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Fecha de lanzamiento:
PC:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Corbie Games
Distribución: Steam
Precio: 24,99 €
Jugadores: 1
Formato: Descarga
Textos: Español
Voces: No
Online: No
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Análisis de Bounty Train (PC)

Una acertada combinación de gestión económica y de rol en la que luchas por el control de una empresa ferroviaria con la Guerra de Secesión estadounidense como telón de fondo.
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Actualizado: 21:31 17/8/2020
Análisis de versión PC.

Cuando hablamos de juegos de trenes de estrategia se vienen a la mente la serie Railroad Tycoon o incluso el más moderno Train Fever, pero Bounty Train es diferente ya que consiste en una gestión económica del estilo Anno y no en trazar líneas de ferrocarril que unan ciudades. Tampoco se trata de una conducción al estilo Train Simulator o Trainz ya que sólo te pones al mando de la máquina cuando hay un enfrentamiento o persecución, pero sí están representadas las locomotoras más importantes de los inicios del ferrocarril en Estados Unidos, una época convulsa en la que los estados del Norte y los del Sur del país acabaron enfrentándose en una guerra civil. Los años previos a ese conflicto y la guerra en sí constituyen un marco idóneo para el juego.

Bounty Train es, de hecho, una combinación de estrategia económica y de rol. En los años anteriores de la Guerra de Secesión estadounidense puedes prosperar convirtiéndote en delincuente o siendo un honrado hombre de negocios, o siguiendo uno de los múltiples caminos entre las dos opciones.

En el modo campaña (hay aparte un modo libre para cuando la has terminado) eres Walter Reed y tu misión es hacerte con el 51% de las acciones de la compañía ferroviaria que has heredado de tu padre, y lo haces con la presión de saber que el enemigo de tu padre está intentando hacerse a su vez con la mayor parte de la empresa.

En cada ciudad hay tres zonas: la cochera donde arreglas y compras o vendes vagones, la ciudad en sí con edificios como el banco, la armería o correos y el mercado para comprar y vender mercancías.

Reed se sube a su tren y va comerciando entre las distintas ciudades que tiene que recorrer analizando los mercados. Esta parte de gestión comercial que funciona muy bien y casi siempre te da una alternativa o una opción para conseguir ingresos. Si no directamente con la compra-venta de bienes, con misiones de transporte que te dan en las ciudades; analizando bien los recorridos y los mercados casi nunca terminarás en números negativos tras un trayecto.

Misiones muy variadas y factores sorpresa que alteran el rumbo de la historia

Pero tampoco puedes fiarte de tu habilidad porque influyen diversos factores como el peso del tren -que afecta al tiempo que tardas en llegar a una ciudad-, elementos aleatorios como un encuentro con alguno de los ejércitos que está en guerra o con los indios, o una maniobra sorpresiva de tu rival que puede arruinar tu reputación en varias ciudades. En ocasiones resultan demasiados forzados y el juego revela sus costuras, pero, al fin y al cabo, añaden emoción a la lucha por el control de la empresa.

Para conseguir hacerte con la mayoría de la empresa tienes una gran cantidad de misiones muy variadas; de hecho, el catálogo de encargos es uno de las mejores características del juego: convencer a tus hermanos dándoles algo que necesiten, conseguir que mueran personajes, participar en subastas, perseguir delincuentes, comprarlas por un dineral, la típica misión de cuidar de un personaje y subirlo a un nivel determinado...todo sirve para que ir acumulando porcentajes de la empresa.

Entre las misiones que van surgiendo de vez en cuando de la campaña y las que vas aceptando en cada ciudad es bastante habitual tener tres o cuatro encargos a la vez, la mayoría de las veces con límite de tiempo y penalización de dinero por incumplimiento. Todos estos factores contribuyen a implicarte en el juego de forma que cuesta encontrar el momento en que la intensidad de la partida decaiga y puedas terminar la sesión de juego. Trenes y estrategia es una buena y atractiva combinación, que en este caso tiene un elemento de rol que se funde con la estrategia con un excelente resultado.

Puedes ver las mercancías, hombres y equipo que tienes en cada ciudad, para recuperarlos sin problemas si los has dejado en el hospital o saber dónde podrás cambiar de vagón.

Tú decides cómo quieres vivir la experiencia de juego

En este viaje de Reed hacia la fortuna económica tú decides cómo quieres vivir la aventura; algunas misiones te dan dos opciones para cumplirlas, y pasarse a los negocios turbios y el contrabando es rentable económicamente, pero te cierra la puerta a algunas misiones -y, por ejemplo, te imposibilita participar en las subastas-. La ventaja sobre otros juegos del género es que puedes obviar totalmente una parte de esas opciones y mantenerte a un lado o a otro de la ley, o tener un poco de cada una y mantener el equilibrio entre tu reputación y las misiones relacionadas con la ilegalidad. Es un sistema de decisiones totalmente integrado en las historias que vas descubriendo.

Es un grado de personalización de la experiencia poco habitual en un género que te suele obligar a jugar de una manera mucho más rígida, y el sistema de gestión comercial se adapta bien a las distintas opciones que va dando el juego. Según ganas dinero, compras mejores máquinas, vas mejorando la que llevas -ya que sólo manejas un tren- o adquieres distintos vagones según hayas optado por mercancías o por pasajeros, o una mezcla de los dos, ya que hay un vasto catálogo de opciones.

Uno de estos vagones es el furgón, necesario si quieres llevar un equipo de hasta cuatro hombres que te ayuden en los tiroteos ya sea disparando a los enemigos o arreglando los desperfectos que se vayan produciendo en el tren. Los vas contratando en las distintas estaciones y campamentos y van subiendo de nivel -lo mismo que Walter Reed- con la experiencia que van adquiriendo y en cada subida de nivel vas personalizando más sus habilidades.

Los tiroteos son la parte más floja del juego en su planteamiento y la dificultad

El desarrollo de la campaña, la elección de cómo quieres vivir la experiencia de juego, la progresión de los personajes, la mejora de tus recursos y de tu tren son buenos, pero no se puede decir lo mismo de los momentos de acción en los que tu tren debe enfrentarse a un grupo de enemigos o huir de ellos hasta llegar a un lugar determinado.

Los primeros enemigos a los que te enfrentas son bastante apabullantes, porque no está la dificultad ajustada a esas posibilidades iniciales de tu personaje, de forma que tardas en conseguir tu primera victoria, y lo logras llevando ya bien pertrechados a tus hombres con ametralladoras o mortero. De hecho, el juego, tras un mínimo tutorial, te lanza a moverte por las ciudades que quieras de un gran mapa sin que haya más curva de dificultad que tu economía y las posibilidades de tu locomotora.

Con la pausa táctica puedes indicar con tranquilidad a tus defensores dónde situarse o si deben curarse, y hay ciertas indicaciones muy básicas. En estos momentos hay que tener en cuenta si la carga que llevas es inflamable o si el vagón tiene blindaje, ya que puede marcar la diferencia. El juego en todo momento -ya sea en la gestión económica o en estos momentos de acción- te tiene alerta a una buena cantidad de variables.

En la mayoría de los casos tendrás una barricada que no se puede dinamitar y en la que debes esperar un tiempo demasiado largo casi siempre y, cuando desaparece, deberás poner el tren a toda pastilla para escapar, teniendo cuidado de no superar la velocidad en las curvas para que no se rompa el convoy.

Los enfrentamientos llegan a ser frustrantes cuando no tienes dinero para pagar el acceso a un puesto de control y tienes que luchar sabiendo que no tienes opción de victoria o que vas a escapar con alguna baja, y las muertes significan perder para siempre al personaje. Cuando ya tienes recursos para armar bien a tus hombres, debes sacrificar la capacidad de carga del tren, pero esto no es sino otra muestra más de cómo debes ir eligiendo qué aspectos de la aventura quieres vivir y de cuáles prescindir.

Unos gráficos que no son deslumbrantes, pero tienen gracia

Gráficamente también estos momentos de tiroteos son flojos y carecen del atractivo del mapa y de los escenarios de las distintas ciudades, que no son deslumbrantes y el tren que recorre Estados unidos en el mapa es bastante genérico y normalito, pero sí son resultones, tienen gracia y muestran variaciones de una ciudad a otra. Mención aparte merecen las pantallas de carga en las que se describen la historia y características de alguna de las máquinas disponibles en el juego.

En cada pantalla tienes una buena cantidad de información puesta muy sucinta. Para salir al mapa hay unos tiempos muy cortos de carga, de forma que entra o salir de la ciudad nunca se hace pesado.

La interfaz del juego consigue que sea muy sencillo moverse y entender por lo que podría haber sido un maremágnum de cifras y materiales, aunque sí complica al principio la comprensión el que el símbolo de las mercancías sea diferente en el almacén de cada ciudad y en la tabla de precios de mercado. Pese a un aspecto bastante sencillo de entender, el juego contiene una gran cantidad de información que te permite llevar a cabo con acierto tus transacciones comerciales, y las misiones están también muy claras y visibles en todo momento sin que nunca moleste esta información en la pantalla.

La música tiene un repertorio limitadísimo aunque logra no hacerse demasiado pesada de escucharla todo el rato ,y los efectos de sonido van bastante justos, y son malos en los tiroteos, que acaban pareciendo una lucha a perdigonazos. Un detalle que sí nos ha gustado mucho es que llega con los textos -no hay voces- en varios idiomas, entre ellos el español, incorporado ahora que el juego ha salido ya a la venta. Se agradece porque hay misiones con bastante texto un poco enrevesado.

Conclusiones

Bounty Train es un juego de trenes con estrategia económica que funciona bien en lo jugable excepto en las escenas de acción, que son fácilmente evitables a base de dinero hasta que tengas un buen equipo de hombres. Se nota que no es una gran producción, pero el estudio ha aprovechado sus recursos con buen hacer y con cabeza, favoreciendo la jugabilidad y con un repertorio de misiones que logra hacer entretenidas las más de 50 horas necesarias para superar la campaña. Es además un juego que despierta un género hoy en retroceso y lo actualiza y le da personalidad al combinarlo con los elementos de rol y las decisiones que va tomando el jugador al elegir unas misiones u otras. Es un tren al que merece la pena subirse.

Este análisis se ha escrito después de jugar con un código facilitado por Daedalic.

Redactora

NOTA

7.5

Puntos positivos

Recupera la estrategia económica.
Las misiones son muy variadas.
No te quedas estancado nunca.

Puntos negativos

Los tiroteos dejan que desear.
Poca variedad de música.

En resumen

Un juego muy atractivo para los amantes de la estrategia económica (y de los trenes), pero la parte de los tiroteos es injusta con el jugador.