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PS4, PS5:
También en: Switch PC XBOne XSX PS4 PS5
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Creative Games Computer Graphics Corporation
Producción: Neon Doctrine
Distribución: Steam
Precio: 19.99 €
Jugadores: 1
Formato: Descarga
Textos: Inglés
Voces: -
Online: -
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Análisis The Legend of Tianding, pícaro justiciero en la Taiwán del siglo XX (PC, Switch)

Liao Tianding fue una especie de Robin Hood taiwanés que se enfrentó a las fuerzas opresoras japonesas a principios del siglo XX. Ahora tiene su propio videojuego de acción y aventuras en 2D.
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Actualizado: 16:53 9/11/2021
Análisis de versiones PC, Switch.

Hay una leyenda en Taiwán que narra las aventuras de Liao Tianding, un justiciero popular que durante finales del siglo XIX y principios del XX defendía a los ciudadanos de la opresión japonesa, algo similar a otros personajes como Robin Hood (de hecho se le compara explícitamente con esta figura) o El Zorro. En 2004 un autor taiwanés, Maso Lin, escogió esta leyenda para crear un videojuego con representaciones de la cultura de su país y, enmarcado en su tesis universitaria, creó con Flash un título de acción en dos dimensiones protagonizado por este personaje disponible aquí.

Ahora aquel proyecto ha resucitado como The Legend of Tianding, un videojuego también de acción en dos dimensiones pero que presume de un apartado gráfico en el que se le notan sus inspiraciones en el cómic noventero, dejando a un lado el pixel art del original. A eso le sumamos una apuesta por la acción versátil y dinámica, con toques de metroidvania y beat'em up y nos queda una genial propuesta que ya está disponible en PC y Nintendo Switch de la mano de Neon Doctrine, editora anteriormente conocida como Another Indie.

Combate dinámico y versátil al estilo kung-fu

Como cabe esperar, en The Legend of Tianding seguimos las aventuras de este héroe taiwanés en su lucha por darle su merecido a las fuerzas opresoras japonesas y otros tiranos que acosan a la clase trabajadora de Taipei, su ciudad. Es por ello que nos veremos inmersos en incursiones nocturnas a almacenes o a grandes robos de armamento que sirven como niveles mazmorresco en los que combatimos con diferentes tipos de enemigos, sorteamos trampas y encontramos tesoros ocultos aprovechando nuestras habilidades de parkour. Al final de cada uno de estos seis capítulos (de aproximadamente una hora de duración cada uno) nos enfrentamos a un gran jefe final en una batalla diseñada con la espectacularidad en mente.

Durante la práctica totalidad del juego lo que hacemos es pelear, y la buena noticia es que su sistema de combate, basado en el kung-fu, es tan gratificante que no nos resulta ni un poco cansino que la experiencia se base en ello: además de los habituales ataques básicos, The Legend of Tianding dispone de una mecánica que nos permite utilizar una característica faja roja para arrancar el arma de las manos de los enemigos y utilizarlas durante un tiempo, de modo que podemos quitarle a uno de ellos su pistola, por ejemplo, y dispararle de manera inmediata. Eso crea un flujo de combate muy satisfactorio que se refleja en un contador de combos al más puro estilo beat'em up.

La faja roja nos permite quitarle el arma a los enemigos para usarla nosotros, pero también sirve como ataque especial en los combates contra jefes finales.

Esa mecánica de robo de armas no es la única que podemos utilizar para sumar combos, ya que Tianding cuenta con una amplia gama de habilidades que podremos usar durante el combate para hacer frente a la también extensa variedad de enemigos a los que nos enfrentamos. Aunque sea una leyenda, este héroe no para de aprender nuevos movimientos a lo largo de todo el juego y de hecho podremos escoger qué ataques encajan mejor con nuestro estilo de lucha. En general, independientemente de lo que tendamos a utilizar más durante las batallas, el sistema de juego es magnífico en lo que respecta a la acción, y pelear con los barullos que forman los enemigos (la IA no es especialmente inteligente que digamos) se convierte en una experiencia muy divertida, quizás más divertida que desafiante.

Trepamuros taiwanés

Además del combate, otro pilar fundamental de The Legend of Tianding es el movimiento. Nuestro protagonista es un hábil ladronzuelo capaz de trepar edificios, colarse por rendijas o saltar entre muros. Es cierto que estas mecánicas tienen su utilidad durante las peleas, pero también juegan un papel fundamental en la exploración tanto de los escenarios independientes (cloacas, fábricas, montañas y demás pantallas que preceden a los jefes finales), como de la propia ciudad, donde podemos encontrar vecinos con los que hablar, personas sintecho a los que ofrecer limosna a cambio de mejoras, mesas para jugar a las cartas y encargos que funcionan como objetivos secundarios.

Podemos escalar prácticamente a cualquier sitio de la ciudad, encontrando a veces objetos ocultos.

Este ágil sistema de movimiento del personaje también se pone a prueba en los escenarios, plagados de trampas y huecos secretos donde podemos encontrar tesoros si sabemos bien dónde buscar. A este respecto The Legend of Tianding ofrece un diseño un tanto tradicional y quizás poco inspirado, con segmentos que ya hemos visto en muchos juegos del estilo y que sorprenden entre poco y nada. También se recibe cierta desconexión entre la ambientación general y ciertas situaciones que nos encontramos en estos niveles, con trampas como hachas giratorias o torretas automáticas que cumplen bien su función de obstáculo pero que no terminan de encajar en la escena.

Algo similar ocurre con el diseño de los jefes finales, aunque aquí sí le encontramos cierta justificación por las raíces casi mitológicas del personaje protagonista que inevitablemente llevan a que The Legend of Tianding se deje querer por la representación fantástica exagerada de sus personajes. Más que en ese sentido, lo que subyace en el diseño de los jefes finales es cierta continuidad con lo que solemos ver en el género; estos enemigos tienen patrones, ataques y fases que ya hemos visto en otras obras. Nada especialmente negativo, en realidad, porque es algo común, no exclusivo de este proyecto, y porque la originalidad la aporta a través de una estética muy singular que sí consigue brillar con luz propia.

El mapa de la ciudad a veces es un poco lioso; está en tres dimensiones, pero siempre lo exploramos en scroll lateral. Por suerte hay un sistema de viaje rápido que facilita las cosas.

Conociendo la preciosa Taipei del siglo XX

Esto es algo que baña la propuesta a nivel general: la estética de The Legend of Tianding destila personalidad con su estética, que no sólo destaca por ese aspecto cómic tan característico (visible desde en las cinemáticas con viñetas dinámicas hasta en los efectos especiales presentes durante todo el juego), sino también por su representación de la cultura taiwanesa tanto en los escenarios y personajes como en los menús y coleccionables. También es digno de destacar su banda sonora, con una música que combina el ritmo más actual de los juegos arcade con instrumentos y tonalidades de la música popular del país.

De fondo hay una historia que sirve como hilo conductor aprovechándose de las mecánicas y de la estética del juego, una aventura simple, de buenos contra malos, que se nos cuenta a través de diálogos, narraciones radiofónicas (muy bien interpretadas, por cierto) y escenas cinemáticas con viñetas de cómic intercaladas. Entre sus diferentes capas de profundidad política, a veces más evidente que otras, cala un mensaje social adherido a la leyenda de Tianding que nos ayuda a comprender una cultura tan desconocida a nivel general como es la de Taiwán durante la ocupación japonesa. En este aspecto hay que armarse de paciencia, puesto que ese contexto está ahí, y podemos adentrarnos en él si queremos, pero para acceder a él plenamente tendremos que enfrentarnos a unas secciones de diálogo lentas y pesadas, con un ritmo reiterativo que nos puede acabar echando para atrás.

Para guardar partida bebemos té, y para conseguir habilidades pasivas nos equipamos con amuletos especiales.

Conclusiones

The Legend of Tianding parte de unas premisas conceptuales muy asentadas: ya en el juego de 2004 hay ciertas características que el autor tuvo muy claras antes de adaptar la leyenda de Tianding al videojuego, como que el protagonista debía ir aprendiendo nuevas habilidades, que habría una mecánica de robar durante el combate o que su movimiento debía ser ágil y fluido. Todo esto, que ya estaba en el original, ha llegado a esta nueva versión de forma todavía más pulida, dando lugar a unas sensaciones muy satisfactorias no sólo durante el combate, sino también en la propia exploración de la ciudad y las mazmorras en las que nos enfrentamos a los enemigos.

En muchos sentidos puede parecer uno de tantos juegos de acción y aventuras en dos dimensiones, pero lo cierto es que aporta frescura no sólo por la originalidad de la ambientación, estética y personajes escogidos, sino también por cómo reinterpreta la leyenda original y la convierte en un gratificante videojuego que nos va a mantener entretenidos durante las alrededor de seis horas que dura: sus mecánicas de combate y movimiento, sobre todo con la muy bien llevada capacidad de robar armas a los enemigos, consiguen expresar a la perfección esa picaresca de justiciero que le imbuimos a Robin Hood y El Zorro, así que, incluso sin tener experiencia previa en esta leyenda, entendemos que los autores del juego la han llevado a buen puerto con esta adaptación.

Hemos realizado este análisis en PC con un código digital para Steam proporcionado por Neon Doctrine.

Redactor

NOTA

8

Puntos positivos

Mecánicas de combate diversas, ágiles y fluidas.
Sistema de movimiento muy gratificante.
Estéticamente precioso y carismático, tanto en lo visual como en lo sonoro.

Puntos negativos

Poca claridad en el diseño de los escenarios y niveles.
Las secciones de diálogo se hacen muy pesadas.

En resumen

The Legend of Tianding ofrece todo el dinamismo, la fluidez y la diversión que se puede esperar de un juego de acción en 2D, pero además le suma una ambientación única y carismática y unos originales sistemas de juego.