Análisis The Magnificent Trufflepigs, epifanía existencial entre chatarra metálica (PC, Switch)
The Magnificent Trufflepigs es un ortodoxo walking simulator diseñado por Andrew Crawshaw, veterano de la industria a quien conocemos, sobre todo, por haber creado otro de los pesos pesados del género, Everybody's Gone to the Rapture, aunque también ha participado en otros proyectos de renombre como Amnesia: A Machine For Pigs o Alien Hominid, uno de los primeros indies en dar el salto a consolas con una versión para GameBoy Advance. Con esta obra, que viene firmada por su nuevo estudio, Thunkd, y editada por AMC Games, el autor vuelve a explorar los matices de las obras narrativas con un resultado solvente, pero poco sorprendente.
En esta aventura en primera persona controlamos a Adam, un muchacho inglés que ayuda a Beth, su amiga de la infancia, a encontrar un pendiente perdido en una granja de la campiña británica. Para ello, ambos se lanzan al campo con un par de detectores de metales escudriñando cada rincón y tratando de hallar el preciado objeto entre basura metálica y restos de chatarra. Mientras buscan, ambos hablan a través de unos viejos walkie-talkies al más puro estilo Firewatch, incluyendo conversaciones profundas -muy bien localizadas al español- sobre la vida, diálogos enmarcados en una crisis existencial por la que atraviesa Beth y en la que Adam tendrá un papel fundamental.
Detectar, excavar y conversar
A lo largo de los cinco días que ambos protagonistas pasan en el campo -lo que para nosotros se traduce en alrededor de tres horas de juego-, lo único que hacen es pasear balanceando el detector de metales y cavar cuando la máquina señala la presencia de algún objeto. A nivel interactivo, la fase de detección y extracción de los metales es algo básica, pero suficiente como para plantearlo como un trabajo exhaustivo y cansado: tocará patearse el terreno una y otra vez, siempre a paso lento, y cavar con insistencia con dos tipos de herramienta, una para sacar un buen trozo de tierra y otra para investigar en ella con más detalle hasta dar con el objeto que el detector ha encontrado.
Como decíamos, The Magnificent Trufflepigs es un walking simulator de los pies a la cabeza, así que no hay que esperar de él un despliegue exagerado en el diseño de las mecánicas: lo importante aquí es andar y hablar con Beth a través del walkie-talkie o del chat de nuestro teléfono, que también utilizamos para enviarle fotos de lo que hemos encontrado, aunque hay que reconocer que la inclusión del detector de metales como mecánica conductora del hilo argumental le da un toque interesante que despeja la sombra del aburrimiento, muy habitual en obras que no terminan de comprender las virtudes de este género.
La trama de este juego sí sabe sacarle partido a las posibilidades delwalking simulator y lo hace principalmente mediante dos aspectos: el ritmo narrativo y la interpretación de voz. En lo que respecta al primero, The Magnificent Trufflepigs cuenta con un guión bien medido que combina con soltura los momentos de conversación y los de juego para que no lleguemos a notar desequilibrios en ningún momento, e incluso sabe bien cómo introducir las diferentes fases de la relación entre Adam y Beth para que nos acerquemos a ella de manera natural. Por otro lado, la propia interpretación de los protagonistas, es probablemente el mejor apartado de la obra, con papeles muy bien llevados por Arthur Darvill (Doctor Who, Leyendas del Mañana) y Luci Fish (Safe House, Another Eden), quienes dan vida a Adam y Beth respectivamente.
Buenas herramientas narrativas para una historia sosa
Eso sí, aunque sepa cómo contar su historia y aunque los personajes estén bien interpretados, lo que cuenta The Magnificent Trufflepigs no ha terminado de entusiasmarnos. "Es un juego sobre la búsqueda de aquello que anhelamos", dice la descripción oficial de la obra, y literalmente va sobre eso. Sin sorpresas, aunque con un poco de trampas, el relato nos deja a un lado de la acción convirtiéndonos en actores secundarios de una epifanía existencial que no termina de encontrar la forma de transmitir la potencia con la que desean contárnosla. Es una historia íntima y personal contada con buen tempo y buenos diálogos, pero con poca chicha, lo que supone que al acabar el juego y darle unas pensadas, deja poco poso en nuestro interior.
Lo bueno de todo esto es que The Magnificent Trufflepigs no pone todos los huevos en la misma cesta: ni es un simulador de detector de metales ni es un juego exclusivamente conversacional. Hay un buen equilibrio entre sus dos facetas, que es a lo que nos referimos cuando destacamos su buen ritmo narrativo, y en última instancia lo que puede quedar para una evaluación más personal es la calidad de la historia que nos cuenta; las herramientas con las que lo hace, sin embargo, quedan bien enmarcadas dentro de un cuadro de calidad difícil de desdeñar.
Por último, aunque no por ello menos importante, la dirección artística del juego es otro puto a favor para conducir la historia a través de un espacio romántico. Los paisajes rurales británicos se reproducen aquí con una hermosa calidad casi pictórica, entre lo realista y lo oleoso, que encaja a la perfección con la trama romántica y emotiva que se nos va contando. Cada día podemos echar horas extra en cada terreno para seguir buscando incluso cuando las conversaciones con Beth ya hayan acabado, algo que nos apetecerá sólo para poder seguir admirando el paisaje por el que nos movemos.
Conclusiones
The Magnificent Trufflepigs es una cautivadora obra narrativa que propone un sistema de juego peculiar, basado en la detección de objetos metálicos, sin dejar que el peso completo de la experiencia recaiga sobre ese reclamo: es cierto que prácticamente todo lo que hacemos a nivel interactivo es buscar metales por preciosos campos británicos, pero lo más importante de este walking simulator está en sus diálogos, en sus conversaciones. Es ahí donde reside lo interesante de la obra y donde encontramos una de sus principales virtudes: la interpretación de los dos personajes protagonistas. Más allá de eso y de su hermoso apartado gráfico, lo que propone este juego no es nada que no hayamos visto ya en otros títulos de género, así que quienes gusten de este tipo de obras podrán encontrar aquí una buena entrega, con un relato potente aunque algo tramposo y que adolece cierta falta de gancho, pero quienes no sean afines a este formato difícilmente puedan cambiar de idea con este juego.
Hemos realizado este análisis en PC con un código para Steam proporcionado por AMC Games.