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PC, PS5, PS4, XSX, XBOne, Switch:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Catchweight Studio / Jordan Mochi
Producción: Team17
Distribución: Steam
Precio: 19.99 €
Jugadores: 1
Formato: Descarga
Textos: Español
Voces: -
Online: -
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Análisis CONSCRIPT: Un survival horror que recoge el terror de la Primera Guerra Mundial (PC, PS5, PS4, Xbox Series X/S, Xbox One, Switch)

¿Para qué usar zombis teniendo el horror de la guerra? Conscript es un survival horror retro ambientado en la Primera Guerra Mundial.
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Actualizado: 10:29 22/8/2024
Análisis de versiones PC, PS5, PS4, Xbox Series X/S, Xbox One y Switch.

El survival horror es un género que se construye mediante la restricción. Mostrando lo justo en el momento adecuado, limitando los recursos del jugador, incluso mermando su capacidad de movimiento. Lo que en otros géneros es torpeza, en el survival horror es una piedra fundacional. El desarrollo indie ha entendido esta realidad, en contraste con las propuestas triple A, y de ahí salieron joyas recientes como Signalis, que de la nada nos llevaron a la era de PSX y PS2 adaptando la filosofía más cruel de los clásicos y jugando la estética de polígonos pixelados como una baza a favor.

Conscript nace con estos ingredientes sin buscar innovar en lo jugable. Afortunadamente, este es uno de los pocos subgéneros que no han sido sobre-saturados, como sí ocurre con los roguelike, los metroidvania y los soulslike, que siempre copan las listas de novedades de Steam.

A esto se le suma otra muy importante baza a favor: en Conscript no existen horrores más allá de los que fabrica el propio ser humano, ya que es un título que tiene lugar durante la Primera Guerra Mundial. Además, es un desarrollo en solitario de Jordan Mochi, que lleva 7 años puliendo esta joya.

En ocasiones tendrás que luchar en el frente, pero lejos de ser un Call of Duty, aquí tendrás que medir el uso de munición al máximo.

Una búsqueda interminable

El protagonista de Conscript es André, uno como tantos otros combatientes en el frente contra los alemanes. El único objetivo para nosotros es, además de sobrevivir, encontrar a su hermano, Pierre, al cual le perdemos la pista casi de inmediato. Es una motivación sencilla y poderosa, a la cual se le agregan flashbacks que dan contexto a la relación familiar antes de que comenzase la guerra.

La historia está dividida en capítulos. Cada escenario tiene cierta cohesión temática con los temas que se quieren plantear, como la futilidad del patriotismo, la cobardía, la culpa... No obstante, no existen enemigos claros ni una clave absoluta para definir el conflicto más allá de la búsqueda. Tampoco es necesario entender exactamente qué está ocurriendo en el frente durante el transcurso del juego, aunque existen recuerdos de los soldados a los que matas, y elementos del entorno que te ayudan a construir parte de la narrativa en tu cabeza. La guerra sirve de trasfondo para que nosotros, como André, vivamos revelaciones personales. Existen momentos de un poderío muy sutil en Conscript, tejidos desde una clara sensibilidad artística. Estos momentos son escasos, y están rodeados de unas "notas" a nivel narrativo que se repiten una y otra vez: busca a tu hermano, sobrevive al caos, huye de las ratas, y vuelve a empezar.

Conscript está traducido al español, aunque el resultado deja que desear.

Este juego es largo. Es largo sin necesidad, además, porque las ideas que trabaja, también a nivel jugable, se apreciarían mejor en una experiencia condensada. Así también son los survival clásicos, y lo son por algo: por el tedio y el castigo que supone fracasar en ciertos puntos, y porque, como en cualquier montaña rusa, la experiencia más memorable siempre te deja con ganas de más. Conscript puede llevarte más de 10 horas fácilmente, más aún si decides imponer todas sus restricciones.

El horror... de las ratas

Conscript trabaja desde una perspectiva cenital. Puedes correr, pero durante un tiempo muy limitado. Si se agota tu resistencia, te moverás aún más lentamente hasta que te recuperes totalmente. Tienes un botón para la esquiva, fundamental para evitar ataques enemigos. Y, obviamente, tienes un botón para apuntar y otro para disparar. La dirección del disparo la manejas con el joystick derecho, y André temblará mucho o poco dependiendo del momento en el juego en el que nos encontremos.

Los recursos, al principio, son muy limitados, pero una vez llegas al capítulo 3 te sobrarán herramientas para generar el caos: granadas, gasolina, fusiles, escopeta, pistolas, armas de cuerpo a cuerpo... Hay enemigos que requieren un par de golpes con tu pala, otros que necesitan ser disparados desde lejos para evitar recibir daño. En muchas ocasiones necesitas recurrir al sigilo, y el entorno así te lo habilita, con puntos en los que esconderte y poder matar de un golpe y sin gastar munición.

Todos estos recursos se gastan rápido, pero, como decíamos, la parte "survival" comienza a desaparecer a partir de cierto punto sin necesidad de ser ningún estratega. Sí que es obligatoria la gestión de inventario, quizás hasta puntos absurdos. Hay tantos objetos que andar de ida y vuelta hacia las "habitaciones azules", los puntos de guardado, se vuelve obligatorio. Ahí podrás usar cigarrillos, la moneda del juego, para comprar objetos, y tendrás el típico cofre para guardar aquello que no vayas a usar a una sección determinada, además de la máquina de escribir a la espera de un rollo de tinta (guiño guiño). Ninguna pega, ¿verdad? Al menos en apariencia. Sí que, a la larga, se demuestra un punto clave para entender por qué Conscript no llega a la brillantez hacia la que apuntaba.

Decíamos que este es un género que se nutre de las restricciones. El gran problema es que, a pesar de que ejecuta todos estos elementos con fluidez y un gran conocimiento del género, se tropieza con sus propias ambiciones. Esto se ve en los propios mapas, que son gigantescos, laberínticos, hechos con el objetivo de hacerte sentir como una de las omnipresentes ratas con las que te encuentras durante la partida. Existe un punto en el cual pasas de familiarizarte con estos mapas a desear poder olvidarlos.

En ocasiones, elementos del entorno serán esenciales para resolver puzzles.

Estas ratas, por cierto, hasta el último parche podían acabar contigo y envenenarte con pocos golpes. Cómo evitar que aparezcan venía reflejado, de forma algo obtusa, en una nota que recoges un buen rato antes de ver a los primeros roedores aparecer. Independientemente de si sabes lidiar con ellas o no, eEs una experiencia muy castigadora tener que estar constantemente dando tumbos por un mapa tan complejo (que, por suerte, puedes consultar desde el menú para orientarte), pero sobre todo tan extenso, mientras cualquier elemento del entorno puede matarte de pocos golpes. Porque, desafortunadamente, hay enemigos que son tan agresivos que da igual las estrategias que desarrolles, tarde o temprano te harán daño. Y lo normal es que ese golpe te deje a un paso de la muerte y, por ende, de repetir la última media hora. Y ahí sólo necesitas un mordisco de rata para maldecir el momento en el que no activaste el guardado ilimitado al comenzar la partida.

Este es el lado más frustrante de la experiencia Conscript. El otro lado, si eres un ferviente seguidor del género, puede resultar tremendamente satisfactorio. Porque, como decíamos, este es un juego que se alimenta de restricciones. La tensión inherente a tan poca tolerancia al fracaso hace que realmente luzcan las siglas del género. Además, y afortunadamente, puedes modular estos elementos para buscar una partida algo más amable. Eso sí, el tedio llegado a cierto punto es inevitable. A partir de la mitad, el juego ya se vuelve bastante predecible. Es la contrapartida de una estructura demasiado rígida, con momentos que se supone que deberían ser climáticos (por ejemplo, al final de cada episodio terminas teniendo una guerra abierta en la que tienes que sobrevivir a hordas de enemigos), y que en cambio, por resultar predecibles, terminan pareciendo más de lo mismo por mera extensión del juego.

Los entornos, sobre todo en interiores, terminan resultando repetitivos.

Es el mismo caso con los mapas y los puzzles. Las variedades clásicas (decodifica la contraseña, encuentra las distintas llaves, etcétera) hacen acto de presencia, y Conscript no se mueve de ahí. La parte buena (y mala) es que existen varios finales diferentes dependiendo de lo que consigas y hagas durante la partida. De nuevo, una experiencia condensada también se habría beneficiado y haría del resultado algo mucho más rejugable.

En conclusión

Conscript es un juego que hace las cosas bien, sabe utilizar las bases de su género y se vale de su propuesta temática para ganarse un plus en atractivo. Se ve lastrado por no saber eliminar grasa y quedarse con las partes potentes, que las tiene, y por ajustes a nivel jugable como en el comportamiento de ciertos enemigos, además de las ratas (sí, aún después del parche siguen siendo demasiado molestas).

Sin embargo, para muchos seguidores del género esto, más que un impedimento, puede resultar una panacea. Es claramente un juego con ambición, y aunque sea imperfecto y no innove más allá de su narrativa, aquellos que disfruten del survival horror más puro sabrán entender la calidad de sus puntos álgidos.

*Hemos realizado este análisis gracias a un código para PC proporcionado por Honest PR.

NOTA

7

Puntos positivos

Ambientación única, con una narrativa bien planteada.
Un survival horror puro, con todas las letras.

Puntos negativos

Mapas demasiado extensos y tediosos de recorrer.
Algunos enemigos mal calibrados.

En resumen

Conscript recoge lo mejor de los survival horror de antaño y lo empaqueta en un juego ambientado en la Primera Guerra Mundial. Algo largo, tedioso y frustrante, pero que cuando brilla, lo hace con intensidad.