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Fecha de lanzamiento:
PC:
Switch:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Celery Emblem
Producción: Zerouno Games
Distribución: Steam
Precio: 5,99 €
Jugadores: 1
Formato: Descarga
Textos: Español
Voces: No
Online: No
ANÁLISIS

Análisis de Baobabs Mausoleum (PC, Switch)

Una delirante aventura, principalmente gráfica, que se inspira en historias de misterio y fenómenos extraños.
·
Actualizado: 21:31 17/8/2020
Análisis de versiones PC y Switch.

Seguro que muchos estaréis enganchados estos días a la tercera temporada de Twin Peaks, una serie que ha influido de manera más o menos evidente a muchos juegos -Deadly Premonition quizás sea el más famoso y descarado-. ¿No estaría bien disfrutar ahora de un título independiente con algunas similitudes a la obra de David Lynch? No busques más, ya está disponible para PC Baobabs Mausoleum Ep. 1 Ovnifagos Don't Eat Flamingos.

Se trata del primer episodio –de un total de tres- desarrollado por Celery Emblem, el estudio madrileño de Jacob Jazz. La descripción oficial es "una divertida aventura que une los géneros de Monkey Island, The Legend of Zelda: Link's Awakening con Twin Peaks y Bob Esponja", que no deja de tener parte de verdad aunque no aclare mucho.

La primera tentación es describirlo como una aventura gráfica point & click -tipo LucasArts- con una vista cenital en plan RPG de 8/16 bits. Ese es el núcleo de su jugabilidad, pero Baobabs Mausoleum es un cajón de sastre que combina muchos géneros y estilos, haciendo de esta variedad su arma de doble filo: sorprendente cada cinco minutos, aunque no siempre da con la tecla.

No es el tipo de bienvenida que esperábamos...

La historia nos presenta al agente del FBI Watracio Walpurgis, una especie de berenjena. Su coche se ha averiado al entrar en Flamingo’s Creek, un pueblo que sólo aparece el 11 de marzo cada 25 años. Lo curioso del asunto es que lógicamente no se trata de un lugar apacible, más bien al contrario.

Personajes estrafalarios, situaciones delirantes y peticiones absurdas que debemos cumplir para avanzar. Esta es la parte de puzle: explorar el escenario, hablar con alguna criatura o ver cómo sortear el obstáculo con las herramientas de las que disponemos.

Hay que decir que la dificultad es muy baja, salvando un par de retos que trolean al usuario. Y no lo decimos como algo necesariamente negativo; todos hemos sufrido con aventuras gráficas repletas de puzles que se resolvían de la forma más incoherente posible. En Baobabs Mausoleum no hay este problema porque no acumularás decenas de objetos: encuentras una botella, llave o ticket y sólo tiene un uso allí donde más lógica tiene. Básicamente es dar un repaso a la zona del reto, que suele transcurrir en espacios muy pequeños sin posibilidad de regresar atrás.

El bar de la gasolinera tiene algún invitado conocido.

Este es el progreso principal durante el inicio y parte del final, donde se complica sensiblemente por una mazmorra a lo The Legend of Zelda con nuevas mecánicas –disparos de fuego, trampas móviles, enemigos-. Sólo en este penúltimo acto se vuelve más complejo y da pistas de cómo podrían ser próximos episodios, dado que este primero es casi una presentación del mundo y el protagonista.

Pero Ovnifagos Don´t Eat Flamingos combina otras influencias. Muchas no pasan del simple guiño –un combate de RPG por turnos donde sólo necesitas atacar, un minijuego retro dentro del juego, etc.- a excepción de un peculiar episodio en vista subjetiva. Un cambio drástico que no se aleja demasiado del estilo visual -pixelado- por usar decoración 2D, similar a las técnicas de Wolfenstein y otros precursores del género FPS en los 90. Se aprovecha para hacer una prueba de salto, más puzles y un juego del escondite; como vemos, rompe esquemas pero tampoco se convierte en un shooter.

La fase en vista subjetiva. No hay pistolas, lo que ves abajo es tu cigarrillo.

Es probable que el jugón con hambre de complejos puzles quede decepcionado, Baobabs Mausoleum es más una historia contada mediante retazos de juegos, un poco experimental, que exige al usuario improvisación según cambian las circunstancias. Hay abundantes títulos independientes que funcionan así, pero es probable que quien esté acostumbrado a la superproducciones de rigor, mucho más definidas en jugabilidad, le parezca un chocante galimatías que al final deja muchas preguntas en el aire –cosa lógica por el lanzamiento episódico-.

Mencionar el humor como un elemento más para la diversión. Sin él, Baobabs Mausoleum perdería mucho. El ambiente puede recordar a Twin Peaks o Expediente X pero sin toda la parte dramática o aspectos más escabrosos. Watracio y los secundarios que vamos conociendo por el camino son interesantes. Es difícil predecir por dónde tirará el argumento, pero hay material para continuar con la parte fantástica y los pintorescos habitantes de esta ciudad.

Un reproche a este episodio: después de la parte inicial, jugabilidad y argumento no están del todo equilibrados. En las dos horas que nos llevará completar Ovnifagos Don't Eat Flamingos -con todos los coleccionables, pues son difíciles de perder- la historia no avanza hasta muy al final. Nos deja con sensación de dar demasiadas vueltas para que en el momento de su arranque nos aparezca el mensaje de "continuará".

Como podéis ver en las capturas, apuesta por un pixel-art de 16 bits bajo un filtro VHS al que podríamos achacar un poco de falta de personalidad –algo curioso porque el juego en sí derrocha carisma-. No parece en cualquier caso que sea un problema importante, y la banda sonora acompaña bien la mayoría de ocasiones, en especial el tema principal con toque a película de serie B.

La recta final se inspira un poco en los 'action RPG' clásicos, con mecanismos, trampas y enemigos.

Conclusiones

No es fácil valorar un juego episódico por un capítulo inicial. Baobabs Mausoleum marca el camino para algo prometedor, siempre y cuando se potencien los puntos fuertes del juego: la historia, personajes y el misterio. La aventura gráfica parece el género perfecto para ello.

Como compendio de minijuegos muestra más sus carencias: no puede compararse a un Zelda por 30 minutos de mazmorreo –hay otros sucedáneos mucho mejor pulidos-, y la parte tridimensional no aporta demasiado. Estos giros en la jugabilidad, en su justa medida, forman parte de su encanto, pero no deberían robar protagonismo a los aspectos donde mejor se desenvuelve. Veremos cómo evoluciona la historia en 1313 Barnabas Dead End Drive, todavía sin fecha anunciada.

Hemos realizado este análisis con un código de descarga que nos ha proporcionado Zerouno Games.

NOTA

7

Puntos positivos

Una aventura gráfica variada.
Personajes y humor general.
Precio asequible.

Puntos negativos

La historia arranca en el último instante.
Corto si tienes experiencia en los géneros que toca.
Poco rejugable.

En resumen

Una curiosa reinvención de la aventura gráfica. A veces peca de abarcar demasiado en cuanto a influencias, pero este primer episodio nos deja con ganas de saber más.