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Género/s: Aventura / Novela visual
Fecha de lanzamiento:
PC, Switch, Android, iPhone:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Poti Poti Studio
Producción: Wholesome Games Presents / Franquicia Wholesome Games ♥ / Wholesome Games
Distribución: Steam
Precio: 9.75 €
Jugadores: 1
Formato: Descarga
Textos: Español
Voces: -
Online: -
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Análisis de Is This Seat Taken??: La adorable joya de puzles con sello español que no te esperas (PC, Switch, Android, iPhone)

Una divertida puesta en escena se combina con puzles que nos obligarán a darle un par de vueltas a la cabeza.
Análisis de versiones PC, Switch, Android y iPhone.

Se suele decir que hoy por hoy no hay nada que no se haya inventado, pero cuanto más se expande el mundo del videojuego independiente, más convencidos estamos de que la afirmación tiene poco de cierta. Al menos, en lo que respecta a la forma de presentar las ideas con las que los desarrolladores noveles exponen sus propuestas. El caso de Is This Seat Taken? es un buen ejemplo de ello: un juego de puzles basados en la lógica cuyo mayor atractivo, al margen del gustazo que supone dar con la solución de sus intricados retos, es hacer gala de una apariencia a medio camino entre el dibujo animado infantil y el tebeo, con una pizca de sentido del humor y aderezado con una buena dosis de ingenio. En este caso, la forma de ilustrar los puzles que hemos de solventar es casi tan importante como los rompecabezas en sí mismos, algo que en gran parte se debe al estupendo trabajo que Poti Poti Studios, primerizos en el mundillo y de origen catalán (se ofrece, entre otros, en este idioma), ha realizado a la hora de combinar ambos conceptos con enorme maestría.

Lograr esta meta ha llevado a los dos miembros de los que se compone el equipo nada más y nada menos que dos años de duro trabajo, un tiempo que han aprovechado para presentar el título en distintos eventos en los que han obtenido algún que otro premio tanto por su concepto innovador como por el hecho de tratarse de una experiencia destinada a todo tipo de jugadores independientemente de su edad o rango de experiencia en el sector.

Lo han logrado con un concepto tan simple como representa sentar a usuarios en un lugar determinado, llámese taxi o limusina, llámese cine, llámese comida multitudinaria…, siempre en función de sus preferencias. Aunque puede que a primera vista la premisa no parezca muy llamativa o difícil de entender, lo cierto es que en la práctica resulta una combinación explosiva. A veces divertidísima; otras, un tanto repetitiva…, pero siempre igual de refrescante. Aquí no vale con machacar botones. Hay que pensar y buscarle la lógica a las cosas.

¿En qué lugar prefieres sentarte?

Imaginemos un taxi de cinco plazas. Además del taxista, que aquí no cuenta, hay cuatro pasajeros que esperan por fuera. Cada cual tiene sus preferencias: uno prefiere estar en el lado de la ventana; otro, que huele mal, quiere estar también cerca de ella. El tercero se siente mejor si va en una plaza para él solito y, además, no soporta los malos olores. Al cuarto le da completamente igual mientras llegue sano y salvo. Si nosotros fuésemos los encargados de reservar la plaza correspondiente a cada uno de ellos para que llegasen contentos a su destino, ¿dónde sentaríamos a nuestros pasajeros para que todos llegasen igual de contentos a, digamos, Plaza de Cataluña? He ahí la cuestión.

Su pintoresca presentación es lo que más llama la atención al principio.

Esta es la premisa de Is This Seat Taken?: ubicar a cada uno de nuestros pasajeros, comensales o espectadores (dependiendo del lugar que toque en cada ocasión) en el lugar que mejor encaja dentro de sus preferencias, que no por casualidad suelen estar reñidas entre sí. Para conseguirlo hemos de tener en cuenta aspectos que difieren en función de las condiciones de cada usuario. Por ejemplo, en la fase de introducción, hemos de prestar atención a tres tipos de peticiones: unos usuarios quieren estar sentados solos, es decir, sin nadie a su lado (aunque no necesariamente solos en la misma hilera de plazas); otros quieren hacer lo propio cerca de una ventana; los últimos, que imaginamos llevan tiempo sin disfrutar de las bondades de un buen desodorante, huelen un poco mal. Aquí hay dos subdivisiones: hay a quien le importa un bledo que su hedor moleste a los demás y le va al pairo estar en un lado u otro; pero también, por suerte, hay quien lo acepta y prefiere estar aislado y sentado cerca de una ventana, para que se note lo menos posible.

Exploramos todo tipo de escenarios en los que tendremos que tener en cuenta las necesidades de cada forma geométrica.

Nuestro objetivo como "gestores de preferencias" (así hemos venido a denominar esta curiosa profesión que adoptamos para la ocasión) consiste en contentar a todos por igual para obtener el mayor número de "me gusta". Si todos los usuarios se sienten cómodos, obtendremos la máxima puntuación. De lo contrario, no obtendremos el máximo número de estrellas posible, lo que a la postre no nos permitirá desbloquear el siguiente nivel o reto que el juego nos depare. Hacer feliz a todo el mundo no es, por lo tanto, una simple cuestión de altruismo, sino más bien una obligación. La mecánica que empleamos para lograrlo es tan sencilla como la propuesta: basta con agarrar suavemente a uno de los usuarios, representados con todo tipo de formas geométricas caracterizadas con un estilo propio de un tebeo o de un cuento infantil, y ubicarlo en el sitio que hayamos elegido para él o ella. Parece fácil, pero ya os vamos advirtiendo desde ahora: no lo es.

De la gracia al quebradero de cabeza

Y no lo es por una sencilla razón: a medida que transcurren los niveles las cosas se van complicando cada vez más. La tercera fase (que, por cierto, transcurre en la ciudad de Barcelona y demuestra ser autorreferencial, un aspecto en el que reside parte de su peculiar sentido del humor) nos invita a ubicar a los espectadores de una sala de cine en distintas filas (primera, segunda, tercera…), con algunas butacas sucias de palomitas. Ahora, además de volver a toparnos con ese clásico usuario que se ha "olvidado de bañarse" (insistimos en que el sentido del humor es uno de los puntos fuertes del título), tenemos que lidiar con otros que no quieren estar cerca de niños, a los que identificamos por sus rojos pómulos y redondas formas (también veremos un pequeño letrero en el margen inferior izquierdo en el que se explica con lujo de detalles quiénes son y de qué tipo), así como con otros que prefieren disfrutar de la experiencia en solitario mientras comen palomitas.

Hay otros, los más listos, que quieren robar palomitas, así que los tendremos que sentar cerca de aquellos que hayan pagado previamente por ellas… Y, como no, a todos los espectadores les importa estar cerca del que huele mal, por lo que no nos queda más remedio que ir jugando con las preferencias de cada uno hasta que demos con la tecla para que todos estén contentos. Si a esto le sumamos que hay quienes prefieren ir con sus amigos o con otros niños o adultos, os podéis imaginar el percal.

Estas formas tienen serios problemas con la higiene. O con el exceso de perfume.

Cuanto más avanzamos, más recursos de este estilo van apareciendo. Algunos tienen efectos en varias plazas al mismo tiempo, por lo que nos complican un poco más la existencia que otros. Los primeros escenarios dejan bastante margen de maniobra para que podamos tirar de la fórmula de prueba y error basándonos en las preferencias más prohibitivas: si un espectador quiere sentarse en segunda fila, lo lógico es que sea una de las primeras piezas que movamos para luego ir completando el puzle con las demás. Sin embargo, los más postreros se complican cada vez más, obligándonos a tener que ubicar cada figura geométrica con precisión quirúrgica, como si de un complejo rompecabezas se tratase. Porque, de hecho, lo son: la premisa de la que parte el título es similar a las bases del pensamiento computacional, una metodología que permite formular o resolver problemas comunes haciendo uso de habilidades y técnicas simples para alcanzar una solución.

Una estética tan agradable como su sentido del humor

Según avanzan las fases y visitamos las diferentes ciudades iremos completando diferentes puzles. Si obtenemos todos los likes posibles, desbloquearemos una fase adicional en cada una de las cinco urbes por las que transitamos, un aspecto que representa la parte extra del contenido que ofrece el juego. Una vez comenzamos a jugar cuesta dejar de ver cómo pasan las distintas etapas. Y aunque hablar de un argumento propiamente dicho tal vez sea un poco exagerado, hay algunas figuras que tienen cierto protagonismo, por lo que ver cómo conversan entre sí o los distintos temas que tratan es también entretenido. Realmente se trata de un aspecto que refuerza la sensación de que Poti Poti Studios ha cuidado todos los elementos de los que se compone el juego con un mimo exquisito.

No tenemos que obtener el máximo de likes, pero si no lo hacemos, no desbloquearemos la fase extra de cada ciudad.

Esto es algo que apreciamos a primera vista echando un vistazo a las imágenes adjuntas al texto: el estilo artístico es tan pintoresco como adecuado para trasladar el tono afable y divertido, tanto de las figuras geométricas (o "formas", como se autodenominan) como de las situaciones que vamos viviendo a lo largo y ancho de las cinco o seis horitas que tardamos en alcanzar el final de esta peculiar propuesta. El tiempo que tardemos en dar carpetazo al juego depende, como seguramente podréis imaginar, de lo que tardemos en resolver los puzles más complejos. Independientemente de cuánto nos cueste alcanzar los últimos puzles, sí que abunda la sensación, sobre todo en los compases más avanzados, de que la fórmula padece de cierta falta de variedad. Nos encanta que su mecánica, pese a su simpleza, se integre tan bien y sea tan fácil de manejar (es un juego idóneo para portátiles), pero el impacto inicial que causa el sentido del humor y el reto que supone superar sus puzles decae por la falta de rompecabezas más variados o con un mayor número de variantes.

Conclusión

Dejando de lado este aspecto, lo cierto es que Is This Seat Taken? es un ejemplo de cómo mezclar conceptos de lógica con un sentido del humor muy ligero, tierno y divertido. Del aspecto gráfico o artístico poco se puede decir más allá de las sensaciones que transmiten sus peculiares formas, pero nos encanta que de alguna forma se haya cuidado este elemento hasta el punto de ser un acompañamiento perfecto para los rompecabezas que propone. De hecho, el único motivo por el que acusamos un poco el paso del tiempo es por la ya mentada falta de una mayor variedad en fases postreras, algo que en parte dependerá de cómo afrontemos las partidas. Es un juego ideal para pasar ratos cortos de tiempo, en el metro, en el autobús o en los ratos libres, pero también para que nos lo zampemos de golpe si así nos apetece, en cuyo caso seguramente seremos aún más conscientes del problema de variedad del que hablamos.

Ojalá pudiésemos hacer lo mismo en la vida real: sentar a cada uno donde no moleste a los demás.

Pero su mayor virtud, más allá de todo lo expuesto en este análisis, es que es un juego para todo tipo de público, independientemente de nuestra edad o experiencia en el género. Aunque, eso sí, puede que nos resulte sencillo terminarlo si somos expertos. Por lo demás, es un placer sentar a alguien frente a él para ver cómo responde a los puzles, o de qué manera plantea sentar a este o aquel personaje aquí o allí. También es un buen ejercicio mental para despertar las neuronas. Y, además, es un producto con sello español, con un sentido del humor que reconocemos como cercano y que nos hará reír o, al menos, esbozar una sonrisa cada dos por tres. Para ser la primera incursión del estudio catalán en la industria (que no de sus participantes), estamos a ante una propuesta más que decente. Mientras esperamos lo próximo que tengan que ofrecernos, disfrutaremos de nuevo con el peculiar mundo de Is This Seat Taken?. Os recomendamos que hagáis lo mismo.

Hemos realizado este análisis en PC (Steam) con un código proporcionado por popagenda.

NOTA

7.5

Puntos positivos

La puesta en escena, tan original como pintoresca y refrescante.
El sentido del humor, autorreferencial, nos ha hecho reír en más de una ocasión.
Un reto repleto de puzles aptos para jugadores de todas las edades…

Puntos negativos

…aunque nos hubiese encantado enfrentarnos a retos más complejos.
Algo más de variedad musical y general (más escenarios, más formas, etc.) hubiese sido de agradecer.

En resumen

Un juego de lógica para todas las edades. No todos los puzles son igual de acertados y algunos pecan de repetitivos, pero su pintoresca puesta en escena compensa algunos tanto ese como otros defectos menores.