Darth Vader es una de las figuras más representativas de Star Wars. La saga cinematográfica de George Lucas nos habla del auge y caída de Anakin Skywalker, un joven de Tatooine sensible a la Fuerza que es entrenado por los Jedi y que acaba siendo tentado por el Lado Oscuro y convirtiéndose en el más fiel siervo del Emperador Palpatine y el arma del Imperio Galáctico. En los más oscuros y convulsos tiempos de la galaxia, Vader instauró con puño de hierro la llamada paz imperial y se convirtió en uno de los Sith más temibles del universo conocido. En Vandal Random os seleccionamos 10 frases que debes tener en cuenta si quieres comprender qué se oculta bajo la máscara del villano más icónico de la historia del cine.
Las 10 mejores frases de Darth Vader
Darth Vader se encargó de llevar la voz y la palabra del Emperador Palpatine a lo largo y ancho de la flota del Imperio Galáctico, encargándose de sus asuntos más oscuros y turbios y representándolo de manera física en multitud de momentos. Uno de los más icónicos se encuentra en El retorno del Jedi, cuando Vader se dispone a comprobar los avances de la segunda Estrella de la Muerte, un arma galáctica con capacidad de destruir planetas enteros. Si bien las obras parecen ir bien, el Lord Sith se deja caer para ver los progresos de primera mano, y uno de los comandantes de la flota imperial se encarga de reportarle las novedades. No, no queremos estar en su pellejo.
El Imperio contraataca es para muchos la mejor película de Star Wars. La secuela de Una nueva esperanza se estrenó en 1980 con multitud de momentos icónicos, frases y personajes espectaculares. En el momento álgido del film, Darth Vader, en un combate contra Luke Skywalker, pone a prueba al futuro Jedi, que ha interrumpido su entrenamiento con Yoda en Dagobah para rescatar a sus amigos en Bespin. Vader comprueba que Luke en sensible a la Fuerza y que se trata de un oponente magnífico, bien entrenado y guiado por su antiguo maestro Jedi, Obi-Wan Kenobi. Y lógicamente, lo tienta a irse al reverso tenebroso de la Fuerza.
Obi-Wan Kenobi tomó la tutela de Anakin Skywalker durante su entrenamiento Jedi. El caballero de la República, mientras combatía en las Guerras Clon y llevaba la paz en el conflicto que enfrentó al gobierno de Coruscant con la Federación de Comercio y otros separatistas, intentó conducir al joven Skywalker por el buen camino. Pero su ímpetu, sus dudas y sus sentimientos acabaron por llevarlo al Lado Oscuro. Kenobi lo entrenó bien, le enseñó todo lo que sabía, pero fracasó. Palpatine aprovechó esas debilidades y lo sedujo con malas artes. El Jedi que iba a traer el equilibrio a la Fuerza, cayó en desgracia. Vader, en Una nueva esperanza, todavía recuerda su fallido y doloroso encuentro en Mustafar, cuando su poder no había despertado.
Para muchos, la Fuerza es una superchería, un cuento de una época pasada. En la era del ascenso del Imperio Galáctico, todos los Jedi que sobrevivieron a la Orden 66 fueron aniquilados, asesinados o perseguidos . Cientos de soldados del Imperio se entrenaron en buscarlos, y los Inquisidores comenzaron a tener presencia en diversos sistemas. Darth Vader se encargó de abatir a muchos de ellos, y pese a que el uso de la Fuerza estaba prohibido, el Lord Sith sí lo demostró con aquellos que osaron a contradecirle o poner en duda la fuerza mística que une todo el universo.
Cuando Anakin Skywalker cayó en el Lado Oscuro, Kenobi y Yoda decidieron tomar a los hijos de Padmé Amidala y esconderlos en diversos lugares de la galaxia. Así, Leia fue a parar a Alderaan y Luke a Tatooine, siendo ocultados del Imperio Galáctico, Palpatine y Darth Vader. Ambos se convertirían en la futura esperanza de la Galaxia, y cuando Luke comenzó su camino de Jedi con Obi-Wan Kenobi y se embarcó en la aventura de su vida con Han Solo y sus amigos, Vader se percató de que ese joven granjero ocultaba algo. Cuando descubrió que era su hijo, decidió tentarlo como ya lo hicieran con él en el pasado. En Bespin se encuentra una frase icónica que debes conocer.
En ese mismo combate, en el que ambos chocan sus sables de luz una y otra vez en la penumbra de las fábricas y extractoras de gas Tibanna, Darth Vader se percata de la fuerza que encierra en su interior el joven Luke Skywalker, un granjero de Tatooine que oculta una gran verdad y que será capaz de derribar el Imperio y el propio castillo de creencias construido en el interior del Lord Sith.
El miedo es una de las fallas, una de las grietas más evidentes, por las que se puede colar la duda o la incertidumbre, un aspecto que los seguidores Sith controlan a la perfección para minar y tentar a sus oponentes o futuros aprendices. En El imperio contraataca, Vader intenta llevar por ese camino a Luke, pero el joven se da cuenta de ello.
Vader es un enemigo formidable, todo el mundo le teme, pero también es un comandante en jefe imperial aterrador. Las historias de los almirantes imperiales o comandantes que han trabajado bajo sus órdenes son muy conocidas, y en la batalla de Hoth, varios jefes importantes de la flota fueron destituidos, o mejor dicho, asesinados, por su falta de visión estratégica en la emboscada contra los rebeldes.
El odio es una de las armas más poderosas de los Sith. Llevando a sus rivales a ese campo de incertidumbre, venganza y sentimientos viscerales, el Lado Oscuro se hace fuerte y es capaz de destruir a cualquiera que ose interponerse. Vader, al igual que Palpatine y otros antes, aprovecharon esa debilidad en los seres sensibles a la Fuerza. Algunos acabaron engrosando sus filas, pero otros tantos fueron derrotados al resistirse. Luke lo sabía e intentó mantenerse alejado de esa nube de sentimientos peligrosos en El retorno del Jedi. Él quería salvar a su padre.
No es solo una de las frases más icónicas de Vader. Es quizás una de las más potentes y poderosas de la historia del cine. No necesita demasiada presentación.
