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PC, PS5, XSX:
PS4, XBOne:
También en: PC PS5 XSX
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: BioWare
Producción: Electronic Arts
Distribución: Steam
Precio: 59.99 €
Jugadores: 1
Formato: Descarga
Textos: Español
Voces: Inglés
Online: -
ANÁLISIS

Análisis Dragon Age: The Veilguard, un nuevo despertar para la querida saga de rol de Bioware (PC, PS4, Xbox One, PS5, Xbox Series X/S)

Con un nuevo giro hacia la acción y un diseño de niveles excelente en lo artístico y jugable, estamos ante una de las aventuras más completas de este 2024.
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Actualizado: 17:51 31/10/2024
Análisis de versiones PC, PS4, Xbox One, PS5, Xbox Series X/S.

Dragon Age es una de las sagas más queridas de Bioware que comenzó su andadura en el año 2009 ofreciéndonos sin duda la entrega de corte más rolero "tradicional" de la misma creando un RPG fantástico que encantó a muchos de los que veníamos de obras como Baldur's Gate o Neverwinter Nights.

Sin embargo poco a poco la saga ha ido virando más a la acción con el resto de entregas, lo que no le ha impedido regalarnos un buenísimo Dragon Age: Inquisition y ofrecernos ahora Dragon Age: The Veilguard, un título ya casi bordando la aventura de acción más que el RPG, aunque conservando elementos roleros como la toma de decisiones o la progresión de los personajes que se adapta a una fórmula un tanto más ligera muy bien adaptada a los tiempos que corren y que ya os adelantamos que es muy disfrutable y que es, de hecho, una de las aventuras con más potencial del año.

La Guardia del Velo

Vamos a empezar hablando del juego a nivel narrativo y de lo que nos ha parecido la historia que nos cuenta Dragon Age: The Veilguard sin entrar en demasiados detalles para no encontraros con ningún spoiler y también vamos a hablar de la estructura general de las distintas misiones que nos vamos a ir encontrando.

La premisa es sencilla y el argumento inicial no va a tardar en ponerse encima de la mesa. Somos Rook, el nuevo aventurero que debe salvar Thedas y que deberá enfrentarse a una nueva amenaza en forma de dioses que buscan corromper el mundo y someterlo a su voluntad, llevándonos a vivir una historia con buenos puntos en lo narrativo y algún giro interesante que siempre mantuvo nuestro interés a lo largo del juego, además de que también tomamos decisiones que son claves a lo largo de la partida y que no tomamos solo en las conversaciones, sino también en lo que decidamos explorar y aventurarnos en todo el contenido secundario que nos ofrece.

Aquí el clásico editor de personajes con el que daremos vida a Rook, el nuevo protagonista.

Para enfrentarnos a estos peligros tenemos que crear a nuestro propio personaje, Rook, con un editor bastante completo que nos permite elegir entre las clásicas opciones de género, retocar todo el aspecto físico de forma bastante profunda, elegir raza y también nuestra clase de personaje que a su vez con el paso de los niveles podemos "especializar" y convertir en una subclase o clase "especialista" avanzada.

Durante la primera mitad de la partida nos dedicamos a descubrir algunos detalles extra de la trama, a conocer todas las facciones presentes en la aventura y a reunir a lo que denominamos como "La Guardia del Velo", nuestros compañeros de batalla que son muy diferentes entre sí tanto en sus habilidades de combate como en las historias, cargas y problemas que arrastran consigo cuando se unen a nuestro grupo. Decisión nuestra es si en la segunda parte queremos adentrarnos en estos problemas de nuestros camaradas o de si decidimos estrechar lazos con las facciones, algo que puede resultar fundamental en el transcurso de la partida que, por cierto, nos ha durado alrededor de 34 horas que pueden llegar fácilmente a las 40 o algo más si completamos las secundarias "principales" de nuestros compañeros y facciones.

Además, a nivel estructural el juego se divide en una suerte de "capítulos" o partes, formados por varias misiones. Estas misiones no son especialmente largas, suelen durar entre 20 o 30 minutos salvo algunas excepciones, una duración muy adaptada a los tiempos que corren y también una distribución entre capítulos relativamente breves (que se alargan a medida que avanzamos en la trama de una forma bastante orgánica) sobre todo en la primera mitad de la trama principal que, como dijimos, sirve para ponernos en situación antes de que podamos sacar todo el potencial del nuevo Dragon Age.

Las misiones tienen una duración de entre 20 o 30 minutos y mantienen en todo momento nuestro interés para seguir avanzando en una trama en la que las decisiones sí importan a largo plazo.

Por cierto, algo que queremos apuntar antes de echar el cierre a este punto es que haber jugado a Dragon Age no es fundamental para disfrutar de esta entrega pero creemos que pierde mucho si no se ha hecho o, si al menos, no hemos jugado a Dragon Age: Inquisition siendo altamente recomendable disfrutar de esa aventura (o al menos ver un resumen de su trama en YouTube u otra red social) y de su expansión para entender bien todo lo que está ocurriendo durante los primeros compases del juego y también para implicarnos más con la trama a nivel "emocional".

Un diseño de niveles muy inteligente en un mundo que NO es abierto

Por lo tanto tenemos una buena dosis a nivel narrativo, un grupo de héroes que deben salvar el mundo y la posibilidad de disfrutar de más contenido de juego con facilidad pero... ¿Cómo lo hacemos? ¿Cómo vamos a explorar Thedas? Esto lo hacemos a través de niveles de un gran tamaño a los que accederemos mediante una encrucijada que lejos de ser solo una especie de "HUB" para interconectar a través de portales todas las zonas es otro gran nivel en si mismo muy bien diseñado, con muchas zonas a las que volver o que se desbloquean a medida que tenemos nuevos poderes o compañeros en la partida, sorpresas y secretos.

El diseño de niveles es uno de los mejores puntos de Dragon Age: The Veilguard.

Estos elementos y aciertos de diseño y todas las posibilidades ocultas de cada nivel se comparten en todas y cada una de las zonas que visitamos durante Dragon Age: The Veilguard (algunas solo pasamos por ella si hacemos ciertas secundarias y no las veríamos con el contenido principal) con un diseño de niveles muy elevado en lo jugable y excelso en lo artístico, aunque por ponerle un pero creemos que los puzles de la campaña principal pecan de ser demasiado sencillos (pero si nos detenemos a investigar contenido secundario podemos encontrarnos cosas más "sesudas").

Desde luego, preferimos esta decisión de tener niveles o zonas de gran tamaño creados con mimo y que tengan muchos recovecos y secretos a mundos abiertos cargados de iconos y vacíos en muchas de las ocasiones. De hecho, este diseño de niveles es una de las armas mejor afiladas de Dragon Age: The Veilguard y uno de los puntos más fuertes de la obra de Bioware.

Un combate intenso, ágil... y que nos pone en aprietos sumando enemigos en pantalla

Una de las cosas que más vamos a hacer en Dragon Age: The Veilguard es combatir. La saga de Bioware está más cercana a la acción con cada entrega que pasa y esto no es algo malo si tenemos clara la evolución que ha tenido la saga. De hecho una de las cosas casi más recomendables es no pedirle que sea tan RPG en sus combates o en ciertas opciones y dejarnos llevar por una aventura de acción con toques RPG que nosotros hemos disfrutado bastante.

En el combate solo controlamos al protagonista pero podemos pedir a nuestros compañeros que hagan alguna magia, que ataquen a ciertos objetivos...

Durante el combate solo controlamos a nuestro personaje y las acciones básicas como la esquiva, los golpes fuertes o débiles o el protegernos de los ataques enemigos con nuestra arma o escudo tendrán lugar en tiempo real. Sin embargo, pulsando un botón pausaremos el tiempo y accederemos a un panel en el que tenemos disponibles los poderes o habilidades especiales de nuestro protagonista... y también de los poderes especiales de nuestros compañeros de grupo en ese momento a los que podemos pedir que los utilicen y que tienen sinergias entre sí que generan combos que es fundamental que dominemos si queremos salir airosos de los enfrentamientos. Además también podemos asignar que ataquen a ciertos objetivos en función de sus capacidades o de lo que nos convenga.

Los encuentros son bastante ágiles y nos tienen ocupados en todo momento, atentos para identificar qué enemigo nos conviene derrotar primero, eliminar barreras mágicas o armaduras, esquivar ataques poderosos o en las dificultades más altas eludir orbes de electricidad u otros elementos que vemos en pantalla y que nos han recordado mucho a la saga Diablo.

Quizás lo peor del combate es que su verdadera dificultad está en la acumulación de enemigos más que en ofrecer encuentros individuales con mecánicas duras.

En líneas generales nos lo pasamos muy bien combatiendo aunque hay algunas cosas que no nos han convencido. La primera, nuestros compañeros de equipo (hemos jugado en Inerme, la segunda más difícil) no necesitan que les atendamos en ningún momento para recuperarse de sus heridas ni pueden morir, siendo compañeros inmortales propios más de un juego de acción y "casualizando" un poco la fórmula. Otra es que la dificultad del juego llega en la mayor parte de las ocasiones por acumulación de enemigos en lugar de por establecer mecánicas más desafiantes con menos rivales en pantalla. Esto es especialmente significativo en algunos encuentros con jefes en los que en solitario son fáciles de vencer y que para aumentar su dificultad en distintas fases del combate recurren a llamar a otros aliados o a aumentar su número. Por último, también tenemos la posibilidad de realizar "ejecuciones" cuando llenamos una barra de "cansancio" de nuestros rivales pero estas ejecuciones son poco espectaculares y apenas hay variedad haciéndose un tanto monótonas, algo que sin duda tendría que haber trabajado mejor un estudio tan potente como es Bioware.

Un diseño artístico brutal y unos gráficos de aúpa

Pasemos ahora a hablar de los aspectos más técnicos de Dragon Age: The Veilguard comenzando por lo bien que luce el juego a nivel artístico. No bromeábamos con que los escenarios no solo están bien diseñados a nivel jugable, sino que artísticamente también son sobrecogedores, preciosos y creados con un gusto exquisito que nos invitará a pararnos a observar durante unos segundos varias partes de caza zona e incluso sacar algunas fotos (sí, hay modo foto). A pesar de que el diseño un tanto más desenfadado de los personajes a podido crear rechazo en algunos jugadores, lo cierto es que en el arte de los escenarios no hay peros que puedan ponerse a Dragon Age: The Veilguard.

En cuanto a lo técnico, a nivel visual el juego luce fantástico, sobre todo si hablamos de iluminación, reflejos, detalles de los poderes o elementos como el agua, con un trazado de rayos en tiempo real muy bien implementado y un juego que en PC se ve de auténtica maravilla en líneas generales, aunque más allá de esa envoltura lo cierto es que pecan de prestar poca atención al detalle como, por ejemplo, que las telarañas se desgarren cuando pasamos al lado de ellas o meter más elementos que puedan destruirse en los escenarios.

A nivel audiovisual Dragon Age: The Veilguard es toda una pasada.

En el sonido la banda sonora está muy bien y es exquisita en algunas piezas como en la que ha colaborado el mismísimo Hans Zimmer, aunque hubiésemos agradecido alguna pieza extra y el doblaje en inglés es bastante bueno en líneas generales, aunque hubiésemos agradecido que un estudio como Bioware nos lo ofreciese en castellano (como sí están los textos).

Por último hablemos del rendimiento. En nuestro PC principal equipado con una NVIDIA GeForce RTX 4080, procesador 5900X y 64 GB de RAM hemos podido jugar a unos 135 FPS a 4K con los gráficos al máximo y el ray tracing activado en modo Selectivo con DLSS en modo calidad y generación de frames. También hemos jugado con un portátil con una NVIDIA GeForce RTX 4060, CPU 14900HX y 32 GB de RAM con el que hemos logrado unos 90 FPS con gráficos en alto a resolución 1440p (DLSS Calidad) mientras que por último, con un PC consolizado rival de Steam Deck con APU Ryzen Z1 Extreme hemos podido jugar a unos 45 FPS con gráficos en bajo y AMD FSR en modo rendimiento ultra.

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Conclusiones

Dragon Age: The Veilguard es una aventura muy disfrutable que creemos que puede servir como un nuevo punto de partida para la saga que sin duda quiere llegar a un nuevo público y que se adapta de forma convincente a los tiempos que corren.

Sus puntos más interesantes son un diseño de niveles simplemente magistral tanto en lo jugable como en lo artístico, unas misiones relativamente breves pero intensas que hacen que siempre se mantenga el interés, un combate bastante satisfactorio y una toma de decisiones que tiene su peso en la partida de forma notable.

Ahora bien, el juego también peca de no prestar atención a algunos pequeños detalles (como aumentar el número de ejecuciones o que más elementos del escenario reaccionen a nuestro paso o puedan destruirse) y la dificultad de los combates se basa en su mayor parte en la acumulación de enemigos con enfrentamientos contra jefes pecando quizás de ser un tanto simples en sus mecánicas básicas sobre todo para los que venimos de otros RPG más exigentes o de MMO.

Lo que está claro es que Bioware acerca Dragon Age más a las aventuras de acción que a un juego de rol y acción, conservando elementos roleros clave como la importancia de la toma de decisiones pero ofreciendo una experiencia más dinámica y accesible para todos los públicos, algo que no es necesariamente malo si aceptamos que ha sido la evolución natural de la saga y que un juego de rol más tradicional y "puro" como fue ese Dragon Age: Origins del que muchos nos enamoramos no va a volver... al menos por ahora o de la mano de la actual Bioware.

Dragon Age: The Veilguard es, por lo tanto, un buen juego que está adaptado al nuevo público pero que también conserva lo suficiente a nivel narrativo como para gustar al fan más clásico que acepte el acercamiento a la aventura de acción y que se encontrará, de nuevo, con un universo precioso, bien construido y un nuevo episodio que dará mucho de lo que hablar durante los próximos meses.

*Hemos realizado este análisis gracias a un código para PC proporcionado por EA.

NOTA

8.4

Puntos positivos

El diseño de niveles es genial.
Las decisiones importan a largo plazo.
El combate es divertidísimo y está bien ejecutado...

Puntos negativos

...aunque su dificultad se basa principalmente en acumulación de enemigos.
Los puzles de la trama principal son demasiado sencillos.
El nuevo acercamiento a la acción puede no convencer a los más veteranos.

En resumen

Dragon Age: The Veilguard es una aventura muy buena que se adapta al nuevo público y que nos ofrece un juego precioso en lo artístico, divertido y que mantiene nuestro interés en todo momento.