construir desde teleféricos o telesillas, a saltos, rampas, puentes y otros elementos propios de las pistas de esquí, buscando siempre que nuestros clientes lleguen a su estación. El único objetivo básico, y casi primordial, es que no muera ningún esquiador por culpa de nuestra mala praxis. Sí, como estáis leyendo. Un error de cálculo, un tablón mal puesto o una polea mal encajada y todo se irá al traste. El funesto resultado de no haber resuelto bien la problemática que intentamos solventar en este simulador no es otro que un esquiador estampado entre las rocas o el árbol de turno. Y eso en el mejor de los casos.
When Ski Lifts Go Wrong se toma en broma constantemente -podemos desbloquear un logro si nos cargamos sin querer a los pobres esquiadores-, lanzándonos ideas o consejos bastante arriesgados con tal de ahorrarnos unos euros en la factura de la construcción. Estableciéndose de forma férrea en el género de la construcción, tendremos que prestar mucha atención a los distinto materiales o a las mejores maneras de establecer estructuras sólidas. Esto, que puede sonar muy denso y propio de un simulador más serio, se solventa con muchísima inteligencia gracias a unos tutoriales muy bien avenidos, que nos propondrán resolver las diferentes situaciones con las que lidiaremos en el videojuego en apenas unos minutos.
Gestionar una pista de esquí no es tarea grata, y pronto nos daremos cuenta. Pese a que hablamos de un juego que es bastante sencillo en sus primeros compases, a lo largo de sus más de 50 niveles de la campaña principal tendremos que dominar la física de las cuerdas, comprobando hasta qué punto podemos controlar su tensión, aprender de las cualidades de las poleas o comprender, a fuerza de ensayo y error, cómo las estructuras triangulares son una buena forma de aportar robustez a nuestro absurdo e impensable telesilla. No os preocupéis si nuestra góndola acaba en la nieve una y otra vez. El título, una vez superamos esa pequeña barrera inicial del principio, comienza a darnos más materiales y elementos, como pilares, estructuras de madera más sólida, rampas y otros, abriéndose todo un plantel de posibilidades.
La curva de dificultad está muy ajustada, y jamás nos quedaremos atascados demasiado tiempo. When Ski Lifts Go Wrong sabe dosificarse, y no penaliza en exceso, sobre todo porque sigue marcando tres grandes objetivos opcionales que harán las delicias de los más maniáticos y perfeccionistas en los videojuegos de puzles. Si bien el objetivo principal es conseguir que el esquiador llegue a la pista o la meta sano y salvo, podemos atenernos a ciertas condiciones extra, como lograr que nuestros clientes consigan las medallas dispuestas en cada nivel -en lugares a veces muy difíciles-, ajustarnos al presupuesto o evitar que la maquinaria que hemos creado se recaliente por el uso. Ajustarse a lo proyectado por el juego es quizás el reto más difícil, pues a veces se nos irá la mano asegurando el resultado en lugar de intentar ahorrarnos unos euros, algo que en los niveles finales esto es casi una tarea imposible.
Si bien comenzaremos con pequeñas pistas, ascensiones tranquilas y parajes fáciles de comprender, pronto When Ski Lifts Go Wrong buscará que nos adecuemos a montañas llenas de rocas desnuda, abismos insondables, estaciones de esquí alojadas en lugares remotos y niveles con muy mala leche. Pasaremos de estribaciones casi lisas a picos dentados y llenos de afiladas cumbres. Repetimos, no es difícil, pero sí habrá que darle alguna que otra vuelta. Eso sí, para dosificar su atractivo, tendremos a veces que controlar a los esquiadores y expertos en snowboard, saltando, realizando acrobacias con motos de cross y ofreciéndonos un pequeño descanso entre construcción y construcción.
Un completo editor y una comunidad activa
Es uno de los puntos más notables de When Ski Lifts Go Wrong. Si bien su campaña es entretenida, sus creadores saben que la gracia de este tipo de videojuegos reside en las posibilidades de un bien avenido editor. Si así lo queremos, podemos construir nuestros propios rompecabezas en un diseñador de niveles muy completo, en el que únicamente nosotros seremos el límite. Podemos incluso escoger niveles o escenarios ya hechos, editarlos, y cambiarles las condiciones. O probar de forma aleatoria qué se cuece en la comunidad, con algunos escenarios loquísimos, muy rebuscados y divertidos, que nos tendrán enganchados durante horas.
De hecho, otro de los factores más destacables del juego, es la posibilidad de compartir o disfrutar de las repeticiones, logros y vídeos de otros jugadores. Hay de todo. Desde éxitos increíbles a fracasos estrepitosos que nos harán reírnos a carcajada limpia. La comunidad, al menos en la edición de PC, es muy activa y creativa, y siempre tendremos algo nuevo por ver, disfrutar o crear.
Gráficamente es un videojuego muy simple, que apuesta por el lowpoly como elemento diferenciador a nivel estético. Encontraremos desde parajes cubiertos por la nieve a cumbres rocosas, bosques de pinos y abetos y escenarios cubiertos por ventiscas. When Ski Lifts Go Wrong juega bien sus cartas, y aunque podíamos pensar en un primer momento que puede abusar de la repetición de escenarios, la verdad es que siempre es agradable de ver o incluso de oír, con efectos sonoros muy bien avenidos. El juego está traducido al castellano a nivel de textos.
Conclusiones finales
When Ski Lifts Go Wrong es un juego muy divertido. Consigue resultar muy fresco en el género builder, añadiendo ideas muy alocadas a sus rompecabezas, siendo variado cuando toca e incorporando un ingrediente fundamental a su propuesta de modos en forma de edición y creación de niveles. Si bien podemos achacarle que los niveles de su campaña son algo cortos, siempre hay algo que hacer gracias a la actividad de la comunidad. Puede que no sea el juego más original, o que su propuesta no os atraiga aún siendo amantes de los puzles. Pero si os gustó Bridge Constructor, dadle una oportunidad. Es sólido como las estructuras que nos invita a construir.
Hemos realizado este análisis en su versión de PC con un código proporcionado por Plan of Attack.