Con el boom de las tres dimensiones todo cambió en el mundo de los videojuegos. Si bien los polígonos habían estado presentes desde hacía décadas, no fue hasta los noventa cuando dieran vida a un sinfín de mundos, categorías y conceptos presentes en las mentes de miles de programadores y diseñadores que hasta la fecha, no habían podido materializarse. Las dos dimensiones desgraciadamente se vieron relegadas a un injusto segundo plano, tachándose de vetustas y anticuadas. Pero eran simplemente otra forma de expresar un arte visual que hoy muchos echamos de menos, y seguimos disfrutando del menor uso de ellas.
Muchos videojuegos dieron un salto espectacular. El simple hecho de ver un estadio moviéndose en círculos, parecía estar a años luz de un sobresaliente modo 7 con el cual habíamos disfrutado años antes. En los noventa se acentuó el desprecio por lo que no fuera poligonal, y por lo que no representase un salto en realismo, pero ¿fue justo?
Con una pregunta cuya respuesta daría para un largo debate, empezamos a ver si Sega acertó con un juego de fútbol poligonal, el primero de una saga cuya coletilla "Virtua" acompañaba a una serie de videojuegos que empezaron a tocar varios deportes y géneros como fueron Virtua Tennis, Virtua Fighter, Virtua Racing, este Virtua Striker empezó con una base en la que se movía cómo ningún otro juego de fútbol, y con un realismo nunca visto hasta la fecha. ¿Recuerdas el primer Virtua Striker? ¡Empecemos!
El fútbol de Sega, amor y odio
Lo cierto es que la incursión de Sega en las sagas de juegos antes mencionadas fueron bastante dispares, ya que por ejemplo Virtua Tennis significó un antes y un después en la industria en cuanto a juegos de tenis se refiere, ya que aunó de manera magistral la simulación de este deporte sin dejar de ser un arcade de corazón y apoyado por unos gráficos que quitaban el hipo.
Virtua Racing, sin embargo, no fue un mal juego de carreras, si bien fue espectacular en su salida, se vio rápidamente superado por otros juegos de coches que optaban por la simulación, por otro concepto de carreras o por unos gráficos realistas, en hardware más modestos que hicieron que pasara demasiado rápido al olvido. Con Virtua Fighter pasó algo curioso, ya que en el país nipón es considerado casi un juego de lucha de culto -aún hoy día, aunque en menor medida- ya que el arte en la lucha es algo que ha estado ligado siempre a la cultura japonesa, y su representación gustó sobremanera, y es la única saga que ha prevalecido en el tiempo con bastante más éxito que las demás sagas "Virtua".
Por eso podemos empezar a decir que Virtua Striker va ligado a la concepción del fútbol de Japón. Si bien no es el deporte mayoritario hoy día, en el año 1994 lo era aún menos, ya que el equipo encargado de su programación en su primera entrega, el prestigioso AM2, tuvo que vérselas con representar un deporte ajeno a su experiencia, pero llevado en volandas por el éxito que en el mundo entero tenía el, en nuestro país y en muchos, deporte rey. Virtua Striker fue lanzado bajo los circuitos de la placa Model 2, donde por aquel entonces movía una gran cantidad de polígonos, comparándolos con las consolas de sobremesa, con bastante soltura, aunque quizás para muchos haya envejecido un poco mal.
Lo cierto es que entonces no había nada mejor, aunque las incipientes consolas de 32 y 64 bits se acercaban peligrosamente. Los jugadores se veían espectaculares, grandes, bien animados y realizando las típicas acciones futbolísticas con un gran realismo. El estadio parecía sobresalir por encima de los jugadores, ya que tanto la cámara como el público parecían tener unas dimensiones realmente grandes, y eso repercutió en la espectacularidad de las jugadas, aunque no tanto en el control de estas.
Como sabemos, las sagas de fútbol actuales empezaron a montar sus cimientos optando por un sistema de jugabilidad diferente, y aunque actualmente se han convertido en simuladores puros y duros, empezaron de la misma manera que Virtua Striker, con una jugabilidad bastante arcade. Tres botones teníamos para pasar, chutar y dar centros largos a nuestros jugadores, en un torneo basado en selecciones nacionales bastante escaso, y aunque los botones eran pocos, daban para ejecutar bastantes movimientos con un control sencillo y accesible.
La segunda entrega, la mejor
Para muchos Virtua Striker 2 fue el mejor juego de la saga. Basándose de nuevo en selecciones nacionales podíamos jugar partidos de dos minutos y una sola parte. Basándose en un sistema por K.O, Virtua Striker 2 repitió la fórmula del primero, pero bajo los poderosos circuitos de la flamante placa Model 3. La versión en la que se basó la conversión a Dreamcast corría sobre la placa Naomi, por lo que hacer una conversión directa para la consola de sobremesa hizo que también recibiera Virtua Striker 2000. 1 con alguna que otra opción de regalo con la cual personalizar un poco los partidos.
El arcade fue un salto gráfico espectacular: los campos tenían aún más amplitud, los jugadores de cada selección lucían simplemente espectaculares, y las animaciones eran aún mejores, todo bajo un césped que parecía un tapete. Además de esto, como comentábamos antes, el arcade tuvo multitud de actualizaciones desde el año 1998, llegando a la mencionada versión del año 2000 en la que se basaba la versión doméstica.
La jugabilidad mantenía su base, pero dejando un poco más de posibilidad de control, ya que ahora se podía cambiar el modo en el que los jugadores se ordenaban en el campo en tiempo real, y pudiendo tener una actitud más ofensiva o más defensiva en función de las necesidades. Lo cierto es que Virtua Striker fue uno de los juegos de fútbol más espectaculares durante algunos años, pero mientras muchos alucinaban con sus espectaculares gráficos, otros odiaban esta saga por si casi nula posibilidad de control sobre el juego.
Lo cierto es que muchos de los que jugamos durante años con juegos en aquellas "antiguas" dos dimensiones disfrutábamos mucho precisamente controlando eso, la posición de los jugadores, poder elegir con cual atacar o regatear hasta el banderín y enlazando jugadas espectaculares. Virtua Striker tenía espectacularidad por cada uno de sus poros, pero muchos vieron en el un retroceso en cuanto a jugabilidad, mientras otros vieron en él un juego redondo y sobre todo, muy divertido. ¿De cuáles de los dos fuiste tú?